jueves, octubre 15, 2009

Read my lips

Sé que, últimamente, no soy el tío más simpático ni más gracioso ni más acertado de la blogosfera.

Es porque estoy un poco hasta los huevos de todo.

De este ordenador, que va como una patata, entre otras cosas (mensaje García) porque mi mujer lo usa para currar y hay mensajes en Outlook desde que los dinasaurios se hacían la pedicura (imaginen cuánto tienen que ocupar unas fotos de la pedicura de un braquiosaurio); de andar todo el día por ahí, con más cosas pendientes que terminadas; del ordenador del trabajo, que sencillamente es una mierda; del estrés; de no ver a mis hijos por las tardes; de estar cargando demasiado sobre mi mujer; de que me pongan a Sara Montiel cantando "Fumar es un placer" en la radio cada vez, cada puñetera vez, que me hacen una entrevista y de que me digan que soy el presidente del Club cuando sólo soy el portavoz...

Que digo que mi nivel de irritabilidad, del último mes, está en lo más alto, en su punto más caliente.

Por eso, estoy totalmente con el PP en que ZP, con esto de la subida de impuestos, nos vuelve a engañar y me cabrea. Nos engaña porque no es cierto que los impuestos los paguen los ricos. No. Los impuestos los pagamos los que no tenemos más remedio, entre ellos, yo. Y estoy con el PP en que, en época de crisis, lo último es pagar impuestos. Ahora, en las negociaciones del presupuesto general del Estado, yo no sé si para ganarse el voto de Llamazares o de cualquier otra lumbrera nacional, ya están empezando a decir que sí, que el IRPF también, que sólo a las rentas más altas...

Ya. Yo me doy por jodido ya y no porque tenga, precisamente, una renta alta.

Estoy tan con el PP en esto de los impuestos que el otro día me llega una carta del ayuntamiento que es...

Esperen que voy a respirar hondo y a contar hasta diez.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez... Ya

El señor o señora cartero o cartera de Tres Cantos, que cuando le vea por la calle le voy a decir cuatro frescas, viene a mi casa a traer un certificado del ayuntamiento a una hora a la que, por supuesto, mi mujer está en casa porque ella trabaja aquí. La cuestión es que este hombre, o mujer, pero me inclino a pensar que es hombre, debe de tener prisa y el muy hijo de puta ni llama al timbre. Deja el aviso en el buzón y que nos den.

Cuando le pille se lo pienso decir. Que a esas horas mi mujer suele estar en casa y que si está insinuando que, a esas horas, cuando mi mujer dice estar en casa, en realidad, está con otro.

Me voy a cagar en su puta madre, básicamente, porque estoy estresado o porque mi nivel de irritabilidad está a tope o porque no hay manera de que mi mujer borre las fotos de la pedicura del puto braquiosaurio.

El aviso del cartero me da quince días para acercarme al ayuntamiento a recoger una notificación bajo AMENAZA DE MULTA DE HASTA 1.500 EUROS!!!!!

Que es la polla ya en vinagre. Es para cagarse en... Voy a contar hasta veinte. Perdonadme.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, veinte...

Es que tengo prisa y no me puedo entretener mucho.

La cuestión es que el ayuntamiento de Tres Cantos ha decidido, por el artículo 33, duplicarme el valor catastral de mi casa y, por tanto, ir paulatinamente subiéndome el IBI, desde los 250 hasta los 512 euros que pagaré en 2018.

Así, por la puta cara. Y yo, que estoy con el PP en que no se suban los impuestos, cuando veo que sólo me dejan el recurso a la pataleta (que es esta entrada tan desahogante), me cago en el alcalde de Tres Cantos, que es Miguel Ángel Folgado, y es del PP.

Porque yo ni puedo ni quiero pagar más. Es que no me sale de los huevos y ya está bien que, encima, te lo hacen por el artículo 33 y con amenazas.

Soy más bien liberal, peligroso, creo en la libertad y en un Estado cada menos intervencionista (salvo para sanidad, educación y política social). No creo en la obra pública como solución de nada y los políticos me producen, sobre todo, desconfianza.

Folgado, estoy hasta las narices de pagar para que, encima, me cortes el acceso a mi casa y ahora tenga que dar una vuelta de narices y todo para poner el nombre del pueblo en mármoles horteras.

Yo pensaba que habíamos quedado en que los del PP eran los neocones españoles, pero va a resultar que no. Folgado, "read my lips: no more taxes".

Al final, pagaré, claro, pero me queda el recurso de cagarme en la puta madre del funcionario que me cobre. Sí, lo sé, no tiene la culpa. No es justo. Pero en alguien me tengo que cagar.

X. Bea-Murguía (me voy a Sevilla y ni lo corrijo. Ahí va)

3 Comments:

Anonymous Íbero said...

¿Os han puesto ya tasa basura? En Madrid capetal nos están crujiendo a base de bien.

Pero claro, hay que pagar las gallardonadas.

Creo que me voy a ir a vivir a Getafe, que gobierna el PSOE y seguro que no hay estos robos encubiertos de impuestos municipales.

No. Espera. Que acabo de leer que allí llevan pagando la tasa basura desde hace ya unos años...

Nada, Javier, estamos rodeados.

Esto sólo se soluciona asaltando de nuevos los Palacios de Invierno (en Ferraz y Génova, principalmente).

15 octubre, 2009 09:48  
Blogger Hormon Wells said...

Ahhhhh....los tributos ...esas cargas pecuniarias exigidas sin contraprestacion.... . Menos mal que no nos han dado la Olimpiada, que era la excusa perfecta.

Madrid esta arruinada, creo que debe la misma pasta que cinco o seis ciudades juntas, se esta convirtiendo en el DF de Europa.Hablan de la berlusconizacion del pais pero en Madrid que es la capital se puede hablar de chilangolizacion.

Una pena, la verdad.

16 octubre, 2009 11:10  
Anonymous Anónimo said...

Yo ya tengo la mecha puesta al molotov, ¿quién se anima?
Que parece que sólo saben quemar cajeros y sedes políticas en el Norte, hombre.

19 octubre, 2009 14:36  

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