Cadena perpetua
El europeísmo español siempre ha hecho gala de papanatismo acomplejado pavoroso y desmoralizante. Luego viaja uno por Europa y se da cuenta de que no es para tanto, que los holandeses tienen sus cositas, los alemanes las suyas y los fineses, la cadena perpetua (en las ruedas del coche, quiero decir). Que no pasa de ser un tópico aquello de que Europa funciona mejor que España. En algunas cosas sí; en otras, ni de coña.
He de concluir esta introducción (que no sé a qué coño viene) con la conclusión de que, por tanto, no todo lo que viene de Europa es bueno. Algunas, bastantes, están buenas, pero ellos, muchos, están borrachos. Este complejazo, que no afecta a los que apoyamos la tesis de que España se incorpore, cuanto antes, a la Unión de Pueblos Africanos y se deje de tanto aire euro-pedo, nos lleva a pensar que somos la cola de Europa y que todo lo que nos impongan desde la Unión Europeda (la UEle) es progreso. Y no, miren. En muchos, muchos casos, es regreso.
En demasiadas ocasiones, la UE obvia nuestra idiosincrasia y, qué quieren que les diga, por mucho que se empeñen, para bien o para mal, los españoles nunca seremos alemanes y las españolas nunca serán suecas.
En fin, que no sé por qué les he hablado de esto si yo quería mostrar mi oposición a la cadena perpetua. Resumo: nunca, nunca, nunca se debe hacer caso a quien habla por la herida. Por grande y comprensible que sea su dolor, por crueles que hayan sido sus circunstancias, por mucho que su pena despierte en nosotros conmiseración y solidaridad... Hay que legislar en frío. La cadena perpetua no es el final del delito, no garantiza que vosotros y vuestros hijos podáis vivir libre y despreocupadamente. En Estados Unidos hay pena de muerte y, ya ven...
No a la cadena perpetua. Otro día lo hablamos.
X.Bea-Murguía (para cadena perpetua este resfriado que tengo)
He de concluir esta introducción (que no sé a qué coño viene) con la conclusión de que, por tanto, no todo lo que viene de Europa es bueno. Algunas, bastantes, están buenas, pero ellos, muchos, están borrachos. Este complejazo, que no afecta a los que apoyamos la tesis de que España se incorpore, cuanto antes, a la Unión de Pueblos Africanos y se deje de tanto aire euro-pedo, nos lleva a pensar que somos la cola de Europa y que todo lo que nos impongan desde la Unión Europeda (la UEle) es progreso. Y no, miren. En muchos, muchos casos, es regreso.
En demasiadas ocasiones, la UE obvia nuestra idiosincrasia y, qué quieren que les diga, por mucho que se empeñen, para bien o para mal, los españoles nunca seremos alemanes y las españolas nunca serán suecas.
En fin, que no sé por qué les he hablado de esto si yo quería mostrar mi oposición a la cadena perpetua. Resumo: nunca, nunca, nunca se debe hacer caso a quien habla por la herida. Por grande y comprensible que sea su dolor, por crueles que hayan sido sus circunstancias, por mucho que su pena despierte en nosotros conmiseración y solidaridad... Hay que legislar en frío. La cadena perpetua no es el final del delito, no garantiza que vosotros y vuestros hijos podáis vivir libre y despreocupadamente. En Estados Unidos hay pena de muerte y, ya ven...
No a la cadena perpetua. Otro día lo hablamos.
X.Bea-Murguía (para cadena perpetua este resfriado que tengo)
4 Comments:
Estimado Txapeldun:
Pues en esta ocasión disiento y mucho de usted. Yo si apoyo la cadena perpetua. Creo, y de verdad, que las personas pueden cambiar (y para eso existen las revisiones de condena), pero hay algunas que no es posible devolverlas a la sociedad. Siempre he disentido del carácter de reiserción de la carcel (y ojala todo el mundo se pudiera reinsertar), pero la realidad es que la carcel debe tener sobre todo sentido ejemplarizante por un lado, y de autodefensa de la sociedad por otro.
Sólo en un punto concuerdo contigo: es cierto que no se debe legislar por la herida, pero eso no nos debe llevar a olvidar y relajarnos.
Aupa Atleti (4-0), abajo la monarquía.
Un abrazo,
Centurione
Legislar en frío es, a día de hoy, imposible. Es sinónimo de dejar las cosas como están hasta el siguiente escándalo, la siguiente aberración, la siguiente barbaridad. Entonces todo son cruces en el pecho, rasgarse las vestiduras y cubrirse la cabeza de cenizas... pero, al calor del delito, surgirá ese ánimo bienintencionado de no legislar en caliente... y no se hará nada. Ya se sabe que la muerte por frío es la más dulce. La parca viene con el sueño, con la falsa sensación de bientestar. Y en esa situación nada nos parece tan terrible...
La cadena perpetua no es una solución en sí ni para el delito. Pero es que no tiene que serlo. Las condenas, la Justicia, son el modo en que la sociedad se protege sin caer en la venganza del cuchillo. Y la cadena perpetua, como dice Centurione, es una medida de protección para los casos de suprema ignominia.
Aunque tampoco haría tanta falta: quítense los procedimientos de reducción de penas y asegurase que se cumplen integramente las penas y ya valdría.
¡Gran introducción, sí señor! Yo también estoy harta del argumento europeísta y "europocéntrico", un engañabobos permamente, que sigue haciendo efecto por lo visto entre los españoles.
Me encantaría que hubiera algún discurso euroescéptico entre nuestros dirigentes, por ejemplo, para darle un poco de sal al asunto,¿no? que si todos defienden lo mismo corren el riesgo de parecer o bien compinchados por algún interés oscuro, o bien ovejas.
En fin, en cuanto a la cadena perpetua, me parece que los delincuentes que reinciden y reinciden y vuelven a reincidir e incluso ellos lo saben y lo admiten, [que son normalmente pederastas, violadores y asesinos], lo que tienen es un problema psiquiátrico, y quizá habría que encontrar una solución orientada el propio problema, que está visto que con años de cárcel [y me refiero a un tipo muy concreto de criminales, los "criminales crónicos"] no se resuelve.
Un saludo a todos
Ya sabía yo...
El problema es que nos dejamos influir demasiado por lo que se publica en los medios. Todavía me acuerdo de la racha de los "perros peligrosos".
La ley del menor es una mierda. Es lo que nos dicen los medios, con su sobre-explotación del luctuoso suceso de la muerte de Sandra Palo a manos de un hijo de puta sin nombre que, encima, tiene la desvergüenza de pedir perdón a la madre.
Un circo, vamos.
¿Sabíais que la ley del menor tiene un ratio de reinserción sin reincidencia del 87% de los menores delincuentes?
A ese otro 13% que seguramente no tiene remedio se le llama "el precio de la libertad".
La cadena perpetua es un paso atrás.
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