jueves, agosto 10, 2006

En Amsterdam(II).San Nicolás Bizarro.Sinterklaas.



Chusma Indecente:

Hacía tiempo que no escuchaba una historia tan bizarra como la que me cuenta Ana, empresaria simpática que posee una tienda curiosa denominada LATIANA y que es un "must" visitar si acuden a Amsterdam.Buena ropa y mejores precios en la calle Sint Antoniesbreestraat 64.

Ana me cuenta en el Café Cuba mientras esperamos a que pare de llover, llueve que parece que se va a acabar el mundo, la celebración del día de San Nicolás en Holanda y llego a la conclusión una vez más que los madrileños somos unos "cosmopaletos".Tengan presente al leer el breve relato de San Nicolás que intentaré narrar tal y como me lo han contado la frase navideña empleada habitualmente:"En casa se celebran los reyes magos,lo demás es una tradición que no es ejpañola y por eso no me gusta".

Pues bien, el mito de San Nicolás habla de un Obispo turco,que hay que tener huevos para ser turco y obispo y como ya saben "España-Turquía misma cosa,tú y yo negocios buenos, te vendo costo barato " que curiosamente vive en Madrid, ¿Getafe Sector 3?.Este tipo todos los años se desplaza desde Madrid a Holanda en barco junto a un caballo y una serie de pajes negritos que se ponen de ese color al bajar por las chimeneas,esta es la versión políticamente correcta y seguro que tradicionalmente se trata de nuestros hermanos subsaharianos.

En definitiva el Nico se pega el garbeo hasta allí en barco,llevando todo su amor a los niños recorriendo Segovia,Valladolid,y toda esa Castilla que describió el sinvergüenza de Machado,una vez que llega a su destino sus ayudantes,recuerden que es Obispo,reparten regalos a los niños y estos le dejan zanahorias en los zapatos,¿para conservar el moreno?...ah claro para el caballo.

Entonces San Nicolás entra en una estado de depresión postvacacional,trance chungo y se encarga de llevarse a todos los niños malos a Madrid,¿Trata de blancas?,con la intención de devolverlos al año siguiente en forma de galletas, hay quien ha llegado a confesar que el comió una galleta y que había un pelo dentro,afirmación que no debe tenerse en cuenta,puesto que eso sería normal en cualquier chiringuito de la costa del levante.

De la historia, del mito algo bizarro pueden inferirse algunas conclusiones inquietantes:

1)Manolo Miner es holandés,posiblemente fostió a san Nicolás quedando como prófugo,¿o era uno de los negros que ayudaban a San Nicolás?.

2) ¿Cómo coño se va de Madrid a Amsterdam en barco pasando por Segovia?.¿Por el Eresma?.
¿Tuberías secretas en La Granja?.De los segovianos se puede esperar cualquier cosa,son conspiradores....y autonomistas.

3)Un buen método para ligar con holandesas empíricamente comprobado: Afirmar que San Nicolás te arrancó de los brazos de tus padres y que de regreso en el barco no te dio de comer,apenas unas zanahorias,motivo por el cual eres chaparro pero que con la lluvia de Holanda en unos meses no te hará falta subirte a una banqueta para decirle palabras de amor a la holandesa que te escucha embelesada.

En las holandesas rubias cuela.... .

Hormon Wells
Retornado a Madrid.

1 Comments:

Blogger H.Wells y X.Bea-Murguía said...

Visto, así, claro, la mitología infantil es lo que tiene... A mi casa venía un tal ratoncito Pérez por la noche, se llevaba algo tan desagradable como un diente y te dejaba veinte duros bajo la almohada. Sin incidir mucho en que el tal Pérez era un poco primo, que pagaba el gramo de diente a precio de oro, uno no puede dejar de preguntarse ¿y qué coño hacía con tantos dientes? ¿Podemos pensar que el ratoncito Pérez es, en verdad, un protésico dental en busca de materia prima para nuevos implantes? ¿Por qué venía sólo por la noche? ¿Era, quizá, una criatura noctámbula que ha descubierto que el polvo de piño de leche tiene el mismo efecto afrodisíaco que el cuerno de rinoceronte? Siendo así, ¿no habría peligro de creación de un innumerable ejército de ratoncitos furtivos a la caza de los dientes de leche de los niños? ¿Podríamos llegar a decir que la primera dentición está en peligro de extinción?

Dos barbudos semitas y un negro suben a tu casa por la noche, con los camellos y todo, y se beben del whisky de tu padre. Si te despiertas una noche, vas en calzoncillos rascándote los huevos a la nevera a beber un poco de agua o a atracarla y te encuentras tres inmigrantes irregulares en tu salón bebiéndose el whisky, ¿llamarías a la policía o pensarías que es la noche de Reyes, aunque sea 4 de agosto?

Javier

16 agosto, 2006 11:51  

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