jueves, febrero 01, 2007

Iniciativas municipales con encanto


Queridos amigos:

ayer, poco más de media hora de aparcamiento me costó 180 eurazos. Así. Eso sí, el Agente de Psicomotricidad Urbana, esos tipos vestidos de fosforito que ponen multas y hacen el Karate Kid en los cruces, me llamó caballero. De estas cosas hay que reírse, porque, si no, te cagas en su puta madre y en las obras de Gallardón.

Llegué a la calle Vallehermoso a eso de las 14,15 horas y vi un sitio en "carga y descarga", donde estaba permitido aparcar hasta las cuatro y media. Había quedado para comer, hice mis cálculos y, bueno, esto es Madrid, no Estocolmo, pensé que volvería a tiempo. Podía suceder que me pasara unos minutos, pero esperaba que me aplicaran la famosa manga ancha ibérica por la que somos denostados en el resto del mundo. Pues no. 180 euros. Voy a reírme un poco... JA. Me descojono. ¡Denostados! Jajaja.

Los miércoles dan un tremendo cocido en Asturianos, (Vallehermoso 94), que les recomiendo. Lo pasé muy bien con Jesús Bernad, Rafa Martínez Simancas y David Torres, fumando un puro que es un clásico de la literatura (Molinos de Sancho Panza, vitola de galera Cervantes) y tomando una refrescadura. Cuando nos echaron (amablemente, eso sí) me di cuenta de que probablemente ya era demasiado tarde. Lo mío, Amaya, como sabes, es una cuestión de actitud: yo voy sin reloj por la vida, lo que es muy bueno para el corazón, pero, a veces, fatal para la cartera. Visto así, amistad + cocido + vino + puro + Citadelle + sobremesa excelente, por 180 euros, sigue pareciéndome muy barato. Ir al cine a ver una película de Pedro Almorrana es mucho más caro, teniendo en cuenta el ratio minutos de satisfacción/euro.

Aunque es cierto que eran las cinco y pico y que el coche, entonces sí, estaba aparcado en prohibido, se me antoja un abuso brutal que me impongan 180 euros de multa. Se lo dije muy educamente al Agente de Atascabilidad y Pilates

-- Caballero -me contestó-. Si lo deja más de 5 minutos en carga y descarga, la multa ya es de 180 euros.

Esto vulnera, totalmente, el principio jurídico de proporcionalidad de la sanción, que debe ir siempre pareja a la falta cometida. Estos gobernantes nuestros, sin siglas ni excepciones, son unos hijos de puta, con todos mis respetos a su puta madre, y nosotros, que los votamos, somos unos borregos por aceptarlo (incluido yo). Esto se lo dice uno que es un caballero, debe de ser porque últimamente he hecho amistades en San Blas y todo se pega.

La conclusión es que acabo de pagar mi parte del túnel de la M30 y me toca los cojones. A los políticos, de ambos signos, se les llena la boca diciendo que van a bajar el IRPF, que es un impuesto justo y social, y se callan que nos brean a impuestos especiales, indirectos y multas con afán recaudatorio, que son iguales para todos, independientemente de los ingresos de cada uno. 180 euros, como multa de aparcamiento, es un abuso se pongan como se pongan.

Alguien me contó el otro día (y siento no poder decir quién, porque no lo recuerdo), una iniciativa municipal que apoyo al cien por cien, porque me parece que tiene mucho encanto. El Ayuntamiento de Madrid está recaudando a tope a través de los parquímetros, ese nuevo vecino del barrio al que todos tenemos tanto asco, cuyo único fin, digan lo que digan, es que paguemos por lo que antes era gratis. La iniciativa municipal con encanto tiene por objetivo que cunda una mayor aceptación popular, que la gente pague por aparcar en la calle pero con más alegría. Se trata de dibujar al alcalde colocado de grupas, de manera que el ojete caiga justo en la ranura del parquímetro. Así, por lo menos, se puede uno dar la pequeña satisfacción de meterle a Gallardón el dinero por el túnel de la M30.

X. Bea-Murguía (Fruterooooooo... Dime algo, anda)

Hoy, 1 de febrero, es el cumpleaños de mi hermano Luis... ¡36 años y sigue siendo el rey de la banda derecha! Un chavalín. Luis, un beso.

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3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Jajajajajajajaja

Doy fe de que todo lo relatado es cierto. Especialmente lo referente a los parquímetros gallardinos. Yo, que no tengo coche, le metería por el ojete monedas en plan obsesivo-compulsivo, como si fuese una puta máquina tragaperras (que es lo que es, no había caído).

D. Torres

P. D. Se te olvidó mencionar los 20 euros esotéricos.

01 febrero, 2007 08:12  
Anonymous Anónimo said...

Quejate a tu alcalde que esel culpable de todo eso, bueno no al alcalde de Madrid. y dile al futuro alcalde de mi pueblo que aquí no ponga parquimeteros, pero que quite los coches que constantemente aparcan delante de mi "garage".
LFB

02 febrero, 2007 12:49  
Anonymous Anónimo said...

No se quién te comentó lo de meterle el dinero por el ojete a Gallardón, pero te puedo asegurar que he visto la pegatina. Se puede poner en cualquier parquímetro que la necesite, y tiene preparado el agujero de las monedas en la puerta trasera de nuestro alcalde.

Lo que más me jodió de los parquímetros no es que los pusiera en mi barrio de toda la vida... un barrio residencial donde los problemas de aparcamiento empiezan a las 8 de la noche, sino que encima tuvieron la increíble desfachatez y cinismo de mandarme una carta diciendo que se habían visto obligados a ponerlos ante la multitud de peticiones de los vecinos.

Como muchas veces con los políticos, me sentí profundamente insultado.... ¿porqué todos dan por hecho que soy gilipollas?

En fin....

05 febrero, 2007 11:56  

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