Verdadera y auténtica Alonsomanía
Queridos amigos,
la blasfemia española que voy a decir esta mañana de luna llena quizá sí se fundamente en ese espíritu de contradicción que tanto me define. Aunque tal vez no. Tal vez sólo sea el calvo de Telecinco, su complemento, que es como el de la lotería pero con esos cascos tan gordos que le hacen parecer un personaje de Star Treck (no sabría decir cuál porque no soy freak). Y ya, cuando suelta la frasecita esa "Si parpadean se lo pierden", que no lo aguanto porque justo pasan a publicidad y tú te quedas ahí, con los ojos como platos que ya hasta te lloran, viendo un anuncio de Garrafón...
En definitiva, que le estoy cogiendo gatu al Frenando Alonso.
Para mi gusto fue un feo desplante a sus frikis que anunciara el cambio de equipo, después de que media España cañí (España es ansí) se hubiera comprado esa camisa azulona hortera, que si la llevas en el coche la Guardia Civil no te multa porque pasa por ser el chaleco reflectante. ¡Qué poca consideración hacia ese José Pipe que ha llorado emocionado, abrazado a la cruz de Don Pelayo, porque en su cumpleaños los amigos le han regalado esa camisita tan preciosísima! Si hasta ha aprendido a doblarla y guardarla en el armario él solito. Un feo en toda regla.
Conmigo empezaron a cagarla cuando le dieron el Príncipe de Asturias porque, claro, que el chico tiene mérito es incuestionable, pero... ¿Qué pasa con Ángel Nieto? ¿O con Carlos Sainz? Ambos también marcaron un hito histórico en el mundo del motor y, por cierto, Sainz con un gafe de copiloto que es ciertamente reseñable ("Trata de arrancarlo, Carlos", es una frase cumbre del deporte español). Eso mosquea en el asturiano: no se puede explicar por qué, si Giancarlo Fisichella y Alonso llevan el mismo coche, siempre se le rompe al italiano... ¿Mala suerte o que, cuando nadie le ve, le arranca un manguito a su compañero? No me extrañaría. ¡Con esa sonrisita de chacal trepa!
Como he dicho, le estoy cogiendo gatu al Frenando Alonso y lo único que le puede salvar ya del ostracismo total al que le estoy condenando es que el año que viene va a conducir a 300 por hora con un anuncio de whisky en la chepa. Esto sí podría ser motivo para depositar de nuevo mi simpatía en él.
Ahora que hay una cosa que tiene que cambiar, porque lo que no me gustó nada, pero nada, nada, nada de la victoria de ayer de Alonso es que hiciera el payaso para celebrarlo. La ausencia de elegancia en el triunfo denota una gran falta de respeto hacia el contrario vencido y es señal de tener muy poca clase. Esto es algo que caracteriza a seres tan despreciables como Valentino Rossi, personaje por el que siento un profundo asco. Lo del año pasado tiene un pase, si me apuran. Conducir sin manos haciendo gestitos con los dedos está bien y es respetuoso con los demás (aunque piensen en qué pasaría si ustedes hiciesen lo propio delante de la Benemérita). Pero lo de marcarse una salida del coche en plan lagarterana, brazos en jarra y pedorreta, con ese movimiento de cadera propio de una bailarina de jota que menea el manteo y luce el jubón a mí no me gusta Es como los que están jugando a las cartas y se chotean de los amigos vencidos (que encima les han dado de comer). Esto es muy feo y sólo se permite en el mus y en la garrafina, porque la humillación al contrario está implícita en la mecánica de ambos juegos. Pero en la Fórmula 1, o en Moto GP, o en la canasta, eso no se hace. Es de baja estofa.
Así que, desde ayer, le he puesto dos cruces y ya padezco lo contrario de la Alonsomanía, es decir, manía a Alonso y no por ser español voy a desear que gane. Eso es algo contra lo que siempre he peleado en el tema deportivo: ¿voy a vivir mejor porque este pollo gane el Mundial? ¡NO!. Pues que le den, que a mí la gente con poca clase me toca las narices, sea español, sea esquimal caraculo o sea de Tumbuctú. Además, ¿no somos ahora todos europedos? Pues este año quiero que gane el Mundial de Formula 1 Nico Rosberg por dos razones: porque es europedo como yo y porque a su padre, Keke Rosberg, le dedicó una canción Siniestro Total. Creo que estarán de acuerdo conmigo en que este último es motivo más que suficiente.
X.Brrrrr-Murguía
(Minum mini on Keke Rosberg... Tardas demasiado /// cuando entro en boxes /// te la estás jugando /// yo soy Keke Rosberg /// yo soy Keke Rosberg /// y tú eres un mecánico fatal).
9 Comments:
¡Esto impresionado, Hartigan! Lo tuyo es velocidad y no lo de Fernando Alonso. He parpadeado y me he perdido tu comentario. Sólo con decirte que estaba corrigiendo el texto...
Abrazos y besos allende los mares
Javier
Jooooooooooope... con la ardea globá maclujiana...
Pues desde que lo has leído he hecho un par de cambios.
Javier
Gracias por las felicitaciones del viernes! Aunque hoy estoy aunténticamente de lunes y no tengo ni idea de quién es "cuatrola"...
Bego
De nada, Bego. No te preocupes por Cuatrola... Él tampoco lo tiene muy claro quién es...
Jajajajajajajaa
Javier
Corre, keke, corre..
Una de las mejores canciones de uno de los mejores grupos de toda la historia de todo el rock del mundo mundial.
Pues si, ayer Fernandito hizo el ridiculo, menos mal que al comentarista de la tele local no se le entiende lo del parpadeo, que si no les castigaba a los niños sin ver la proxima carrera. Ayer, tarde de domingo completa, animando a Alonso y gritos de Alaves, Alaves, a pleno pulmon.
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Castígales viéndola que yo te la grabo con los comentarios del calvo...
Javier
Estoy completamente de acuerdo con vosotros. Esto de las celebraciones es lamentable, sobre todo si viene de un español con éxito. Qué lo haga Michael Schumacher, dando su saltito de bailarina frustrada es una cosa, ¡¡¡pero que lo haga alguien como Alonso!!! ...
Si la envidia fuera tiña.
Esta ironía fina me es familiar... Lo haga quien lo haga, es lamentable. El de Schumacher era, además, ridículo.
Es más difícil ser señor en la victoria que en la derrota.
Javier
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