viernes, octubre 17, 2008

El alcalde de Dubai


Queridos amigos,

solía repetirme un amigo, cuyo nombre no voy a decir (más que nada porque lo hacía en plan irónico y, luego, reproducir por escrito el tonillo de guasa es difícil y vienen las malas interpretaciones y todo eso), que Dios había hecho bien las cosas: había puesto a los negros en África y a los blancos en Europa. Sabrá Dios.

Pueden ustedes pensar que es una frase racista, pero yo la considero anticolonialista.

Anticolonialista bidireccional.

Y, si me apuran, un canto a la gilipollez de la integración social, que tanto buscamos los humanos del norte y que, en el fondo, no es otra cosa que una desintegración cultural, una mimetización de costumbres, que al que sea de fuera se le note poco, porque integrarse, en el fondo, es adoptar las costumbres del anfitrión; integrarse es el examen de españolidad que quería hacer Rajoy a los inmigrantes; una imposición más. Ese ansia que tienen algunos por que los nigerianos coman con pan y vino es, en verdad, una excusa:

-- Si yo no digo que no vengan, pero que se integren, coño, que es que no se integran.

A alguien que viene de fuera se le puede exigir que respete las costumbres de casa, pero no que las adopte. ¿Por qué? Que las adopte si le da la gana.

Yo sí soy partidario de adoptar costumbres. Yo, he dicho, yo para mí. De hecho, me integré en el pueblo de mi mujer bebiendo botellines, que era la costumbre local. ¿Otro botellín? Pues otro. Y otro y otro y otro y los que hagan falta... ¡Viva la integración de los inmigrantes y una mierda para el pueblo de al lado! ¡Te quiero, tío, te quiero! ¡Ven en fiestas y te hacemos de la peña! Y mi mujer buscándome por el pueblo...

-- ¿Habéis visto a Javier?
-- Sí, está participando en un debate sobre la integración socio-cultural de los inmigrantes.

Entendería que un abstemio rechazara el primer botellín y, también, el vigésimo tercero. Y el cuadragésimo quinto. O que prefiriera tomarse un botellín sin alcohol. Bueno, un botellín sin alcohol es duro. No sé. Tendría que verme en la barra pidiéndolo.

-- ...y un botellín sin alcohol para el raro este.

Más que integración social, lo que hay que buscar es una cierta armonía social, que nos molestemos lo menos posible entre nosotros. Esto es lo difícil, porque no es cierto que la libertad de uno acabe donde empieza la del prójimo. Este planteamiento es simplista y está muy bien como proclama facilona para los niños en el colegio. Pero, después, hay que crecer, hay que hacerse adulto y hay que comprender que convivimos en un mundo en el que las libertades y los derechos se solapan.

Por desgracia, los hay que de beber botellín sin alcohol (o de no fumar) hacen su cruzada visionaria y tratan de imponer por la fuerza su limitada concepción del mundo. Y para inmiscuirse y corregir las costumbres de los demás, no dudan en soltarte que las libertades de uno acaban en pararí, parará, por el culo te la hinco.

Excusitas.

En Dubai, Emiratos Árabes Unidos (pero no revueltos) acaban de meter en la cárcel a dos ingleses gilipollas que estaban follando en la playa. Los cargos, además de incómoda fornicación playera (que también está prohibido en España, ojito con lo que hacéis), son, digamos, poco respetuosos con las costumbres de los demás: ingesta de alcohol y mantenimiento de relaciones sexuales fuera del matrimonio.

Dan ganas de ir a hacer turismo en EAU (pero no revueltos), ¿verdad? Estoy esperando a que alguien diga que cuando uno va al extrajero, tiene que respetar las costumbres de ese país... Pero yo creo que los países son, más que un territorio, un conglomerado de gente diversa y que son los países, estén donde estén, los que tienen que respetar las costumbres de las personas.

Se puede criticar que dos adultos sean tan idiotas de no saber a qué mierda de país han ido (pero esto lleva consigo colleja, no cárcel) y, también, dependiendo de la hora en que se produjera la conyunda, se puede decir que no parece apropiado ese aquí te pillo, aquí te lo lleno de arena... Habiendo camas... Intimidad... En fin... Esto es discutible, es el lugar en que se solapan los derechos.

Vale.

¿¿¿¿¿ Pero que el sexo sea extraconyugal o que hubieran bebido alcohol ?????

Pues tres meses de cárcel. Allí. En EAU. Con la caló que hace y, como mucho, un botellín sin alcohol. Separaditos, cada uno en su jaula.

Me viene a la mente la frase de mi colega, pero con otro significado que es "cada cual tiene su sitio", y digo yo que si en España, en Madrid, tenemos a un señor ha decidido que ser hombre anuncio es deningrante y lo ha prohibido, podríamos, en la búsqueda de esa convivencia armoniosa, en pro de la integración y de la comunión de costumbres, exportarlo para que fuera alcalde de Dubai.

¡Ese es su sitio! ¡Un desierto para agujerear a gusto! Y qué importante es en la vida, Alberto, encontrar nuestro sitio.

X. Bea-Murguía (tira para allá, anda. Tiraaaaaaaaaaaa, tira).

Para que luego digan, que Gallardón no es un déspota. Madrecita. Lo engañada que tiene a la gente este tío.

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