Hancock

Queridos amigos,

estoy pensando en hacer una sección de crítica de cine... Si pudiera ir al cine más a menudo, sin pensarlo lo haría. Lo que pasa es que desde hace unos años sólo voy a ver putos dibujos animados, de los que estoy un poco hasta los huevos, todo hay que decirlo.

Ayer, sin embargo, habida cuenta de mi condición de Rodríguez, me fui con mis hermanos a ver...

¡¡HANCOCK!!

Una peli de adult... Bueno. Una peli que no es de dibujos animados, al menos no del todo ¿no? Bueno. Una película, al fin y al cabo.

Aquí el trailer



Se la voy a destrozar, si es que el trailer no se la ha destrozado ya bastante por si mismo, así que si tienen intención de tirar el dinero yendo a verla, dejen de leer en este mismo momento.

Hancock (Will Smith) es un superhéroe bastante capullo. Aunque la idea no es nueva, que "Los increíbles" ya la utilizaron, el asunto es que cada vez que interviene para detener a tres chorizos, le cuesta una pasta a la ciudad.

Hancock es, hasta ahí, un personaje genial (por eso yo quería verla): no es un superhéroe, sino un superantihéroe: es un tipo duro que vuela, le rebotan las balas, es superfuerte, bebe demasiado, no se lava, no se afeita, es borde que te cagas (sobre todo con los niños), intenta tocar el culo a la chicas por la calle, es un guarro... No tiene remedio.

Hasta que se enamora y, entonces, se vuelve un blandengue por la intervención de un capullo soñador que quiere cambiar el mundo pidiéndole a las farmacéuticas que regalen los medicamentos a los que no pueden pagarlos (jajajajajajajaja, la mejor escena de la película. ¡Qué capullo).

Hancock se enamora, sí, y empieza a afeitarse, deja de salir con los amigotes (en verdad, no tiene un puto amigo, pero si los tuviera, habría dejado de salir con ellos), deja la bebida, usa la servilleta, pide perdón...

Se vuelve un superhéroe normal y deja de molar. Así que, por mí, en este punto en que Hancock deja de meter cabezas en los culos, se acababa la película. Tampoco hay que echárselo mucho en cara, porque a Charlize Theron le han quitado la cara de belleza intocable y está que rompe. Todo sea dicho.

Hancock enamorado se vuelve tan blandengue, tanto, que hasta pierde sus superpoderes. Y ya no cuento más. Me limito a la definición que de "Amor" ofrece Ambrose Bierce en "El diccionario del diablo": "Amor: locura temporal que se cura con el matrimonio o alejando al paciente de las influencias que le hicieron sufrir el trastorno".

X. Bea-Murguía (no vayan a verla).