lunes, marzo 31, 2008

CCCPSS


Queridos amigos,

al parecer, a Max Mosley, presidente de la FIA, le pone que le zumben la badana. Max parece lelo, porque sabe que, con la fortuna de su padre, ha heredado también su turbio pasado, el de Oswald Mosley, amigo personal de Hitler y conocido fascista. ¿Quién dijo que los pecados de los padres no los pagan los hijos? Esto ha sido así en el mundo, desde que nació el primer bastardo. Vamos a tirarnos todos de los pelos.

No empieza la cosa muy bien si decimos que un rotativo británico de prestigio... ¿Prensa popular inglesa de prestigio?... ha dicho que las cinco pelandrunas que atizaban en el culo a Mosley, probablemente con la antena de mi coche CLIC, iban ataviadas con uniformes de la SS, porque, al parecer, la bacanal era de temática filonazi.

El periódico, "News of the world", que se caracteriza por sus exclusivas del pelo "Niño encerrado en un armario devora su propio pie"; "Fui violada por extraterrestres y estoy embarazada" o "El niño lobo brasileño y la niña pez tailandesa se casan", lleva siempre a portada grandes verdades, noticias todas ellas comprobadas de cinco o seis fuentes (de LSD), de una profundidad e importancia y, sobre todo, con un tratamiento tan exquisito que, sin duda, son la razón de que el periódico tenga la fama que tiene: lo que publica "News of the world", generalmente, va a misa.

Digo yo que si a Mosley le gusta que le pongan el culito colorado es cosa suya ¿no?

Yo creo que cada uno es cada cual y que esa información nunca debió salir del exclusivo y cerrado círculo privado del mandrilón Mosley, culo-pelao, que no es de interés público, que en nada afecta a nadie ni a su gestión como presidente de la FIA y que lo que hay es mucha idiotez, mucha hipocresía y, sobre todo, mucha envidia.

Ya sé que usted, que es bienpensante y buena persona, va a decirme que lo que importa no es la zurra, sino el atrezzo nazi. Y, tiene razón, es deplorable, pero no entiendo muy bien qué nos hace pensar que hay genocidas cuya estética, en privado, es censurable, mientras que la de otros está de moda. Desde luego, si lo que se precisa para una sesión de bondage es crueldad (yo no lo sé, que conste, sólo lo estoy suponiendo), en la temática del campo de exterminio nazi no hay otra cosa: crueldad y ensañamiento. No entiendo la motivación, ni la comparto, pero ¿nos habría parecido mejor que se hubiera vestido de Cayo Calígula, ese tirano y asesino arbitrario y despiadado? ¿Qué tal de Stalin en un gulag? ¿Acaso no se han hecho películas (y, además, eróticas), cintas públicas, proyectadas en salas comerciales, con el fondo temático del gulag?

El otro día vi en la televisión a un tipo que aspira a ser gracioso, llamado Ajenjo o Cigarro, uno de los dos, cuya principal característica es la pinta de no haberse duchado en dos meses. El hombre exhibía tranquilamente una camiseta con las letras "CCCP" porque, al parecer, entre los guays de la movida, la estética soviética se ha puesto de moda.

Quizá tenga que recordar aquí el comienzo de "Koba, el Temible", de Martin Amis:

"He aquí la segunda frase de "La cosecha del dolor: colectivización soviética y el Gran Terror" de Robert Conquest:

"Quizá podríamos poner en su justa perspectiva el presente caso diciendo que se perdieron veinte vidas, no por cada palabra, sino por cada letra que hay en este libro". Esta frase representa 2.700 vidas. El libro tiene 411 páginas. "Comían boñigas de caballo, entre otras cosas porque solían contener granos de trigo enteros" (1.540 vidas) "Oleska Voitrojovski salvó su vida y la de su familia comiendo carne de caballos que habían muerto de muermo y otras enfermedades de la cooperativa" (2.640 vidas)".

CCCP no significa, como algunos sostienen, "Cu Currú Cucú Paloma". CCCP significa 80 vidas. No. 80 asesinatos.

Lo de Mosley no me parece mejor, pero tampoco peor. Yo, desde luego, jamás llevaré nada encima que promocione ni una estética ni la otra, ambas igual de asesinas, pero al menos, Mosley lo ha hecho en su casa. Este otro, sale en la tele todos los días.

¿Tú qué opinas? ¿Aprobarías que se pusiera de moda entre la gente cool camisetas de las SS?

X. Bea-Murguía (con la noticia que le quema, le quema, le quema).

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viernes, marzo 28, 2008

Stevens, el héroe

Queridos amigos,

no es que no tenga nada que decir, que entre las categorías en que "detento" (como decía Felipe González Pte. Martes) el título de campeón del mundo están las de velocidad en la ingesta de percebes, volumen en serenata nocturna en ronk mayor opus 65 (db), caída frecuente en la casilla del control de alcoholemia y, por supuesto, cantidad de tonterías dichas por minuto. En esto, prácticamente, perdonen la soberbia, soy campeón. En decir estupideces creo que no hay quien me gane, como ustedes constatan cada día.

Lo que me pasa es que no puedo más con este cuerpo (y eso que cuerpo tengo para rato).

Anoche, otra vez cena, otra vez trasnochar, otra vez whisky (Cardhu Special Cask Reserve) y otra vez puro (perdonen, pero me voy a poner de pie en señal de respeto, COHIBA MADURO 5 MÁGICOS). El whisky, sin embargo, no lo bebí y no porque fuera malo o porque oliera mal, que no, que olía a medicina buena, como huele en las inmediaciones del final de una discusión, tenía el aroma del beso que aparta los reproches. Lo que pasa es que los de verde (o los de azul, en mi caso), normalmente, están a la puerta de casa y ya uno va acojonadito. Así que olí el whisky, con los ojos bien abiertos para empañar el espejo del alma con sus efluvios, imaginé que aquello era el tratado de paz con una nación india, me mojé los labios con su fuego líquido y, lleno de pena, mantuve la tensión entre nosotros, pero le dije que NO.

No te bebo.

No.

Como se lo dijo el abogado Stevens a Eula Warner en "La ciudad", de William Faulkner. NO. Te deseo, pero no así. Con el tiempo, he aprendido que decir que no es de valientes, amigos y amigas. Lo cobarde, en muchas ocasiones, es entregarse.

PERO... CLARO...

Después los hijos de puta estos no estaban en su sitio cumpliendo con su deber. Serán cabrones. Es decir: que le dije que no al Cardhu Special noséquéleches, que olía como el mejor de los pecados, que no me doy el gusto, que me vengo a casa ufano, conforme con mi rectitud, disfrutando de la satisfacción del deber cumplido y estos tipejos negligentes e ineficaces no están multando a la gente irresponsable que bebe cuando conduce.

Como no me lo creía, pasé dos veces. Sí, sí. De verdad. Pasé una vez y no estaban en su puesto(mecagoengrhoihtoihhiohoiqujodercojones)... y volví a pasar a la media hora. Por el mismo sitio. El de siempre. No estaban. Estoy indignadoespoco ¡Qué poca vergüenza! Con la cantidad de peña que hay por ahí conduciendo borracha y estos... incompetentes... ¿Qué hacen que no están velando por la seguridad de los ciudadanos decentes de este país que no nos bebemos el puto whisky? ¿Pone tonto en mi coche? ¿Me han puesto algún tipo de artilugio moderno de seguimiento hepático? ¿No puedo tomarme un whisky porque me paráis siempre, cabrones, y cuando no me lo tomo estáis por ahí de juja, en la lucecita roja, tocándoos la pistolita el uno al otro?

Conclusión: el abogado Stevens es un valiente, un héroe, un tío que se viste por los pies, pero es tonto del culo. Se hubiera pasado por la piedra a Eula Warner, que está que rompe los párrafos, que es la tía más buena de la literatura universal contemporánea, y salga el sol por Antequera.

Que me pongan otro whisky y verán lo que hago con él. Me lo paso por la piedra seguro.

X. Bea-Murguía (arrepentido de no ser pudiendo haber sido).

Abuela, un beso.

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Políticamente correcto (o incorrecto)


A mi una de las cosas que más me fastidia con "J", es que me estigmaticen por no ser políticamente correcto. Es demasiado típico en la sociedad española que en cuanto a alguien se le ocurre decir, no sé, que no está de acuerdo con el sufragio universal, por ejemplo, inmediatamente todo el mundo lo tacha de "facha", "retrogrado", "antiliberal", etc. (también me podrían llamar estalinista, pero no debe de ser políticamente correcto). Pero lo cierto es que en este país escuchamos todos los días cosas mucho peores y no pasa nada. La diferencia es que unas cosas son políticamente correctas y mi aseveración sobre el sufragio no lo es. Pondré algunos ejemplos: acabo de leer algo así como que a un policía en Cataluña (perdón, debería haber escrito Mosso de Escuadra que es políticamente correcto) le han abierto expediente por haber puesto una multa redactada en español (perdón, castellano es más políticamente correcto). Y aquí nadie dice nada. La Constitución reconoce el derecho a usar nuestro idioma común y, hala, al pobre hombre van y lo multan. No pasa nada, es políticamente correcto. Otro ejemplo: hemos asumido que la separación de poderes en esta nación sea un cachondeo. Pero no es políticamente correcto plantearse si las leyes o la propia Constitución están mal hechas. Como ya están hechas, pues nada, a apechugar con ellas.

En fin, todo el párrafo de arriba venía a cuento porque creo que es necesario plantearse el tema del sufragio censitario. Sé que no es políticamente correcto pero me arriesgaré. Hace muchos años que en gran amigo muy sosías (como el mismo dijo de mi hace tiempo en este mismo foro) y un servidor venimos reclutando adeptos a la causa del PASUCE (Partido por el Sufragio Censitario). Como todo el mundo comprenderá es una coña pero hablemos de ello: ¿Vale lo mismo el voto de Emilio Botín que el mío? ¿Y el mío comparado con el de Guti (el del Madrid)? Yo creo que no. El 99% de los lectores se habrán llevado ya las manos a la cabeza y probablemente hasta hayan dejado de leer el blog (lo siento Txabi). La verdad es que merece la pena planteárselo. En España te hacen un examen para algo tan cotidiano como conducir, pero se puede votar por el hecho de haber cumplido los 18 años. Habría que darle una pensada. Es probable que mucha gente no entienda ni sepa lo que está votando (muy poca gente hace el pequeño esfuerzo de leer los programas). Habrá mucha gente que me tilde de anti demócrata, pero yo me pregunto: ¿Es democracia el que mucha gente no sepa ni lo que es el Senado ni para qué sirve y sin embargo votan sus representantes en el mismo? ¿Es democracia que mucha gente vote a Rajoy porque le parece guapo o a Zapatero porque se lo recomienda Bardem? Ya lo decían Los del Río cuando la propaganda del referéndum de la Constitución Europea: (no es literal) “Nosotros de esto no entendemos, pero seguro que es algo bueno” (algo así). Lo siento, pero no creo en una democracia como esta. Pensaros lo del PASUCE.

Gracias Txabi por ofrecerme la oportunidad de expresarme en este foro (tú si que eres liberal, que me dejas escribir hasta mi). Te dejo que orientes lo que quieras (esto último sólo lo entenderán aquellos que participaron en un apasionante aunque corto proyecto llamado “Fin de Siglo”).

CENTURIONE

miércoles, marzo 26, 2008

Una teoría sobre la barrabasada

Queridos amigos,

todos conocemos a Barrabás, pero su figura es un misterio. San Juan apenas lo menciona, lo califica de bandido y punto; San Lucas (23,19) y San Marcos dicen que fue un sedicioso acusado de homicidio (probablemente un zelota); y San Mateo sí le dedica algo más de espacio, pero dice de él poco más.

La tradición nos dice que Poncio Pilatos ofreció al pueblo de Jerusalén la liberación de un preso en conmemoración de la Pascua judía; que puso en la palestra a Jesús de Nazaret y a Barrabás; que, incluso, cuando la turba pedía a gritos la crucifixión de Jesús, el procurador romano insistía en que no había cometido delito alguno. "No me hago resonsable de esta muerte. Allá vosotros", dijo. Pidió un aguamanil y se lavó las manos (sólo según San Mateo).

El escritor sueco Pär Lagerkvist, en la foto, premio Nobel en 1951, describe en "Barrabás" la miserable vida del liberado, muerto por dentro desde que asistió a la crucifixión de Jesús en el Gólgota, acogotado por el remordimiento del que sobrevive (por dos veces) al suplicio. Quiere creer pero no puede, porque está aferrado a su vida de delincuente primero y, más tarde, de esclavo. Barrabás no comprende que el hijo de Dios, inocente, haya muerto en la cruz que le estaba destinada a él, no se lo perdona y, además, le llena de vergüenza. Sin duda, la elaboración del personaje es sublime, pero, para mi gusto, la novela está impregnada de una intención catequista que la desacredita. Un poco de meapilismo redentor sí que hay por medio.

Me inclino más, cómo no, por Burgess, cuando explica en "Jesucristo y el juego del amor" que Barrabás, en verdad, se llamaba Jesús (coño, como Jesús)... Jesús Bar Abbas y que era un líder zelota, un alter ego del mismo Cristo. Aún mejor, en "El reino de los réprobos", da un paso más allá y cuenta que, en verdad, Bar Abbas, en arameo, significa "hijo del padre" (lo que en hebreo es Ben, en arameo es Bar), que, probablemente, Bar Abbas era un alias del mismo Jesús, que siempre se decía a sí mismo "el hijo del Hombre" o "el hijo del Padre", como eufemismos para evitar la blasfemia "hijo de Dios", que le habría costado una lapidación express (dense cuenta de lo que esto habría provocado: ¡un mundo completamente diferente! Por ejemplo, en vez de Las Cruzadas se habrían llamado Las Pedradas; el místico sería San Juan de la Piedra; la ONG La Piedra Roja Internacional; y la Santa Pedra de Florencia; María de las Cruces Pérez López se llamaría María de las Piedras y su pueblo, Santa Piedra de Retamar, provincia de Toledo... Todo tendría un toque más como de los Picapiedra, ¿no?).

No sé si es cierto, pero es plausible y le da una vuelta más de tuerca a la barrabasada tradicional del pueblo judío, aquello por lo que los gentiles siempre los condenaron: el deicidio. De ser verdad, cuando Pilatos ofreció liberar a un preso (por favor, olvídense de "La vida de Brian" que estoy tratando de explicar algo en serio) en conmemoración de la Pascua Judía, no dio opciones. Ni él ni Bigus Dickus dijeron: "Tenemos a Sansón el asesino saduceo, Silas de Siria el Sagaz, sesenta y séis sediciosos de Cesarea"... Pilatos ofreció la liberación de un preso indefinido y el pueblo de Jerusalén suplicó la puesta en libertad de "Bar Abbas", es decir, de Jesucristo. A saber qué entendió el procurador y a quien liberó, pero desde luego no a Jesús, como sabemos. Se hizo el loco... "¿A quién? ¿A Baquién? ¿Estáis modorros o qué? ¿É cís? ¿Qué bar es ese? ¿Y quién es ese que decís?"... (la teoría de que Pilatos era de Carbonero el Mayor, Segovia, está descartada por boutade) porque su condena a muerte era un empeño personal del sumo sacerdote Caifás, con quien Pilatos tenía que entenderse. Así que fue cosa del sanedrín y los saduceos, en colaboración con el romano. Al fin y al cabo, el cristianismo no era más que un cisma del judaísmo. Había que atajarlo.

Poncio Pilatos, que estaba en el ajo, se dio cuenta de que el pueblo apoyaba a Jesús, y el aguamanil, en vez de para lavar la culpa, le sirvió para nadar entre ambas aguas. Esta teoría no cambiaría nada dentro del Cristianismo, salvo que se exonera al pueblo judío del deicidio.

A mí es que estas cosas me molan. Soy así de enrevesado. ¿Tú qué opinas? ¿Te parece posible, blasfemo, real, maravilloso, cacafuti, prefieres ver mujeres desnudas en www.pajasmago.ay?

X. Bea-Murguía (disculpen el rollo abrumador. Mañana, coñas variadas).

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martes, marzo 25, 2008

Tropezando con melones

Queridos amigos,

fíjense bien en la foto, sobre todo aquellos de ustedes que no crean que sea posible hallar el destino escrito en la cáscara de un melón. El rollizo niño que sentado desafía a la ley de la gravedad es David Torres, mimetizado tras el albero de un melón reluciente como el sol de Andalucía, en una playa de roca granadina (Motril, creo). ¡Qué surrealismo más fino para una alegoría! ¡El niño pequeño juega inocente con lo que habrá de ser su cabeza: gorda, sí, pero llena, sabrosa y brillante! Al que hizo la foto, le dieron el premio Octavio Aveces Acierto a la adivinación.

Lo que da de sí tanto melón lo van a poder descubrir dentro de nada, cuando salga a la venta su "Niños de tiza", premio de novela Tigre Juan, Editorial Algaida, (que yo ya he tenido el privilegio de leer, por lo que me siento tan halagado). Ya les avisaré yo para que corran a comprarlo. Mientras, les sugiero que disfruten de un aperitivo del sabroso melón de Torres, que es lo mismo que decir melón con jamón, en su blog que, a partir de ya, está disponible en la lista "Blogs para leelos" y que lleva el título de "Tropezando con melones". ¿Por qué? Leanlo CLIC y se enterarán. Merece la pena leer a David Torres en El Mundo, pero más fuera de él, liberado del corsé de la columna cerrada, fumado puros en una playa de piedra donde el único juego posible, a falta de arena, es abrazar melones.

A mí, en concreto, se refiere cuando habla de los "melones sexuales", porque, aunque también ando bien de melón (no tanto como Torres, claro, o como mis hermanos, que son un reto para un sombrerero intrépido), el mío anda medio lleno y con un cable en masa, así que no llego a tal categoría: me quedo en raja.

Todo melón es una incógnita, una pequeña caja de Pandora pero en cucurbitácea: uno, antes de abrirlo, nunca sabe si va a encontrar en su interior el frescor que alivia los calores del verano o el amargor rectal de los pepinos. Puede usted dárselas de entendido en la tienda y aplastar los polos de ese mundo verde de sabor, que, como en la vida misma, la madurez no garantiza el dulzor ni se encuentra disfrute alguno, ni pesar, si no se clava el cuchillo. O puede hacer caso al vendedor de melones, lo que no quita incertidumbre a la solemne ceremonia de apertura.

Dicho esto, que creo que explica el título del blog de David Torres, he de contar que le he hincado el piño, por indicación del "vendedor", Rafael Reig, a ese melón lleno de sabor que es la novela "Nadie me mata", de Javier Azpeitia, una trama apasionante, una novela negra escrita sobre el tablero del juego de la oca, que ofrece un punto de vista totalmente diferente y sorprendente: un alma que transmigra en vida va dando las claves para comprender el todo, partiendo de la nada (la amnesia), gracias a cada una de sus partes y a la metempsicosis (la "meten sí cosas", que decía Molly Bloom). No quiero decir mucho más. Sólo que me ha gustado mucho y que se la recomiendo. La tienen ustedes en Tusquets.

Creo que como recomendación del mes, ya va bien la cosa. Intentaré volver a decir las gilipolleces de costumbre esta semana, pero, no se crean, he apurado ya mucho el melón y me temo que no queden más que las pipas.

X. Bea-Murguía (¿Dónde vas? Melones traigo).

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lunes, marzo 24, 2008

¿Y tú en qué crees?

Queridos amigos,

ya estoy de vuelta. Tarde, porque uno ya no tiene edad de andar celebrando la pasión, muerte y resurrección hasta las tantísimas sin que el cuerpo le pase factura. No he pegado ojo hoy. La Semana Santa, al menos la que yo conozco, va de eso, ¿no? No tiene nada que ver con la religión, ¿no? Bueno, de eso y de pillar un atascazo en la carretera y de cagarte en la puta madre del que te hace la pirula, de gastar claxon y preguntarse dónde está la Guardia Civil cuando se la necesita (juro que, esta vez, no estaban conmigo).

Antes de nada, les anuncio el nacimiento de mi sobrino Nacho, este tan majete y reguapo que ustedes pueden ver en la foto con mi cuñada Ana. Los Blanco empezamos a ser plaga. Se lo advierto muy seriamente: que un Blanco Urgoiti no le eche el aliento que... ¡Ruah! ...nos multiplicamos por esporas. No digo más. La foto no es muy allá, pero, en fin, háganse cargo de que estuve celebrando la pasión y el amor al prójimo hasta las tantísimas y lanzando vivas a la camarera. Porque la Semana Santa también va de esto.



Me llamó la atención, por enésima vez, un joven creyente que se me acerca a menudo a echarme en cara que yo no crea en la Virgen de su pueblo, que para mí no es más que una preciosa talla de madera policromada (es muy guapa, afirmo), como si eso fuera el mayor de los pecados, y a argumentar que, siendo las fiestas la celebración de la gloria de la Virgen María, no tiene mucho sentido que yo, que no creo en su gloria, participe en las fiestas del pueblo. Esto, que empezó siendo una discusión medio seria hace años, se ha convertido en una especie de tradición a dos. Él me aborda con ese argumento de peso y, después, recuerda al que asiste a la charla teosófica que yo bailé una jota con él al paso de la imagen de Nuestra Señora (quiero decir de Su Señora, claro, que la mía andaba por ahí cerca y aunque se merezca que la saquen en procesión, no es Nuestra).

Sí, amigos, yo bailé una jota. Yo, que soy orgulloso poseedor de dos pies derechos y de un sentido del ritmo atrofiado, bailando una jota... Para verme. Sé que alguno de ustedes habría pagado por asistir a ese momento (esto, dependiendo de la cuantía, se puede arreglar), pero cuando mi ego extiende un cheque... Así que cuando este joven seguidor mariano vino a buscarme para cobrarse el cheque, bailé una jota que me salió, más bien, una ge minúscula, pero si Nuestra Señora perdona con tanta facilidad las blasfemias mayúsculas que se mascullan a su paso entre los vivas a su gloria, no debe mostrar menor compasión, digo yo, por las faltas de ortografía bailando.

No se me va de la cabeza que yo, que es verdad que no creo en la Virgen, que pienso que la ética primitiva cristiana es esencialmente pura y buena, que creo en la Inmaculada Concepción porque mis dos hijos fueron ambos inmaculadamente concebidos, sin revuelo de palomas de por medio, muestro, normalmente, mucho más respeto por la fe de los demás que este joven creyente y que ese mogollón de peña que va a las procesiones a lanzar vivas a una imagen y cagarse en los muertos de la que va detrás o a pelearse porque el paso va demasiado rápido o demasiado despacio o, directamente, a blasfemar. Tengo para mí que no tienen ni idea de si eso es tener fe o qué, que, simplemente, imitan la actitud que han visto en sus padres y que es lo que se hace en su pueblo de toda la vida: "Elí, Elí, ¿lama sabactani?".

Que me parece muy bien, oiga. Pero yo prefiero tomarme una caña con los amigos. Lo encuentro más divertido.

Mi tío el cura (es tío de mi mujer, pero la fuerza de la costumbre), que es un cura cañón, no va a la procesión de su pueblo porque asegura que no es un acto litúrgico ni mucho menos religioso. Que él llega cuando entra la Virgen en la iglesia, dice su misa, bendición e id en paz. Yo estoy con él. La Semana Santa hispánica es un enorme pecado de idolatría y tiene mucho más que ver con las fiestas del pueblo que con la religión.

Así que yo voy a celebrarlo a mi manera, que es lanzando vivas a la gloria de la madre de la camarera con los amigotes, miembros todos ellos de la Cofradía del Macho Machote (una vez que mi señora se ha ido a dormir, claro, porque como se entere se me cae el pelo) en la, como dice la canción, "extraña procesión que discurre por un bar". Dicho todo ello con todo el respeto del mundo para quienes sí sienten ese fervor íntimo, no público, ni gritado, ni cacareado, ni cara a la galería, que es la fe.

X. Bea-Murguía (un auténtico viva la virgen).

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miércoles, marzo 19, 2008

Minutos musicales II

En lo que subsanamos los pequeños problemas técnicos, disfruten de estos minutos musicales (que me gusta esta canción de Rosendo cantada por Josele Santiago).



Estamos preparando un tema para el lunes acorde con la semana de pasión sin desenfreno. Nada que ver con Ben Hur. Por cierto, ¿cuántas cadenas la han programado? ¿Qué días? ¡Este año tampoco me la pierdo! ¡Peliculón, coño! Con el Chalton Geston sin escopeta. Ese Mesala más malo que arrancao.

martes, marzo 18, 2008

Minutos musicales

Disculpen la interrupción. Disfruten de estos minutos musicales. Gracias.

(Creo que queda bastante claro lo que haría por un beso de la Flaca).

lunes, marzo 17, 2008

A quien madruga, Dios l'apoya

Queridos amigos,

me gusta tirar de acervo. A pesar de que "Hombre refranero, hombre majadero", prefiero a la quimera, la voz sensata, campechana y barriguda del prudente Sancho Panza, sin contar con que ha inspirado el nombre de unos puros de entregado ánimo, sobre todo el Belicoso. Estoy a favor del lugar común, del tópico, de esa sabiduría popular refranera que rompe hielos, ofrece salidas y vale lo mismo para un roto que para un descosido: "Tanto va el cántaro a la fuente que ya podría venir la fuente alguna vez al cántaro"; "Quien a buen árbol se arrima, mal rayo le parta"; aquél otro que recitábamos en el cole de "Dime con quien andas y si está buena me la mandas"; "A caballo regalado, ya tenemos caballo" y, cómo no, los referentes inevitables al calentamiento global, "Marzo soleado y abril caluroso, hacen un mayo frío y tormentoso", y al cambio climático, "Hasta el 40 de mayo, no te pongas el sayo".

Con el que consigo un mayor grado de identificación, por mi condición de madrugador, es "A quien madruga, Dios le ayuda", que siempre me insufla esperanza y ánimo pronto por la mañanita. Este refrán es mejor aún en su versión Llano Muriel "A quien madruga, Dios l'apoya".

Después de un 14 de marzo, digamos, agitado, oficiando de vigilante de unos 3.451 niños (aprox.) en la fiesta de cumpleaños de Rodrigo, el sábado me levanté a las cinco de la mañana para llevar a mis suegros al aeropuerto. En una ocasión, y sólo en una, en que me comprometí a acercarlos al aeropuerto, como estaba en la oficina currando como curro yo siempre, que es a modo, reconcentrado, intesivamente, produciendo sin descanso, los dejé tirados... Se me olvidó... Sólo fue aquella vez, pero, desde entonces, mi suegro no se fía de mí y no es un reproche que yo lo entiendo perfectamente: yo tampoco me fío un pelo del novio de mi hija Ana. Ya saben: "Mata a un suegro y te llamarán matasuegras".

Sin embargo, como a mí no me cuesta trabajo madrugar, que "Al que madruga, Dios l'apoya", fui puntual, como acostumbro, y a las 5.45 h, estaba en la puerta de su casa... La noche antes, no con poco retintín, mi suegro me había recordado el plantón que les pegué aquel vitando día, pero hete aquí que llego a su casa y, ¡oh!, el despertador les había hecho una mala jugada. Exonerado yo, dudé de si iban a contar o no con la apoyadura de Dios, que es una apoyadura de envergadura (como saben).

Llegamos tarde al aeropuerto, que, ya se sabe, "vale más que nunca", pero no para convencer a la chica del mostrador de que dejara pasar las maletas. La facturación de equipaje estaba ya cerrada y a mis suegros les quedaban dos opciones: o bien esperar al siguiente vuelo o bien, entrar con lo que les cupiese en la mochila y el trolley. Como "Más vale mochila en mano que maleta volando", allí mismo abrieron el maletón rojo de a 40 kilos (por rueda), metieron lo que pudieron en la mochila y el trolley, me dieron el maletón para que me lo trajera de vuelta a casa y entraron en el control de seguridad.

Al ver el contenido del trolley de mi suegra, sospeché que el llegar tarde no iba a ser el único problema de la mañana. "Pilar", le dije, "dame todo eso que no pasa ni de coña. Te lo van a quitar". Pero para que vean lo útil y lo seria que es la seguridad del aeropuerto, que no es más que una bambalina arbitraria que no sirve para nada, el tipo del scanner le preguntó a mi suegra "¿Lleva usted comida, señora?".

-- Noooo, qué va... Un choricito del pueblo para mi hijo... Nada más...

Y pasó, tranquilamente, porque mi suegra tiene una habilidad asombrosa para pasar el control del aeropuerto con un muestrario de viajante de carnicería, que parecía aquello el trolley del Descuartizador de Boston. Les aseguro que "el choricito" para mi cuñao no eran menos de 20 kilos de carne. A lo mejor es que el segurata del aeropuerto pensó "Choricito que no has de comer, déjalo correr". Con perdón. Son muy serios con la seguridad en el aeropuerto de Madrid. Mucho. Joden mucho al personal, pero son eficaces y eso nos permite viajar muy tranquilos. Muy tranquilos. Es por nuestra seguridad, ¿saben?

Aunque esto se alargue un poco, debo contar algo que sucedió (hay que decirlo) antes de esta ley estúpida "Deje usted los líquidos que las tiendas del aeropuerto tienen que hacer caja" y que les dará un idea bastante próxima de la habilidad de Pilar: les juro, y que me muera ahora mismo si miento, que yo he ido a Holanda con ella en una ocasión en que pasó, y pasó porque el guardia civil no supo qué protocolo aplicarle (si el de terrorista internacional o el de ONG contra el hambre en el mundo), un cocido madrileño hecho, DENTRO DE SU OLLA, con su sopa, sus fideos, sus garbanzos, su berza y su momio. Completo. Pasó. Lo juro. Nos lo comimos en Rotterdam. Hay testigos. La olla iba en la maleta de mano...

-- Señora, por favor, tenga la bondad de abrir su bolsa- dijo el benemérito, serio, profesional y bien plantado... Hasta que vio el cocido y se echó la gorra para atrás con la mano, en claro gesto de perplejidad...
-- Es para mi niño-, dijo mi suegra.
-- Ah... Oh... Eh... -mano en boca, quizá para detener el aluvión de interjecciones-. Esto...- se rasca el flequillo que asoma por la visera de la gorra retirada, alucinado, indeciso, el porte tambaleante, porque cuando uno basa toda su seguridad en sí mismo en el convencimiento de que ya lo ha visto todo, aparece mi suegra con la olla del cocido para convertir su ego en fosfatina, en ropavieja.

Tengo para mí que el guardia civil se vio en el aprieto de explicarlo al acabar su turno. El pelota de Martínez iba a decir a su sargento que ellos habían aprehendido un alijo de coca.

-- ¿Y usted, Meléndez?
-- Hemos aprehendido un cocido madrileño, señor.

Y, adelantándose al ridículo, prefirió dejar que mi suegra pasara. El primer cocido de exportación de la historia estaba de muerte, hay que decirlo: a que mi suegra hace un cocido de primera, sumen que todo lo ilegal es más rico.

El sábado, por si acaso sucedía algo con el muestrario de carne, "más vale prevenir que perder el solomillo", me quedé esperando con el maletón rojo de 40 kilos...

¿40 kilos? ¿Para tres días? ¿Quieren saber qué contenía? Me van a echar una buena bronca por contarlo, pero soy periodista: diré la verdad aunque me la invente... Bueno, lo que recuerde... Había un jamón con su jamonera, dos botes de caldo congelado, dos cajas de salvia, un chorizo, hojaldre para empanada, un montón de latas, albóndigas cocinadas, una botella de anís "El mono", un conejo sin "sollar", una pareja de gallinas ponedoras vivas, una piara de cerdos y un par de boinas de repuesto (de las de rosca).

Les vi pasar el control de seguridad, aunque de mi suegra ya no me sorprende, pero iban apurados de tiempo (¿les he dicho que mi suegro se durmió?). Le mandé un mensaje a mi suegra diciéndole que esperaría en la terminal hasta que me contestaran embarcados que todo estaba ok. Por si acaso y, como "quien espera desespera", me decidí a comprar el periódico. Eran las seis y media pasadas, más o menos.

Entré en una de las tiendas de prensa y libros del aeropuerto remolcando el maletón de los 40 kilos y, como los pasillos entre estantes son tan estrechos, las gallinas ocupan tanto espacio y "al que madruga, Dios l'apoya", derribé toda una estantería llena de souvenirs, horteradas, toreros, toros, trajes de faralaes y gilipolleces variadas. Todo a tomar por culo.

Al principio, me quedé mirando mi obra cayendo en cascada como Peter Sellers el rollo de papel de water en "El guateque". Al cabo de unos segundos, reaccioné e intenté enmendar el destrozo. A veces parezco de vídeos de primera. La chica de la caja vino a echarme una mano (quiero decir a ayudar). Entre las ruinas del terremoto, un amasijo de recuerdos perfectamente olvidable, floreció un oso, con su madroño, con una amputación bien hispánica: le faltaban las dos orejas.

-- Una buena faena -le dije a la chica. Perdonen, pero el chiste estaba a huevo. Ese y el siguiente, claro, el que están pensando todos ustedes ahora mismo, en este instante, y que yo, como buen Alfredo Landa, hice. Ni que decir tiene que, como "El que rompe, paga", me ofrecí gentilmente a pagar los desperfectos. Lo hice por justicia, pero he de añadir que no descarté que la chica se enrollara bien y me soltara un "pelillos a la mar". Pero no. Debí de dar con la heredera del dueño de las tiendas del aeropuerto, porque aceptó a la primera y sin pensárselo mucho. 14'90 euros valía la mierda del oso. "Al que madruga, Dios l'apoya pero bien".

-- ¿Te lo envuelvo? -me preguntó con un poco de cachondeíto.
-- No. Quédatelo de recuerdo.

Para eso sirve, ¿no?

X. Bea-Murguía (y no vuelvo por aquí hasta el lunes 24 de marzo. Buena Semana Santa a todos. Besos).

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viernes, marzo 14, 2008

Una mañana en la Seguridad Social

Queridos amigos,

hoy es 14 de marzo, coinciden el cumpleaños de mi Rodrigo con su primer día de vacaciones (¿hay mayor felicidad para un niño de 7 años?)y nos vamos a ir a probar sus zapatillas con ruedas y después, a comer al Maradonalds... Así que, como estoy de baja, le he dicho a Ángel Antonio García Muñoz, "¡Ángel! ¡Calienta que sales!" y me ha mandado este artículo. Ya saben que todos ustedes están invitados, igualmente, a escribir en H.Wells & X. Bea-Murguía. Pagamos en amistad, por supuesto.

También es el cumpleaños de Reficul. Felicidades, Refi. Tengan ojito cuando salgan hoy a la calle que a Refi le habrán dado permiso en Quitapesares.


Una mañana en la seguridad social

Pues resulta que tenía que hacer unas gestiones en la Seguridad Social y como quiera que la primera de ellas (informarme) ya lo había hecho en otra oficina, en esta ocasión cambié la buena conocida (Avda. de Brasil) por otra más próxima, esquina con la calle Serrano y frente a la embajada de Estados Unidos.
¡No os podéis imaginar lo divertido que fue!

Hora y media de mi vida compartida con más de cincuenta personas que esperábamos a ser atendidos por los funcionarios amables y serviciales que allí había.

El primer golpe fue observar que el numero que obtuve de la maquinita era treinta y tantos más avanzado que al de la persona que estaban atendiendo en ese momento. ¡Pues yo necesitaba entretenerme en algo! Así que me dispuse a observar la oficina.

Tres isletas con cinco puestos de atención cada una nos ofrecían la garantía de que en poco tiempo podría ser atendido…pero ¡qué coño! De los quince funcionarios “virtuales” sólo había cinco trabajando, así que me dispuse a esperar pacientemente, lo que no hacían otras personas que ya llevaban más tiempo y murmuraban “por lo bajini” sobre la atención, con imprecaciones que se elevaban en el tono medio.

Entonces me inventé un juego-entretenimiento (por aquello de no hacer mala sangre) con las personas/funcionarios/números de la oficina. Pues resulta que los mejores trabajadores, es decir que atendían a una persona y cuando finalizaban automáticamente volvían a demandar, por el ordenador en el letrerito digital, la presencia del siguiente, y así uno detrás de otro eran las señoras(itas) P1, P10 y P13 y el señor de P15.

Había que ver qué disposición y remango tenían para resolver las cuestiones más peliagudas como la cotización en otros países europeos y demás.
Se me había olvidado decir que durante la espera yo me recorría los 87 pasos de largo de la oficina una y otra vez por lo que podía ver y oír lo que allí se cocía.
En el puesto 3 (P3 a partir de ahora) una señora dilucidaba (por teléfono) con alguna amiga lo bien que lo habían pasado en-no-sé-dónde, pero no había problema porque en el mismo puesto otra treintona rubia y atractiva atendía a los “clientes”. Aunque, mira tú por donde, en cuanto la primera dejo de hablar y se puso a atender al público, la rubia desapareció y la verdad es que hora y casi media después (cuando me marché) no había vuelto.

Pero la “palma de oro” se la llevaban las del P7. Cuando llegué había una funcionaria que acabo con “su cliente” en menos de cinco minutos y luego se fue a otra dependencia (debía de ser la que albergaba alguna jefa, pues estaba vacio el despacho) y se pasó sus veinte minutos comentando con alguien los resultados de las elecciones del domingo. Luego, buena hija, llamó a su padre y se interesó por su estado de salud.

Inmediatamente…de acabar con sus llamadas volvió al P7 y atendió a otra persona, pero ¡¡mira tú por dónde!! En cuantito regresó su otra compañera del P7 (a la que yo no tenía el gusto de conocer en los 45 minutos que llevaba allí), se calzó un abrigo de visón y se marchó a la calle, supongo que le tocaba el turno del café. Media hora después no había regresado.

Mientras tanto el volumen de oxigeno consumido en la sala era cada vez mayor, pues ya éramos casi cien personas las “esperantes” y la diferencia entre los números de quienes estaban siendo atendidos y de los que llegaban aumentaba considerablemente, pues a una señora le tocó el 318, cuando otra que estaba sentada ante una funcionaria era la 254.

En eso llegó un “cliente” y pidió ver a la jefa-coordinadora-supervisora o lo que fuese, y en la planta superior uno de los funcionarios informó de que Maribel iba a estar toda la semana fuera de la oficina, pero según otra acababa de salir a tomar un café y tardaría un buen rato… "ya que había llegado alguien de fuera y tenía que atenderle”.

Ante los requerimientos del caballero bajó a la sala de atención la que supusimos era la asistente/secretaria de la jefa ausente, dio alguna instrucción en voz baja y … apareció otra jefa. Sí, la del despacho del fondo a la que yo, después de 55 minutos allá presente, no tenía el gusto de haber visto en mi vida. Pero esa señora fue tan “sensata” que se sentó a atender ella misma. Eso sí, no dijo ni una palabra al resto de las funcionarias.

A partir de ese momento empezaron a llegar gentes desconocidas, supongo que también funcionarios, que se despojaban de sus abrigos (joer, venían de la calle y hacía frío) y se sentaban con gran desgana a atender a unos “clientes” que como en mi caso bastaron cuatro minutos para resolver lo que me había llevado.

Caramba, al marcharme había ya casi diez funcionarios en los P.
Me acerqué a los P1, P10, P13 y P15 y como pagador del servicio… Digo como contribuyente, les agradecí su dedicación y productividad.

Hora y media después de entrar salía de allí tan contento y mientras bullían enfados y demás en las gentes que llegaban y tomaban sus números cuando comprobaban los de los que estaban siendo atendidos.

Ángel García Muñoz

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jueves, marzo 13, 2008

Ay, payo, con la cara de buena persona que tú tienes


Queridos amigos,

ayer batimos todos los récords de visitas al blog, lo cual me hace pensar que lo que se decía en la entrada estaba muy bien dicho ¿no?. No quiero pensar que la foto de mi cuñado con el torso desnudo haya sido el catalizador de... Pero, si eso es lo que ustedes quieren, díganlo que me pringo de aceite la musculatura y salgo enseñando el torso.

Hoy voy tardísimo, y estoy un poco cansado también, porque ayer tuve una cena y, a la entrada de Tres Cantos, como siempre, me paró el circo de la Benemérita. Pero, tranquilos, di negativo y todo está en orden (ellos en la casa cuartel, yo en mi casa, no me llaman, no me escriben), lo que pasa es que me tuvieron un rato allí paradín porque querían que les enseñara el baile del Chiki Chiki. Ellos se han quedado estancados en los Pajaritos.

-- Mi sargento, el crusaito no le sale nada bien. Para mí que este caballero está ebrio.

Cada día lo complican más. No abundo en detalles que hoy tengo prisa y quiero meterme en la almendra. Quédense con que di negativo, porque no iba ebrio, ni mucho menos, y tampoco iba pedo. Me fui a casa tan pichi, aunque estuve allí retenido un ratico por delincuente y me registraron el coche... La de Dios, vamos. El completo. Prometo que sólo puse carita de caramelo y le susurré a mi sargento al oído:

-- ¿Todo esto es por mí?
-- Sí, caballero.
-- ¡Joooder! -y, aprovechando que tenía público, me arranqué con un tango...

"Deténgame sargento y póngame cadenas, si soy un delincuente que me perdone Dios. Yo he sido un criollo bueno, me llamo Alberto Arenas, señor me traicionaron y los maté a los dos".

Ayer por la tarde, me acerqué al estanco de Jesús Llano Muriel, que es una ONG con piernas de una calidad humana extraordinaria (duerme en su cava para mantener la firmeza del cutis) y está en plena campaña "Apadrine a un estanquero". Justo en la esquina de Fuencarral, me asaltó un hombre de unos cincuenta años, pero tripuladitos. Iba encorvado como un langostino Pescanova que me dijera "Lleváme a casa" y una careta que decía "hambre".

-- ¿Tiene un cigarrillo?
-- No, lo siento -contesté. Yo nunca doy y uso la misma autojustificación que todo el mundo, así que no pierdo tiempo en razonarla.
-- Tengo hambre, llevo dos días sin comer... Hoy sólo he comido pan duro... Mis ojos no oyen, mis oídos están ciegos...
-- No, no. Lo siento.
-- No es por el dinero. Tengo hambre. Llevo seis días sin comer. Si me comprara usted un bocadillo aquí, yo...

Eso ya me convenció, ya ven, blando que es uno. Si me viene un tipo y con algún asomo de honestidad me dice "Tengo hambre", normalmente, me vence. Me rasqué la costura del fondo del bolsillo y le di algo suelto. No mucho. Lo que había. El hombre se me deshizo en gracias serviles, como si le hubiera dado la herencia de la abuela, y se marchó dando saltos como buen ex leproso (chiste que, por cierto, hizo Anthony Burgess mucho antes que los Monty Phyton).

Dos pasos más adelante, me asaltó un segundo señor, cuyas trazas recordaban, precisamente, al relleno de la media circunferencia que formaba el cuerpo encorvado del mendigo. Este sí que había comido (no podía negarlo).

-- Ese pieza te ha engatusado -me dijo, sin mediar presentación-. Menudo es. Yo lo conozco de todos los días. Soy el churrero de aquí -y señaló su churrería como si fuera un tribunal de justicia- y le digo que ese pieza está aquí siempre, en este portal -el adyacente a su negocio-. Duerne aquí. Le ha engañado.
-- Bueno -le contesté-. Tampoco es que yo me haya arruinado.
-- Yo le preguntó muchas veces que por qué no trabaja, porque él tiene edad de trabajar, lo que pasa es que no quiere, porque dice que saca más pidiendo. Le ha engañado.

Pero es que yo, cuando quedo conforme con lo que he hecho, siempre pienso que nadie puede engañarme, aunque parezca que lo haya hecho. Soy así de tonto: prefiero el papel de engañado a sabiendas, el de perdedor, que el de que gana con malas artes.

¿No les pasa a ustedes que hay días que acaban resultando monotemáticos? Son esos días en que, como por carambola, un mismo asunto le rodea en tres o cuatro momentos distintos de la jornada. A veces, incluso, un concepto que usted no había oído mentar nunca, de pronto, entra en su vida por cuatro bocas distintas en cuatro ocasiones distintas. Pues ayer fue el día de "Ay, payo, con la cara de buena persona que tú tienes". Cuando me deshice del churrero, entré en el estanco de Jesús y el tema de conversación era el mismo: si una persona, de buena persona, puede llegar a ser tonta.

Este tópico, para mí, es rechazable al cien por cien. No conozco a nadie que de bueno, sea tonto, aunque le engañen, aunque se aprovechen de él, y ésa fue mi única aportación a la charla. No se le puede echar en cara a nadie el que sea buena persona. ¿Qué hay mejor? Ya sé que siempre puede venir un listo y sacar tajada de la bonhomía de uno, es verdad, pero sigo pensando que es mucho mejor ser el bueno de la historia.

Así se lo dije anoche a mi sargento, cuando me pararon, me registraron, me pidieron la documentación y me pidieron que bailara el chiki chiki...

-- Mi sargento, si lo llego a saber, entro en Tres Cantos enarbolando la bandera blanca por la ventanilla.
-- No se pase de listo -me advirtió-. Que se va a meter en un problema.
-- ¿Yo? ¿En un problema? ¡Ay, payo, con la cara de bueno que usted tiene!

X. Bea-Murguía (sed buenos, mi casa, teléfono).

Tengan en cuenta que no todo lo que se dice en este blog es verdad. Que puede haber verdad y mentira, mezclada en cambalache, problemático y febril, porque, como les dije una vez, soy partidario de la dulzura de las mentiras. Y como a César lo que es de César y a Jesús, lo que es de Jesús, la gracia de la bandera blanca es propiedad intelectual de Jesús Llano Muriel. Yo, como todo, sólo lo he copiado.

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miércoles, marzo 12, 2008

Galería del reciclismo (VI)

Queridos amigos,

les va a parecer extraño y alguno de ustedes va a pensar que soy un poquito cabrón... Lo soy, lo soy. Un poquito. Jeje. Hasta hoy, he cogido la colección de porquerías que adorna mi estantería, de cuya dimensión fui consciente el fin de semana que ordené mis libros, y la he expuesto aquí, como quien cuelga sus calzoncillos en la terraza, esperando su veredicto: amnistía o muerte.

Como soy un demócrata convencido (acepto ZP y acepto Chiki Chiki), he asumido la salvación de todas y cada una de las piezas de mi particular galería de los horrores, incluída la botella vacía de Talisker y, también, las piedras fálicas de Costa Ballena... Pueden ustedes volver a atrás y hacer el recuento, que es público. Admito que puede haber fallos, pero no mala fe. La decisión de salvarlo todo, por tanto, sería culposa, nunca dolosa.

Continuaré exponiendo aquí mis miserias y somentiéndolas a su determinación, amnistía o muerte, pero esta semana, previa a la Pasión, como si hubiera estado expuesto en mi estantería, quiero que ustedes se decanten, amnistía o muerte, por mi cuñado Miguel.

Este hermoso ejemplar que sale en la foto con mi hermana. Guapos, ¿verdad? Y el fotógrafo, que es un artista y eso también hace.



JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

¡Qué hijoputa soy, pero tengo salero! ¿Verdad?

Vamos allá, amigos y amigas, ¿amnistía o muerte?

Bueno, esperen, esperen... Les voy a dar argumentos...

Puede que esto sólo me haga gracia a mí, que tengo mejor humor de madrugada que de noche, pero me estoy descojonando. No puedo ni escribir. Mi hermana me va a matar. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

En el fondo, todos tenemos nuestros prejuicios. Quiero decir que, incluso aquellos que luchan denodadamente contra el prejuicio y que, quizá por eso, se pasan al campo justo contrario de aquello contra lo que combaten, en el fondo sólo han cambiado un prejuicio atávico por uno moderno y opuesto. Prejuicio no es más que una opinión previa al conocimiento y tampoco es algo para tirarse de los pelos, porque está en la naturaleza humana, que es racional (en algunas ocasiones). Los animales no tienen prejuicios, así que cuando hablan de los "prejuicios irracionales" en verdad están diciendo una chorrada como la copa de un pino. El prejuicio es un filtro útil, un mecanismo humano de autodefensa, un cedazo que debe tener su justa medida: ni cerrado a cal y canto ni abierto a canto y a cal. Una cosa intermedia, una lluvia fina.

¡Vaya sermón! Yo tengo mis prejuicios. A ver que suelto alguno... Alguna gilipollez, claro, que este blog no fue iniciado para darme mala prensa. Siempre me fijo en las manos de las personas, de forma que, aunque aún no he tachado a nadie por esto, de primeras una persona lo tiene más fácil conmigo dependiendo de si me gustan o no sus manos. Es una idiotez, sin duda, pero establece un filtro que se basa en mi experiencia y no pienso ahondar más en ello ni tampoco voy a decir de dónde me viene, porque no aporta nada al tema de hoy.

Mi hermana Uxía tiene un prejuicio: no se quiere casar. Yo no veo inmoralidad en su amancebamiento (o concubinato, jajajajajajajajaajaja), pero entiendo que, en los tiempos que corren, el matrimonio es ventajoso.

Mi cuñado Miguel, que oficialmente no es mi cuñado (pero, por supuesto, que es mi cuñado... Se lo ha ganado a pulso... Jajajajajajajajaja), amen de guapo y escultural (es, con perdón, miembro integrante de Isostármanos Anónimos), es buena persona, perseverante, trabajador, tiene sentido del humor, se ha sacado su oposición a bombero... ¡Es una joya! ¿Qué más quiere mi hermana? Hay que echarle el lazo ya, que hay mucha loba suelta. Es que me gusta hasta el nombre: ¡Miguel! Era el que iba a llevar mi hija Ana si hubiera sido niño. Sed Signifer Sanctus Michael (nunca mejor dicho).

Estoy en un dilema, porque como yo no quiero ningún mal a mi cuñado, porque cuanto he dicho de él lo creo firmemente, entiendo que él no se quiera casar, pero como a mi hermana la quiero mucho, no entiendo que no se haya casado ya... Por eso a quien pongo en la picota no es a mi hermana, sino a mi cuñado: ¿amnistía o muerte?

Ejem... Les dejo a ustedes que concluyan qué se corresponde con qué. Yo, como soy joyciano y de Cabrera Infante, entiendo que amnistía empieza por "a" como amancebar y muerte, por "m" como matrimonio o como mártir, es decir, testigo (que empieza por "t" como "Te voy a matar, Javier").

Voten, voten, pero tengan en cuenta que casi todo lo que he dicho es una gilipollez como un piano. A mí me importa tres cojones que se casen o no: lo que yo quiero es correrme una juerga de las de antaño y bailar el Chiki Chiki en la boda.

X. Bea-Murguía (puede que hoy me maten matao).

Para mi hermana Uxía, a modo de beso de Judas, el divino Otis cantándole a Miguel... ¡Ay, Miguel!

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martes, marzo 11, 2008

Democracias de pago en Eurorrisión



Queridos amigos,

la gente anda indignada con "El baile del chiki chiki" y preguntándose que cómo va a representar este tipo a España en Europa... ¡Qué contradicción! ¡Si acabamos de elegir a ZP para lo mismo! ¿Qué va a hacer ZP en la UE? Pues "El baile del chiki chiki", indudablemente. Me parece ya estar viéndole en Bruselas haciendo el robocó.

Yo estoy muy contento, por una razón que intentaré explicarles (y que no conseguiré, como siempre), pero antes diré que me siento mejor representado por "El baile del chiki chiki" que por los del año pasado, Nash (creo) o por Sergio Dálmata o por Remedios Amaya, una mujer incomprendida en Europa que ahora triunfa en el flamenco (y yo me alegro, que conste, pero para mí, inculto que soy, el flamenco es un pajarraco rosa). Al cabo de los años, yo he entendido el cero de la barca de esta buena mujer, que tanto oprobio trajo a España, menuda gilipollez. En Europa no saben que dos proposiciones contrapuestas forman una figura retórica de enorme belleza y se decían a sí mismos: "Si la barca va a a la deriva es que no la maneja nadie". En el sentido pragmático europeo, no cabía preguntarse, por tanto, quién manejaba la puta barca "Y que manden unos zapatos a España", dijo el juez alemán, "que esa pobre gente va descalza".

Como yo sufro mucho de vergüenza ajena, que es la única vergüenza que tengo y es herencia genética de mi madre, hace años que no veo Eurovisión ni la OTI... ¡¡¡¡La OTI!!!! ¿Se acuerdan de la OTI? ¡Dios Santo! Era el templo de la vergüenza ajena porque, encima, la mayoría de los participantes se lo tomaba en serio. ¿Saben quién representó a España en la OTI? Hagan memoria... ¡Camilo Sesto! ¿Se sienten ustedes representados por este icono casposo y con pelucón? No jodan.

Pero, vaya, Eurovisión tenía un pase, sobre todo la parte de las puntuaciones, que era emocionante (salvo con Remedios Amaya). Hoy el festival de Eurovisión, con tanto SMS y tanto número de teléfono, se ha convertido en un sacaperras, en una especie de sondeo de opinión de pago. Las televisiones se han dado cuenta de que los televidentes son tan necios que se dejan la pasta sin sentir en dar su apoyo a un berreando o berreanda (o a una manada de ellos) desgañitándose, convirtiendo algo tan sublime como la música en relamís que no sirven ni para "multitono" de móvil (o cómo coño se llame ahora al timbre del teléfono), en el incomparable marco de un karaoke luminoso y de lentejuela televisado en directo y por vía salétile.

Han popularizado las decisiones que, antes, correspondían a expertos, para sacar pasta, y han pretendido hacernos tragar el sapo de que ahora se ha democratizado el festival, porque la decisión la toma el ciudadano. Pues es verdad, salvo que la democracia de pago no es democracia, pero a mí recuerda un poco a las elecciones en Palestina: quieren elecciones libres, pero no quieren que gane Hamas. Pues no es posible o no es democracia. Si usted deja que el público decida, "Chiki chiki". Si no quiere "Chiki chiki", decida usted, como ha hecho toda la puta vida.

Televisión Española ha hecho el ridículo más espantoso con ese programa que ha elegido la canción que va a representar a España en Eurovision. Populariza la decisión, hace caja y, después, como no le gusta lo que ha elegido el pueblo, porque no es serio, pretende tomar su propia decisión con un enjuague y, según supimos ayer, hasta con amaños de votaciones (cosa que siempre hemos sospechado de los votos por SMS). Pues ni con esas, "El baile del chiqui chiqui" va a triunfar.

Este tipo de democracia siempre arranca caretas, porque se ha vuelto a ver que estos "demócratas", cuando no les gusta la decisión popular, dejan caer que el pueblo es gilipollas. Pero. no. El pueblo sabe lo que quiere: quiere ZP y Chiki Chiki.

Así que tremendo resultado. Para otro año, espero que aprendan la lección. Andreu Buenafuente no se ha burlardo del programa, sino de ese negocio vestido de democracia, que no es democracia ni es nada. Yo creo que "El baile del Chiki Chiki" es una genialidad y ya estoy ensayando el Maiquel Yason para bailarlo en la boda de mi hermana Uxía.








Lo que no sé es a qué esperan para que las elecciones generales se hagan igual. Total, la campaña electoral ha sido una especie de baile del chiki-chiki, con Rajoy haciendo el crusaíto y ZP el robocó, pero con una mierda de coreografía infumable. Que se ahorren urnas y colegios electorales y que la peña vote por SMS y así se paga la campaña. O, mejor aún, que contraten a los expertos de TVE para que hagan un casting para diputados y senadores y, después, emitan un reallity show en el Congreso y el Senado, en que cada semana se vayan nominando entre ellos y que el pueblo soberano expulse a Pujalte (y después a todos los demás, claro).

Me declaro total, absoluta y completamente a favor de "El baile del chiki chiki", que junto con el pavo irlandés, como dice mi mujer, va a transformar este festival en Eurorrisión. Me parece una genialidad gaditana interpretada por un gallego haciéndose el argentino que, con mucho humor, ha arrancado la careta de democracia de pago a la televisión pública y sólo espero que gane el festival. Lo deseo fervientemente. Sería una hecatombe en la frikivisión bien merecida. Olé, una vez más, por Buenafuente.

X. Bea-Murguía (llamadme el Maiquel Yason, por favor).

A mí no me importaría que me representaran en Eurovisión unos extranjeros... ¿Alguien lo ha pensado o tiene que ser sólo caspa patria? Yo, y no por casposos, he hecho un casting y pronpongo a estos cuatro ingleses feos y horteras. Me encanta esta canción.



Ana, hija, diles a los señores de Televisión Española lo que opinas del Chiki Chiki.

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lunes, marzo 10, 2008

La muerte doble de Isaías Carrasco

Queridos amigos,

alegría, alegría: tenemos cejas para cuatro años más, alegría, guitarrismo, cantos de paz y amor, 400 euros por barba y crecepelismo de llévese dos y pague uno y mercachifle. Sinceramente, estaba convencido de que el PP y el PSOE estaban en un empate técnico y que ambos rondarían los 165 diputados, incluso de que Rajoy tenía muchas posibilidades de ganar, porque siempre se ha dicho que el Partido Popular tiene mucho voto tapado. Estaba equivocado y antes de que mi amigo Ángel García Muñoz me pase la cuenta, prefiero reconocer que como analista de la realidad política soy peor aún que como periodista. No aposté nada, porque yo tengo muchos vicios pero el juego no es uno de ellos, pero sé reconocer mis errores (como ZP).

No como Llamazares, que cogió un partido con más dos millones y medio de votos y 21 diputados y lo deja en menos de 950.000 y 2 diputados y le quiere echar la culpa a la chacha. Más autoexamen no le vendría mal, porque en lo que dice tiene razón, la Ley Dont favorece a las mayorías, pero así son las reglas, nos las hemos puesto nosotros a nosotros mismos y hay que respetarlas, porque, si no lo hacemos, cualquier día de estos aparece un Hugo Chávez y se lleva el Scatergoris. Y no. Mejor ZP.

Para mí que Rajoy se va, porque no le queda otra opción honorable. Lo hará de forma ordenada, para que su espantada no sea una merienda de lobos, pero ese "Adiós" que soltó ayer antes de abandonar el balcón de Génova y la cara de Elvira, su mujer, son significativos. El PP de Ángel Aveces ha estado torpe y contumaz (y si se va Rajoy, tendrá que irse el prognato con él). Yo no sé ustedes, pero tengo la impresión de que en estas elecciones hemos estrenado un modelo nuevo de campaña: ante un gobierno con ganas de perder las elecciones, se ha presentado una oposición con pocas ganas de ganarlas.

Eso sí, el hundimiento del partido nacional-socialista del xarnego, que es diu Josep Lluis Apeles aquí i a la Xina Popular, es una GRAN noticia para todos. Que ZP sólo necesite a CiU, que es el único partido político serio de España, es bueno.

La doble muerte de Isaías Carrasco

El viernes y el sábado fueron dos días lamentables, reflejo de lo que nos espera los cuatro años siguientes (si es que no se piran Rajoy, Aveces, Michavila, Zaplana and company). El PSOE ha hecho uso de todo su poder mediático, bombardeando con la muerte de Isaías Carrasco y llamando a la participación en su nombre, porque sabía que la abstención le perjudicaba. El PP no lo ha hecho mejor, porque lo ha intentado, pero le han echado a patadas de la capilla ardiente.

Todos han condenado el atentado, sí, pero todos metiendo su chorizo electoral. El PP tirando de negociación (nosotros no lo haremos, luego la culpa es de los que han negociado); y el PSOE combatiendo la abstención, como si Isaías Carrasco fuera el primer asesinado por ETA. Por desgracia no es así y no se entiende el despliegue informativo de RTVE alrededor el enésimo atentado de ETA, que ha estado a la altura del 11-M. Ustedes me sacarán de mi error, pero yo me llevo esa impresión.

Lamento mucho su muerte y lamento el uso que se le ha dado a cada uno de los cinco agujeros de su parabrisas. De hecho, el viernes me puse de mala leche, con el teatrillo Blanco-Astarloa y me entraron ganas de llorar, pero no es lo mismo este atentado (ni parecido) que el 11-M, salvo en el uso que se ha hecho de su cadáver, aún caliente, para un festín de carroñeros. Mucho peor, por supuesto, Astarloa y el PP que Pepe Blanco y el PSOE.

Sr. Astarloa le voy a decir dos cosas:

1.- Haga el favor de operarse las orejas que parece usted un muñegote de sí mismo. La operación es sencilla: se cose usted un par de botones en la nuca y se pone un par de piercing para que hagan de ojal. Casi no le va a doler. Y no diga que no que se le vuelan los papeles.

2.- Si ustedes deciden pornerse de acuerdo para mostrar unión contra ETA y hacer una condena unánime del atentado, leyendo una declaración conjunta previamente acordada, no ha lugar a que usted haga referencia a lo que el PP quería haber metido en la declaración y se ha acordado no incluir. Sencillamente, no tiene sitio. Eso es una trampa lamentable.

Después de esto, que es lo que tenemos, uno se da cuenta de que, por una vez, las encuestas estaban acertadas. Claro que la pregunta era sencilla: "¿Es usted tonto o idiota?". Y hemos elegido "tonto del culo", que quizá sí, no lo sé, sea mejor que "idiota malintencionado". Con el doble atentado de Isaías Carrasco, la verdad es que me entraron ganas de meter en la urna un sobre con una carta que dijera "Descanse en paz, Isaías Carrasco".

Pues eso es lo que he hecho, aunque no lo haya hecho.

X. Bea-Murguía (y que les den mucho).

Hoy es el cumpleaños de mi hermana Begoña. Felicítenla todos, manden besos para Delft, que serán bien recibidos. Cumple 39 (jajajajajaja, qué cabronazo soy)... Es mi hermana mayor y yo la quiero mucho, a pesar de que me saca 14 años. Muchos besos, Bego, luego te llamamos a ver si tu ahijado se le pone en la nariz felicitarte.

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viernes, marzo 07, 2008

Gaaaalería (V)

Queridos amigos,

¿qué le voy a hacer? Soy un hombre de palabra. Tiene sus ventajas: como me afano en cumplir siempre con lo que prometo, resulto de fiar (y me dejan entrar en el vestuario de las chicas porque juro que no voy a mirar). Pero, también tiene sus pequeñas desventajas: si un amigo en fase de exaltación me abraza y me dice lo mucho que me quiere, golpeándose el pecho con un puño, y me entrega un botellín de Mahou Cinco Estrellas, como si fuera el grial, firmado en todas sus etiquetas y en la chapa, y me pide que lo guarde para siempre... Pues yo voy y lo guardo. No quiero ni pensar lo que habrá dentro. Puede que un día lo abra y provoque una pandemia global o, tal vez, llegue un día en que se abra solo y su contenido me llame papá o me quiera mantener una charla conmigo sobre el existencialismo. No sé. Pero yo, como soy de palabra y se me pidió, entre abrazos, que lo guardara, lo guardo.


Lo hago por muchas razones, pero, sobre todo, y no les voy a descubrir nada con esta reflexión de todo a cien que me dispongo a soltar aquí (sáltense el párrafo que no aporta nada), porque hasta las amistades que en su momento cenital uno piensa que son para siempre se relajan, se duermen, se desvanecen, se mitigan en la distancia, la verdadera distancia que es el tiempo. La misma vida que te ha juntado en un azar de simpatías, te separa; los lazos que eran irrompibles, se rompen (y no tienen garantía) y las fidelidades que se juraron inquebrantables, se quebrantan sin que nadie haga nada. Por supuesto, esto no es un reproche dirigido a nadie.


Así que, por lo menos, yo guardo ese botellín como si fuera un tesoro, porque es el símbolo de una amistad que sigue viva, aunque el tiempo y las circunstancias de la vida hayan puesto cierta distancia entre nosotros. Puede que a ustedes les parezca una ñoñez, una mierda más en mi estantería, pero ahí lo tienen. Lleva conmigo once o doce años. Olvídense de los tubos de Cohiba Siglo VI (están llenos, diga lo que diga mi mujer). Fíjense en el botijo.

¿Qué hago con él? Lo que ustedes digan, ¿muerte o amnistía?

X. Bea-Murguía (buen fin de semana a todos).

Pedro, amigo, déjame que te diga una cosa: el vino de anoche, pelín cabezón ¿no?

Y como la cosa va hoy de la amistad, uno de mis más viejos amigos, que ya vamos para eso, Jaime Briones, cumple hoy 36 años. Felicidades.

jueves, marzo 06, 2008

Desnudo, una vez más

Queridos amigos,

no lo puedo evitar: el ejercicio diario de escribir en este blog, al final, por más que me refrene, por más esfuerzo que ponga en no hacerlo, desemboca siempre en un instinto nudista. No puedo ser juez y parte, presentar mi vida ni mis ideas con objetividad, ni aguantar el febril impulso de mis sentimientos. Esto es así. En más de una ocasión me he mostrado tal como soy, intelectualmente desnudo, así que, poco a poco, embozado en las sombras de la madrugada, voy perdiendo la vergüenza... La poquita que tengo.

Ya se lo digo. No lo puedo evitar. ¡¡FUERA LAS CARETAS!! Así soy yo. Muchos me conocen. Para otros, supongo, será una sorpresa. Venga, vamos, para allá que van los pantalones:



¡Qué señor más majete! Yo creo que en el ránking de frases célebres, la de este hombre de Majalrayo y el "Por qué no te callas" del Borbón, se llevan la palma. Pues no, hombre, este año, tampoco. Se lo voy a decir en italiano: "sono bello, sono sano, mia mamma ma fatto romano". Es italiano de Cuenca, pero, vaya, se entiende ¿no?

Adoro Roma. ¿Se lo he dicho alguna vez? Me encanta Roma. Yo he sido de la Roma desde que nací, casi. Además, es una ciudad de la que guardo unos recuerdos muy especiales, ¿verdad Pablo? ¿A que a ti también te gusta Roma?

Me estoy quedando en calzoncillos, ¿verdad? ¡Coño qué gusto da! Con lo que aprieta tanta goma y tanto botón, le entra a uno el airecillo por todos los poros de la piel. En calzoncillos, pero con los calcetines puestos aún (que no me acuerdo de si me he cortado las uñas).

El primer pecado del que se tiene conocimiento, el peor, el que dio origen a la división entre el bien y el mal, fue la soberbia: el Portador de la Luz quiso ser tanto como Dios y recibió su castigo. La soberbia, sin duda, es la peor de las faltas, por lo menos para mi gusto, la más insoportable. Contra ella, el mejor remedio se llama "baño de humildad". Conozco muchos madridistas con los que se puede hablar de fútbol, pero conozco muchos, muchísimos más a los que el BAÑO DE HUMILDAD, les viene que ni pintado para sacudirse un poquito de su soberbia habitual. Va con el escudo del equipo, así que...

¡Oh! ¡Oh! ¡Qué a gusto me he quedado!

Mira, hombre, les voy a poner una coplilla a todos los madridistas, para que se consuelen.



Este Mercury que sale en este video, al que, por cierto, le queda el traje de Real Madrid como un guante, así, sin bigote, me recuerda un poco a Guti. ¿No creen ustedes? Tienen un aire, ¿no?

Bueno, amigos, a disfrutar, que siempre quedará la Copa del R...

-- Javier... Javier...
-- ¿Qué?
-- Que no... Que no... Que la Copa, tampoco.
-- ¿Tampoco?
-- No... Les eliminó el Gavá o el Alcoyano o el Alavés...
-- ¿Sí? ¡No jodas! ¿Al mejor equipo del mundo mundial?
-- Sí... Bueno, ya sabes que ellos la Copa la desprecian porque prefieren la Champions.
-- Sí, claro, claro. Pero, en fin... La Liga la tienen ganada, ¿no?
-- No, no... Eso parecía, pero ahora ya huele a caca.
-- ¡Vaya por Dios! ¡Cuánto lo siento!

Muchos besos a todos los madridistas (y pa'llá que van mis calzoncillos). Ahora supongo que estarán esperando a que me ponga a cantar como Mick Jagger. No, amigos, eso sólo lo hago bajo los efectos de la zarzaparrilla... La coca-cola, que me sienta mal.

X. Bea-Murguía (hoy, mira tú por donde, voy a comerme un bocadillo de calamares a la Romana, me voy a poner Moravio).

Como hoy es el cumpleaños del Pescaílla del Guadiana, 39 años (JAJA), esta canción va para él, que hoy va a gastar en vino, que luego no digan que gasta poco en vino. A tus pies, Pedro, felicidades.

miércoles, marzo 05, 2008

En pago debido a un hombre honrado


Queridos amigos,

había quedado para comer con David Torres, que últimamente está difícil porque anda de gira con las caravanas electorales, siguiendo a Ojos Mecánicos y a Cara de Hormigón Armadoy escribiendo para El Mundo. Les he colgado a continuación su "Z3PO: que la fuerza te acompañe" para que sepan lo que es muy bueno. Se lo recomiendo.

Total que había quedado con él y pensé, como siempre, en zampar rebien y en agasajarle como se merece con un H.Upmann Magnum 50, recién caído en mis manos, y cogí, para mí, para agasajarme como me merezco, un Hoyo de Monterrey Epicures Especiales, que se me antojó tan celestial como el pecado, una recompensa justa para un hombre honrado. Un momento antes de salir de la oficina, me aturullé, como acostumbro, porque estaba hablando por teléfono con mi hermana Uxía sosteniendo el móvil en la oreja con el hombro mientras trataba de rematar un correo electrónico urgente al mismo tiempo que me ponía el abrigo y con la izquierda buscaba una purera para no llevar los cigarros en la manita no se me fueran a romper y todo esto sin dejar de hacer repaso de lo que se me olvidaba porque algo se me olvida siempre con este melón que tengo sobre los hombros y de lo que no me olvidaba y tengo que olvidarme y no hay manera y dónde he dejado las llaves y esto lo dejo aquí para acordarme cuando vuelva y ¡ay cojones! que no he respondido a este tío y al final voy a llegar tarde... Y, sobre todo, no me gusta llegar tarde.

Al final, con los puros en la manita derecha, sujetos con dos dedicos y sin dejar de vigilarlos como un monaguillo sacando el cáliz del sagrario, y con el móvil pegado a la oreja, salí corriendo de la oficina y, sin dejar de hablar con mi hermana, me decidí por coger un taxi. No quería llegar tarde. Eso no.

-- Lléveme a tal sitio, por favor -le dije al taxista, que tenía un parecido increíble con Tonino, incluso en esa manera de hablar irónica, lenta y sentenciosa.

Yo siempre hablo con los taxistas. No me sale ir media hora en un coche con un extraño, mirando meditabundo por la ventanilla: a uno le puede dar por pensar y es mucho peor, créanme. Con Tonino, además, como voy a contar, no tuve más remedio, porque nada más colgar el teléfono me di cuenta de que una de las cosas que había olvidado, qué cabeza la mía (gorda y hueca), había sido detenerme en un cajero automático. Iba casi sin un duro: era seguro que no tenía suficiente para pagarle la carrera.

Cuando se lo dije al taxista, no pegó un frenazo ni me hizo bajar, simplemente me contestó con un cáustico, cadencioso y singular "No voy a matar a nadie por siete euros. Me parece más digno dejarte ir sin pagarme".

-- No, hombre, me paras en un cajero -el tuteo lo había comenzado él- y me esperas un minuto. Puedes fiarte de mí. Te garantizo que soy un tío honrado.
-- Eso dicen todos -dijo sin abandonar el soniquete agrio de la broma que es en serio-. Sobre todo los que no lo son.

Esto último me hizo mucha gracia, pero pensé que si no me había hecho bajar ya del taxi es que se fiaba de mí. Aún así, como la esposa del César (no Mesalina, claro, ni Agripina, más bien Octavia), insistí.

-- Te dejo el DNI, si quieres.
-- Mejor deja los puros -me contestó.

Así que Tonino, el taxista, era fumador, no de puros, sino de habanos. Nos pasamos el resto del trayecto hablando de Cohiba (le gustaba mucho el Robusto), de Montecristo del 4 y del 898 de Partagás, que le habían defraudado, aunque yo le dije que venía muy buenos otra vez y que lo volviera a intentar. Romeo y Julieta no le iba mucho, pero H.Upmann sí, aunque el Magnum 50 no lo conocía. En formatos grandes, prefería Partagás Lusitanias y Hoyo de Monterrey Double Corona, pero, dijo, "se han puesto muy caros y ya no hay manera". Actualmente, estaba encantado con San Cristóbal de la Habana. Yo le sugerí que probara Ramón Allones Specially Selected, el robusto, y por si quería probar otra cosa, le conté que Padrón, nicaragüense, es un purazo de aquí te espero.

Cuando llegamos a mi destino, apuntó todo lo que le había dicho, me prometió que probaría el Ramon Allones y el Padrón, le dije mi nombre, me maldije por no llevar las tarjetas de visita grapadas a la memoria, le di el poco dinero que llevaba en el bolsillo (que no llegaba, ni de lejos, a pagar la carrera) y le regalé el Hoyo de Monterrey.

-- Me gusta mucho el Epicure del 1 -me dijo sin dejar de admirar el cigarro, sostenido con dos dedos ante el estricto juicio de su mirada-. Este no lo conozco. ¿Está bueno?
-- Acaba de llegar de La Habana -le garanticé-. Yo no lo he probado, pero tiene pinta de ser de los que reparten en el cielo a las almas honradas. Espérame un segundo, que voy a ese cajero y te pago el resto.
-- ¡No, hombre, no! -me contestó ofreciéndome la mano-. ¡Sólo faltaba! Me has regalado el puro y, con eso, ya me has demostrado que eres un hombre honrado.

Le estreché la mano y me marché maravillado, una vez más, de lo fácil que es hacer amigos cuando anda el tabaco de por medio.

X. Bea-Murguía (hoy me voy a fumar un purazo de aquí te espero. Se lo garantizo).


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Z3PO: que la fuerza te acompañe, por David Torres

Galaxias. Escribía la semana pasada sobre el tono evidentemente galáctico de los mítines de Zapatero, su misticismo jedi, sus tiempos de recluta como joven Skywalker, y va la realidad y me pone la alegoría a huevo: el PSOE acaba de estrenar un robot para que le eche una mano. El nuevo Z3PO del PZOE debe de ser muy difícil de distinguir del original, porque el presidente, después de una semana de repetir las mismas consignas, ha adquirido el lustre y la rigidez de un androide de protocolo: conoce más de ocho millones de formas de seducción. Su doble informático se llama iZ, que es nombre de abejorro o de relé, un poco para acentuar su lado zurdo y otro para subrayar esa Z con la que 'Pepiño' Blanco ha decidido redecorar Ezpaña. Hasta nos han regalado en la caravana unas zetas rojas a guisa de colgantes. No sé si Pepiño habrá caído en la cuenta de que tanta zeta mayúscula cansa, de que ZZZZZ es la onomatopeya del sueño. O del coñazo.

González. Igual que en el penúltimo fotograma de La guerra de las galaxias, el Halcón Milenario brotaba del vacío espacial para mandar a Darth Vader al carajo de un papirotazo, Felipe González ha irrumpido en la campaña para lanzar uno de esos eructos ininteligibles con los que Chewbacca pedía pista de aterrizaje. Al llamar imbécil a Rajoy ha marcado un nuevo rumbo en el tono intelectual de la campaña, justo el mismo día en que César Antonio Molina, la voz de la cultura y la civilización, se estrenaba en la oratoria sin corbata. Humor. Más nervioso que Nacho Vidal el día de su debú en pelota picada, el ministro empalmó un discurso más que aceptable sin que el micro le diera gatillazo. Contaba el bueno de Nacho en sus memorias que, debido a la presencia del público, le costó un siglo enderezar el aparato hasta lograr una actuación más o menos aceptable, pero a César Antonio no le tembló el gaznate a pesar del pánico escénico. Menos mal que enseguida subió al estrado Touriño para recobrar el tono barriobajero con el que el wookie Felipe había abierto el fuego. El presidente de la Xunta llamó a sus oponentes del PP «grupo de frikis» y comparó a Rajoy con Isabel la Católica, intentando emular a 'Chiquito de la Calzada' en gallego.

Metamorfosis. Z3PO camina por ese punto de inflexión donde los presidentes españoles, tras el primer mandato, sufren el rebufo del Reverso Tenebroso sólo para levantarse un día como se levantó Gregor Samsa, convertido en una cucaracha indescifrable. Para conjurar la metamorfosis del poder absoluto, todos los mítines acaban con la misma murga: «No, no, que el tiempo no te cambie», un lema que la auténtica friki de Tamara podría denunciar por plagio. Pero el cambio se aproxima a marchas forzadas: en los insultos, en el karate gestual, en el hervor luciferino de las cejas. A González le salieron canas, a Aznar caracolillos y al joven Skywalker (futuro Zapapaltine) le brotan perdigones y le crecen los colmillos mientras sus ojos arden en ese fuego verde esmeralda donde la ambición se cuece en la olla exprés de los aplausos.

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martes, marzo 04, 2008

El dewater

Queridos amigos,

anoche hice un esfuerzo escatológico y me quedé no sólo a ver "El dewater", sino los dewateres sobre "El dewater" que, al finalizar este, emitieron las distintas cadenas. El resultado en mí es increíble, y me encantaría saber si este milagro ha sucedido también entre aquellos de ustedes que vieron, aunque fuera en parte, "El dewater" entre Nancy de Famosa y Norit el Borreguito y los dewáteres consecuentes, que no son otra cosa que el daño colateral de "El dewater".



En mí, como digo, se ha obrado un milagro.

Me quedo con que Zapatero está hecho un poema de Juan Ramón Jiménez, de sublime inspiración para un concurso literario de primaria, porque es "pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de perlán, que no lleva huesos". Tan bueno, con su carita de corderito degollado, que, una vez asado, nadie le hincaría el diente por pena.

Por otro lado, y ahora estoy ya casi convencido, Mariano Rajoy tiene imanes tras sus ojitos mecánicos: si lo viera Marty Feldman lo denunciaría por plagio. Es como las muñecas de antaño, que si lo tumbas se le cierran automáticamente y si lo pones de pie, se le abren. Si intentara guiñar un ojo, se le soltaría un arbotante y se desmontaría en directo.

ZP es un vendedor de crecepelo, una serpiente escurridiza que enseña una manzana, un prestidigitador que se saca un libro blanco del sombrero. Rajoy, por su parte, es más torpe que el de las tartas de vídeos de primera, parece una gramola atascada en la misma canción y tiene menos cintura que el click de Ronald Koeman.

Del manejo de las cifras que hicieron ambos, deduzco que las que mienten son las cifras, como siempre. La estadística es susceptible a tantas lecturas como sociólogos la interprete porque si el 40% está a favor, el 30% en contra, el 20% ni a favor ni en contra y el 10% ni sabe ni contesta, se puede decir que la mayoría está a favor, pero también que la mayoría no está a favor.

Los números, por más que digan que la matemática es una ciencia exacta (y no la hay más imprecisa), son maleables como la arcilla. En el dewáter de Cuatro, gobernado por Iñaki Gabil Hondo, Miguel Sebastián (PSOE) aseguró ser economista, se lo vamos a creer, y tener la costumbre de contar: adjudicó, según sus cuentas, 36 propuestas de futuro de ZP por 10 de Rajoy. El ministro Caldera, desde Ferraz, debió de ver "El debate" Obama-Clinton, porque contó 90 propuestas de Zapatero por un montón de insultos de Rajoy.

Cojón. Alguien no sabe contar.

Para mi gusto, Rajoy, que por su manera de decir "fúbol" parece que aspira a la presidencia de la Real Federación Española de FúTTTTbol, dominó pero Zapatero supo convertir sus ocasiones: lo de la Guerra de Irak fue un golazo por toda la escuadra. Es curioso que ZP dijera que iba a "El dewater" a hablar sólo de futuro y acabara goleando en el terreno del 11M y la Guerra de Irak (lo raro es que no saliera el Prestige a relucir), pero es listo y conoce el terreno por el que camina: Rajoy entró al trapo y, a buen seguro, que esta noche, en sueños le pasará como a Rafa Alkorta, que todavía anda buscando a Romario.



Para mi disgusto, hubo un claro vencedor, que fue José Luis Rodríguez Buhonero. Rajoy no supo aprovechar la ventaja de cerrar los discursos y, encima, acabó el debate haciendo gala del GRAN DEFECTO de Aznar, el que llevó al PP a la oposición en 2004. ¡Nos hemos pasado la semana hablando de la niña de Rajoy y va el tío y remata la faena con la niña de su corazón! ¡Menos mal que no dijo "la niña de mis ojos"! A esto se le llama contumacia, que es lo mismo que empeñarse en sacarse una foto en las Azores cuando toda España está en la calle protestando contra la guerra.


Yo no sé qué les pareció a ustedes y me gustaría saberlo, para comprender lo que me sucedió después de las dos horas y media (entre "El dewater" y los dewáteres colaterales) que dediqué al asunto anoche: nunca jamás antes en mi vida había tenido la sensación de perder tanto el tiempo (ni siquiera después de una película de corte trascendental de Alejandro Aburríbar).


Por eso creo que "El dewáter" fue muy útil, sobre todo para reafirmar a los sectarios y para demostrar que, en España, a nadie le huelen mal sus pedos. Pero es triste, muy triste, pensar en ese gran número de españoles que van a ir a votar con una pinza en la nariz, no por el proyecto que más les gusta, sino por el candidato que menos les disgusta.


El milagro que se ha obrado en mí es que, después de dos horas y media, pienso exactamente igual que ayer: voy a votar en un bar.

X. Bea-Murguía (perdonen los fallos y erratas, pero ahora no tengo tiempo de corregirlo).

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lunes, marzo 03, 2008

Soy un ser humano

Queridos amigos,

supongo que ustedes saben lo que es una toña. Sienta muy bien una buena toña, después de un día de trabajo, delante del televisor, viendo, por ejemplo, un documental sobre los bailes rituales de los bosquimanos en el Discovery Channel... ¡Oh! ¡Un deleite! ¿Y qué me dicen de una toña con La 2, ese canal casi pornográfico, por cierto, que en horario infantil no hace más que emitir películas de animalitos follando? Hay gustos para todos, pero donde esté una buena toña... Y no es sólo cosa de hombres, que las mujeres, si quieren, también pueden. Este chiste es un poco viejo, pero viene al caso (niño, niña, si eres menor, leelo con atención y se lo cuentas a tus papás, que les va a encantar):

"Un hombre llega a un burdel y se encuentra con la siguiente promoción:
POLVO Y CERVEZA, 5 EUROS.
-- Hola, buenas, señorita. Yo venía por esa promoción que anuncian.
-- ¿Cómo no, señor? Es conmigo.
-- Muy bien, pues con usted misma.
-- Ya, pero le tengo que advertir antes de una cosa: es que... No tengo clítoris.
-- Es igual, mujer, ponme una Heineken".


En el hotel de Tegucigalpa, sentado en el lobby-bar con Jesús Llano y Eduardo Mencía, le dije al camarero.

-- ¿Qué cervezas tiene?
-- Señor, tenemos Port Royal, Barena, Imperial, Salvavida... -todas ellas, para mi gusto, demasiado suaves...
-- ¿Clítoris tiene?
-- No, señor, no tenemos clítoris.
-- Es igual, póngame una Heineken.

La "Heineken" está buena, pero, personalmente, prefiero "Mahou" y "Estrella de Galicia". Yo creo que, como estas dos cervezas, he probado pocas por ahí. ¿Tú qué opinas? A mí es algo que me gusta hacer allá donde voy: probar la cerveza local. En Kenia era "Tusker"; en Tanzania, "Kilimanjaro"; en Tailandia, "Singha" ("Big or semol?", preguntaban siempre); en Egipto, "Sakara"; en Cuba, "Cristal" (y "Bucanero"); en Dominicana, "Presidente"; en Honduras, ésas que he citado antes...

En el Paso de las Manos, entre Nicaragua y Honduras, con un follón de camiones y policías de aduana que no se pueden ni imaginar (o sí se lo pueden imaginar), Jesús Llano y yo nos fuimos al bar a catar la cerveza local. Fue lo primero que hice nada más poner el pie en Honduras: pedir una "Port Royal". Me supo flojilla y eso que la pedí bajo la prescripción de un parroquiano local, que es curioso lo poco que se diferencian, en apostura, los bichos de bar de allende los mares de los de Chamberí. Casi, casi el mismo ambiente, si no fuera porque, de nuevo ese defecto mundial que debería debatirse en la ONU, no hay aceitunas en ninguna parte. La próxima vez que me vaya de viaje me llevaré un par de botes en la maleta (rellenas de anchoa, por supuesto). ¿Unas patatas? No. ¿Unas mollejitas?¿Unos callos?¿Unos "yiyarrones"? Nada, ni pa'Dios. Jesús, que es hombre de mundo, viaja siempre con un manojo de palillos en el bolsillo... ¿Que para qué? Coño, pues para qué iba a ser, para probar los famosos boquerones en vinagre de Honduras. Se tomó una "Salvavida" y pidió los boquerones. Tampoco tenían.

En Nicaragua, sin embargo, lo que se lleva es la toña. Toña para arriba, toña para abajo. Sienta bien, la verdad, poder decirle con camaradería a un compañero: ¿Te hace una toña? ¡Venga, tonto! Un buen amigo nunca dice que no a una toña, ni con dolor de cabeza. En un grupo, también funciona: ¿A quién le apetece una toña? Es bonito, porque enseguida se puede ver un bosque de manos alzadas... ¡Yo! ¡Yo! Casi todos hombres, como digo, pero también alguna mujer, que las hay que tienen gusto para la toña.

En Nicaragua, la toña ha corrido a raudales hasta el punto de que se puede forjar un nuevo refrán: "A falta de Mahou, Heineken o Clítoris, buenas son Toñas".



Lo malo es que yo ahora aquí, ella allí, no me llama, no me escribe... ¡Ay Toña!

En fin, como dice Eduardo Mencía, ¡Qué coñazo de blog, en cuanto encuentre los calzoncillos, me piro!. Vean este vídeo (con una mano sobre el ratón y la otra con la Toña, por favor)



Honestamente, creo que es una burla, porque, si no, es una manera muy hábil de promover las Toñas entre los jóvenes. A mí las toñas me van, pero, claro, soy un ser humano.



X. Toña-Murguía

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