martes, febrero 20, 2007

Viva la acracia, fuera las normas


Pues sí, deseamos vivir sin normas, sin ataduras, sin dirigismos, pero en una sociedad en la que la corrección política –incoherente en muchas ocasiones- encarrile los pasos de los seres humanos que habitamos este planeta llamado Tierra.

Entonces lo lógico sería gritar ¡Viva la Acracia¡, pues ya que los curas católicos quieren ser sacerdotes, pero incumplir la norma del celibato; los obispos protestantes desean ser obispos, aunque sean mujeres; los guardias civiles no quieren estar militarizados, en un cuerpo cuyos estatutos lo son, y hasta las “misses” quieren presentarse a un concurso a pesar de que no cumplen las normas del mismo.

Y a continuación se cumplen los requisitos de la corrección política en forma de apoyos partidistas, asociaciones de señoras/señoritas, institutos de las mujeres, etc, etc, etc.

¿Pero en que mundo queremos vivir?

Yo me pregunto si llegaremos a mantener en el frontispicio de nuestros castillos la frase marxista “yo jamás pertenecería a un club que me aceptara como socio”. La ideología del absurdo marxista (de Groucho, por favor, ¿en qué habían pensado nuestros amigos y otros lectores?) es lo que está imperando en nuestras sociedades donde todos queremos ser algo para lo que o no cumplimos las condiciones o no las conocemos... pues entonces que no existan condiciones.

Una respetabilísima señora paseó su palmito en una pasarela con diferentes atuendos (vestido de noche, bañador, etc). Le hacía ilusión llegar al concurso nacional (la corrección político-social nos aconsejaría escribir “estatal”, pero a mí me enseñaron en la Universidad, con mayúscula, que el Estado es otra cosa) que acoge las elegidas en los terruños respectivos e incluso ser seleccionada entre todas las “guapas oficiales” como la numero One.

Pero hete aquí que es una madre respetabilísima y los estatutos del concurso, que ella afirma conocía, no lo permiten... pero –insiste- creyó que esa norma no la iban a tener en cuenta.
Y es que nos hemos acostumbrado a eso: a pasar por alto las normas y ahora los niños pasan de curso sin aprobar las asignaturas; los conductores conducen sin puntos porque no hay una estructura administrativa que ejecute las sanciones; a los niños no hay que darles cachetes, pero si hay que darles premios, no se vayan a traumatizar.

Pues sí. Existen las normas y una sociedad que no las tiene no funciona mejor o habremos de defender la acracia (ausencia de autoridad) o nos pondremos de parte de las prohibiciones cautelares de las hamburguesas, el vino, el tabaco...

Ángel García Muñoz

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4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Es que esa miss si no es madre, merecía serlo. Yo mismo me apunto.

Gaitero

21 febrero, 2007 12:05  
Anonymous Anónimo said...

Jajajaja

Es como el chiste:

Una tía buena entra en un estanco para despedirse del estanquero porque ha dejado de fumar...

-- Es que estoy embarazada -le dice.
-- No me extraña

Aunque puede que esto no sea un chiste.

Javier

21 febrero, 2007 14:35  
Anonymous Anónimo said...

Qué dignos comentarios de tal texto. A ver si os dan un trabajo.

Porquero

15 julio, 2008 21:04  
Blogger Unknown said...

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