viernes, mayo 21, 2010

Valiente, puede, pero con argumentos

Lo que yo pueda escribir aquí, después de lo de ayer, será más o menos agradable o más o menos cierto o lgustará más o menos, pero lo que no van a poder negar es que valiente, casi osado, soy un rato.

Me llamó la semana pasada Jesús Sánchez Martos, médico (y enfermero) y comunicador, catedrático de Educación para la Salud y colaborador de numerosos medios de comunicación, para participar en un debate sobre la ley del tabaco que organizaba el periódico La Razón y la Fundación Sandra Ibarra en el Café de Oriente. No me lo pensé.


A Sánchez Martos, entre otras cosas, le tengo que agradecer que, siendo uno de los médicos más antitabaco que conozco, es partidario de la información, de la educación y de la libertad, por eso le invitamos en su día a dar una charla en el Club de Fumadores por la Tolerancia y él, valiente, aceptó y, no sólo eso, sino que se dedicó toda la conferencia a hablar de la malignidad del uso del tabaco, pero, sobre todo, de los beneficios de la abstinencia (que para eso es catedrático de Educación para la Salud). No pasa nada, al contrario. Yo no puedo estar más de acuerdo, ya que defiendo la libertad, con los médicos que informan a los fumadores porque no existe la verdadera libertad sin información.

Más médicos como él es lo que necesitamos.

Así que acepté, casi sin dejarle terminar de contarme de qué iba la historia, y allí me presenté ayer, a las 13:45 en punto (que soy un tío puntual, normalmente) para encontrarme compartiendo mantel y charla con:

Dra. María Ángeles Planchuelo, presidente del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo.
Dr. José Antonio Cabranes Díaz, jefe clínico y director de la Unidad de Psiconeuroendocrinología del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental Hospital Clínico de San Carlos. Madrid.
Dr. Paulino Cubero González, presidente de la Sociedad Madrileña de Familia Comunitaria SoMaMFyC
Dr. Manuel Díaz Rubio, presidente de la Real Academia de Medicina
Dr. Manuel de la Peña, presidente del Instituto Europeo de Seguridad y Bienestar Social
Dr. Serafín Romero Agüit, secretario General del Consejo General de Médicos
Dr. Segismundo Solano Reina, secretario del Area de Tabaquismo de la Sociedad Española de Patología Respiratoria SEPAR
Dr. José Manuel Torrecilla Jiménez, gerente de Madrid Salud. Ayuntamiento de Madrid
Dr. Julio Zarco Rodríguez, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria SEMERGEN
Silvia Meléndez Camacho, presidente de la Junta de Madrid de la Asociación Española Contra el Cáncer
David Ruipérez, editor de “A Tu Salud” de La Razón
Juan Ramón Lucas, periodista, director del programa “En días como hoy”, de Radio Nacional de España y patrono de la Fundación Sandra Ibarra.

¿Qué os parece? Y no sólo eso, sino que, además, después de que Sánchez Martos hiciera las presentaciones, preguntó a los participantes quién quiere romper el hielo: entonces yo di un paso al frente.

No era una cuestión de valentía, sino de animar el debate y dirigirlo hacia donde a mí me interesaba más que se desenvolviera: tabaco y libertad. Dije lo que digo siempre, que yo no tengo miedo a los médicos porque ellos son imprescindibles para que la teoría del Club de Fumadores por la Tolerancia sea real y creíble. El tabaco es malo para la salud, es indudable ya, y lo que tienen que hacer los médicos es decirlo, divulgarlo cuanto más, mejor, porque no hay libertad en la ignorancia.

Eso sí, con dos precisiones: la información debe ser comprensible y, sin olvidar los perjuicios de fumar, incidir mucho más en las ventajas de no fumar; la educación debe dirigirse a los menores de edad.

Estuve muy a gusto. No me sentí en ningún momento vapuleado ni atacado ni agredido. Dije lo que quise, se me contestó siempre con educación. El trato antes y después fue en todo momento cordial y repetiría la experiencia tantas veces como quisiera llamarme Sánchez Martos. Sólo espero que los médicos se hayan llevado de mí la buena impresión que yo me llevo de ellos y que entiendan que nuestra labor no es opuesta, sino complementaria.

De todo lo que pasó, me quedo con lo que me dijo Juan Ramón Lucas al final: "no es que seas valiente, es que tienes argumentos".

Sí que los tengo.

X. Bea-Murguía (con dos argumentos)