La cornigacha

Queridos amigos,

una declaración de intenciones: no me gustan los toros. Pero no me preocupa tanto si pinchan o no al bicho, si la raza de toro de lidia se extingue o no si se acaba la fiesta, ni si deberían ponerle velcro al toro en la chepa para pegar las banderillas o darle un susto en vez de muerte. Sencillamente me aburren, me huelen a armario cerrado, a caspa, no entiendo ni tengo ningún interés por entender y no sé diferenciar una chicuelina de un natural.

Los toros me importan un bledo y a Las Ventas, por no ir, no he ido ni al circo mundial. Lo más taurino que he tenido en mi vida fue una novia en la avenida de los Toreros.

En verdad, la mía, sin ser mi intención, es la mejor manera de acabar con las corridas de toros. Las iglesias se vacían porque los curas no consiguen llamar la atención de los jóvenes. Los cosos taurinos se vaciarán cuando la mayor parte de la juventud, como me pasa a mí, pierda interés por los toros. Desidia, relativismo, pasividad y falta de interés: ésta es la clave para acabar con cualquier espectáculo.

Las manifestaciones antitaurinas, por tanto, según mi teoría (no fundada en ningún criterio con base válida), promocionan los toros. La gente se siente movida a dar su opinión y, garantizado, tantos como piensen que la fiesta es una degradación moral del hombre, pensarán que es un arte sublime. Es lo malo de pedir a la gente que se moje: que no todos tenemos el mismo mecanismo de conciencia.

Eso sí, visto lo visto, aplaudo la decisión de PETA de correr los encierros en pelota picada, sobre todo por esa rubia de pitones de plástico (los de la cabeza, digo) y un poco cornigacha. Este tipo de protesta es lo que hay que promocionar en España. Ya está bien de huelgas abusivas que siempre pagamos los mismos: que los camioneros quieren subida de sueldo, que se paseen en pelotas por la Castellana y no anden jodiendo el tráfico; que los pilotos de Iberia otro tanto, pues a protestar en "pilotas" y que las azafatas bailen la Macarena a los pasajeros tapándose con el salvavidas; que los profesionales de la sanidad en Madrid quieren protestar no se sabe muy bien por qué, pues lo mismo...



Lo que pasa es que estas cosas dan qué pensar. A mí por lo menos. ¿Por qué la asociación antitaurina decide manifestarse en tanga? ¿Por qué, niños?

¿Por exhibicionismo? Noooooooooooooo.
¿Por fomento del naturismo? Puede, pero tampoco.
¿Porque hace mucho calor en Pamplona? No creo.
¿Porque no tienen dinero para ropa? Qué va, qué va. La mayoría son nenes de papá, como los antiglobalizadores.

Entonces... ¿por qué lo hacen en pelotas?

Para atraer la atención mediática. Es que, ya se sabe, tiran más dos tetas que dos carretas. Para esto, por lo que se ve, sí que se puede usar a la mujer como un objeto sexual y nadie dice nada. Para el calendario benéfico de Ryanair, no. Para esto, sí.

¡Ay esas contradicciones!

X. Bea-Murguía