Pierden los papeles
Queridos amigos:
Nada más lejos de mi intención que hablar aquí de política (lagarto, lagarto), pero no quiero dejar pasar la oportunidad de opinar sobre el asunto de los papeles de Salamanca. Con tanto bullicio, a mi juicio, los que más pierden son los propios papeles, que van, vienen, se agitan como el libro rojo de Mao pero siguen sin leerse y ya se sabe el destino que espera a un papel que no se lee: envolver pescado.
Se une este tema con la magnífica entrada anterior de Hormon Wells, “Picasso, un fraude en toda regla” (corran a leerla) en el sentido de que, en el fondo, con la gaita de los legajos del archivo de la Guerra Civil estamos dando un espectáculo dantesco, digno del aldeanismo provinciano más lerdo, cateto a babor (¡Alfredo Landa, mi héroe!) y a estribor. En una España, ¡coño!, moderna y globalizada, unos y otros se pelean por unos papeles, como si estuvieran cagando en el campo y no tuvieran qué echarse al boquete. Y, digo yo ¿qué más dará dónde estén los papeles si nadie los consulta? De nuevo, el icono no nos deja ver la realidad (de verdad, Punko que me ha encantado lo que has escrito).
La mayor parte de los que van a abuchear el despapele y de los que van a recibirlos como en “Bienvenido Mr. Marshal” no sabe qué se dice en esos papeles, no los va a consultar en su vida, no conocía de su existencia antes de todo este lío y no tiene ni idea de si pertenecen a la Generalitat de Cataluña o a la Particularidad de Salamanca. Es más, amigos y amigas, la mayoría sólo sabe escribir SMS llenos de faltas de ortografía al 5555 del programa “Sal so zorra” y al resto, conformado por víctimas del relativismo en boga, se la pela profundamente lo que ahí se diga. ¿Nos hemos vuelto locos o qué? Los papeles de Salamanca son un icono de la estulticia localista tipo "¡Que vi, que vi, que viva mi pueblo!" y "¡Donde esté la tortilla de patata que se quite todo lo demás, coño!". Se puede ser más ciego, más obtuso, más ignavo y más melón, pero sólo si te llamas Snopes, vives en el condado de Yoknapatawpha y votas a Bush porque crees en la libertad (votar a Bush por otros motivos, como, por ejemplo, por creerle capaz de leer entero “La cabrita feliz” y captar el mensaje, me parece coherente).
A nadie le importa lo que se dice en esos papeles. Es una cuestión de icono, de identificación con una formación política u otra: de nuevo, comportamiento borrego.
Disfrutando esta mañana del pedazo de atasco, mientras me cagaba en... No lo digo porque después de hora y media de embotellamiento tardaría menos en contaros a quién NO he maldecido... (digo yo que por qué Gallardón ve tan necesario machacar el presente de los madrileños para construir el Madrid de un futuro que nunca llega). Eso, que iba yo escuchando en mi filípica mañanera, con la que me informo como periodista que soy y ejerzo, a cuatro prohombres que hacían pajaritas de papel con la actualidad cuando al ir a subir el volumen de la radio, me he equivocado de botón y, de pronto, como una llamada al relajo en el atasco, como una salvación, el “Let it bleed” de los Rolling ha llenado el vacío solitario de mi cubículo, apaciguando mi turbulento estado de ánimo. Nada como los Rolling Stones para no perder los papeles. Me he investido en Jagger y he cantado a gritos: “We all need someone we go cream on”... La del coche de al lado me miraba raro, pero yo seguía: “You can cream all over me”. ¿Qué nos quieres decir con esto, Mick?
X. Bea-Murguía
2 Comments:
Y digo yo... ¿se deberaa hacer un estudio musico-comparativo entre dicha canción y una que salio en un anuncio de la ONCE?
Repito la canción, para quien la haya olvidado......... todo una perla de poesia cantada:
Tu me das cremita Yo te doy cremita
Aprieta bien el bote, que sale muy frsquita.
¿Es o no es una copia del "You can cream all over me" de la cancion "Let it Bleed" the los Rolling Stones? ¿Conocian los de la ONCE la indudabe connotación sexual de su anuncol?
Nada mas.... espero vuestros comentarios
¡Hay que estar ciego para no ver la indudable analogía!
XBM
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