miércoles, enero 18, 2006

La mandarina mecánica (Aprensión II)

Queridos amigos,


ya dije que no fiaba mucho del diagnóstico de la doctora (mencionado en la entrada "Hipocondria no, aprensión sí") que aseguró que lo mío era un desgarro (se refería al pecho, aclaro) y que yo he seguido con mi aprensión, como dice el tango "en mis noches, tan tristes y frías, las horas son largas no puedo dormir", temiendo, en el momento de acostarme, que aquélla fuera mi última mirada, que esa noche dormía para no despertar, que moría infartado... Pensaba en Quevedo, "Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra que me llevare el blanco día"... Y en Ricardo Reis,
"A nada imploran tus manos ya cosas,
ni convencen tus labios ya parados,
en el ahogo subterráneo
de la húmeda impuesta tierra".

Y en Lorca: "Mientras la gente busca silencios de almohada, /// tú lates para siempre definida en tu anillo".

Y en Alejandro Sanz: "Laralalá partío no es lo mimmo"... Poetas de lo cotidiano...

No sé si saben que a los culturetas, cuando somos aprensivos, nos da por la lírica en el momento de la trascendencia, apoyada la cabeza con levedad sobre la almohada, como queriendo simbolizar la fragilidad de la existencia y el reto del hombre racional frente al mito del Más Allá, como la impresionante llama de la "Magdalena Penitente" de George de la Tour... (Museo Metropolitano de Nueva York, no se lo pierdan). Ya les dije que la aprensión tiene que ver con el rollo místico más que con el pharmashow de la hipocondria.

Finalmente, lo mío son gases. Sólo gases.

Ríanse lo que quieran de mi pequeño mal (y ojalá les pase a ustedes por reírse), que aunque mi infarto sean pedos mal tirados, yo he sufrido lo indecible. Me reconocerán, al menos, que en una cosa estaba en lo cierto: la doctora falló en su diagnóstico. El acierto pleno se lo debo a Lucía Yunquera que el domingo me dijo con conmiseración: "Lo tuyo son gases, bonito", y me planificó el régimen sin necesidad de electrocardiograma. Así que estoy medio a dieta, digamos. Nada severo, simplemente evito comer entre horas (en mi caso era entre minutos) y vigilo con un poco más de atención la ingesta de alimentos flatulentos.

En el fondo me viene bien, porque reconozco que estoy un poquito pasado de peso, digámoslo todo, ya que la entrada de hoy va de examen de conciencia, de reconocimiento de culpa, acto de contricción y propósito de enmienda. Para este fin "sólo la verdad me vale", como dice Gide en sus memorias (y madrecita las cosas que cuenta ¡vaya catarsis!).

Así que nada: vigilo lo que como y hago un poco más de ejercicio como buen propósito para 2006 (el squash de los miércoles no es un invento). Lo de salir a correr todas las noches se me hace un poco cuesta arriba (sobre todo la vuelta) y me da un poco de miedo la posibilidad de ser secuestrado por una banda de amazonas desbocadas, así que me he decidido a aceptar una oferta para unirme a un equipo de fútbol siete, junto con otras cuantas viejas glorias. Como no sé exactamente el nombre del combinado, yo lo llamo "Los 700 kilos", cifra que no se refiere a lo que han pagado por mi fichaje (me temo que tengo que pagar yo 20 euros), sino a que somos verdaderamente un equipo heavy. Hay que decir que quien lleva el peso del equipo es Miguel Guerrero (nada que ver con Julen), quien el sábado fue amonestado por el árbitro porque "no se vale" comerse al contrario. Digamos que Miguel lleva, aproximadamente, la mitad del peso del equipo.

Vestimos camiseta naranja y pantalón blanco y mi estreno ha sido tan glorioso que ya nos conocen como "La mandarina mecánica", por el fino engranaje de nuestro sistema de juego y tal y cual pascual... Ya saben. Periodistas deportivos: cuando te va bien, "¡España campeón, Clemente selección!" y cuando pierdes dos partidos, "CRISIS". Hay que decir que los consejos técnicos de Punko desde el banquillo fueron definitivos.

¿El resultado? No tiene trascendencia, ya lo decía Torrebruno: lo importante es participar y divertirse (¡vaya chorrada de frase¡ El día que el gobierno se dé cuenta del mal que hizo este hombre a toda una generación de españoles...)

Perdimos 13-0... En fin. Teníamos algunas bajas sensibles... Gonzalo Medina... Un portero con brazos... Quizá haya que cesar a Punko en la consejería técnica... Habrá que ir pensando en fichar a Manolo Miner que, por lo menos, asuste al contrario.

X. Bea-Murguía

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Lo de lorca es cojonudo, demuestra que era un muerde almohadas.jejejjeej.

Hormon

18 enero, 2006 10:41  
Anonymous Anónimo said...

Uff, menos mal que al final te has tirado por el tema del "jurgol" y hemos mejorado la entrada, que me estabas dando un miedo con ese giro Woody Allen que he estado a punto de comprobar la cuenta por si te había dado también por comprarte el clarinete. Esta noche ensalada.

18 enero, 2006 10:50  
Blogger H.Wells y X.Bea-Murguía said...

Vale, pero lávame y plánchame bien la camiseta que luego no comenten el sábado en el campo que me llevas mal vestido...

XBM

18 enero, 2006 11:09  

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