El momento del balance

Queridos amigos:

hoy es mi cumpleaños. La niña bonita: quince añazos como quince soles más el logaritmo neperiano de 26 al cuadrado, dividido por dos, multiplicado por la raíz cuadrada del vector A en una trayectoria que se puede calcular fácilmente, como la declaración de la renta, si ustedes tienen en cuenta los senos que luzco ya a mi edad y una ecuación en la que no queda ninguna incógnita que despejar. Quiero cortar este asunto por la tangente que no está el tema para trigonometría.

Quizá piense que ha llegado el momento de hacer balance, no de mis quince añazos como quince soles más etcétera... Las memorias de ultratumba se las dejaremos a Chateaubriand, sino de los largos cuatro meses y medio que han transcurrido desde que Hormon Wells y yo decidiéramos darles la chapa cada mañana con nuestra caca mental. En este tiempo, hemos escrito la friolera de 150 artículos, no todos tan divertidos como quisiéramos, ni tan profundos, ni tan nada. Quiero decir que es un ejercicio bastante duro rascarse la cabeza cada mañana a ver qué seborrea casposa se nos queda enredada entre las uñas, y no hablo de la calidad de los textos que es discutible y no importa, porque no es ni el objeto ni la intención de este blog el ingreso de ninguno de sus miembros en la Real Academia. Creanme si les digo que el esfuerzo mental por sacar temas nuevos, por no repetirse, por no resultar tremendamente cansinos, es enorme. Por eso, rara vez lo conseguimos.

A una media de 50 visitas diarias, que sé que no es mucho pero a mí me satisface enormemente, podemos calcular que desde que iniciáramos esta aventurilla, hemos alcanzado fácilmente la cifra nada despreciable de 7000 visitas. GRACIAS. Soy consciente de que son los mismos cincuenta amigos que han entrado 120 veces. MÁS GRACIAS. Les debemos unas cervezas. Cuando Hormon se libere un poco de curro, les convocaremos en algún sitio accesible, como Burkina-Fasso, para pagar esta deuda.

Sé, porque me lo han dicho ustedes mismos, que muchos no se atreven a hacer comentarios. Algunos, incluso, me mandan los comentarios a mi dirección de correo electrónico en el trabajo (mi Jose, mi Toni). No hagan eso, amigos. Mándenme mujeres desnudas, pero los comentarios, háganlos en el blog. Nosotros no juzgamos a nadie porque no hayan leído a William Faulkner y nos la pela mayormente si ustedes hescriven con faltas de horticultura o ponen las comas al buen tuntún. Si quieren, hasta yo me ofrezco de asesor comatoso, aunque tampoco es que yo sea William Séspir. Ni mucho menos, amigos y amigas, ni mucho menos. Yo un día puse aquí, con mis dos cojones, que la "Olimpia" era de Degas y les aseguro que sigo teniendo el mismo buen concepto, incluso más alto de lo que debiera, de mí mismo. ¡La "Olimpia" es de Tapies y qué más da!

Esto lo hacemos porque nos divierte. Otros se tocan el huevo. Nosotros damos la murga. Por cierto, Murga, de lo hablado el sábado en el concierto de Laundromat: coge la pluma, macho.

Además, este blog no sólo está abierto a sus comentarios, sino también a sus artículos. Si usted quiere que nosotros le colguemos un pedo mental suyo, no tiene más que tirárselo en wellsybeamurguia@hotmail.com y se lo publicaremos. Ya lo hicimos en una ocasión y será un placer hacerlo de nuevo. No les quedan excusas.

Por cierto, para aquellos de ustedes que aún no nos hayan puesto cara, yo soy el del traje bueno de Armani y Hormon el del trajecillo blanco.

Gracias a todos y muchos abrazos machotes y besos castos. O abrazos castos y besos machotes. Lo que quieran, prendas.

X. Bea.Murguía