Un motivo para la paz
Queridos amigos:
odio las manifestaciones. Nunca me han gustado. El clamor en masa de un buen sentimiento compartido por muchas voces siempre me ha dado repelús, vergüenza ajena, ganas de esconderme, de separarme, como si tuviera miedo a identificarme con tanta gente al mismo tiempo.
El otro día, por ponerles un ejemplo, fui a la celebración del Día de la Paz al colegio de mi hijo. Seiscientas personas allí cantando por la paz eran 599 más de las que yo podía soportar. El ridículo colectivo me invade y me sonroja, me siento nervioso y empujado a huir o a decir tonterías una tras otra, como una cadena de disimulo. "La paz no existe", le dije a mi mujer que ya me miraba con un careto de tragedia griega, "y estamos aquí asistiendo con sonrisa bobalicona a un lavado de cerebro comunitario digno de Kruschov, con el que parece que quieran convertir a nuestro hijo en un hippie trasnochado o que queramos batir el récord Guiness de vómito colectivo". Los niños agitaban unas palomas hechas de papel... "Son ratas voladoras", decía... y unas ramitas de olivo... "La Unión Europeda va a arrancarlos todos, como si quisiera desgarrar la paz de la tierra. No van a dejar ni uno, altivo o sumiso", apostillaba.
La exaltación colectiva de la paz sólo puede dar como resultado la peor canción de John Lennon (a quien yo adoro) porque la paz es un estado individual, no masificado, y es perfectamente alcanzable en tiempos de guerra. Meter una estupidez en la cabeza de unos niños, para que adquieran un sentimiento bueno y firme, sólo útil para postular a Miss España y decir algo ante el jurado, es crear un ejército de ZPs. La historia de la humanidad se divide en periodo de guerra y de entreguerras y lo demás es mala literatura.
Y, sin embargo, allí estaba yo porque tenía un buen motivo. Sentía que era mi obligación como padre saludar a mi niño con la manita, sonreír, admirarme y no esconderme ni huir, que es lo que me apetecía.
Por eso, aunque odio las manifestaciones, el sábado voy a ir a una que se ha convocado contra el ruido de los aviones. Voy a estar sonrojado, huyendo de las proclamas colectivas y de los ripios coreados, escondido entre la gente pero voy a unir mi presencia a la de las personas que están peleando por recuperar una paz verdadera e individual, la de un hogar antes tranquilo, hoy agitado por el ensordecedor ruido de los aviones.
Si lo piensan ustedes bien, seguro que encuentran su motivo para unirse a nosotros. Les voy a echar una mano:
1.- Está usted directamente afectado por el ruido de los aviones, en Tres Cantos o en cualquier otro sitio.
2.- Siente usted solidaridad para con aquellos a los que, sin comerlo ni beberlo, sin oportunidad de defenderse, les han encasquetado el rebufo ruidoso de un avión cada tres minutos.
3.- Cree usted en que merece la pena pelear por la Paz en el Mundo, la Igualdad y la Hermandad.
4.- No tiene nada mejor que hacer el sábado por la mañana.
5.- Es usted de familia numerosa y en las manifestaciones se siente como en casa.
6.- Necesita un desahogo por un problema con Hacienda y cree poder encontrarlo gritando como un loco en la calle.
7.- Es una oportunidad para magrear un culo disimuladamente (siempre que seamos muchos).
8.- Es aficionado a las manifestaciones por ideología progresista.
9.- Le ha dicho el médico que se dé un paseo diario y le da igual dárselo en Tres Cantos que en el Retiro.
10.- Está usted en contra de Iberia o de Polonio Airways o de Elal o de los aviones en general.
11.- Guarda la esperanza de encontrarse con una azafata dispuesta o disponible. O con un piloto... O con un piloto homosexual... O con una pilota gay (no quiero excluir a nadie, todos ustedes son necesarios).
12.- Encuentra usted que es la oportunidad perfecta para desempolvar la bandera del Atleti.
13.- Al contrario que a este bloguero, la exaltación en masa le pone.
14.- Tiene ganas de ver el jetuño del bloguero (será uno que ande por ahí sonrojado y con una cámara de fotos).
Encuentre su razón y únase a nosotros. Será el sábado, a las 11.30 horas, en la avenida de Colmenar Viejo, en Tres Cantos. La manifestación comienza en la rotonda que hay entre Foresta y Escultores.
X. Bea-Murguía (Creo que hay una manifestación de la AVT convocada para ese mismo día. No se lo piensen, vengan a la nuestra, que las de la AVT son casi todas las semanas).
No quiero dejar de dar la bienvenida al mundo a un nuevo miembro del clan Medina, Jimena, que nació el domingo. Enhorabuena Gonzalo, Patricia. Ojito con Jimena que mi hijo se llama Rodrigo y ha salido a su padre (siempre quise entroncar con los Medina).
Además, hoy hay dos cumpleaños: el de mi cuñado Diego... ¡MUCHAS FELICIDADES! Luego nos hacemos un Skype y que te felicite tu sobrino... Y el de Virginia, que tiene esa manera tan magnífica y castellana de parecer borde, que espero que no se le pase con la edad. Me encanta (incluso cuando lo es conmigo). Felicidades, Virginia.
odio las manifestaciones. Nunca me han gustado. El clamor en masa de un buen sentimiento compartido por muchas voces siempre me ha dado repelús, vergüenza ajena, ganas de esconderme, de separarme, como si tuviera miedo a identificarme con tanta gente al mismo tiempo.
El otro día, por ponerles un ejemplo, fui a la celebración del Día de la Paz al colegio de mi hijo. Seiscientas personas allí cantando por la paz eran 599 más de las que yo podía soportar. El ridículo colectivo me invade y me sonroja, me siento nervioso y empujado a huir o a decir tonterías una tras otra, como una cadena de disimulo. "La paz no existe", le dije a mi mujer que ya me miraba con un careto de tragedia griega, "y estamos aquí asistiendo con sonrisa bobalicona a un lavado de cerebro comunitario digno de Kruschov, con el que parece que quieran convertir a nuestro hijo en un hippie trasnochado o que queramos batir el récord Guiness de vómito colectivo". Los niños agitaban unas palomas hechas de papel... "Son ratas voladoras", decía... y unas ramitas de olivo... "La Unión Europeda va a arrancarlos todos, como si quisiera desgarrar la paz de la tierra. No van a dejar ni uno, altivo o sumiso", apostillaba.
La exaltación colectiva de la paz sólo puede dar como resultado la peor canción de John Lennon (a quien yo adoro) porque la paz es un estado individual, no masificado, y es perfectamente alcanzable en tiempos de guerra. Meter una estupidez en la cabeza de unos niños, para que adquieran un sentimiento bueno y firme, sólo útil para postular a Miss España y decir algo ante el jurado, es crear un ejército de ZPs. La historia de la humanidad se divide en periodo de guerra y de entreguerras y lo demás es mala literatura.
Y, sin embargo, allí estaba yo porque tenía un buen motivo. Sentía que era mi obligación como padre saludar a mi niño con la manita, sonreír, admirarme y no esconderme ni huir, que es lo que me apetecía.
Por eso, aunque odio las manifestaciones, el sábado voy a ir a una que se ha convocado contra el ruido de los aviones. Voy a estar sonrojado, huyendo de las proclamas colectivas y de los ripios coreados, escondido entre la gente pero voy a unir mi presencia a la de las personas que están peleando por recuperar una paz verdadera e individual, la de un hogar antes tranquilo, hoy agitado por el ensordecedor ruido de los aviones.
Si lo piensan ustedes bien, seguro que encuentran su motivo para unirse a nosotros. Les voy a echar una mano:
1.- Está usted directamente afectado por el ruido de los aviones, en Tres Cantos o en cualquier otro sitio.
2.- Siente usted solidaridad para con aquellos a los que, sin comerlo ni beberlo, sin oportunidad de defenderse, les han encasquetado el rebufo ruidoso de un avión cada tres minutos.
3.- Cree usted en que merece la pena pelear por la Paz en el Mundo, la Igualdad y la Hermandad.
4.- No tiene nada mejor que hacer el sábado por la mañana.
5.- Es usted de familia numerosa y en las manifestaciones se siente como en casa.
6.- Necesita un desahogo por un problema con Hacienda y cree poder encontrarlo gritando como un loco en la calle.
7.- Es una oportunidad para magrear un culo disimuladamente (siempre que seamos muchos).
8.- Es aficionado a las manifestaciones por ideología progresista.
9.- Le ha dicho el médico que se dé un paseo diario y le da igual dárselo en Tres Cantos que en el Retiro.
10.- Está usted en contra de Iberia o de Polonio Airways o de Elal o de los aviones en general.
11.- Guarda la esperanza de encontrarse con una azafata dispuesta o disponible. O con un piloto... O con un piloto homosexual... O con una pilota gay (no quiero excluir a nadie, todos ustedes son necesarios).
12.- Encuentra usted que es la oportunidad perfecta para desempolvar la bandera del Atleti.
13.- Al contrario que a este bloguero, la exaltación en masa le pone.
14.- Tiene ganas de ver el jetuño del bloguero (será uno que ande por ahí sonrojado y con una cámara de fotos).
Encuentre su razón y únase a nosotros. Será el sábado, a las 11.30 horas, en la avenida de Colmenar Viejo, en Tres Cantos. La manifestación comienza en la rotonda que hay entre Foresta y Escultores.
X. Bea-Murguía (Creo que hay una manifestación de la AVT convocada para ese mismo día. No se lo piensen, vengan a la nuestra, que las de la AVT son casi todas las semanas).
No quiero dejar de dar la bienvenida al mundo a un nuevo miembro del clan Medina, Jimena, que nació el domingo. Enhorabuena Gonzalo, Patricia. Ojito con Jimena que mi hijo se llama Rodrigo y ha salido a su padre (siempre quise entroncar con los Medina).
Además, hoy hay dos cumpleaños: el de mi cuñado Diego... ¡MUCHAS FELICIDADES! Luego nos hacemos un Skype y que te felicite tu sobrino... Y el de Virginia, que tiene esa manera tan magnífica y castellana de parecer borde, que espero que no se le pase con la edad. Me encanta (incluso cuando lo es conmigo). Felicidades, Virginia.
Etiquetas: personal, Política, Tres Cantos
6 Comments:
Soy nuevo en este blog, e intentaré sólo comentar algo cuando sea necesario...
Pero ¿todos queremos viajar en avión?. A mí me molesta el ruido, que lo sufra otro, eso sí, quiero ir en avión a Escocia que no se tarda nada.
Es el mismo caso que con los teléfonos móviles, nadie quiere una antena cerca de casa, ¡¡da cáncer!!, pero todos queremos hablar por el móvil, así que, que el cáncer lo tenga otro.
Enseñar a tu hijo qué es el sentimiento de la paz, unido a sus compañeros y a actos de gaviotas de papel, le lleva a buscar la suya personal, y a aprender que lo importante en esta vida es no hacerle "la guerra" en los demás.
Nos veremos en el blog, veo que es muy interesante... Saludos blogeros...
Gracias por tu comentario. Me alegro de que te parezca interesante el blog.
La cosa de los aviones es que hay soluciones que harían que nadie tuviera que sufrir sus ruidos, pero que cuestan más dinero a las compañías.
Te recomiendo que mires la página web de patresca, donde puedes ver que lo que se pide es sensato.
Respecto a la paz y a la educación de mi hijo, no se puede delegar este aspecto en nadie, ni siquiera en su colegio, porque la educación se aprende en casa.
Te doy las gracias de nuevo y te esperamos encantados para cuando quieras
Javier
Ciertamente, está claro que cuando Rodrigo pintaba a su madre con el mando a distancia de la tele en la mano, su arte era fiel reflejo de la realidad. Veo que Bea sigue llevando los pantalones en casa, pues hasta ha conseguido no sólo que vayas a las manifestaciones, sino que además el blog se ha convertido en elemento de convocatoria para la plataforma "anti-vueling over the 3 stones" (que digo yo, que el nombre vendrá de que antes ahí sólo había 3 piedras, y no tres paisanos cantando al solete -bueno si eran tres cantando, deberían cambiar el nombre, que tengo entendido que con el ruido de los aviones ya no se oye nada más que el rugir de los motores-). Di que sí, Bea, tú, a mandar en casa... no sueltes el mando ni para ir al baño!!!!
Por cierto, no puedo evitar hacer un comentario al texto de ayer sobre la Esteban; hasta ayer por la noche no vi las imágenes de la susodicha bailando a lo Madonna... Un documento irrepetible, de verdad. Lo que más me gusta de ella es lo verdulera y chabacana que es, y la clase con la que lo lleva... por lo menos la tía hace lo que la viene en gana, dice lo que se le pasa por la cabeza y lo mejor de todo, se rie hasta de su sombra (porque para hacer el espectáculo que dio, hay que reirse hasta del apuntador). DE verdad, que es mi heroína. Más lista no la hay... y si no, compara tu jornada laboral, el esfuerzo y el empeño que le pones todos los días y lo que ganas... Queda claro quienes somos los tontos y quien la lista, no? A lo mejor, si la convocáis, hasta se apunta a la manifestación y nos brinda un espectáculo... Di tú que tontería, pero seguro que hasta cubren la manifestación en el telediario!!!!!
jajajajaajajajajajjajaa
Claro, claro. Que conste que es verdad que mi mujer es la que manda en casa, pero delegada. Sin problema. A mí me es mucho más fácil obedecer.
En cuanto a la Esteban, siento que el ejemplo que puse eclipsara un poco la intención de la entrada. Insisto en que mi intención no era censura a esta mujer, que me da igual, sino poner en solfa que hay gente que gana un pastón por nada o por mera suerte. ¿Es injusto? Me da igual, pero, por lo menos, que paguen unos impuestos en consonancia con sus ingresos.
Besos
Javier
Yo soy la borde castellana que cumple años. Muchas gracias Javier por tu felicitación y por tu piropo. ¡Manda narices que te dé las gracias por llamarme borde! Pero me encanta cómo dices las cosas. No pienso cambiar con los años.
Virginia
Si te compras una casita apañada cerquita del Aeropuerto, ya sabes lo que hay. Si te hipotecas en Tres Cantos para oir los pajaritos y te mandan los aviones, es otra cosa. Entiendo que por algún sitio tienen ir, pero todavia hay sitios sin casas como la salida natural por el Jarama o la futura M-5O. El problema esta en que intereses inmobiliarios tienen mas fuerza que cuatro pardillos diciendo AVIONES FUERA DE TRES CANTOS.
Publicar un comentario
<< Home