viernes, junio 30, 2006

Lo peor del verano


Queridos amigos:

como habrán podido comprobar a lo largo de estos meses, me encantan los juegos de palabras. Guillermo Cabrera Infante, ese monstruo que titula un libro de artículos políticos "Mea Cuba" (no me digan que no es genial), en su "Tres tristes tigres", otro libro que les recomiendo, tiene un personaje delirante, cuyo nombre ahora no recuerdo y no voy a buscar, que se pasa toda la novela haciendo auténticos malabares verbales, muchos de una belleza que denotan un ingenio fuera de serie y una mala uva también extraordinaria. Sobre todo, la primera parte de "La Habana para un infante difunto" es un deshueve propio sólo de un carácter en escabeche.

No hace mucho tiempo que David Torres me habló de un mexicano, Gilberto Prado, que es director de una revista llamada "ArteletrA" y es autor de 9.000 palíndromos, como la cabecera de esa publicación que ustedes pueden apreciar. Entre las frases capicuas que David podía recordar, me dijo una que me encantó: "A la gorda drógala". Sencillamente genial. A mí, en su día, me dio por escurrirme el coco en este difícil arte y tras horas y horas comiéndome un boli y estrujando mi pobre cerebro como una bayeta sucia, di con un palíndromo doble, al que me atreví a poner título (y todo):

Incomprensión conyugal en el Paraíso
-- "A ver, Eva".
-- "Nada, Adán".

El palíndromo nada tiene que ver con los ambigramas de la novela de, chan chan chan, Dan Brown, y no me refiero a la famosa "El Código diez Whiskies", que sugiere el estado lúcido de embriaguez y abuso de usquebaugh bajo cuyos efectos este hombre, futuro Príncipe de Asturias de las Pajas, en buenhora parió su best-seller. Hablo de "Ángeles y demonios", grueso onanismo mental al que dediqué apenas diez minutos, en el que, como pueden ver en el gráfico, Brown desarrolla un misterio que gira alrededor de palabras de significado opuesto que, escritas de una manera retorcida, acaban leyéndose igual por ambos lados, siempre que ustedes le den la vuelta al monitor de su ordenador (sólo mi compañero Julián sabe cómo se hace eso sin usar una palanca, porque es un mago de la infromática). Hay que reconocer en esta historia cierto mérito... de diseño y márketing. El literario, en opinión de este mero lector, como en toda la magna obra de Brown, es escasito, por no decir inexistente. Y paro, que luego me llaman ustedes criticón, sobre todo, mi querido "amigo Edualdo"... ¿Criticón yo?

Dan Brown me persigue en el subsconsciente como lo peor del verano. Hay tantos aspectos del estío que me producen hastío que, ahora que no disfruto como antaño de tres meses de vacaciones, en ocasiones estoy deseando que llegue el otoño. Una de ellas es la mierda de canción con la que te castigan los tímpanos por doquier. La primera vez que fui consciente de esta plaga estacional (y por aquel entonces no existían los móviles que reproducen con voz de lata el tonillo machacón) fue con el "Mami qué será lo que quiere el negro" y les ahorro la gracia fácil. A partir de ahí, himnos tribales en idioma bereber del estilo "Aserejé" o temas de éxito incomprensible, versionados para los más borricos del pueblo, como "Burrería, burrería" de David Nasal, ese "estetor" de la danza (quiero decir, esteta del estertor). Ustedes también lo han sufrido y están hasta las gónadas, ¿verdad?

Como digo, Dan Brown y la canción del verano se apoderan del subsconsciente y uno no puede resistirse, pero si les vienen combinados les garantizo que desearán que la vida sea sueño y que venga alguien a despertarles: "¡SEGISMUNDOOOOO! ¡Despierta, leche, y dejar de dar el coñazo!". Ayer estuve en la piscina, a remojo como los garbanzos, con mi criatura, y como soy muy tiquis miquis para el asunto del cloro, que enseguida me irrita los ojos, me pongo siempre gafas de nadador. Si me vieran de perfil, con las gafas puestas, estoy convencido de que me confundirían con el mismísimo Mark Spitz. Sin duda. O con Johnny Weissmuller. Fui a colocarme las gafas, pero, al estirar la goma, que es donde está impresa la marca Speedo, me di cuenta de que me las iba a poner del revés y los ambigramas de Brown saltaron a mi ojos: leí claramente "opaadS"... (que nadie se levante y se ponga en difícil escorzo para leerlo del revés, que les va a pillar su jefe y no sé si colara que están haciendo ustedes la gimnasia esa postural de la prevención de riesgos laborales. Mi Julián les va a explicar ahora cómo se le da la vuelta al monitor sin tocarlo).

Esa visión rompió mi anhelada paz subacuática, y su relajante silencio. Mi cabeza se convirtió en un disco rayado, un sinfín torturador. El resorte saltó sólo. Fue irrefrenable:

"opaadS"...

"Viasé un corrá, pal pararito y pal pitorrito" (o lo que hostias diga). "Viasé un corrá, pal pararito y pal pitorrito" "Viasé un corrá, pal pararito y pal pitorrito" "Viasé un corrá, pal pararito y pal pitorrito" "Viasé un corrá, pal pararito y pal pitorrito" "Viasé un corrá, pal pararito y pal pitorrito" "Viasé un corrá, pal pararito y pal pitorrito" "Viasé un corrá, pal pararito y pal pitorrito" "Viasé un corrá, pal pararito y pal pitorrito" "Viasé un corrá, pal pararito y pal pitorrito" "Viasé un corrá, pal pararito y pal pitorrito" "Viasé un corrá, pal pararito y pal pitorrito" "Viasé un corrá, pal pararito y pal pitorrito" "Viasé un corrá, pal pararito y pal pitorrito"... "Viasé un corrá, pal pararito y pal pitorrito"

X. Bea-Murguía (Haz el puto corral de los cojones y cállate ya, por Dios, qué cansino).

jueves, junio 29, 2006

Puntos filipinos


Queridos amigos:

tenía hoy programado darles mi opinión sobre el famoso carnet de conducir por puntos, pero después de una sesuda reflexión, he llegado a la misma conclusión de siempre: ¿dónde están los que vuelcan coches y queman contenedores? ¿Acaso esta sociedad española de pan y circo sólo se moviliza por el fútbol? ¿Tan culpables nos sentimos del peaje mortal de las carreteras que nos creemos a pies juntillas que nos merecemos los peores castigos?

Iba a lanzar una propuesta a Rubalcaba, aunque él no sea el autor de esta ley le toca como ministro de Interior, para que considere que sería positivo para los españoles de bien dotar a la guardia civil de carretera de una fusta o látigo para propinar ejemplares correctivos físicos a los más temerarios de los conductores (sin menoscabo de la resta de puntos y de la suma de multas, claro, a las que nadie quiere renunciar) o que, en lugar de la cárcel, que es gravoso para las cuentas del Estado, el exceso de velocidad lleve a los que tanta prisa tienen a consumirla en una picota en la plaza del pueblo, donde la gente recta pueda someter al infractor, a ese malnacido que arriesga su vida y la de los demás en su alocada huída hacia el accidente, a insultos, vejaciones, esputos y agresiones. Un auto de fe a tiempo es siempre ejemplarizante y disuasorio.

Por supuesto, el reo en picota tendría prohibido fumar. Entiéndalo. Es por su propio bien. El lobby farmacéutico, además, propondría que fuera obligatorio exponer al castigado a la justicia del sol, previo unte en cara y manos de un ungüento protector cuyas costas corrieran a cargo de la Seguridad Social. No se trata de quemarlo, sino de respetar su derecho inalienable a esquivar las sombras (del mal).

Sin embargo, no voy a escribir sobre este asunto, porque acabaría diciendo que el carnet por puntos no es más que la promoción del negociete de unos cuantos, a costa del martilleo mediático constante y la culpabilización sistemática de las víctimas. Esta estrategia propagandística deleznable fue en un tiempo tradicionalmente usada por los etarras (y antes, por la Inquisición), pero, ahora, quien la emplea sin pudor es el Estado. Cuando ETA, en sus tiempos más duros, se cargaba a alguien rezumaba, como un orinal lleno de mierda, el comentario execrable: "Algo habrá hecho". ¿No recuerdan ustedes, los de cierta edad, cuando a los terroristas les dio por ajusticiar supuestos camellos que corrompían a la juventud vasca? Que le quede claro, cristalino, que si usted se mete un guarrazo en carretera, usted y sólo usted será el culpable. El Estado ya ha sacado el carnet por puntos, mete en la cárcel a los temerarios y los brea a multas: ya más no se puede hacer. Las cosas como son y los puntos, en su sitio: sobre las íes.

Así que, como me caliento mucho, me dan ganas de mandar a tomar por culo el carnet de conducir, que es lo que deberíamos hacer todos, voy a dejar el tema en una apuesta: ¿se juegan ustedes algo a que el año que viene, por estas fechas, seguimos hablando de los miles de muertos en carretera? ¿Se juegan algo a que, lejos de haber dimisiones, las consecuencias van a ser endurecer las multas? Ojalá me equivoque. No me dolerá en prendas alabar entonces los puntos del carnet e, incluso, al tal Pere Navarro.

Esta aceptación ciega me vuelve loco. Los españoles amamos a Fernando VII, el Deseado, viva las cadenas que Goya y Jovellanos eran un par de afrancesados de mierda. (Y ahí les dejo, para que se recreen, lo que opinaba el genial mañico de su soberano: todo un artículo de fondo).

Como, después de la derrota nacional que ha supuesto el nuevo fracaso de la selección, no les quiero dejar con mal sabor de boca, les voy a contar una anécdota graciosa y real que me soplaron el otro día. Un famoso actor, ya finado, entra en un animado restaurante madrileño como en sus años, acompañado de un hombre a la vista mucho más joven que él, y se encuentra con un conocido:

-- ¡Hombre, Luis, cuánto tiempo! ¿Qué tal estás?
-- Muy bien, ¿y tú? Mira te presento a mi sobrino.
-- Sí, claro, Fulanito, ¿qué tal estás?
-- ¡Ah! Pero... ¿ya os conocéis?
-- De sobra, Luis, ¿no ves que fue mi sobrino la semana pasada?

Esto sí que es un punto. Filipino.

X. Bea-Murguía (punto)

miércoles, junio 28, 2006

Manual de fútbol para caníbales


Queridos amigos:

recurriendo a un francés, Auguste Comte, busquemos el lado positivo...

No lo tiene. Comte, tampoco.

El negativo es mucho más divertido, como el infierno.

Hoy, lo siento, va de rabieta.

¿Saben ustedes cómo se dice ciego en italiano?

Se dice Roberto Rosetti. No sé qué partido vieron ustedes, pero, para mi gusto, el árbitro tuvo una actuación lamentable y definitiva (una vez más) y ha sido él, y no Francia, quien nos ha echado del Mundial. ¿Se dieron cuenta de que no pitó ni una sola falta a España en el borde del área? ¿Cómo es posible? Francia tiene una defensa y un centro de campo plagados de enormes bestias, venidas de más allá de la niebla; unos angelitos, como los de Machín, que tienen pinta de haberse aprendido de memoria el binomio futbolístico: "Si pasa el balón, no pasa el hombre". Todos allí, en el borde del área, amontonados como en la bodega de barco de esclavos, repartiendo estopa y el árbitro, nada. ¡Es que ni una! Ya no es sólo por la falta inexistente que señaló a Puyol, que precedió al segundo gol...

Por cierto, ¿saben cómo se dice bastardo en francés?

Se dice Thierry Henry, vocablo que tiene, además, otras acepciones como payaso de mierda.

Y, ¿cómo se dice eres más feo que el esqueje de Jean-Paul Sartre cruzado genéticamente con el Jorobado de Notre-Dame?

Ribery. ¡Qué feo! ¡Qué cabrón! ¡Era el mismo Barón Ashler a media operación! Parecía que le hubieran pillado la cara con la tapa del baúl donde lo tienen encerrado en la concentración. Este chico tiene un trauma de parto, no me jodan, jamás había visto un caso tan claro de prognatismo frontal invertido.

...y, claro, así es imposible. Saca Zinedine Zidane (500 mg.), el único futbolista que se vende con receta médica, y remata a gol Vieira, un bivalvo que tenía que haber sido expulsado por propinarle un manotazo a Fernando Torres minutos antes. Nunca me han gustado las vieiras, pero es que, además, ésta se me antoja un poco renegrida, como si hubiera sobrevivido a una marea roja. Después de este gol de concha, me quedó claro: Francia había fichado a Martin Heidegger para que la historia fuera redonda.

A los españoles nos encantan las leyendas negras, las manos negras, las conspiraciones negras y ayer tuvimos una buena ración, un atracón de negritud en un partido que fue una merienda de negros... Los gabachos, que tienen fama de comerse cualquier cosa, cantaron el "A por ellos" relamiéndose, golpeando la mesa con los cubiertos, y nos devoraron crudos como antropófagos hambrientos en un banquete pantagruélico, digno del mejor Rabelais.

El hueco entre mis dedos enmarcó el tercer gol en mi recuerdo, la inevitable grieta que mana por el casco del barco cuando el marinero ya tiene las cinco extremidades ocupadas taponando vías, y, sin más, agarré el libro que me ocupa (curiosamente, el "Manual de literatura para caníbales", de Rafael Reig -Debate-, que me hizo olvidar mis penas y que les recomiendo a todos ustedes) y me fui cabreado a la cama. Alguien que empieza a conocerme me mandó un mensaje al móvil deseándome dulces sueños. No lo puedo evitar, soy jurgolero y en la pasión no hay razón.

X. Bea-Murguía (hablando de zulús, el próximo mundial es en Sudáfrica).

!Ah! El lado positivo: el sábado tengo una boda y me iba a perder el España-Brasil. Mira, me alegro.

martes, junio 27, 2006

Del martirmonio


Queridos amigos:

en uno de los debates de mayor altura intelectual que se ha puesto sobre el tapete del foro público de los últimos tiempos en España, el del matrimonio homosexual, una de las mejores posturas, aparte de desnudo y con el culo en pompa, es la de aquel que decía que estaba en contra no de que los homosexuales se casaran, sino de que la gente, en general, cometiera semejante error. Estos gobiernos tan neoliberales que no intervienen en la economía y que están cruzando la frontera del fascismo regulando duramente las costumbres privadas, tendrían que hacer un ejercicio de coherencia y prohibir todos los matrimonios, en vez de aumentar el ramillete de posibilidades.

Me gusta la opinión templada que navega entre la defensa de la libertad de todo el mundo a hacer de su vida lo que le dé la gana y con pleno derecho y la burla, un poco chusca si me lo permiten, que supone exportar a pelo roles heterosexuales a un mundillo que tiene su propio estilo de vida, ni mejor ni peor, distinto y que, insisto, merece algún tipo de protección legal seria porque ellos y ellos y ellas y ellas también son administrados (les ahorro la palabra "ciudadanos" porque es décimonónica y excluyente y, también, "contribuyente" porque están demasiado cerca las heridas causadas por Hacienda).

Alguien me dijo, aunque yo no lo he podido comprobar (quizá alguno de ustedes pueda refutar este dato o confirmarlo) que casi un año después de la aprobación de la ley del matrimonio homosexual se han casado la friolera de medio centenar de parejas. De ser cierto, parece que no había una necesidad demasiado imperiosa de aprobar una ley y, nuevamente, más parece una estrategia de la izquierda española para sacar del armario a lo más apolillado y carca del PP, para que la derecha se quite la careta del centrismo liberal y se vea su verdadera faz de antigualla anquisolada, retrógrada y obsoleta con bigotito fascista. No aprenden. ¡Qué pena me dan, pobrecitos!

Consternado leo en el M2 de El Mundo, aunque confirma mi teoría de la broma chusca, que ya ha ocurrido la primera separación legal gay, consecuencia inevitable del matrimonio. Lo primero que me llama la atención es que el tipo sale de espaldas en la foto y que los nombres de los ex contrayentes se reducen a impersonales iniciales, H. y F., lo que, sin duda, da fe del nivel de liberación que ha alcanzado el mundo homosexual en España. Flaco favor, desde luego, para esta causa. En esta línea de imitación burda de lo peor de la heterosexualidad, después de trece años de convivencia y sólo unos meses de matrimonio, ese cadalso del amor, uno de los cónyuges solicita el uso del hogar, una pensión y la custodia del perro. Parece un chiste, pero en verdad es una carga más para la lenta justicia española. ¿Vamos a tener un juzgado ocupado en dirimir la custodia de un perro? ¿Se establecerá un régimen de paseos del estilo "H. podrá pasear al perro un fin de semana sí y otro no"? ¿Llevará H. al perro al McDonalds los domingos que le toque? Como están las cosas, a ver qué juez es el guapo que niega que entre perro y amo hay un lazo paterno (o materno)-filial indeleble que merece protección legal. Otra vuelta de tuerca.

En esta misma línea, el Crónica publicaba un reportaje interesante sobre la batalla legal que se está planteando en Estados Unidos y Canadá a favor de la legalización de la poligamia. ¿Por qué no? El principio jurídico es el mismo: la voluntad de tres (o cuatro) personas adultas y conscientes que quieren unirse hasta que el divorcio los separe... Pero no hay sistema jurídico que tenga una base suficientemente sólida para dar a un juez los instrumentos necesarios para tomar una decisión respecto a un divorcio triple (o cuádruple). Imaginen la sentencia, sería de locos: Manolito le paga una pensión a Manolita quien, a su vez, le da la mitad a María de las Mercedes; se establece un régimen de visitas que se divide en los días impares con luna creciente... Por no incidir en cómo se haría el reparto de los bienes o, lo que es peor, cómo se delimitarían los gananciales. Si un divorcio ya es un lío con dos personas, con una tropa no quiero ni pensarlo.

Volvemos a lo del principio. Lo que hay que hacer es prohibir el matrimonio (menos el nuestro, cariño). Yo, por salud mental, jamás me casaría con dos o tres mujeres. Ellas sabrán perdonarme, pero no hay jeroglífico más impenetrable que el pensamiento de una mujer enfadada. Cuando le dices: "¿Qué te pasa?" y responde un seco: "Nada". Ese nada al cubo equivale a un alcaselser fresquito. Bastante trabajo tengo con acordarme de un cumpleaños y un aniversario, como para recordar tres, como para tener detalles con todas... Un matrimonio es una cuerda floja sin red, un número de circo dentro de un cuadro del colectivo Brücke, un equilibrio imposible. Pero tres en ese hilo es multitud, más que nunca, y todo se descompensa. La convivencia se convierte en un suicidio y el suicidio está penalizado en España. Pienso que la poligamia sólo puede funcionar en sociedades sexistas que aceptan que la mujer esté supeditada al hombre. Aún así, ¿por qué no? Alguien debería hacer una ley otorgando a los administrados el derecho inalienable a equivocarse.

De la primera vez que fui al recién estrenado hogar de mi hermano, me llamó la atención la simbología que han usado él y mi cuñada en la decoración de su nido. Algo que, según creo, está muy de moda es enmarcar enormes hojas de árbol y colgarlas en el salón. Ellos han elegido dos hojas de palma, una para Mitxu y otra para Ana:

-- "Resulta muy apropiado", le dije a mi cuñada.
-- "¿Por qué lo dices?".
-- "Porque la palma es el símbolo cristiano del martirio".

X. Bea-Murguía (martirmonio para todos)

En la foto, San Lorenzo, ese mártir vuelta y vuelta.

lunes, junio 26, 2006

Gente metida en un armario



Queridos amigos:

no quiero que se pongan ustedes tristes por lo que me dispongo a decir, pero ¿se han dado cuenta de la cantidad de personas que ha pasado su infancia dentro de un armario? No lo digo por usted, que está malgastando su preciado tiempo en estos mismos instantes con Wells & Bea-Murguía; que, en vez de dedicarse a algo productivo, invierte estos minutos de su vida, que pertenecen a su jefe, en leer nuestras reverberaciones mentales. Usted, sólo por este motivo, aunque el viernes no pudiera venir al Primer Encuentro Cultural y Deportivo H.Wells & X.Bea-Murguía, aunque tuviera otra cosa mejor que hacer (y puedo imaginar cientos), aunque confirmara su presencia en el evento y no se presentara... Usted ya tiene dos amigos y sepa que con amigos como nosotros más le valdría ir a repartir abrazos a un poblado de caníbales.

Michel Salgado, por ejemplo, y no es por criticar, pero si ustedes vieron el partido España-Arabia, ¿se dieron cuenta de que este prohombre es incapaz de jugar el balón raso? Siempre que la toca, el balón se le resiste, le rebota y se pone a hacer cabriolas como si tuviera miedo de que Michel le hiciera una entrada. ¡Qué mala fama tan injusta que tiene el pobre chico! ¡Si él nunca en su vida ha mandado a nadie a la enfermería más de un año! Claro que la culpa no es suya... No. Es de sus compañeros, que lo tienen metido en el armario. Yo me pregunto por qué ninguno de ellos se acercó a él en algún momento del partido y le dijo:

-- "Michel, amigo, que te has puesto la bota derecha en el pie izquierdo y la izquierda, en el derecho".

A Marchena le pasa algo parecido, que nadie quiere dormir con él en el hotel de concentración porque por la noche se pone mascarillas de Estee-Lauder para ser más feo y dar más miedo. ¿Ustedes se pueden imaginar la desazón que causa y las secuelas que le quedan a ese compañero de cuarto que se despierta en mitad de la noche y se encuentra de frente con un tipo con la cara llena de rodajas de pepino? ¡No se hacen una idea! Con lo lisérgico que es eso, además, que luego sale el hombre al campo y, en vez de contrarios, ve dragones. Marchena también está metidito en el armario, pero no en el mismo que Michel Salgado, que conste, que todavía no han inventado las espinilleras de titanio.

¿Y qué me dicen de Coffi Codjia, el árbitro del partido? Un tío tan tímido que estaba siempre en el otro lado del campo para no salir en la televisión. Coffi nació en Porto Novo en el seno de una familia, que ya es mucho decir en Benin. Al principio, lo tenían encerrado en el armario, pero luego, cuando se hizo mayor, lo pasaron a la nevera: era el mueble más inútil de la casa y el menos visitado. No he visto peor árbitro en mi vida, pero ¿qué se puede esperar de un tío que es de un país que nadie sabe dónde está?... ¡Ah!... Perdón... ¡Que usted sí sabe, sin mirarlo en Google, ubicar Benin en un mapa como si fuera la provincia de Burgos!... ¡Mira el listo! ¿Cómo lo hacían tus padres para pasarte pilas para la literna? Porque dentro del armario, ¡como no fuera la edición braille del atlas de Salvat!

Estos son cuatro ejemplos (los tres del jurgol más el listo que sabía dónde queda Benin) de gente que vive metida en un armario, pero estoy convencido de que ustedes conocen muchos más. Espero que no se les haya olvidado felicitarles el sábado, en la festividad de San Juan Autista, pero si aún no lo ha hecho, les sugiero que lo escriban en un papel y se lo pasen por la rendija de la puerta, sin demasiado entusiasmo, no se vayan a venir arriba que luego resultan pesaditos.

Desde aquí mi más sentido agradecimiento a las quince personas que vinieron por fascículos a celebrar con nosotros la entrada cinco mil y a beber cerveza gratis. Ustedes ya tienen dos amigos. Pueden salir del armario.

X. Bea-Murguía (enviado especial al fondo del armario)

Ainhoa, tía, que ayer te estuvimos llamando, pero no lo cogías. Ya te dije que no te compraras ese móvil de Hello Kitty, que es súpermono, súpercuco y superideal, pero está vacío por dentro. Espero que no te quedaras encerrada en el armario buscando los manolos, osea, tía, te lo juro, qué palo. Te mando un beso, muack... (¡Felicidades!).

viernes, junio 23, 2006

Enamorados de la moda juvenil


Queridos amigos:

Seguro que la mayoría de ustedes, y me refiero a los hombres, al tiempo que descarto, con la palabra "mayoría" a la minoría homosexual, anda en estas fechas con la mirada clavada en el principal signo anunciante del acuciante verano. ¡Qué digo acuciante! Agobiante.

Es fácil, y yo no voy a negar que lo hago, escurrir la mirada furtiva a la sombra de las muchachas en flor (transliteración), agazapar las niñas de los propios ojos tras cristales ahumados e, incluso, entre los más románticos de ustedes, enamorarse en cada semáforo, sentir la luz verde del amor ante el ambar del noviazgo o el rojo del compromiso, esas flechas de Eros repartidas por las aceras, perdidas como en una balasera o, como dirían dos palomas de porcelana entrelazadas con corazones y alianzas, el deseo íntimo de compartir todo y el resto, hoy más que ayer pero menos que mañana, con esa preciosa mujer que alegra un instante intenso y pasajero de su azarosa existencia.

A esto, amigos machotes, se le llama presión de esperma.

El otro día un amigo me cogió del hombro con firmeza y, tras una breve apología de la abstinencia en la que se deshizo en elogios hacia las ventajas del celibato, me dijo:

-- "Javier, en estos tiempos que corren, hay que salir masturbado de casa".

Y, a partir de aquí, amigos, como diría Serrat, en la fiesta de San Juan "cada uno es cada cual".

Mi suegro, a quien ayer descubrí la existencia de este blog, y no hay razón para que haya sido un secreto para él salvo que pensaba que ya lo conocía y lo seguía (incluso, en alguna ocasión, un comentario suyo me hizo creer que se refería a Wells & Bea-Murguía), usa una frase certera, con la que define los viejos tiempos sin criticar los nuevos, respecto a la vestimenta juvenil:

-- "En mi tiempo, había que agacharse para ver las bragas".

¡Qué gran verdad! La moda de hoy responde a la pereza de desnudarse antes del amor, porque ya casi vamos desnudos, y hay que considerarlo evolución, purita anagénesis, mientras que el comentario "Joer, las niñas de hoy como me van vestidas", al contrario, es catagenético.

Yo apoyo la moda juvenil que ahorra en tela porque apuesta por la supervivencia de los gusanos de seda, aunque me llama la atención que a menos trapo más precio, quizá sea un pago a este prurito ecológico que tanto viste al moderno o, mejor dicho, tanto desviste... Así que voto a favor de que la moda femenina de verano se traslade al año entero en beneficio de todos (pero, sobre todo, para que no se extingan los gusanos de seda), que se recorten las faldas y se rebajen los escotes; que las hojas parra vuelvan a ser fashion para que nos sea devuelto el paraíso perdido (y no me refiero al de John Milton); que lo translúcido se haga transparente y lo sutil, evidente, y que donde haya verdad no quepan más engaños.

Por supuesto, este ramalazo feminista de apoyo a la liberación de la mujer, va por todas ustedes, amigas, menos por mi señora, que es muy decente.

X. Bea-Murguía (¡joer qué calor!)

Por cierto, hoy les esperamos a las 21.30 h en "La Escalera". No tenemos ni idea de cuántos de ustedes vienen, pero, en fin, cerveza habrá para todos y de tapa, unas aceitunas ¡y qué más quieren! Con ello celebraremos tres triunfos (por lo menos yo): las cinco mil visitas, el cumpleaños de Marga (coautora del famoso best-seller de autoayuda matrimonial "¡Cállate coño!") y que Vanessa Montfort ganó ayer el premio Ateneo Joven de novela, con su "Ingrediente secreto" que, conociéndola, seguro que es el arsénico. Enhorabuena a todos.

((((A cada uno lo suyo, tengo que aclarar que el padre de la ocurrencia "¡Cállate, coño!" es uno que se hace llamar El Frutero))))

jueves, junio 22, 2006

El Orgullo Trans




Papichulos:

Vivimos el principio de una nueva era. El día 23 de Junio se empieza a tramitar en el Congreso una norma bastante curiosa que les explicaré a continuación.
Imaginen que Beamurguia o yo mismo un día nos levantamos con el deseo de transformarnos en Margarita y Carmen, ¿por qué frustrar nuestros deseos más intímos de "personas humanas"?.
¿Deberemos cortar nuestras pililitas?: Pues no. En un subidón de alguna substancia "psico" el legislador decide que la voluntad del individuo prima sobre cualquier cuestión racional o física: que ese individuo de Baeza (qué agradable con sus 43 grados en Verano) tiene medio metro de apéndice,barba poblada ,juega al Rugby y decide llamarse Jacinta Gómez pues la libertad del individuo prima.

En otro orden siempre podremos encontrarnos con la compañera maciza que un buen día decide llamarse Benito Recadero y originará comentarios del estilo "Qué bueno está Benito", dando lugar a que nuestras madres confirmen que esas revistas tipo "Tacones altos,medias de seda" eran sólo una tapadera.

Si llevamos el asunto a terrenos más insospechados se podrán dar situaciones todavía más surrealistas: Benito Recadero (Compañera maciza) puede decidir cambiar su nombre y sexo sin necesidad de operación (es lo que permitirá la futura ley por si andan espesos) y amar a Luisa Fernanda que a la sazón tiene unos huevos negrilla "Cosme "de gran calibre .Lo curioso es que Benito portará la semilla y Luisa dispondrá del caldo, y en definitiva, habrá que decir lo de "Mi marido está embarazado".

El legislador probablemente es un seguidor de Teresa Rabal (con esa canción que hablaba del mundo al revés) ,y probablemente debería dejarse analizar por un profesional de la psiquiatría .Siempre digo que un contribuyente debe tener derecho a decidir hacer con su vida lo que crea conveniente en cuestiones de identidad y gustos y los transexuales son contribuyentes como Usted y como yo, por mucho que a las señoras mayores les duela.No obstante hay temas que deberían ser considerados por respeto a la razón clásica en el Derecho: si Usted se siente mujer u hombre pues demuestre su voluntad quitando o poniendo apéndice, pero no quiera hacer comulgar con ruedas de molino a los demás porque no tiene dinero para ello.

Ahora ya me pueden llamar "facha".

Hormon Wells

Después de los 65, por el culo te la hinco


Queridos amigos:

nada más lejos de mi ánimo que faltar el respeto a las canas. En absoluto. Muchas de ellas cebrean desde hace tiempo mi pelo negro (a pesar de mi exultante juventud, divino tesoro) y el respeto, que es cosa buena, se empieza practicándolo con uno mismo. Ya lo dijo Cuales de Mileto, el hermano listo de Tales, "Respétate a ti mismo", máxima délfica que NO tiene ninguna relación con el sexo, que les veo venir.

El otro día, mi buen amigo Jesús Llano, de quien ya les he hablado en alguna ocasión y que, repito, es un tipo excepcional que debería protagonizar una serie de televisión para la que sugiero el título "Apadrine a un estanquero", me contó una tierna historia de un vejete, cliente suyo de toda la vida, que apareció un buen día por su estanco para despedirse de él.

-- "El médico me ha dicho que deje de fumar", se lamentaba.

Con noventa y tantos años, el hombre es un libro de historia con patas: está en su tercer Borbón o, lo que es lo mismo, ha superado dos dictaduras, una dictablanda, una república y una guerra.

-- "¡No me jodas!", me dice Jesús. "Con esa edad, un pobre hombre que se fuma un puro al día. ¡Si el tabaco ya no le puede hacer nada! Hay que fusilarlo para que se muera".
-- "¿Y tú qué le dijiste?", le pregunté yo.
-- "Que cambiara de médico".

Supongo que ustedes habrán visto u oído la última campaña del Ministerio de Sanidad para fomentar hábitos saludables de vida en la tercera edad, cuyo lema reza "Después de los 65 años estás en la edad de no hacer nada o de hacerlo todo". No hagan ni caso, que estos lo que quieren es quedarse ellos con todo lo bueno de la vida. Ya cabrea un poco que para los poderes públicos la llamada tercera edad tenga un umbral tan bajo, lo que demuestra, una vez más, que la administración tiene menos cintura que una aceituna: tan fácilmente confunde jubilación con vejez, como madurez con mayoría de edad, pero son cosas muy distintas.

El Ministerio tiene la triste obligación de hacer este tipo de campañas, y yo lo comprendo (aunque resulta un poco contradictorio, porque para el neoliberalismo feroz imperante es mucho más rentable que nos muramos justo a los 65), con las que quieren condenar a la gente a una nueva Esparta de pescadito hervido y paseos pastoriles, pero yo no comparto para nada esta visión de la vejez, sobre la que vuela en círculos el miedo al taca-taca y al asilo.

Propongo, como siempre, una campaña alternativa que presente una manera distinta de disfrutar de la vida después de los 65, que no tiene por qué estar llena de privaciones: estás en la edad de hacerle un corte de mangas a tu jefe, de tomarte una copita con los amigos a la hora del café en el bar del barrio, de echarte un saludable purito al coleto, de comer bien (que no es incompatible con comer sano), de pellizcarle el culo a tu señora (o a tu "sobrina") o de dejarte pellizcar el culo por tu señor, de tomarte un whisky con almendras después del cine, de no madrugar (salvo que te guste), de paladear, en definitiva, los pequeños placeres de la vida. Si esto se practica con la debida moderación, lo que dice Jesús, lo único que les puede matar es un fusilamiento. El día que hagan una campaña diciendo esto, no me ofenderé porque me digan que la tercera edad empieza a los cuarenta. Ojalá.

Ahora que si ustedes prefieren el pescadito hervido, es su opción, pero no me compren que con eso va a esquivar a la parca, porque no. Para mí, calidad de vida es otra cosa. Tantos años currando como esclavos para ponerse a régimen. "La vida son raticos" y yo prefiero morir a los setenta de un enfisema que a los 100 con la salud intacta.

X.Bea-Murguía (que son dos días)

Jesús Llano Muriel (en la foto, en La Habana recogiendo el premio Hombre Habano del Año, que se otorga al mejor estanquero del mundo), cava-estanco Cardenal Cisneros, en el número 17 de la calle del mismo nombre, esquina a Hartzenbusch, metro Bilbao, cerca de Luchana y Fuencarral. No digan que van de mi parte que no les dejarán pasar. Como él mismo dice, lo peor del estanco, el personal y si ya les he dicho que este es de primera, no quieran ni imaginarse cómo me tiene los puros: dignos de una campaña de promoción de hábitos saludables en todas las edades.

miércoles, junio 21, 2006

La Virtud de Obélix


Queridos amigos:

hoy cerramos el plazo de confirmaciones para el Primer Encuentro Cultural y Deportivo H.Wells & X.Bea-Murguía con un número de asistentes desconocido, porque no tenemos ni idea de cuántos de ustedes se van a presentar pasado mañana a tomar una cerveza (o tal vez dos), pero, en fin, llamaré a Ricardo y le diré que en torno a veinte o veinticinco personas. Si usted no ha confirmado su presencia AQUí y, aún así, se pasa por "La Escalera", ese bar de lujo y fantasía, seguramente se lleve su cerveza y, de tapa, un capón. Aunque pensándolo bien, como contestan ustedes anónimamente o bajo pseudónimos inexcrutables (y muchos de ellos denotan cierta tendencia a la ezquizofrenia-paranoide que da un poco de miedo), no nos hacemos una idea exacta de quién ha confirmado su asistencia y quién no. Así que creo que el capón va a venir de oficio (menos a Juan (Pedro), que lo tengo fichado y no me atrevo AAAAAAAIIIIIIIIIII).

También hoy, que es siempre un día especial, tenemos una efeméride que celebrar, pues hace unos ¿tres años ya?... ¡Joooder! que se casó mi hermano Mitxu con Ana, confirmando, una vez más, mi teoría de que las chicas guapas del colegio privado del otro lado de la calle, como mi mujer, como Yolanda o como Patricia, en el fondo han preferido siempre el sudor popular, el olor a mandarina y el chandal de rayas del colegio público Herrera Oria. Esto, se lo crean o no, supone cierta victoria moral de la educación pública y gratuita.

Me lo pasé muy bien en aquella boda celebrada en Peñíscola, Castellón, en el incomparable marco de la capilla del castillo del Papa Luna, a pesar de que el calor inhumano me hizo rozar la lipotimia y me tuve que tomar una aspirina. Yo, normalmente, reniego de todo medicamento, prefiero pasar el dolor a pelo que se me antoja más sano, y como no estoy acostumbrado...

Recuerdo que en la boda estuvo nada menos que Freddie Mercury, que demostró una gran paciencia conmigo, y que, al final, como Mick Jagger no había podido venir, surgió de mí, tomó posesión de mi cuerpo. Yo no acostumbro a bailar (sobre todo, después de leer "Los tipos duros no bailan" de Norman Mailer), pero me hice el rey de la pista, un Toni Manero que cantaba como un endemoniado sin control "No puedo obtener satisfacción". ¡Hay que ver lo que desinhibe una aspirina! Si no me falla la memoria, el pincha-discos, que era el hermano gemelo de Luis Enrique, acabó hasta los huevos de mí y es que las gentes con trabajos de perfil ginecológico, con eso de que curran en lo que otros se divierten, tienen muy poco aguante. Yo sólo le pedía, insistentemente, eso sí, que pinchara una canción de los Rolling Stones... Y él no alcanzaba a comprender que el hermano del novio tiene ciertos privilegios, como cantarle: "Tu padre es Amunike" o decirle:

-- "Ponme una de los Rolling que llamo a Tassoti".

sin que se le pueda partir la cara. O la nariz.

Hizo tanto, tanto calor, que cuando acabó el baile se me cayeron hasta los pantalones del chaqué. Y no cuento más, porque, nuevamente, esto puede perjudicar mi buena imagen, pero achaquen todo comportamiento estrafalario a la tenebrosa industria farmacéutica, que el puro lo elegí yo y, por supuesto, era de calidad superior. Me fumé dos o tres.

La cuestión es que el sábado pasado, Mitxu y Ana me honraron inmensamente (y yo, de corazón, y esto es lo único serio que voy a decir hoy, se lo agradezco) haciéndome padrino de su primer hijo, Gonzalo, que no hay sitio en este blog para alabar el buen gusto de algunos a la hora de elegir padrino para su prole... Tranquilos que, como no me dolía nada, no me tomé ninguna aspirina y me porté muy bien en el convite posterior, que fue íntimo, familiar y ajustado a lo que debe ser, a mi juicio, un bautizo.

Así que ahí estaba yo, sentado en la primera fila de la Iglesia, con un cirio blanco en la mano, cuando me sobrevino un pensamiento terrible: imaginen por un momento que a una madrina se le resbala el crío de las manos en el instante mismo del bautismo, cuando el cura está rociando la tierna cabeza del bebé con el agua bendita, y que se cae de bruces a la pila bautismal. La gente gritaría con pasmo, y no sé si esta posibilidad haría necesaria la presencia en la iglesia de un socorrista o de una dotación de Cruz Roja o de un par de salvavidas naranja colgados de... Bueno, no quiero pasarme. Es sólo un chiste. Pero mi cerebro, que está lleno de vericuetos bizarros, llevó mis reflexiones a que ese crío sumergido por completo en agua bendita, como un Jacques Cousteau de la fe, tendría la posibilidad de adquirir de por vida la denominada Virtud de Obélix, el héroe del cómic que se cayó de niño en la marmita de poción mágica, cuyos efectos son permanentes en él: una fe inquebrantable.

Este es, sin duda, un descubrimiento útil para la Iglesia Católica, ya que estimo que puede conformar una solución para la actual crisis de vocaciones. Estoy convencido de que si este papa con nombre de calle ("¿dónde vives? En Benedicto 16", estarán conmigo en que ésta es una broma que como afirmación teológica tiene un peso indudable) se percatara de la existencia de la Virtud de Obélix, cambiaría el rito del bautismo: nada de trajes de cristianar, el niño en pañales como mucho, y la unción con el óleo, en vez de una cruz en el pecho, se haría a la usanza del Antiguo Testamento, como Samuel ungió a Saúl: derramando una vasija de aceite (y de oliva) por la cabeza. Así, los niños quedarían bien resbaladizos.

X. Bea-Murguía (podéis llamarme Padrino).

martes, junio 20, 2006

Elocuentes silencios sepulcrales


Queridos amigos:

Hoy, además de recordarles, que parece que ayer hubo alguna confusión, que el próximo viernes 23, a las 21.30 horas, les invitamos a una cerveza en el bar del barrio CLIC (dependiendo de los que vengan igual tocan a dos cervezas), les quiero hablar de dos hechos que me hacen pensar que mi idea de la democracia no se ajusta para nada a esta dictadura mediática y de partidos.

Quise dejar pasar el lunes, para leer, oír, ver y creer antes de lanzar una reflexión seria y serena (precisamente, lo que le falta a nuestra democracia) sobre el referendum del Estatuto de Cataluña. Y después de leer, oír, ver y no creer la cantidad de chorradas que se dice en los medios, he llegado a la siguiente conclusión de calado, digna de este cráneo previlegiado, que diría Don Ramón (y me refiero a Valle, no al Rey del Pollo Frito), que paso a enunciarles:

"Opá, viaze un corrá"

En verdad no he pensado en nada, pero es que últimamente, no sé si a ustedes les sucede, cada vez que dejo la mente en blanco, esta letrilla se apodera de mis pensamientos, como un parásito que se alimentara de mis ideas. Aunque hay otra versión más horripilante, una mutación genética del atavismo veraniego:

"Opá, vamo a por el mundiá"

Siempre he dicho que el Estatut me importa lo mismo que la declaración de independencia de Timor Oriental, algo fantástico y maravilloso, pero lejano, ecos de lo bonito que es mi pueblo (y lo feo que es el vecino). Ahora, entiendo que esa lejanía no tiene nada que ver con los 600 kilómetros que me separan de Barcelona, porque no es física, sino intelectual, que el Estatut está tan distante de Madrid como de los catalanes, que han pasado olímpicamente, como de Timor Oriental. De las diversas lecturas políticas lo único que se deriva es que en este país la única que pierde y se ve obligada a hacer autocrítica es la selección española (y, últimamente, ni siquiera, aunque ayer...)

El silencio del 50% ha sido elocuente. Los políticos saben dar tantas vueltas y revueltas a las cifras que parecen el forense de CSI ante un cadáver, pero yo les entiendo: sólo les queda la sonrisa profidén porque es imposible gestionar que uno de cada dos, directamente, ha pasado de su culo. A saber los motivos que han alejado a los catalanes de las urnas. A mí se me ocurren cientos de miles, desde “había quedado con la novia en la plaça del Diamant” hasta peregrinos "me ha venido la familia de Almendralejo y ¡tenía una cocina!"; “que ha pinchado el metro a la altura del Clot, oiga”; “que estaba en el pueblo participando en el concurso de calçots”, “no soy catalán de tercera generación y tengo complejo”, “estoy enfurruñado”, “¡Ah!, pero ¿que había referéndum hoy? Pues no me he enterat chisplau” e, incluso, algún “¿el Josep Lluis Carod Rovira? Me suena ¿no es aqueste xarnego bajito que fue presidente del Barça?...

La gente pasa del Estatut y lo único que, una vez más, se demuestra con este referéndum es que la clase política juega en otra división, que está muy, muy lejos de las verdaderas inquietudes, problemas y aspiraciones de las personas. Están a otra cosa. A celebrarlo. A salir en la tele sonriendo. Cuando una de mis peroratas no causa en ustedes un ansia irrefrenable de llamarme gilipollas, yo no salgo a celebrarlo ni pienso que nadie está de acuerdo conmigo. Esos silencios sólo me dicen que no he estado acertado.

Por eso pienso que los políticos están a otra cosa. ¿Qué me dicen de una iniciativa fomentada por unos tipos que se han dado cuenta del insulto que supone para su identidad histórica el hecho de que la mayoría de las lápidas de su infranación estén escritas en castellano y que consideran que esa afrenta de siglos debe cambiarse con dineros municipales? Crean, amigos y amigas, (LA VOZ DE GALICIA) esa iniciativa existe y es en este país de ... (y no en Burkina Fasso, donde las tumbas no tienen nombre ni esperanza). Como no hay otros problemas que resolver con ese dinero, como, por ejemplo, la incompatibilidad actual de ser madre y trabajar, los políticos matan moscas con el rabo. Yo, de verdad de la buena, que preferiría que mi lápida quedara en blanco: sería un elocuente silencio sepulcral.

X.Bea-Murguia ("¡Ay de vosotros maestros de la ley y fariseos hipócritas, que os parecéis a sepulcros blanqueados: por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre!". Mt. 23,27)

lunes, junio 19, 2006

Salmonella guaranteed


Queridos amigos:

el viernes me dejé en el tintero, en la INVITACIÓN que les hice en nombre de Wells & Bea-Murguía, evento que tendrá lugar este mismo viernes, a las 21.30 horas, en el exclusivo y lujoso "La Escalera" (haga CLIC aquí y confime su asistencia) , que era 16 de junio y que ese es, sin duda, un día muy especial, no sólo porque es el cumpleaños de mi cuñada Ana, sino porque es el Bloom's Day, el día en que tuvo lugar, hace justo cien años, la acción de "Ulises" de James Joyce, el principio de la novela moderna, el libro que todo prohombre y toda promujer que se pretenda tal debería haber leído al menos un par de veces o tres y que es con el que mi padre, Luis Blanco Vila, tortura a sus alumnos cada año. La primera vez que yo lo leí, me cagué en mi padre, porque no entendía nada, pero la segunda vez, lo comprendí todo: Joyce era, en verdad, un gallego con retranca y la clave es dar con la edición buena, que es la de Planeta, traducida por Salas Subirats. Que me corrija el catedrático.

Así que tienen ustedes dos mandaos para esta semana: leer "Ulises" y venir el viernes a tomar una cerveza con nosotros. La salmonela está garantizada.

Los ingleses están pero que muy puteados, además, por estas dos razones. Se han visto mil veces superados por los irlandeses, por más que cuenten los chistes de Lepe con ellos, y por eso no hacen nada como el Instituto Cervantes. Tienen a Shakespeare, por supuesto, pero es un personaje que se ha puesto en duda hasta su existencia y ya hay quien afirma que el de Stratford no era si no un heterónimo de Christopher Marlowe, a quien se atribuyen todas sus obras. Yo ni pongo ni quito nada, pero con esta manía tan inglesa de ir a su bola con las medidas, están como locos por reajustar el calendario para que la muerte de Shakespeare coincida con la de Cervantes en día y hora, a ver si se le pega algo. La salmonela, por ejemplo.

Insisto en lo de la salmonela, porque a falta de instituto Cervantes, que los ingleses se verían relegados a dedicárselo a Joyce o a Yeats, Beckett, Wilde, Heany, Connan Doyle, Bernard Shaw, Swift... la Pérfida Albión tiene un Instituto dedicado al Huevo, lo que, de alguna manera, la convierte en la Pérfida Albúmina. El Instituto del Huevo, esa gran institución que sirve, sobre todo, para que sus miembros tengan una excusa para ponerse una ridícula peluca y una esclavina, en el sagrado cumplimiento de su deber de velar por la pureza del desayuno inglés, acaba de dar la voz de alerta. En su momento, los españoles envíamos nuestra flota, cuando Felipe II, a luchar contra ellos y no contra los elementos, pero ahora nuestros barcos no se doblegan ante las tormentas del Canal de la Mancha y sus bodegas van llenas de huevos y resulta que lo que no pudo la Armada Invencible lo están logrando las pollas de nuestras granjas: nuestros huevos se han hecho ya, al parecer, con un 20% del mercado en Inglaterra y los gallinas ingleses, que son muy liberales a la hora de exportar jubilados a cuenta de la Seguridad Social española y hooligans borrachos y vándalos, se están quedando cluecos por el peso de los huevos españoles. Ahí, coño, con dos huevos.

Así que el Instituto del Huevo, y Dios salve a la Reina Graciosa (esto debe de ser cosa del humor inglés, porque yo no le veo la gracia a Isabel II por ningún sitio), se ha lanzado al barro de la actualidad con una declaración en la que acusa a los huevos españoles de estar infectados, en gran número, por la salmonelosis. Como suponen, no pienso hacer patria huevera negando lo que desconozco, aunque ya ha habido voces españolas expertas que achacan estas acusaciones a un truco comercial, dando garantías, literalmente (que yo lo oí en la radio), de que "todas nuestras pollitas están debidamente vacunadas".

A los ingleses se la pela profundamente lo que digan los expertos españoles y apuesto a que van a seguir dando caña con esa tesis hasta que consigan su propósito. Más aún, en caso de que de los cruces del mundial salga un España - Inglaterra, los periodicuchos esos que ellos leen se dedicarán a calentar el partido con cosas como la epidemia de gripe española de principio del siglo XX, la sífilis que nosotros trajimos de América (porque, claro, ellos estuvieron en América pero ni mataron ni robaron ni violaron a nadie) y, por supuesto, que los españoles tienen los huevos enfermos. Ya veo el titular del "Sun":

"Salmonella guaranteed"

Aunque en esto, casi estoy por darles la razón.

X. Bea-Murguía (aún muy excéptico respecto a los huevos de los jugadores de la selección española)

viernes, junio 16, 2006

Y, por fin, la prometida invitación


Queridos amigos:

Se lo veníamos avisando y quien avisa no es traidor (tal vez un poquito cabrón, pero no traidor). Gracias a su generosa entrega de tiempo, a un ritmo cada vez más acelerado que nos llena de satisfacción y orgullo, H.Wells & X.Bea-Murguía alcanzó el pasado lunes 11 de junio las cinco mil visitas...

¡¡¡ APLAUSOS !!! ¡¡¡ LANZAMIENTO DE ROPA ÍNTIMA FEMENINA !!! (calzoncillos palomineros queden colocados en su sitio que cuando la zurrapa se queda como el cemento produce desgarros que no van a saber explicar en su centro de salud).

Es por eso que hemos pensado que quizá haya llegado el momento de devolverles con gratitud esta entrega suya de la única manera que podemos: invitándoles a una cerveza y, si se ponen un poco chungos les sacamos una tapa de algo, que algo habrá para que la cerveza no caiga a plomo en el estómago. El evento no tendrá lugar finalmente en Burkina Fasso, como anunciamos, porque nos viene a desmano y el tráfico de pateras es en el otro sentido, pero si ustedes quieren acercarse el viernes 23 de junio al bar del barrio, que no es otro que el lujoso y exclusivo “La escalera”, ubicado en la Ciudad de los Periodistas, edificio Azorín, torre 3, a eso de las 21’30 horas una cervecita fresca y unas aceitunas seguro que se llevan puesta.

Cómo llegar

Fácil: cojan un taxi que les lleve a la calle Fermín Caballero, a la delegación de Hacienda. A la izquierda de la misma, suben unas escaleras que dan nombre al lujoso y exclusivo local donde tendrá lugar el acto.

Otra opción es preguntar.

En autobús, el 133 les deja en la Ciudad de los Periodistas (pregunten al conductor, a ver si está de buenas y les avisa, pero son unos edificios blancos muy altos que no tienen pérdida), desde la parada, suben por un aparcamiento que deja a la izquierda nuestro colegio, el Cardenal Herrera Oria, y a están en Hacienda, que somos todos.

En metro, Herrera Oria salida a Fermín Caballero, hay un quiosco, giran a la izquierda y siguen esa calle hasta pasar un parque que se llama de los hexágonos e inmediatamente, llegan al aparcamiento de Hacienda y del colegio.

Necesitaríamos que vayan confirmando su presencia, por aquello de preparar los canapés, que va a estar Hormon haciendo tortillas en casa y yo tengo que contratar a las gogós y ustedes se hacen cargo que no es lo mismo gogós para diez que para treinta. Para confirmar, pueden usar esta misma entrada o enviarnos un mail a wellsybeamurguia@hotmail.com o a nuestros correos particulares.

No nos hacemos cargo de las costas de transporte. Tampoco garantizamos que lo que vean les guste: somos feos (sobre todo, Hormon Wells).

Confirmaciones

Brad y Angelina dicen que harán lo que puedan; Zapatero quiere venir, pero teme encontrarse con Maragall (cuando hay botellas de por medio, ya se sabe); Rajoy ha dicho que no sabe si vendrá, pero que, si viene, él trae los huevos; Pamela Anderson, sí y se trae los globos para la fiesta; George Clooney, también, también, no se lo pierde por nada; Jennifer López insiste en quedar a solas conmigo y le he dicho que no; Chiquito de la Calzada, no puederrr, no puederrr; David Bisbal ha dicho que vendrá si le dejamos cantar y le hemos dicho que por supuesto, que cante lo que quiera, pero, si os parece, lo podemos reducir, atar, amordazar y colgar de un árbol como a Asurancetúrix; Acebes y Pepiño Blanco están regañados y transmiten mal rollo; Frenando Alonso está enfadado y es que hay gente que no sabe digerir el éxito; Sete iba a venir, pero se le ha estropeado la moto; la sueca es probable, su tanga vendrá en la imaginación de muchos; Alfredo Landa, imprescindible, si finalmente no viene, yo le imito un rato para que no nos falte; John Lennon estará en alma; Dan Brown se encerrará seguro en el baño porque es un onanista, pero estará por allí...

Recuerden que quien se encarga de que su vaso esté siempre lleno de vino es el mismo Belcebú, pero no es Dios quien lo vacía.

¿Se animan?

Hormon Wells y X.Bea-Murguía

jueves, junio 15, 2006

Somos la mejor banda de Rock y punto pelota.


¿Es un pájaro?, ¿es un avión?....., no, son Los Malditos Mojarras. Hace dos domingos tuve la ocasión con esta superbanda marginal, no digo underground porque Los Malditos Mojarras están incluso fuera del circuito underground, de interpretar en la Cadena Ser en el programa Ser Curiosos una serie de temas en la sección dedicada a "Versión y Original".

Una experiencia bastante curiosa en un estudio de radio, en un ambiente que recordaba la radio de los años 50, cuando la gente que iba por allí a probar fortuna : ahí están Joselito "el niño ruiseñor",Marisol, Rocío Durcal etc..., en esta ocasión se trataba de 4 sujetos que la mayoría de Ustedes conocen que ya están prácticamente deshauciados en el mundo de la música y en la vida.
Una experiencia aún más curiosa para los yonkis de la zona dónde se ubica la cadena de más audiencia; disfrutaban al verme pasar con los diferentes artilugios de mi batería mientras salía del parking de Tudescos y emitían frases "drogadictómanas" del estilo : "Aivá como molan los tambores qué no?...".Mientras acudía junto a Frankie a la puerta de la emisora, pudimos observar lo bonito que está el centro : es una maravilla en que cualquier niño o joven puede aprender los oficios más considerados de la sociedad como : carterista, chapero, traficante, prostituta.... etc. Qué bonito es el centro y vivir en el mismo.

La interpretación de los temas fue un ejemplo de que Los Malditos Mojarras, y lo digo como miembro fundador y con toda la chulería del mundo, es la mejor banda actual de Madrid sin apenas ensayar, los técnicos es cierto que no supieron dar con el sonido característico "Mojarra Sound" y hubo quien llamó alarmado diciendo que si estabamos borrachos, también es cierto que somos una banda de directo y normalmente los /las que acuden a nuestros conciertos suele estar bastante perjudicados/as con esos garrafas "On the rocks" que ponen en los garitos.

Por lo demás me he quedado asombrado con la foto que alguien disparó y que tratada con Photoshop si bien no me hace ser más guapo, ni más alto, si realza mis cualidades interpretativas al mando de un baterón Gretsch del 8.

Los tacones realzan otras cosas pero eso lo debe explicar Durdi.

No tengo abuela y Los Malditos Mojarras (Pronúnciese : Amos del Rock), tampoco.

Hormon Wells

El Evangelio según el Hijo


Queridos amigos:

la humanidad está llena de contradicciones y creo que no es algo que a ustedes, que, en general, son listos (menos uno o dos), se les escape. Yo mismo, que me explayo aquí cada mañana para mi propio divertimento y, de paso, para quien quiera leerlo y comentarlo, soy un hombre contradictorio. Es difícil, y poco humano, mantenerse toda la vida en las mismas, como no sea un lema cacareado y sin razonamiento previo, algo que se ha aprendido por absorción acrítica de una fuente fidedigna. Lo normal es que los argumentos vayan variando con la experiencia, que nos calmemos, que quitemos vehemencia a nuestras verdades, que antaño creíamos fuertemente cimentadas y que, como siempre digo, son como diques que se resquebrajan por la acción de una grieta diminuta: la duda.

La duda es buena. Es humana y nos hace avanzar. Si no duda usted incluso de lo que cree saber tan bien, se quedará obsoleto. La duda mueve la revisión constante del conocimiento y lo mejora. Duden ustedes, háganme el favor, duden de todo... Duden de sí mismos, duden de sus posibilidades, duden de lo más íntimo que tengan, duden incluso hasta de su fe (los que la tengan). Y cantemos juntos, hermanos y hermanas de la congregación, canten conmigo con alegría:

"Lo dudo, lo dudo, lo DUUUUDO,
que halles un amor tan puro,
como el que encuentras en mí".

Sé que últimamente tengo un empeño muy tonto en que hagan ustedes el gilipollas delante del ordenador para que les pille su jefe haciendo lo que no deben, pero no duden de que es por su bien. Mejor dicho, dúdenlo.

El rollo de hoy va de Jesús, de ahí el tonillo eclesiástico-catecumenal, un señor que dijo muchas cosas pero, duden, porque a saber lo que nos ha llegado si tiene que ver con la verdad o no. Yo, de mínimo, dudo, pero esto también lo dejo para su fe. Y es que hace poco que he leído un libro que les quiero recomendar a todos ustedes, creyentes y no creyentes, siempre que se enfrenten a él con espíritu crítico y no dogmático. Si no se van a liberar de la catequesis, déjenlo.

"El Evangelio segun el Hijo", de Norman Mailer, un señor que no tiene el Príncipe de Asturias de las Letras porque la ministra de Cultura no tiene ni puta idea y se ha pensado que lo de premiar literatos es una cosa del marketing. Paul Auster está bien, coño, a mí me gusta, pero hay otros que lo merecen más. Es como si se lo hubieran dado, ¿qué sé yo?, a Frenando Alonso. El chico, es bueno, claro, pero Michael Schumacher es el mejor piloto de Fórmula 1 de la historia... ¡Ah! Pero... ¿Que ya se lo han dado a Alonso? Entonces... ¿qué coño se premia con el Príncipe de Asturias? ¿Ser del pueblo de al lado de Oviedo? ¡Puxa Asturies!.

Mailer nos presenta un Jesús que cuenta su propia vida y que es esencialmente humano y, por tanto, lleno de dudas. No le arranca la divinidad y ni le pone en situaciones que pudieran hacer que los más fervorosos seguidores del catolicismo se rasguen las vestiduras. Lo que hace es quitarle el misterio, ofrecer una faceta humana de Cristo plagada de indecisiones, de palabras que no sabe muy bien a qué responden ni de dónde le vienen, de discursos improvisados que van en busca de un nuevo mensaje que él mismo no tiene ni muy claro ni muy definido hasta el final. Un líder humano educado en la carpintería de José (y no en Egipto ni en la Luna ni en ningún lugar misterioso y secreto), un hijo que riñe con su madre por diferencias respecto a su futuro, que a lo largo del libro debe controlar sentimientos de soberbia, ira e, incluso, lujuria, como buen esenio, y que quiere cambiar las cosas, aunque no sabe muy bien por dónde empezar. Mailer limpia los Evangelios oficiales de exageraciones, aunque sigue siendo un Jesús con poderes curativos y milagrosos, hace de él una figura mucho más creible que duda hasta de sus apóstoles (excepto de uno, que lo tiene fichado desde el principio ¡No mi judas!).

Nada que ver con "El Evangelio según Jesucristo" de José Saramago, que también les recomiendo, pero para enfrentarse a este texto, más que espíritu crítico tengan en cuenta quién es Sara Mago (Ex Peranza Dixit, Pixit y Jinks).

"El Evangelio según el Hijo" está editado en Anagrama y es una viva recomendación. Duden de mi criterio.

X. Bea-Murguía (no sólo de coñas vive el hombre)

miércoles, junio 14, 2006

Rojo, amarillo y ...


Queridos amigos:

cada vez que hablo de estas cosas me acuerdo de los payasos de la tele, que hoy son tan políticamente incorrectos: el auto es de papá, que mamá no tiene ni puta idea de conducir y, además, tiene que planchar (así, planchaba, así, así), la gallina está loca por poner huevos pero el cabrón del gallo se desentiende tanto que ni aparece en la canción y el fútbol es cosa de hombres: chuta Ramón, no chuta María de las Mercedes ni nada parecido.

Con todo, ¡qué grandes temas, qué recuerdos, qué pedagogía infantil! Veíamos a los payasos de la tele y nuestros padres estaban tranquilos, no como ahora que cualquiera se fía, mucha educación moderna, mucha psicología y mucho hablar con el crío, pero como lo sientes en la tele media hora aprende a enseñar el culo, a decir unos tacos que ni yo me atrevería y a practicar bondage.

Los niños de ahora son la leche, ya lo dicen los Rolling Stones en "Mother's little helper" (El pequeño ayudante de las madres): "Hay una pequeña pildora amarilla, ellas van corriendo al refugio del pequeño ayudante de las madres". Fíjense en la inocencia de los payasos de la tele que decían, en la canción del auto de papá, que cuando hay un semáforo en rojo hay que...

-- "¡PARAR!".

Cuando hoy todos sabemos que los semáforos tienen cuatro colores: verde, pasa; amarillo, acelera que te da tiempo; rosa, pasa a toda leche que el otro aún se ha abierto; y rojo, pita al capullo de delante que estaba en rosa y pasabais los dos de sobra. Sin embargo, con los payasos de la tele aprendíamos esto al dedillo, cuando el auto de papá estaba parado y decía Miliki:

-- "Rojo, amarillo y..." (Por cierto, Miliki, macho, que la secuencia de colores de un semáforo es al revés).

-- "¡VERDE!", gritábamos desde casa y en nuestro ánimo ya estaba la intención de salir a todo gas. De hecho, hacía rato que estábamos picados con el de al lado para pasar por delante de él por el estrechamiento más allá del cruce. Éramos críos y, para nuestro ayuntamiento, seguimos siéndolo. No es que no sepamos lo que significa de verdad el código de colores, que esa semiótica está escrita en nuestro córtex de manera indeleble, es que a los adultos nos da por la reinterpretación de signos desgastados por su abuso, aplicando nuestro propio criterio para una adecuación de su significado a una circunstancia concreta, lo que, en muchas ocasiones, trae consigo consecuencias lamentables, pero esto forma parte de la condición humana adulta, que es más compleja que tres colores, y ni el carnet por puntos, ni las multas abusivas, ni la cárcel lo va a cambiar.

Sin embargo, no va a ser por el esfuerzo didáctico de los payasos de la tele: rojo, amarillo y verde. El mundo en tres colores es así de sencillo para niños, suecos y autómatas, para robotijos obedientes con nula capacidad decisoria, pero no es tan fácil, que cuando la vida es cuestión de tres opciones fáciles también nos equivocamos en numerosas ocasiones.

Por eso, como ya prediqué en una ocasión (CLIC), nuestros gobernantes nos cercenan las opciones: en primer lugar porque si el niño está quieto absorbido por la tele, no hace trastadas; en segundo lugar, por pasta: multas millonarias al primero que se le ocurra moverse. No es que les esté invitando a que se salten los semáforos (ni mucho menos, que eso puede perjudicar a terceros), es que echo de menos un poco de rebeldía ante estos abusos consistoriales. El último, en Barcelona, de la famosa ordenanza municipal de Joan Clon en pro del civismo, multará este verano con nada menos que 1.500 eurazos a quien ose bañarse en la playa con bandera roja. Y ya estamos con lo de siempre. Me imagino al municipal multando a ese Josua de L'Hospitalet de Llobregat, con sus tatuajes modernos, su piercing y su bañador surfer:

-- "Son 1.500 euros del ala, por pronto pago, un 30% de descuento... A mes, a mes estamos que lo tiramos".
-- "Pero, agente, que yo vi los payasos de la tele de petito".
-- "¿De qué te quejas? ¡Agradece que te estoy salvando la vida!".

Claro, mejor cállate que te mete otra multa por ir descalzo. Joder. Que te puedes cortar, inconsciente... 600 euros.

Que no haya revueltas populares en Barcelona contra esta ordenanza es flipante. Los únicos que han protestado son los surferos que, claro, como no han visto los payasos de la tele no tienen muy clara la semiótica. Además, con bandera verde no hay quien pille olas. La bandera roja es lo que tiene: que empieza siendo un símbolo de libertad y revolución y acaba significando sometimiento y represión.

Nunca más cierta la copla:

"El afán recaudatorio
mueve a su consistorio".

Por otro lado, estas multas colaboran a engrosar sustanciosamente las arcas municipales, así que si ustedes se saltan un semáforo; si dejan que su perro se cague en la calle del alcalde y no lo recogen; si orinan sobre el mobiliario urbano; si le hacen un corte de mangas a un guardia; si conducen con el móvil; si fuman en prohibido; si rompen una cabina en un arrebato de ira o, por poner un ejemplo tonto, convocan un macrobotellón en la puerta del concejal de urbanismo... En el fondo, están haciendo algo que repercute en beneficio de todos.

Pero no lo hagan, ¡eh! Mucho ojo.

X. Bea-Murguía (Mi granito de arena por la prosperidad municipal).

martes, junio 13, 2006

La sombra de Stalin es alargada


Queridos amigos:

hace mucho tiempo que no se qué creer ni a quién. No les voy a pedir que lo lean, aunque les costaría tres minutos y seguro que obtendrían sus propias conclusiones:

EL MUNDO (En portada y con foto de un perplejo Mariano Rajoy).

EL PAÍS (Sin portada y con una foto en la que no se ve a Rajoy, aunque está).

El inicio de ambas noticias es parecido: Rajoy y Piqué son abucheados e insultados por cuatro dementes que 1.- No toleran que nadie tenga una opinión distinta; 2.- No tienen otra cosa mejor que hacer que dar votos al PP en Cataluña. Si yo fuera Rajoy, yo mismo les avisaría del lugar y la hora de mis mítines e, incluso, me cagaría en su madre por tener tan mala puntería con los huevos. Una foto de Mariano en primera con un huevazo en la cara vale su peso en noes al Estatut.

Estoy convencido de que la inmensa mayoría de los catalanes, como yo mismo, vive al margen de esta pelea política y se preocupa tanto por el Estatut como por la guerra de Angola (por cierto, ¿sigue habiendo guerra civil en Angola?). Los medios siempre nos presentan una realidad exagerada porque las cámaras sólo pueden apuntar a un sitio, a un suceso, lo que, inevitablemente, lo saca de contexto. Uno puede llegar a suponer lo que acontece alrededor, en la parte del hecho que la cámara no puede captar. Si se mira desde la distancia, o si se cree a pies juntillas lo que dicen los periódicos, se puede concluir que la inmensa mayoría de los catalanes está de acuerdo con la lamentable agresión a Arcadi Espada, que los que están aplaudiendo en la sombra, hubieran deseado estar allí para sacudirle ellos mismos, pensando secretamente que Espada se lo merece, que se la estaba buscando. Esto no es verdad. No puede serlo. Cataluña es mucho más diversa y cabal. Mucho más que un becerro con una senyera independentista. Si yo fuera Arcadi, pondría la otra mejilla, que es un paso más hacia el triunfo electoral.

Las dos noticias que les propongo hoy tienen la misma fuente: la Agencia EFE. El hecho, los insultos y los huevazos, es el mismo. La circunstancia, las omisiones, las reacciones políticas son puro Stalin, Propaganda Fide. Por ejemplo: El Mundo omite que Pascual Maragall ha condenado públicamente las caceroladas contra el PP. Digo yo que la opinión del Mol Honorable President de la Generalitat debería tener su peso en esta historia, pero, claro, esto no renta. El País saca de paseo a Martínez Pujalte (martillo de infieles) y a los pesos pesados del PSOE acusando al PP de atacar a Cataluña, pasando por alto que el eslogan de la campaña socialista por el sí al Estatut es un vergonzoso: "Sí gana Cataluña, NO gana el PP". El lema está currado, todo hay que decirlo: el "sí", aunque acentuado, deja entrever un condicional de ida y vuelta de lo más retorcido que dejo para su buen entendimiento.

La información de El Mundo está mejor pensada, para mi gusto: toda alusión al PSOE se queda en la acusación de Rajoy a Montilla y Saura de ser los agitadores, los instigadores del acoso huevero al PP. Si esto fuera verdad, ¡qué pareja de gañanes! ¿Cómo pretenden hacer pasar por fascistas a los agredidos? Su argumentación caería por su propio peso.

El País, sin embargo, dice: "Por contra, el primer secretario del PSC, José Montilla, afirmó ayer que los abucheos a Rajoy fueron el "clamor" de la sociedad contra la política "miserable" y de confrontación del PP. Montilla dijo que la protesta surgió de "forma espontánea" entre ciudadanos que quisieron decir 'no' a los "ataques continuados contra Cataluña" del PP". Este párrafo debería costarle la dimisión al redactor, por lo menos. Primero, con "clamor de la sociedad" da carta de naturaleza a los agresores que, según El País, sí representarían a Cataluña. Craso error. Segundo, si no quiere usted contar los antecedentes de las declaraciones de Montilla, ¿por qué asegura que todo es espontáneo? Esto deja al ministro en un mal papel de "Excusa no pedida, acusación manifiesta".

No quiero condicionarles (más). Lean las noticias y traten de sacar sus conclusiones. Yo ya he formado mi opinión, aunque creo que la tenía antes de leer los periódicos, porque los medios de información en España tienen ese pequeño defecto: no están pensados para generar opiniones bien cimentadas, sino para reforzar posturas prefijadas.

Leanlo y opinen, a ver si podemos enriquecernos todos. Opiniones made in Cataluña serían muy bienvenidas. Y no tengan miedo de expresar su parecer, que no pienso retirarles ni una micra de afecto sean cuales fueren sus opiniones.

X.Bea-Murguía (Votemos no al sí o no y sí al quizás, quizás, quizás).

Por cierto que hoy es San Antonio de Padua, así que felicidades a todos los Antonios, que yo sé que por aquí hay tres o cuatro.

lunes, junio 12, 2006

No me toquen el epidídimo


Queridos amigos:

padeceres les deseo los justos o ninguno, aunque hay quien opina, y doctores tiene la Iglesia, que es a través del sufrimiento que uno se fortalece y, por el contrario, el placer produce flojedad de ánimo. No pienso ponerme a disertar ahora sobre el bien del mal ni sobre la tensión entre contradictorios conceptos, ni quiero armar de razonamientos lógicos a aquellos que buscan que les zumben la badana, que les aten e insulten, que les dominen y les ahoguen. No lo necesitan: todos deberíamos ser libres para que nos marque el amor, para que nos llene de cicatrices. Allá cada cual.

Tantas veces se ha señalado la hombría en los testículos que el tópico ha hecho sombra a su verdadera fuente, que es el epidídimo. El epidídimo, amigos machotes, amigas que los soportáis, es un órgano enmadejado que es sensible como el honor y que hincha la huevera hasta la deformación cuando se altera, produciendo un dolor sordo y agudo y un paquete que ya quisiera para sí un chulo de barrio.

Por eso hay que medir bien lo que se juzga antes de dar una opinión, porque puede resultar que se piense y se extienda el rumor de que un Josean usa calcetines de relleno, cuando el pobre hombre, en verdad, sufre una enfermedad no crónica pero, a decir por quien la ha padecido, bastante dolorosa que se llama epididimitis.

Un epidídimo inflamado es un signo de hartura y es de ley vindicar aquí y ahora que se destierren para siempre del acervo y la cultura popular expresiones chuscas como "esto me hincha los huevos" o "no me toques los cojones" cuando, como ha quedado dicho, todo mérito de hombría testicular reside en el epidídimo, que es la confluencia de vasos seminales, el punto de unión del hombre con sus gónadas, el pequeño resorte imprescindible para convertir el escroto en un pez globo.

Sólo quien haya padecido epididimitis conoce esta dimensión del dolor y de la humillación; sólo quien ha tenido el epidídimo inflamado sabe de la incomprensión de la gente, pues ha catado los ojos de las mujeres clavados en la taleguilla y ha visto bocas y oídos floreadas de expresiones susurradas e insidiosas como:

-- "¿No os parece que José Alfredo no estaba tan bien armado antes?".

Yo he conocido la triste historia del epididimítico porque me ha sido revelada en la intimidad de la noche y puedo decir, solidariamente, que a todo lo relatado se une que el remedio comienza por la búsqueda de un diagnóstico acertado a través del esfinter. Quien así se me confesó, me contó que, apoyado sobre la camilla, puesto en posición y con el dedo dentro, el médico le ofreció consuelo con las manos en los hombros mientras le buscaba líquido prostático para hacerle un analís.

Hay pocas enfermedades que acarreen tanta risita floja, tanta incomprensión social, tanta insidia como la epididimitis, lo que convierte a quien la padece en una suerte de leproso con los huevos hinchados que une su soledad impuesta al intenso dolor testicular. Sean comprensivos, amigos, ellos merecen todo nuestro apoyo, que forma parte de la curación. Hemos de combatir juntos todos los aspectos de esta terrible patología, por eso, acepten mi consejo y si conocen a alguien que la haya padecido, no se guarden su nombre en el anonimato: guárdenselo en la recámara.

X. Bea-Murguía (jejeje)

Hoy es el cumpleaños de mi primo Kiko, a quien quiero como a un hermano. Quizá sea por eso que tantas veces hemos acabado a tortas primero y a besos inmediatamente después. Felicidades cabezón.

viernes, junio 09, 2006

Apreciaciones Veraniegas



Papichulos:

El verano se acerca, en apenas unos días muchos de Ustedes comenzarán a realizar su trabajo en jornada intensiva, a andar en calzoncillos o en bañador por la casa, a bostezar mientras contemplan las asombrosas evoluciones de ciclistas drogados subiendo cuestas.
Estas actitudes son normales, pero el verano es una estación propicia para actividades y planteamientos vitales inauditos.

a) La Barbacoa

Actividad estrella del verano, siempre hay un amigo iluminado que plantea una barbacoa a las afueras de la ciudad, en un día preferiblemente en que las temperaturas alcanzan los 40º . Se compran derivados del cerdo y se preparan sangrías descomunales, el efecto habitual son insolaciones y cortes de digestión (por baño posterior a la pitanza en un río contaminado). Las barbacoas estrella contienen este tipo de frases: “Joder se nos ha olvidado el hielo, bajamos a la gasolinera, estaba a 20 Km no?” “Guripa no se preocupe que controlamos las brasas”.


b) El Camping

Los seguidores acérrimos de la barbacoa, un buen día se plantean por qué bajar a la ciudad, quieren ser libres como el viento y además en el campo no hay que ducharse.Surge el fenómeno campista.
El fenómeno campista origina paisajes desoladores, lo más parecido a un campo de refugiados pero con coches, televisores de plasma enchufados a generadores eléctricos y botes de “baigón”.Es habitual montar “Campings” frente a antiguos arroyos en los que “Aquí hace 20 años que no llueve”.

c) La depilación

Planteamiento vital de cualquier hogar español. En estas fechas, la Señora Z grita y está a punto de desmayarse cuando al contemplarse frente al espejo descubre que tiene la barba de un Jipi en la entrepierna. Surge el planteamiento: Compro la Epi Lady o una podadora.

d) La canción

En un ascensor, en la gasolinera, en el Pryca..... el Verano plantea un mantra musical, con la canción del verano se anula la mala hostia en el atasco de la carretera de Valencia camino a Torrevieja, se imprime en el cerebro y sólo se tararea “Opá , viazé un corrá”.

e) Las bodas

Actividad también estrella, pero menos que las barabcoas porque aquí ya es necesario que haya un engaño mutuo, el amigo iluminado no participa, participa la asombrosa imaginación del hombre medio con alguna frase lograda como: “¿Quieres casarte conmigo María Antonieta? y algún pensamiento sacado de la revista Elle “¿Sí me pide que me case, le pido que venga mi tía Azucena de Teruel o le digo que quiero operarme de hemorroides?. El tema acaba normalmente con 850 invitados intoxicados por salmonella.

f) Perseguir Suecas o Guiris

Da igual, son de fuera y llama la atención porque siempre se puede sacar provecho de la falta de comunicación con un “ Ya te he dicho que te avisaba, pero como hablas Flamenco pues claro...”. Esta actividad es autóctona de la gente de Costa pero también se lleva a cabo en horas de trabajo.

Hay un largo etcétera, estamos abiertos a sus comentarios.

Hormon Wells

No sólo tienen piernas...


Queridos amigos:

entre las muchas y diversas tareas profesionales que me han sido encomendadas a lo largo de mi vida, y juro que todas son confesables y que en ninguna de ellas ha sido preciso el uso de rodilleras (Frutero, que te veo venir y voy con la regla), no puedo contar con experiencia alguna frente a una cámara. En eso, soy virgen.

Quizá por ese motivo, me parece una tarea difícil y muy exigente. Veo a los presentadores de televisión, me imagino, como todos, que por debajo de la mesa se hacen guarrerías, y con esto quiero decir putaditas, pero se les ve serios, puestos, inmanentes, teotocos, poco expresivos, tratando de no dar su opinión con la mirada mientras leen el autocue. Uno no puede llegar a imaginar que esa gente, que, en ocasiones, parecen muñegotes manejados por la mano invisible (la del poder) tiene su vida aparte, sus emociones, su otra cara, sus problemas, sus vicios, sus aspiraciones, como llegar a ser reina de España o reina de la noche (este último caso, encaja con más de uno).

Sin embargo, el otro día tuve la oportunidad de compartir mantel con una presentadora de telediario, Begoña Tormo, que me sorprendió por su desparpajo y su naturalidad, que llega hasta un punto, si me lo aceptan, insolente y descarado, pero con mucha gracia.

Fíjense cómo fue la cosa que se nos presentó sin haber fumador un puro en su vida y la comida iba de eso, de echarnos para dentro un Cohiba Robusto que, desde luego, no es un cigarro para no iniciados. Vista su poca experiencia, le advertí varias veces, antes de entrar, de que el pedo de puro es fatal y que si veía que empezaba a encontrarse mal, cosa natural entre no iniciados, con toda confianza lo dejara que estábamos allí en familia... Pues se fumó dos.

Begoña comenzó, poco a poco, a hacerse con el mando de la conversación, sin cortarse un pelo, incluso contando chistes y anécdotas bastante fuertes, hasta que acaparó toda la atención de los siete hombres que compartimos mantel con ella: siete tíos mirándola como siete cámaras, mudos y testigos, con las bocas redondeadas como objetivos por la sorpresa inesperada y desternillante. Yo no podía reír más y me entraba la tos y a mi izquierda, Jesús Llano, que dice que las emociones tienen fecha de caducidad, se descojonaba (que es la palabra exacta para lo que le pasaba) a mandíbula abierta como si de ésta ya sólo se pudiera disfrutar en ese instante y nunca más.

Al final, no recuerdo a cuento de qué, Begoña quiso con sus abiertos ojos azules, poner en balanza la idiosincrasia francesa con la española, con un ejemplo del Tour de Francia. Según ella, iba José Miguel Echevarri detrás de Perico Delgado, como hacen siempre los directores de equipo, dando ánimos al corredor en la última y trascendental etapa contrarreloj, y lo hacía de este pelo (y, para darle el tono adecuado, Begoña se puso a gritar):

-- "¡VAMOS PERICO, ME CAGO EN DIOS, DALE CON TODOS TUS COJONES, QUE TE ESTÁ VIENDO TODA ESPAÑA!".

Silencio en el restaurante.

Sin embargo, a Laurent Fignon, su director de equipo, con boquita de piñón, le animaba:

-- "Allez, Fignon, allez, allez".

Vano el esfuerzo de Echevarri, que aquella etapa y aquel tour lo ganó el carapolla del Fignon, un tipo que escupía al público y que decía que cuando la carrera llegaba a los Pirineos Españoles se convertía en una casa de putas, que digo yo que si tanto conoce este hombre la esencia de un lupanar será porque en alguno habrá estado, aunque sólo sea por hacerle una visita a su madre.

Después de la comida, y de los dos puros, me di cuenta de que algunas presentadoras de televisión no es que tengan piernas, también tienen lengua... ¡Y vaya lengua!

X. Bea-Murguía (no tengo hoy la sensación)

jueves, junio 08, 2006

¿Cómo va tu nena?


Queridos amigos:

en anteriores ocasiones les he contado mis tribulaciones como padre y mi incomprensión de la puericultura moderna, que nos ha hecho pasar de un extremo a otro de una forma, a veces, tan radical que hace que muchos esquemas se me rompan. Yo trato de aplicar un modo de educación como el que me dieron mis padres que no ha sido tan malo o, al menos, el resultado ha sido óptimo: soy una persona que sabe estar, tengo mis valores, mis aspiraciones, mis ideas. Estoy socializado.

Mi madre aplicaba dos métodos distintos según la circunstancia. En público, procedía con la guindiña picanta, que es algo que, lamentablemente, en la puericultura moderna se ha perdido y que tenía su qué. Era doloroso, pero no dejaba ninguno marca, y era muy discreto, sobre todo eso, discreto. Te atizaba el clásico pellizco de monja que te daba a entender que por ahí ibas mal. En privado, sin embargo, era más partidaria de argumentar, de razonar. Se ponía a tu altura con la zapatilla en la mano y daba en el culo un par de argumentos y un par de razones que uno podía entender fácilmente. Hoy, mi madre casi sería una maltratadora, porque en el maremagnum informativo demencial en el que nos hemos metido se obvia que el maltratador, a diferencia del "la maté porque era mía", lleva consigo un componente de agresión psicológica constante, de humillación y de abuso sistemático y arbitrario del que mi madre, ni que decir tiene, no hacía uso.

Un clásico en mi colegio era el conserje, Patro, quien muchas veces, nada más verme, me agarraba de la patilla y tiraba el cabrón como si me fuera a depilar.

-- "¡Que no he hecho nada, Patro!", me quejaba yo.
-- "Seguro que sí", contestaba él.

Y eso que yo era un niño razonablemente bueno. Actualmente, estas lecciones se han sustituido por la psicología y los padres de hoy, convencidos de que es mejor razonar las cosas con nuestros hijos, nos devanamos los sesos tratando de poner unos límites lógicos que, nuestros padres, establecían fácilmente con un castigo a tiempo o con la zapatilla, culmen de la crítica de la razón pura.

Viene a cuento porque el otro día fui a la reunión anual del cole de mi hijo Rodrigo, que es una cosa que también hacemos los padres modernos y que está muy bien, es muy importante hacerlo, pero nos soltaron una serie de premisas un tanto desconsoladoras, al menos, para mí. No ya por lo que se aprende en el cole, que ahora están profundizando en la diferenciación gráfica y sustancial del "6" y la "e minúscula", también porque lo que intentan es orientar la educación en casa y, para ello, te dan una serie de consejos que madre mía. Entiendo que habrá padres que no hacen ni puto caso a sus hijos, pero yo no necesito una reunión en el colegio para que me digan que le lea cuentos a mi niño ni muchas otras cosas que, al menos en mi caso, surgen solas del amor paterno-filial.

Me llamó mucho la atención que nos dijeran que los niños se desfogan moviéndose y que no debemos coartar su histerismo vespertino, que tenemos que dejarles esa vía de escape. Yo puedo llegar a entenderlo, pero, ¿quién me entiende a mí? Me levanto muy pronto, me voy a currar, estoy todo el día tratando de no coartar a mucha gente, llego a casa a la hora en que no hay que coartar a mi niño, que está como una locomotora con la caldera a tope, y, ¿qué quieren que les diga?, al final le dices:

-- "¡Tate quieto ya, coñññño!".

Pocos días después de la reunión, a la hora de la cena, mi niño se estaba desfogando bien a gusto hasta que cayó una mesa con tres jarrones, dos se rompieron, y tuvimos que salir escopetados al centro de salud a que le cosieran el pie (dos puntos, tampoco se vayan a pensar que le han dejado el pie como la cara de Keith Richards). Y eso que mi Rodrigo es MUY BUENO y esto no es una coña. Estoy convencido de que ésta es un lección que no va a olvidar fácilmente, porque ahora le dices:

-- "Rodrigo, coser".

Y va como la seda. Está suave, suave. Como digo, ésta, de momento, se la ha aprendido de dos pespuntes.

Podría decir que la reunión del colegio fue un tostón, aderezada por las tonterías que preguntan los padres (que equivalen a las que preguntan los periodistas en las ruedas de prensa), si no fuera por un descubrimiento imprevisto y sustancioso, del que espero poder sacar tajada. A base de guindiña picanta, el que suscribe ha aprendido que cuando uno llega tarde a un sitio, debe entrar discretamente y sentarse al fondo, trantando de no interrumpir y, sobre todo, de pasar desapercibido. Media hora después de empezar, irrumpió en el aula una guardia civil (ahora hay que llamarla guardia civila, que hace falta ser...) de una manera tan rotunda que a punto estuve de meterme bajo el pupitre. Sólo le faltaba el tricornio y el bigote: iba de uniforme, entró de golpe (de estado), dio dos gritos (para disculparse) y, además, llevaba la pistola en la cartuchera (mi madre a lo más que llegó fue a la zapatilla esa flojona que ni hacía daño). Es enternecedor descubrir que la mamá de una compañera de clase de tu hijo va armada a las reuniones del cole. La profesora se quedó lívida, pero yo pensé: mira tú por dónde la próxima vez que me paren a la entrada del pueblo, algo para lo que parece que tengo imán, le voy a decir:

-- "Hola, soy el papá de Rodrigo, ¿cómo va tu nena en clase?".

X. Bea-Murguía (en camino hacia Valencia).

miércoles, junio 07, 2006

¡Coño!


Queridos amigos:

Coño es una palabra que me encanta porque es corta y contundente y, además, rima con moño y, de este modo, todo va de pelo. Coño es mucho mejor que, por poner un ejemplo, potorro que rima con morro y la cosa queda mucho más babosa. Coño es simplemente mágica, determinante, comodín y le saca a uno de muchos aprietos. Un coño a tiempo es un salvavidas en la tempestad, un oasis en la sequedad del verbo, la supervivencia del acorralado que, desnudo de argumentos, busca en coño la solución a su problema.

Dice uno: “¡Coño!” y se queda tan a gusto. Yo no sé por qué la incluyen tan injustamente en el redil de las malsonantes, con lo cálida que resulta al oído su resonancia gloriosa, como en bóveda de cañón, aún segundos después de dicha, llevando consigo el eco maravilloso de la calma final tras la discusión. Si yo fuera cura, la usaría con potencia tras el Evangelio:

-- “¡Se sienten, coño!”.

Yo les sugiero que hagan el ejercicio de repetir sin cesar, como en un bucle, esta hermosa palabra que es unisex, que no hace distingos de género ni de raza ni de religión: todo el mundo entiende coño, a todos desfoga y, además, tener coño en la boca es universalmente útil para situaciones ya descritas y otras tantas que, si fuera marca ACME, hacía tiempo que nos habría descubierto la Warner Brothers en los dibujos animados. Coño es la navaja suiza del diccionario: vale para todo.

Por eso afirmo que donde quepa un buen coño no hay sitio para falo, pene y Dios sabe qué otras palabrejas y palabros vacíos que, al principio, pueden dejar a un oponente tieso, pero su efecto se desinfla y ya no hay quien lo reanime. Con coño eso no pasa. Coño siempre está ahí, como digo, corto, sonoro y contundente. Coño es vida.

Repitan conmigo: ¡COÑO!

Así, coño, díganselo a su jefe, pero masticando la eñe: ¡Tate quieto COÑÑÑÑO!

O rozando la i latina, que queda más fino: ¡COÑiO!

¡Qué belleza! ¡Qué desfogue!

Estarán ustedes pensando que se me ha ido la cabeza al coño, desconcertados tratando de averiguar de dónde coño saco hoy mi pensamiento de todo a cien. No todo va a ser la filosofía y el pensamiento occipital, el trabajo, los problemas, el IBI (¡coño!), los fascistas que te llaman fascista y te agreden (o te matan) por decir lo que te da la gana, Hacienda (¡coñññññño!). A veces es muy necesario encontrar una evasión de estas pesadeces y coño se la ofrece: huyan por su poblado bosque, ¡corran!, que con coño se lo pasa uno muy, pero que muy bien.

La procedencia de mi coño es una foto real en la que SAR la Princesa Letizia se ha dejado llevar por el viento de la modernidad, mostrando el triángulo preciso de la sucesión, el de la continuidad de la monarquía, la triada origen de Doña Leonor, aunque pudorosamente guardado por unas bragas que, digo yo, serían de marca Princesa. Estos del marketing son listos pero ya rizan el rizo coñero: ¡patrocinar al aire para que salga su anuncio tapando un coño real! Es un poco rebuscado, pero muy original.

A SAR Letizia le tengo yo reconocido que, como mandan las reglas de la democracia, ha reforzado más que nadie la neutralidad de la corona en el hecho político. Ella sola ha conseguido que monárquicos y republicanos estén de acuerdo: todos la odian, coño. Pero a su Real Coño, además, se le debe otro punto de acuerdo: ¡qué braga más espartana! ¡Qué poco glamour! Si el Atlético de Madrid le debe a Fernando Torres una legión de pequeños nuevos adeptos, la causa monárquica chorrea seguidores que han descubierto que lo peor de la princesa estaba por ver. Y ya visto, digo yo: ¡coño! ¿por qué nadie mete mano en la braga de la princesa? ¡El asunto pide a gritos un asesor de lingerie! ¡Un jefe de la Casa Real experto en coño!. La modernidad de la monarquía ha quedado por los tobillos: las bragas populares de hoy asoman por arriba y son de hilo (dental) y no de esparto. Juan Manuel de Prada me dijo en una ocasión que las organizaciones anacrónicas tienen que seguir siéndolo o pierden su sentido y desaparecen, referido al matrimonio morganático de Felipe (o, quizá, lo decía por el celibato de los curas), pero la intimidad de la princesa no es anacrónica: es de cenobio.

El republicanismo en España gana adeptos, que sacuden banderas tricolores ante las reales caras de los príncipes (que, al verlas, si hubieran dicho ¡coño! se habrían sentido a salvo) y esto huele a que ya no lo arregla ni Jaime Peñafiel en tanga de leopardo.

Yo no sabía lo del coño real al viento hasta que lo vi en los dos minutos de mi vida, últimos, que he dedicado al programa de Wyoming en La Sexta, donde emitieron la foto ampliada a la zona de interés, como un mapa meteorológico del coño. Les voy a ser sincero: coño es un vocablo genial, pero no da para todo y lo que dijo el otrora ingenioso Wyoming en su monólogo no tuvo ni puta gracia. Quizá porque no se centró en coño, sino en braga que es la tela que censura, que tapa lo importante, y que rima con apaga (y vámonos, coño).

X. Bea-Murguía (Dame coño y dime tonto)