martes, mayo 08, 2007

Cosmoagonías





Gentuza del Sur:

Cualquier civilización genera sus propias cosmogonías, no se trata de un nuevo hardware ni de una enfermedad venérea, sino esa cosa chunga e inalcanzable a la comprensión del individuo que es el origen del Universo.

Pongamos por ejemplo a ese habitante de ese Alkmaar de moda, que es el Móstoles de los países bajos, que una noche se encuentra con una crisis de identidad por el pinchazo en una rueda de la bicicleta: mira al cielo, clama a Dios (el protestante, del que no hay cuadros) y en su minúsculo cerebro se plantea la necesidad de conocer el origen de todo, ahí tenemos una cosmogonía si el sujeto empieza a imaginar que el Dios del 3 en 1 que andaba de mosqueo con la Diosa de la grasa y el Dios del Piñón Fijo origina un conflicto que desemboca en el Universo, su Universo de Alkmaar con ese equipo de fútbol que ha palmado la copa de la liga, con esa lluvia de Domingo a ultima hora que jode aún más si es de noche y con un montón de mujeres borrachas esperando a que él llegue en su bakker fiets.

En cualquier historia sobre el origen del Universo siempre hay súper criaturas con súper poderes que se aburren. Es lo que tiene ser antiguo y mitológico, que uno se aburre y venga, a darse de hostias con otros seres con el carné de Dios. Para humanizar un poco el tema,se necesitan héroes y heroínas con sus correspondientes antónimos. Un ejemplo curioso lo encontramos en el Kalevala, un libro por otra parte insoportable, pero que constituye el origen de la lengua finesa.

Un tal Väinämöinen que esta bastante salido, inicia un viaje hacia Pohjola con el propósito de casarse con la doncella hija de Louhi ,y pide a Louhi que es una bruja putarraca y gobernadora de Pohjola la mano de su hija. Como cualquier suegra que se precie, Louhi le solicita la construcción de un molino. El tal Väinämöinen dice que el de bricolaje nasti de plasti, que es vikingo y que faltaría plus, así que le pasa el encargo a otro, el tonto de la historia, que se marca el molino con todo su alicatadoy sus muebles de Ikea (ya aparecen en el origen del Universo como símbolo del mal).Pero Louhi que es lista y malvada, vuelve loco al pobre ñapas que regresa sin la hija, de Pohjola. He aquí que entonces aparece un tal Lemminkäinen y otra vez le vuelve a liar, esta vez con el caprichito del cisne negro, vamos que le manda al recadito brasa de turno y el propio Lemminkäinen muere ahogado en el lago habitado por el cisne.

Y mientras están leyendo esto y comiendo una bolsa de patatas Lays, esas que anuncia el payaso,o alguna ordinariez sintética, se preguntarán que coño tiene que ver esto con la creación del Universo.

Pues bien, lo mismo digo yo, la verdad, pero bueno eso es lo que en principio me dijeron acerca del Kalevala. Todo depende de la hermenéutica utilizada.


Hormon Wells
A Claudia y su duende.




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6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hay por ahí una versión del Kalevala protagonizada por perros (dibujos animados) para niños.

Creo que la retiraron al poco porque era aún más confusa que la original.

Que cosas tienen los finlandeses.

Íbero

07 mayo, 2007 22:47  
Anonymous Anónimo said...

A mí me gusta la mitología en general y cuando me topé con el Kalevala me dije: ¡Qué bien! La verdad es que es apassssionante... De hecho, no pude con él. Leyéndolo, uno llega a entender lo aburrida que tiene que ser la existencia en Laponia.

Si te lo estás leyendo, eres un valiente.

Espero que, en breve, Gaitero te recomiende el Nuevo Kalevala. No tardará. Si no lo hace él, lo haré yo.

Javier

08 mayo, 2007 06:20  
Anonymous Anónimo said...

Kalevala y Kamasutra ¿tenían algo en común a parte de mostrar cosas fisicamente imposibles?

L'ultimo iberico

08 mayo, 2007 10:30  
Anonymous Anónimo said...

El kalevala es una obra cumbre de la literatura onírica, si te recitan los diferentes poemas en finés ya no te cuento lo que puede generar en tu serotonina.

Íbero no te veo europeista para nada, creo que quieres vivir en Orlando o en Arkansas.

Hormon Wells

08 mayo, 2007 11:08  
Anonymous Anónimo said...

Que sí, que está muy bien, cuando pasas las primeras 12.000 verstas empiezas a entender que Lemminkäinen en realidad es cuñado de Lothi, un primo del cual tenía una tienda de todo a cien cerca de Helsinki, y ahí es donde Vainamoinen compraba las hachas con las que fabricar molinos, lo que pasa es que un día llegó Sibelius buscando una con la que destrozar un Stradivarius y les dejó sin existencias.

Gaitero.

P. D. Para una relectura jodidamente divertida de la mitología nórdica recomiendo fervientemente LA EPOPEYA DEL BEBEDOR DE AGUA, de John Irving.

11 mayo, 2007 21:08  
Anonymous Anónimo said...

No, hombre, yo me refería al Arto Plastilina

Javier

14 mayo, 2007 07:39  

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