jueves, agosto 23, 2007

Carta abierta a un hijoputa

Querido hijoputa,

me tienes hasta los cojones. Yo no tengo la culpa de que haya tanta gente de tu calaña repartida por Madrid y alrededores, ni tampoco de que la Citröen fabrique más coches que antenas, pero es que es la cuarta o quinta vez que me la mangas y en el concesionario ya se ríen de mí. Me ven como el único pringado de este mundo que, cuando un hijoputa como tú le roba la antena del coche, en vez de hacer lo propio con el vecino, con premeditación y nocturnidad, va a comprar una nueva.

Lo tuyo no sé cómo llamarlo. No acierto a saber si lo que te pasa es que eres un cabrón con pintas al que le gusta joder a los demás, que no me extrañaría nada, o si lo que te pasa es que coleccionas fustas porque te mola el sexo bizarro y el bondage. No seas vago de los cojones y, cuando quieras que una persona con capucha y vestida de cueros te fustigue las nalgas, te acercas a un concesionario y te compras tú una puta antena, que valen cuatro pesetas. No te preocupes, que nadie te va a preguntar para qué las usas.

Como no te voy a pillar nunca, sirvan estas líneas para que te quede claro que, esta mañana, cuando me he dado cuenta de que me la habías vuelto a birlar, he usado la calavera de tu puta madre de orinal, me he acordado de tu padre y de todos tus muertos y te he deseado que sea tanta la mala leche que empleen para atizarte en el culo que se te acabe asomando el coxis por el glúteo despellejado y en carne viva, de forma que tengas que dar engorrosas explicaciones al cirujano de guardia.

Que te den mucho por el culo

Javier

Queridos amigos,

si no ha de servirme el blog de desahogo, ¿para qué coño lo escribo?

martes, agosto 14, 2007

El ejemplo Xirinacs


Queridos amigos,

confieso que, antes de ayer, no conocía de nada a Lluis María Xirinacs. Sin embargo, hoy, después de su suicidio, es imposible no conocerlo de toda la vida, leídas sus últimas palabras en el periódico, pues encuentro en él el reflejo de una raza de luchadores. Xirinacs es un ejemplo.

Así que, para allá que va Xirinacs, el ejemplo, el mártir, camino de los altares del nacionalismo, que no precisamente del catolicismo por haber sido cura ni por predicar la doctrina de Cristo, que bien pronto olvidó el principio "Amaos los uno a los otros como yo os he amado". No, de eso no se acordaba porque le apretaba el alzacuellos. Xirinacs es un ejemplo como lo fue Ghandi, o eso dicen los que ahora le rezan de rodillas en reclinatorios no consagrados, un hombre que, con su muerte, da testimonio de su fe, de su lucha por los derechos humanos (sólo de algunos, de otros, no) y contra la esclavitud de un pueblo. Eso significa, en verdad, martirio: testimonio.

No en vano, Xirinacs fue propuesto en un par de ocasiones para el Nobel de la Paz, el prestigioso premio que adorna las oraciones fúnebres de grandes hombres que han pasado a la historia, como Yasir Arafat, el único personaje que ha dado un discurso en la Asamblea General de la ONU con la pistola en la cartuchera.

Este país, España, esclavizador de los Països Catalans, injusto y tirano, no supo comprender cuando Xirinacs, en la Diada, se declaró amigo de los etarras, luchadores por la libertad de su pueblo; gente que mata, sí, pero que, por lo menos, no arranca uñas (menos mal, ¿verdad? Aunque, no sé si Xirinacs le contaría las uñas a Ortega Lara después de más de un año en un zulo de dos por uno); pobres hombres cuyo sacrificio por su pueblo les impide ir al cine con su novia... En fin, estas y otras lindeces que le han valido, con todo merecimiento, que, en su panegírico demente, Benach, presidente del Parlament de Catalunya, llame pacifista a quien fue condenado por enaltecimiento del terrorismo.

Un ejemplo a seguir, "un profeta que nos fustiga con su muerte", ha dicho el ex venerable Pujol, y tienen razón, amigos. El suicidio de Xirinacs ha sido, según él mismo dejó escrito, un acto de soberanía contra Francia, España e Italia (todo nacionalismo es imperialista y sigue a pies juntillas el principio nazi, pero pacificista, "una lengua, un territorio": Cataluña, Valencia, Baleares, la Franja de Huesca, Provenza y Cerdeña son Els Països Catalans), los tres países que tienen esclavizado a su pueblo.

Este es el ejemplo Xirinacs, mártir, el que con su muerte da testimonio, el que señala el camino correcto de los radicales irracionales y amigos de los etarras como él y a mí me parece genial. Ya saben lo que tienen que hacer todos: irse al bosque y meterse un tiro.

Y, después, que les den el Nobel de la Paz por habernos dejado en paz a los demás.

X. Bea-Murguía (país de locos).

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sábado, agosto 11, 2007

La vida es problemas

Queridos amigos,

llevo siete días de vacaciones en Galicia aislado del invierno veraniego que asola el resto de España, como si a este pequeña esquinita del mapa no hubiera llegado aún el cambio climático, que parece una de esas modas modernas de la gente de ciudad. Han hecho falta ocho amaneceres para que haga acto de presencia el cielo bajo gallego, hoy se ha levantado gris como una amenaza, dispuesto a chafarnos la buena racha de sol y playa que hemos conseguido.

Y, aún así, creo que abrirá, tengo bastantes esperanzas en que, en cosa de una hora, podamos estar de nuevo en la playa. Esto me hace creer que, de alguna manera, estamos aislados de los problemas. Como no uso reloj, ni calendario, he perdido el sentido del tiempo; como no me suena el móvil, sobre todo porque no lo llevo encima, no me llegan llamadas; no pienso en nada, salvo en tener un ratito para leer bajo la sombrilla, hacer fotos, tomarme una cañita antes de la comida, zampar a destajo y dar un paseíto por la noche con la criatura ya acostada, no muy rápido, pero con paso firme, por si nos siguieran los problemas que queden bien atrás, en Madrid, donde los he dejado aparcados a merced del vigilante de la hora. Ya iré a por ellos. No tengo prisa.

Si la frase de Zorba, el griego "La vida es problemas. La muerte es la solución" fuera cierta, y miren que yo le doy vueltas a las cosas, entonces es que esto no es vida. No es vida, no.

¡Qué va a ser!

En la foto, como pueden observar, mi sobrino Iñigo constata que esto no es vida.

X. Bea-Murguía (y los percebes son los dedos negros de la muerte)

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miércoles, agosto 08, 2007

Donde pone el ojo...

Queridos amigos,

por una carambola demasiado larga y tediosa como para ponerme a resumir aquí, acabamos mi señora y yo, ayer, en la consulta del Dr. Codesido, en el Policlínico de La Rosaleda de Santiago de Compostela, con ansia de saber el sexo del bebé. La ecografía de las veinte semanas es importante, al parecer, porque se ven un montón de cosas esenciales para el buen desarrollo del feto, pero yo no recordaba ya, y eso que en seis años desde que nació Rodrigo la técnica ha avanzado un huevo y la yema del otro, que ir al ecógrafo se parecía tanto a ir al psicoterapeuta, ese señor tan amable que te enseña la servilleta con la que se acaba de limpiar las mudarras y te pregunta: "¿Qué ve usted aquí?".

Puede ser que mi mente sea demasiado simple, que no tiene desarrollada la capacidad criptológico-ecográfica, pero yo, a priori, sin una explicación, no veo más que un borrón en escala de grises, interferencias montadas en un carrusel, nieve informe en una tele jodida en blanco y negro, con lo que entiendo que hay que ser buen profesional para ver el sexo de un bebe de menos de 13 centímetros.

Pensaba que Codesido iba a tardar un rato en verlo o que nos lo diría cuando se hubiera cerciorado. Al fin y al cabo, para los padres lo prioritario, lo que más nos interesa, una vez que la criatura está bien, es que nos digan el sexo (los padres estamos obsesionados con el sexo; las madres, no tanto), pero el médico, no. El dr. Codesido tiene que hacer sus mediciones, tiene que ver en ese nubarrón puntillista si el feto está en perfecta forma, si tiene todos sus brazos, todas sus piernas, si los órganos le funcionan. Lo del sexo, en verdad, al médico se la pela.

Así que nos plantamos allí, en la consulta del dr. Codesido, que si llego a saber que este hombre habla para el cuello de su camisa me llevo la trompetilla, y nos ponemos en posición: yo sentado, esperando a que la enfermera me traiga una cervecita, que para eso íbamos por la privada, y mi señora de cúbito prono. El certero Codesido pone sobre el seno materno el aparato (el ecográfico, se entiende) y nos dice en el segundo uno:

- ¿Quieresaberelsexo? -juntando tanto las palabras y con un tono de voz tan grave que yo entendí: "¿Le gusta el marisco?"; y pensé: "¡Qué majo! Le da charleta para que se relaje!".
- -dijo mi mujer, y yo: "Nos ha jodido que si le gusta el marisco. Y a mí. Pero todavía no me han traído la cerveza".
- Esunaniña.

Joder con Codesido. Donde pone el ojo, pone el aparato (ecográfico, insisto). Tanto con que si es niña se equivocan mucho, tanto con que es difícil de ver que yo pensaba que tardaría un rato en verlo, pero el Certero Codesido planta el cacharro y a la primera.

- ¿Qué? -preguntó Beatriz, que, evidentemente, se había quedado tan impresionada como yo. Se nota que es de colegio de pago. Yo habría dicho: "¡Mandeee!". No se le oía nada.
- EsunaniñaCálleseLuegoselocuentotodo.

Y yo: "Este Codesido es la hostia. Nos despista hablándonos de marisco y le planta el ecógrafo a mi hija en toda la chirla... ¡Como le haya roto el himen me lo cargo!".

Perdonen que sea tan bestia. Desde que sé que va a ser niña, he cargado la escopeta y se me va la pelota. ¡Ojito con mi niña que va a ser un cañón!

De momento, llamenla Javiera. Después ya se encargará mi mujer de ponerle el nombre que más le guste.

X. Bea-Murguía (contento con la parejita)

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lunes, agosto 06, 2007

Vacaciones Infernales







¿Ha perdido la maleta durante sus vacaciones?.¿Una salmonella en un restaurante de moda ?.Comparta sus emociones y sus mejores deseos para los tour-operators en este, su blog.


Los Editores.






Siga los consejos que wellsybeamurguia les ofrece y disfrute de una buena temporada de descanso.




domingo, agosto 05, 2007

Tan Tántalo


Queridos amigos:

no es que este año no me quiera marchar, es que encuentro consuelo en el blog para éstas que están siendo mis horas más tristes. ¿Por qué?

Estoy en Galicia, lo que, en principio, no es triste a no ser que, como me pasa a mí, esté en plan Tántalo, como si yo hubiera robado el néctar y la ambrosía a los dioses (sólo fue una ensalada del Rodilla y juro que la pagué) y por castigo me hubieran encadenado aquí, en el paraíso de Falstaff, donde en tantas otras ocasiones me he puesto gorrino a comer, a presenciar cómo desfilan los platos llenos, cómo me agreden con su delicioso aroma, sin poder tocarlos.

Me paso el día salivando como un perro. Mi historial de Pantagruel, la memoria de lo comido y este campo de cruces que es la dieta estricta, me empujan a huir del refectorio y refugiarme, como tantas otras veces, en el blog a buscar consuelo... Pegado al muro mi caminar... Unas caricias en el lomo... Un recuerdo de mis amigos...

Fue el martes, con el calor que hizo en Madrid, fui al Rodilla, donde mantengo un affair que un día contaré, y como andaba flojo de apetito, que la canícula me arranca, compré una ensalada. ¡Cosa más sana que la ensalada! ¿No? ¡Pues no! La ensalada es una puta mierda. Recita David Torres un entimema lógico que siempre me tomo a coña pero que es cierto: el buey come hierba; yo como buey; luego, yo como hierba (a través del buey). Creo que voy a tener que hacer caso a David más veces.

El miércoles estaba en la cama con fiebre y una descomposición de las de no estornudar muy fuerte por si acaso. El esfínter se me había sublevado. "¿Ves?", me decía, como si a mi esfínter se le hubiera puesto carita de David Torres, "por comer verde, capullo".



- Si el martes -pensaba entre esfuerzos y lamentos- me hubiera ido al McDonalds, esto no me habría pasado.

Mi mujer me dice que, después de cuatro días de Pasión según Santo Ano, se me está quedando un tipín de lo más mono, pero esto no es consuelo para mí: yo quiero estar gordo, me ha costado mi dinero, mi trabajo, tantas horas masticando carnaza malgastadas por una puta ensalada me causan una desazón, unas ganas de dejarlo, como si todo el esfuerzo fuera vano, como si el fuego me hubiera arrasado la cosecha o hubiera quemado mi casa con toda una vida y enseres dentro. Yo quiero estar gordo y jamar lo que estáis jamando vosotros. ¡Qué coño!

Y, ahora, tan Tántalo, en Galicia. Tendrían que ver ustedes los mejillones que presiden hoy la mesa: parecen las uñas de Polifemo, son grandes como el cerebro del mar entero; hay una empanada que cruje, la muy cabrona, sólo con mirarla; unas nécoras regordetas que se me sonríen en venganza de sus compañeras caídas otros años...

Y yo... Pechuguita de pollo. Sin patatas.

Y agüita fresca.

Así que me he venido a contárselo, por si en ustedes hallo consuelo. No lo creo. A estas horas, estarán ustedes poniéndose cerdos en sus respectivos lugares de vacación. El blog será hoy un desierto, claro, y este es mi clamor en él. En el prospecto del "Fortasec" (tan bueno contra la diarrea que debería llamarse "Cortasec"), no hay ninguna indicación para la tristeza que produce el vacío estomacal. Ésta, amigos, sólo se cura estando sano en Galicia.

Ya llegará mi hora, ya.

Besos y abrazos para todos

Javier

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miércoles, agosto 01, 2007

Ciclismo


Determinados seres humanos tienen vocaciones y no por ello están exentos de lograr un triunfo profesional en la vida: todo requiere un esfuerzo y cierta genialidad a medida que la vocación se dirige hacia terrenos más artísticos. Que uno tenga como leit motiv profesional convertirse en un impersonator de Elvis Presley en pleno siglo XXI no arroga la condición de gran cantante, pero si se puede afirmar del sujeto que es un gilipollas arrogante que acaba cantando como epígono de un Bustamante cualquiera pero con banda.

Hecha esta observación, el terreno es aún más delicado en el caso del ciclismo. Todo el mundo ha respetado durante varios decenios la figura del ciclista como sinónimo de sacrificio, vocación y dieta rica en potasio, pero el estandarte ha sido finalmente derribado por una nueva generación de individuos que han dado carta de naturaleza a lo que podría denominarse el Junk de France, Flippo d’ Italia o de forma patria, la Vuelta yonkista a España.

Pero... ¿por qué esa hipocresía en negar el interés de los patrocinadores de los equipos de ciclo-yonkismo en lograr publicidad por medio de acciones sobrehumanas?.El ciclista no es más que una pieza más en un complejo engranaje en el que se analiza el termino ROI o plazo de retorno de la inversión. Como sé que son de ciencias y no leen periódicos,o al menos es la opinión de ciertas personas, les explico que el ROI intenta analizar la rentabilidad de una inversión generada. No creo que haya ningún Director de Marketing que pudiera invertir en algo que no se traduzca en una mayor captación de clientes para la posterior generación de negocio.

Los ciclistas con un aspecto bakala, tecno, tunero o industrial más conseguido cada temporada, no pueden engañar al subir el Tourmalet echando espuma por la boca. Siempre vendrán los tipos listos de las probetas y podrán analizar que un tipo con un cáncer terminal en los huevos y metástasis pulmonar es incapaz a) de montar en bici b)respirar c) es prácticamente irracional ganar una carrera en la manzana de su barrio. Claro, siempre se puede acudir al argumento de los libros de autoayuda con títulos sugerentes como “Bucear sin brazos y piernas es posible” o increíbles: “Sea controlador aéreo con diez dioptrías en cada ojo ”o creer en los milagros.

Defiendo a los ciclistas como simples piezas de un entramado completo en que las corporaciones se aprovechan de la incultura y la dificultad de oportunidades de unos individuos vocacionales.Al menos los ciclistas son honestos y no ridículos imitadores fracasados.

Hormon Wells

Les dejo con un legado mex-netherlands bastante interesante.