viernes, mayo 04, 2007

De ciencia fricción


Queridos amigos:

perdonen que les hable de tabaco. No es mi tema preferido para este blog, ya lo saben, pero me da pie a una reflexión profunda que me gustaría hacer (intentaré sujetarme el esfínter). Hay otros temas con los que podría rellenar tratados y tratados del mal gusto, como las listas de HB o la pelea por la foto de la T4... ¡Qué ignorantes! Si la T4 es tan grande que caben todos los egos (excepto si van Luis María Anson de la Real Academia o Sánchez Drayó). No pelearse, que es poco fino. Podría escribir sobre la patraña que se sacó de debajo del peluquín Anson y que ha dado la vuelta al mundo en Internet, pero no pienso decir más que esto: pfffffffffffffffffffffffffffffffff (es una ventosidad de mi flor). Bueno, y también quiero señalar que me ha llamado mucho la atención lo bien que maneja la terminología franquista. De maravilla. Como si fuera el inspirador de la propaganda... Hablando de propaganda, otro tema bueno sería el programa especial que ayer presentó Gabil-hondo en Cuatro, inspirador del buen rollo político y la convivencia, bajo el título: "Juicio del 11-M: la derrota de los embusteros". Luego dicen que el que crispa es el PP.

Hoy, tabaco. Lo siento.

Ustedes, los que no fuman, no lo entienden, pero desde que esta puta ley entró en vigor, quedarse sin tabaco a las doce de la noche es una faena, porque como están tratando de impedir que los menores compren cigarrillos, ya no se vende en casi ningún sitio. Han hecho lo único que saben hacer: prohibir. ¿Dónde han quedado las proclamas imaginativas de mayo del 68? En las inspiraciones hediondas de los azulejos de los váteres públicos. Ahí aún se puede leer: "La imaginación al poder".

No les vale con lo del mandito de las máquinas que, para qué engañarnos, es el chocolate del loro. Cuando el local está hasta la bandera, el camarero, ni mira. Yo, como soy así de puñetero, me pongo el DNI en la boca para pedir que me activen la máquina. Siempre me dicen:

-- ¡No hace falta, hombre!

A lo que yo contesto:

-- ¿N0 me estará usted poniendo años? Siempre me han dicho que aparento 16.

Las gasolineras, que eran el recurso fetén, ahora son cardiosaludables. Dan ganas de ir allí a respirar aire puro. Ni alcohol ni tabaco... ¡Eso es salud! Pero los fumadores, que tenemos un noséqué atávico, algo que nos tira al error, aún acudimos como con flores a María con la esperanza de encontrar...

Cajones vacíos.

Perdón, no. Vacíos lo que se dice vacíos no están, que ahora el sitio que antes ocupaba el tabaco, como si las gasolineras le quisieran hacer la competencia a los bazares chinos, se ha llenado de toda clase de porquerías fraudulentas, linternas autorecargables, pilas, barajas de cartas y... y... ¿Y eso qué es? ¿"Competencia anal 2"? ¿"Lamerte tenía un precio"? ¿"El sí lento de las corderas"?

¡AH NIMALITO! ¡Películas de ciencia fricción! En serio: ¿alguno de ustedes compraría una peli porno en la gasolinera? Es algo que, si se piensa fríamente, hace pedazos el mito de los profilácticos en la farmacia del barrio. ¿Cómo sería?

-- Hola. 40 euros de diésel en la seis... Estos chicles... Una linterna autorecargable y... dameunadesas.
-- ¿Una baraja?
-- No... No... Eh... A la derecha -y, mientras, detrás de ti, la cola se va haciendo más grande (quiero decir la fila).

Entiéndanme. No tengo nada contra el porno, aunque no es de mi gusto creo en su función de lenitivo social. A mí, en cuestiones de erotismo, una sútil insinuación me parece mucho mejor que cualquier ejercicio gimnástico explícito que resulta agotador y más cansino que un primer plano de la vitrina de una charcutería. En cuestiones sexuales, casi prefiero los documenales de La 2, a los que mi tío Carlos Urgoiti (que hoy, precisamente hoy, cumpliría años) llamaba "Los animalitos follando".

Un ejercicio de observación atenta que cualquier político podría hacer (y no hace): ¿a cuántos menores de edad ha impedido esta ley que compren tabaco? Nuestra democracia empieza a ser así de mierdera en estas cuestiones que, en principio, no nos parecen importantes, pero que denotan el alto grado de esquizofrenia política que nuestros gobernantes están alcanzando: su alejamiento de la realidad en dirección a una verdad paralela e inexistente es estalinismo puro. Hay por qué preocuparse. Por lo menos, yo estoy preocupado.

X. Bea-Murguía (venga, a hacernos la foto en la T4... Pero fumando)

Etiquetas: , ,

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

"Lamerte tenía un precio"...JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

04 mayo, 2007 14:36  
Anonymous Anónimo said...

Ridley Scrott.... JAJAJAJAJAJAAJAJAJAJAJ

Francis Ford Copula

04 mayo, 2007 15:20  

Publicar un comentario

<< Home