miércoles, abril 19, 2006

Palabra de Honor




Chusma indecente:

Al final uno hace grandes amigos por motivos profesionales. El vivir en zonas del mundo calientes une y más si se conoce a una serie de seres terroríficos, salidos de otras dimensiones: señores de 60 años que se tiñen el pelo, managers compulsivos comedores de bombones... o bien se adquieren costumbres prácticamente inauditas relacionadas con tickets y supermercados.

Fue para mí un gran honor el ser invitado por uno de esos grandes amigos a una cena-fiesta-sarao en el único barrio que considero “puritito” Madrid. Por cuestiones de la infancia cada uno tiene el suyo.Chamberí sigue siendo mi barrio, no me quiero poner poético y decir cursilerias pero “Chamberí me lo sube”.

Mi colega ha conseguido un ambiente particular en la decoración de su piso, se respira un ambiente pop muy “Velvet Underground” con esa pecera bicolor y esas láminas "warholianas", y una discoteca bastante aceptable. Aún así, lo más interesante fue poder conocer a Cooper, Nines (Tevoyakomerlabok), Luis, Javier y a algunos más de los que no recuerdo el nombre.

Conocer a gente nueva siempre es inspirador de conversaciones y nuevos puntos de vista nunca antes oídos sobre los temas de siempre: el paro, la drogaína, países curiosos, conjuntos pop, la SGAE.....Una de nuestras conversaciones interesantes tuvo como protagonista un vestido comprado para una próxima boda, el escote era de corte “palabra de honor”. Este escote es definido en cualquier libro de etiqueta así:
“Es el escote más conocido y uno de los más utilizados. Ideal para las mujeres con poco busto, aunque favorece a todo tipo de mujeres. Es recto, tanto en la parte delantera como la trasera, sin tirantes. Cae uno tres dedos por debajo del hombro. Es elegante, discreto y es muy utilizado en los trajes de novia. “ .
La definición ya de por sí cursi no entra en detalles del por qué de su denominación y la conversación giró entorno al origen de denominar así el corte de la prenda.

Conocer a gente nueva siempre permite comunicar saberes ancestrales e incluso ponerse pedante, pero no es ninguna leyenda urbana, esta historia me fue narrada en Friedrichshafen , la ciudad del Zeppelin para más señas, por una señora octogenaria sobre la verdadera historia del escote “palabra de honor”.

Era tradición durante la primera guerra mundial por parte de los más jóvenes soldados del Kaiser, aprovechar los permisos en el frente, para contraer matrimonio con sus amadas, haciendo frente a una fortuíta desgracia que evitara que ellas pudieran convertirse en pensionistas del Imperio.

Lo rápido de los permisos en tiempo de guerra, en ocasiones su término era tan súbito que los soldados salían del tren de regreso para “einsteigen” en el de vuelta al frente,hacía que las bodas se convirtieran en casi una improvisación, en la que la boda, cena y consumación del matrimonio se realizaban en apenas 15 minutos con un cura practicamente secuestrado al efecto.

Sucedía que en esos momentos de aprieto, el cura delante, el mozo recién llegado del frente, las mujeres no podían ni siquiera engalanarse, y llevaban algo como una toalla larga alrededor del cuerpo por debajo del hombro. Los soldados, atónitos, preguntaban a sus futuras esposas: “¿No llevas nada debajo de esa toalla?” y ellas contestaban sonrojadas : “No llevo nada debajo....palabra de honor”.

Conocer a gente nueva produce este tipo de historias.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Palabra de honor viene de la promesa de sastre que el vestido no caería. Eso es un invento e algún alemán para adjudicarse la expresión. Todos se atribuyen méritos pasados los años.

29 agosto, 2013 13:39  

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