miércoles, diciembre 27, 2006

Delaciones


Queridos amigos:

este chiste que me dispongo a contarles hoy tiene el doble de mérito porque me lo contó un cubano en Cuba. Y no es que en Cuba esté prohibido contar chistes, por lo que yo he visto allí de dos veces que he ido, los chistes (o cuentos, que dicen ellos) son habituales y muchos de ellos cargan contra el régimen, pero, por decirlo de alguna manera, algunos, dependiendo de a quién se lo cuentes y del pie con que se haya levantado esa persona, lo mismo sienta francamente mal. Ya ustedes saben.


Un grupo de amigos cubanos están en una fiesta, ya tú sabes, tomaaando, bailaaando, cantaaando, volvieeendo a tomal. En un momento de la noche, están tan borrachos que empiessan contando cuentos de pinareños, más alguno de sexo y ya uno se anima a contar uno sobre el régimen y, así, comienssan a metelse con la Revolussión, a critical, a insultal a Castro, a Raúl, al Che... Como son siempre estas cosas, que primero empiessa uno a calentalse y, al final, acaban todos insultando a los padres de la Revolussión Cubana, todos, todos, y sin paral de bebel ron y más ron y de fumalse buenos tabacos cubanos, hechos todos con amol... Y sigue la fiesta y siguen los insultos hasta que se quedan todos dolmidos. Al día siguiente, de madrugada, llega la polissía y los detiene a todos, todos. ¿Quién se ha chivado?


La veldad que el cuento no tiene gracia. O quizá hoy sí la tenga, pero puede que en breve espacio de tiempo, deje de hacernos gracia. ¿Por qué? Porque los hay en España que quieren montar un aparato político parecido al de los vigilantes de cuadra cubanos (algún cubanólogo que me corrija: ¿el nombre de este entrañable personaje revolucionario es vigilante de cuadra o jefe de cuadra?), que son gente que conoce el barrio y que apuntan todo lo que sucede en él que les parezca extraordinario. Pero no se crean que estamos hablando de delitos... No, no... Quiere decir que si ven un coche que no es de la cuadra, cogen la matrícula, se esperan a saber de quién es y, si pueden, se enteran a qué ha ido al barrio esa persona y, con ese informe, van a la policía.


El Tripartit pretende defender el derecho fundamental a la vivienda digna que nos asiste a todos combatiendo la especulación inmobiliaria. ERC (¿quién si no?) encabeza una iniciativa para aprobar una ley con la que la Generalitat podrá expropiar pisos si se demuestra que llevan al menos dos años vacíos. Pongamos que yo compro un piso ahora, porque me ha tocado la lotería, no porque sea rico, con el objetivo de regalárselo nuevecito a mi hijo cuando cumpla 18 años. ¿Estoy especulando? No, en absoluto. No quiero alquilarlo porque pienso que después no voy a poder echar a los inquilinos así como así o porque me da el coñazo o porque quiero dárselo sin estrenar a mi hijo o porque quiero ir amueblándolo o porque quiero ir a echar un polvete extraconyugal de vez en cuando a ese piso o, sencillamente, porque no me sale de los cojones alquilarlo. Es mi propiedad y yo hago lo que quiero con ella.


Una ley así, por muy bien que la hagan, es incapaz de marcar la diferencia entre alguien que tiene dos pisos y otro alguien que, efectivamente, especula con la vivienda, es decir, con un derecho fundamental.


Pero lo peor de esta iniciativa no es eso. Lo peor es que no hay modo legal de comprobar que los pisos están vacíos, salvo a través de un intrincado y difícil sistema de vigilancia de las facturas del hogar que, de todas formas, no demuestran nada porque yo puedo decir que soy un anacoreta que vivo a la luz de las velas y que me alimento a base de ensalada de ficus y palomas al ast y que, para eso, no necesito ni luz ni teléfono.

Entonces, a los revolucionarios progresistas de ERC se les ha ocurrido que lo mejor es ir a preguntar a la portera: quieren detectar los pisos vacíos fomentando la delación. Así es. Así de triste y de peligroso. ¿Que al Jordi le corroe la envidia porque el Pep tiene tres pisos vacíos y está haciendo un negosi de cuyons?


-- "Al Carod Rovira que vas a ir", y va y se chiva.


Es de puta madre. En vez de hacer leyes que funcionen a través de un mecanismo democrático y de estado de derecho normal, con sus policías, sus fiscales y sus jueces, hacemos leyes que nos acerquen a la utopía a través de la "colaboración ciudadana". Lo mismito que la Ley del Tabaco que, como es imposible de vigilar su cumplimiento, tiene un capítulo muy bonito especialmente dedicado a todos aquellos que quieran delatar a sus compañeros de curro por fumar en la oficina. Lo mismito que la Ley contra el Maltrato, que la denuncia desencadena un mecanismo para aplicar medidas contra el supuesto maltratador sin respetar la presunción de inocencia.


Esto empieza a parecerse a los tiempos de la "Santa" Inquisición.


Una cita bíblica es lo suyo ahora: "¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera el vaso y el plato, mientras que por dentro siguen llenos de rapiña y ambición!". Mt 23, 25.


Por cierto, el cubano de la fiesta que se chiva a la policía del griterío antirrevolucionario es... el primero que se despierta. Y no, no tiene mucha gracia. Da miedo.


Les compenso con un chiste mejor:


Dos catalanes que se encuentran por la calle.
-- ¡Hombre, Oriol! ¡Cuánto tiempo!
-- ¡Josep! ¡Qué alegría! ¿Qué tal vas?
-- Bueno, no me quejo. Aquí voy con mi pobre madre que se ha quedado ciega y sorda.
-- ¡Ah! Lo lamento. ¿Y dónde vais? ¿Al médico?
-- ¡No! A cortarle la luz y el teléfono.


(((-- Pues ten cuidado, Oriol, que dejan a tu madre sin casa))) Esta parte es una addenda al chite.


X. Bea-Murguía (vais a ir todos a la seño).