miércoles, marzo 22, 2006

Los muy hijos de Putin


Queridos amigos,

puede que Putin tenga hijos, pero nunca lo serán tanto como su padre. ¿Qué manualidad le habrán regalado por San José? ¿Una AK47 de plastilina? ¿Una goma de borrar conciencias? De ser yo hijo de Putin, le habría hecho un mural con el capítulo famoso de la vida del papa culpable Inocencio III, que declaró la guerra a la herejía como George W. Bush y el mismo Putin se la han declarado al terrorismo internacional, ese pastiche cambalachero que es como la ruleta, que pasa y que falta, que ni están todos los que son ni son todos los que están. Fíjense qué poca diferencia. Los culpables de herejía cátara no se distinguían en nada, públicamente, de los buenos católicos, apostólicos y romanos, aunque era de sobra conocido que en la privacidad cómplice y satánica de sus conciliábulos, fornicaban entre ellos y se dedicaban a sodomizar gatos y otras beldades por el estilo, haciendo caso omiso de la máxima de San Onancio, formulada en su famoso libro "De res zambombis":

"Cuan fornicare non podere, con la tua manum cascatorum esse".

Y es que San Onancio sabía latines. No digo más que fue a evangelizar las indias y se lo encontraron finado en la gran cascada: esguince mortal de muñeca. Cuando uno se toca, te toca y te ha tocado.

Siguiendo con la indudable analogía entre los hechos del papa de Roma y el zar de Moscú, Inocencio manda a la ciudad de Beziers un poderoso ejercito de cruzados para exterminar esa herejía cátara pero, tras un breve asedio, los cruzados se plantan ante la disyuntiva: si bien era cierto que aquella ciudad estaba plagada de herejes a los que pasar a cuchillo, como hizo Josué, por orden de Dios, con los habitantes de la tierra de promisión, no lo era menos que en Beziers también había muchos buenos católicos. ¿Cómo distinguir a unos de otros? Me imagino a Putin en la encrucijada del colegio secuestrado en Beslán (Osetia del Norte) por terroristas chechenos.

Parecía claro que, al entrar a saco los cruzados en la ciudad, todo aquel que en ese mismo instante fuere sorprendido untando mantequilla al rosetón de un minino se podía dar por empalado. Su funesta actitud no dejaba espacio a la duda. En el caso de Beslán, debemos imaginar que todo aquel que midiera más de metro y medio y llevara un arma automática en la mano...

Sin embargo, la soldada tenía su pesar, ofreciendo pruebas de personalización de la masa (no siempre sin conciencia), así que preguntaron al interlocutor papal, Arnaldo Amalrico, un tipo con nombre de hijo de putin (y que me perdonen todos los Arnaldos que no lo sean por no hacer distingos, pero de eso va hoy la entrada), quien resolvió con la famosa frase: "Matadlos a todos, Dios reconocerá a los suyos". Nadie ordenó el uso de la fuerza en el colegio de Beslán, pero mataron a 333 personas, y aunque la mitad de ellos eran niños, no se crean que los 160 restantes eran todos terroristas.

Hace un mes, me encontraba yo en el pequeño atasco que se forma en la incorporación a la M-40 en dirección a Colmenar Viejo desde la carretera de Burgos, parado en la bajada del viaducto, que conforma una atalaya privilegiada, cuando vi un enjambre de luces azules que venían hacia mí. ¿Serán ángeles del cielo?, me pregunté. ¿Serán ovnis en vuelo rasante? ¿Será la esperada invasión marciana profetizada por Nostradamus y llevada al cine por Tim Burton? O quizá no, reflexioné, una parada con tanta sirena y tanto griterío sólo podía ser una desviada cabalgata del orgullo gay. El impresionante despliegue de luz y color ocupaba, al menos, medio kilómetro en todo el ancho de la carretera. Recuerdo que pensé: "Alguien que va rodeado de tanta policía, sólo puede ser un peligroso asesino". Pero, después, cuando pasó, me di cuenta: se trataba de Putin.

X.Beatus-Murguiae

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¿Qué has desayunado hoy? A falta de madalenas (que se que no hay, ni galletas) te ha sentado mal el café solo fijo.

Me lo tengo que leer otra vez más, las dos primeras me ha costado digerirlas. Yo también tengo un día espeso.

22 marzo, 2006 17:03  
Blogger H.Wells y X.Bea-Murguía said...

¡Añoro esos días en que me desayunaba un Ducados a pecho descubierto o dos! Creo que volveré a hacerlo porque mi vida tiene más sentido con eso, ¿no te parece?

De todas formas, he desayunado sobaos pasiegos y he cargado las tintas contra Putin y lo que quería decir es que el tipo es responsable directo de la matanza de Beslán y que a nadie parece importarle. Me lo imagino con atuendo inconsútil ante la decisión: la democracia no cede ante el terror... y le dice a sus soldados que intervengan... Matadlos a todos, la democracia cogerá los suyos. Es lo mismo. Una puta masacre.

De todas formas, con la noticia de hoy, de plena actualidad mi entrada, ¿no crees? ¿Debemos negociar para que no muera nadie más a sabiendas de que en una negociación todas las partes ceden algo y que, por tanto, los terroristas van a llevarse su pequeña victoria o mejor los matamos a todos y que Dios coja a los suyos? ¿Hay una postura intermedia? Pregunto, que conste, no me decanto, aunque yo, como tú sabes, tengo mi opinión.

Javier

22 marzo, 2006 17:35  

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