viernes, febrero 09, 2007

No sería el primer Goliat de la historia


Queridos amigos:

Como supongo que les pasa a muchos de ustedes, en ocasiones, al hacer mis vaticinios sobre algún asunto por acontecer, se me hace difícil separar de manera nítida mis deseos de la inevitable realidad. No es algo que me defina como una persona optimista (que lo soy). Estoy convencido de que, en el fondo, los agoreros, los que profetizan todos los males del mundo, esconden, en verdad, un ansia de Apocalipsis, un deseo sucinto de que lo que va mal vaya a definitivamente peor, aunque sólo sea por el prurito de tener razón cuando la catástrofe es irremediable, aunque sólo sea por tener la oportunidad de decirte a la cara, a ti que eres un memo optimista: “¡Te lo dije!”. Un compañero mío, que es la persona más pesimista que conozco, hasta un punto de cenizo-alegría de la huerta que sirve de contrapeso para mi entusiasmo, se define a sí mismo como “realista informado”.

Este rollo sobre la personalidad de quien les aburre todas las mañanas, viene porque se acercan las elecciones municipales. En Madrid, parece, todo está dicho y nadie duda, y mucho menos los "realistas informados", de que la victoria de Alberto Ruiz Gallardón está cantada: más que una mayoría absoluta será una mayoría aplastante. Sin embargo, yo prefiero no estar tan seguro y ésta es la parte en que, como les decía, el deseo se mezcla con la realidad.

El otro día oí en la radio una cuña de publicidad del candidato del PSOE, Miguel Sebastián, a quien en los círculos del lumpen ya conoce por "Miguel Sevaahostiar", y me da la impresión de que los socialistas han dado el partido por perdido antes de empezar. ¡Qué pavo más anodino y pusilánime! La cuña dura quince segundos y el tío consigue que te duermas antes de que acabe, sobre todo cuando declama, con esa voz de robotijo indeciso, que le gusta que los niños jueguen en parques limpios y ver a los jóvenes hacer deporte. Nos quieren poner de alcalde a Leoncio el León y Tristón. Y digo yo que habrá en el mundo a quien le gusten las rubias con las tetas gordas, pero ese no es, en absoluto, motivo suficiente para elegir a un candidato... ¿O sí? Bueno, pensándolo bien, es un motivo cojonudo. El mejor motivo, porque, lo demás, son obras y yo estoy hasta los huevos de obras. Y no se confundan, las obras no van a acabar. Terminarán la pirámide y Keops la querrá más alta.

Nada hay decidido hasta que pita el árbitro y ya sabemos cómo son los equipos italianos, que siempre dicen que “Il Reale de Madride è una piu grande esquadra, molto potente, molto buoni centurioni” (¡Prego! ¡Questo è menzogna!) y, luego, en el descuento, Tasotti le rompe la tocha a Luis Enrique, meten un gol con el culo y, tacatá, España para casa, que se queda uno pensando: Verrá la morte e avrá i tui occhi. No sería Gallardón el primer Goliat de la historia, pero es que Sebastián tampoco es Roberto Baggio (ni mucho menos, Cesare Pavese).

Así andamos, que no sabe el deseo con qué realidad quedarse. Cuatro años más de gallardonismo pueden ser como vivir al lado del tío del martillo neumático, que más que un alcalde tenemos un buscador de tesoros; más que una ciudad, una excavación arqueológica. Por otro lado, tampoco quiero a un tipo que tiene por objetivo "ver a los jóvenes hacer deporte" y que lo que promete son más obras.
¿No hay por ahí alguna rubia con las tetas gordas que se quiera presentar a alcaldesa?
X. Bea-Murguía

Etiquetas:

6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¿Te sirvo yo? (Lo del rubio se soluciona en Llongueras y lo de las tetas gordas en Corporación Dermoestética...)
Para los que vivimos en "el pueblo" lo de bajar a Madrid es toda una excursión. El miércoles tuve que ir por un tema de trabajo y descubrir en primera persona las obras de la M30. Salir de Plaza de España y llegar a la calle Sallaberry (muy cerca de General Ricardos) nos costó hora y media de vueltas y revueltas por una M30 sin salidas (y las que había no estaban indicadas) que más parecía una ginkana que una circunvalación de una gran ciudad. Nunca me había sentido tan cerca de unas ruinas por bomba atómica. Menos mal que llevábamos un todoterreno que si no no salimos de los agujeros que lindan el Manzanares o lo que queda de él.

09 febrero, 2007 10:25  
Blogger H.Wells y X.Bea-Murguía said...

Tu ambición política no tiene freno, Bea... ¿Alcaldesa? ¿No te vale con ser presidente de la comunidad de vecinos?

Besos

Javier

09 febrero, 2007 10:33  
Anonymous Anónimo said...

El paseo por la M30 del miércoles, fue fantástico, de verdad, si hasta casi llegamos a Valencia buscando la glorieta de Marqués de Vadillo. Al menos no llovía porque con agua, el barrizal que se tiene que montar no lo salva ni el todoterreno, ya te lo digo yo!
Srta. Playa, no opte por la alcaldía, mejor, desbanque a Zapatitos que nos hace aún más falta... Bea for President!!!!

09 febrero, 2007 11:08  
Anonymous Anónimo said...

Zoi Miguel Sebastian (2x2,4; 4x2, 6), miz cuatro prozpuezta zon muy zencilla: autobúz gratiz para los catalanes que vengan a Madrid en díaz imparez, taxistaz que hablen excluzivamente en lenguaje para sordomudoz y se me ha olvidado la otra.
Por favor, respeten a los gatitoz.

Miguel

09 febrero, 2007 11:57  
Anonymous Anónimo said...

Voy a dar una razón para votar a Miguel Biensestá: verle el careto que se le iba a quedar al faraón Alberto en cuanto le dijeran que lo de la M-30 se lo pòdía meter por el burejo de las cosas raras.

Argaigmo Ciensietes, armarista concienciado

09 febrero, 2007 19:50  
Anonymous Anónimo said...

¿Burejo? ¿Has dicho burejo? Ya te veo, ya

Javier

09 febrero, 2007 19:56  

Publicar un comentario

<< Home