Una de hipertensión
Ante todo, perdonen las erratas de ayer. No me dio tiempo a leérmelo antes de darle a "publicar" y ya no tiene remedio. Así que se queda. Total, para hacer el ridículo, mejor que sea completo. Ya me lo dijo mi madre: hijo, si vas a roncar a medio gas, no merece la pena que lo hagas. Si te decides por roncar, que se te oiga bien. Sé contaminación acústica y que se jodan las ballenas... Y dicho esto...
Siempre pensé que un problema de hipertensión tenía que ver con el pulso. Pero, se ve que no. Vista bien, la palabrita puede dar juego. Por ejemplo, una guerra comercial entre el Alcampo y el Carrefour puede ser un problema de hipertensión.
¿No?
Vale. Es malo. Sólo se va a reír Montse (Montse, bonita, toma un boli).
Hasta hoy, de verdad se lo digo, pensaba que ante un problema de hipertensión, la seguridad social debería muy seriamente pensarse si pagar a los enfermos un tratamiento de choque, ocho días, en el Caribe (aunque no sé si esto acabaría con el problema o lo acrecentaría). Está un poco verde la idea, pero hay que partir de alguna:
-- Doctor, soy hipertenso.
-- ¡Y tanto! ¡21 de máxima! ¡Qué barbaridad! Le voy a hacer una placa ahora mismo.
-- ¿De tórax?
-- No, de mármol... ¿Ha pensado en su epitafio?
Podría ser, ¿por qué no?, que uno fuera hipertenso al centro de salud para que le extendieran una receta, con una posología estricta, de ocho días en un todo incluido en México, pagado por la Seguridad Social. Yo me tomaría muy en serio el tratamiento.
-- ¿Tiene que ser a México, doctor? ¿Hay alguna razón clínica para que sea justo en México?
-- Clínica, no, pero está de oferta. Ya sabe usted... La gripe A...
-- Claro, el miedo a la gripe...
-- No, que como hay un millón y medio de vacunas y el ministerio no sabe qué hacer con ellas, de la misma ya se va usted vacunado. Estamos de oferta. Hipertensión y antigripal, dos por uno.
-- Y digo yo, que yo si quieren me voy vacunado, pero ¿no puede ser Brásil?
Porque Brásil, amigos y amigas de la hipertensión, es un país que ni pintaparado para el reposo, para tomarse la vida con otro aire. El sol, la playa, la caipiriña, los tíos esos que dan patadas al aire vestidos de Pocholo en Ibiza... Brásil es otro concepto, sobre todo, otro concepto del tratamiento contra la hipertensión:
http://www.elmundo.es/america/2010/04/26/brasil/1272318569.html
El gobierno de Lula Da Silva recomienda a sus conciudadanos, como tratamiento para la hipertensión, practicar sexo CINCO, amigos y amigas de la hipertensión, CINCO veces al día.
-- ¿Cuántas veces al día ha dicho?
Dilo tú, Montse, que a mí me da la risa.
-- Por el culo se la hinco (eso sí, cinco veces al día que soy hipertenso).
Esto, en fin, no sé ni cómo empezar a reírme del asunto... Vamos a ver... Lula... Fantasma... Ya sabemos que las olimpiadas del 2016 serán en Río, pero ¿estás pensando en hacer del sexo deporte olímpico de exhibición? Estaría bien porque nosotros tenemos a Nacho Vidal. ¡Es una medalla segura!
Lo ha recomendado el ministro de Sanidad brasileiro, José Gomes Trempão. No vamos a comparar con los ministros que hemos tenido aquí de Sanidad... Romay Beccaría debe de ser el hombre todavía de los de sábana con agujero... A la Salgado la veo yo más dominátrix, ¿no les parece? Se la ve en forma... En forma de cacahuete revenido, eso sí. En general, nuestros ministros de Sanidad se pasan el día como si fueran curas, niños no hagáis esto, niños no hagáis lo otro (no va con segundas ni quiero meter en el dedo en la llaga, no sean malos que si hubiera querido referirme a eso, habría puesto "niño, haz esto, niño haz lo otro"). ¿Brásil no exportará ministros de Sanidad? ZP, mira a ver, anda, cara a la crisis de gobierno que se avecina. Yo, por si acaso, ya me voy imaginando la conversación en la consulta del cardiólogo:
-- Doctor, soy hipertenso.
-- Me va a practicar el sexo usted una vez cada cuatro o cinco horas. Posología estricta.
-- Una duda, doctor, ¿tiene que ser todas las veces con la misma?
-- ¿Con la misma mujer? No... No, necesariamente.
-- No, me refiero a la misma mano. Si tiene que ser con la derecha o es mejor alternar una y otra.
Hagan como en Brásil, que en vez de recetar nitroglicerina contra el infarto, reparten viagra... No, viagra no. Cialis.
Cialis. Recuerden.
Para mí que el ministro de Sanidad brasileiro ha confundido hipertensión y priapismo, pero, en cualquier caso, la recomendación da mucho juego ya en los locales nocturnos. ¿Se lo imaginan?
-- ¿Cómo te llamas?
-- Ronaldinha.
-- Verás, Ronaldinha, soy hipertenso y me ha dicho el médico... A los que tienen seguro privado, les pagan las lumis de lujo... Pero yo, que soy poligonero... ¡Sálvame la vida!
A mí el consejo, aunque sea un poco fantasmada, me parece bueno. A follar, a follar, que el mundo se va a acabar.
Por cierto, hablando de otra cosa totalmente distinta y que no tiene nada que ver con esto, ni con el sexo. Sólo por curiosidad. ¿Alguien sabe de algún truco para que, eventualmente, le suba mucho a uno la tensión?
Es que tengo un amigo que... Va a ir a Brásil en noviembre... Ya saben... A descansar.
X.Bea-Murguía (y yo que no me he medido la tensión en mi vida)
Siempre pensé que un problema de hipertensión tenía que ver con el pulso. Pero, se ve que no. Vista bien, la palabrita puede dar juego. Por ejemplo, una guerra comercial entre el Alcampo y el Carrefour puede ser un problema de hipertensión.
¿No?
Vale. Es malo. Sólo se va a reír Montse (Montse, bonita, toma un boli).
Hasta hoy, de verdad se lo digo, pensaba que ante un problema de hipertensión, la seguridad social debería muy seriamente pensarse si pagar a los enfermos un tratamiento de choque, ocho días, en el Caribe (aunque no sé si esto acabaría con el problema o lo acrecentaría). Está un poco verde la idea, pero hay que partir de alguna:
-- Doctor, soy hipertenso.
-- ¡Y tanto! ¡21 de máxima! ¡Qué barbaridad! Le voy a hacer una placa ahora mismo.
-- ¿De tórax?
-- No, de mármol... ¿Ha pensado en su epitafio?
Podría ser, ¿por qué no?, que uno fuera hipertenso al centro de salud para que le extendieran una receta, con una posología estricta, de ocho días en un todo incluido en México, pagado por la Seguridad Social. Yo me tomaría muy en serio el tratamiento.
-- ¿Tiene que ser a México, doctor? ¿Hay alguna razón clínica para que sea justo en México?
-- Clínica, no, pero está de oferta. Ya sabe usted... La gripe A...
-- Claro, el miedo a la gripe...
-- No, que como hay un millón y medio de vacunas y el ministerio no sabe qué hacer con ellas, de la misma ya se va usted vacunado. Estamos de oferta. Hipertensión y antigripal, dos por uno.
-- Y digo yo, que yo si quieren me voy vacunado, pero ¿no puede ser Brásil?
Porque Brásil, amigos y amigas de la hipertensión, es un país que ni pintaparado para el reposo, para tomarse la vida con otro aire. El sol, la playa, la caipiriña, los tíos esos que dan patadas al aire vestidos de Pocholo en Ibiza... Brásil es otro concepto, sobre todo, otro concepto del tratamiento contra la hipertensión:
http://www.elmundo.es/america/2010/04/26/brasil/1272318569.html
El gobierno de Lula Da Silva recomienda a sus conciudadanos, como tratamiento para la hipertensión, practicar sexo CINCO, amigos y amigas de la hipertensión, CINCO veces al día.
-- ¿Cuántas veces al día ha dicho?
Dilo tú, Montse, que a mí me da la risa.
-- Por el culo se la hinco (eso sí, cinco veces al día que soy hipertenso).
Esto, en fin, no sé ni cómo empezar a reírme del asunto... Vamos a ver... Lula... Fantasma... Ya sabemos que las olimpiadas del 2016 serán en Río, pero ¿estás pensando en hacer del sexo deporte olímpico de exhibición? Estaría bien porque nosotros tenemos a Nacho Vidal. ¡Es una medalla segura!
Lo ha recomendado el ministro de Sanidad brasileiro, José Gomes Trempão. No vamos a comparar con los ministros que hemos tenido aquí de Sanidad... Romay Beccaría debe de ser el hombre todavía de los de sábana con agujero... A la Salgado la veo yo más dominátrix, ¿no les parece? Se la ve en forma... En forma de cacahuete revenido, eso sí. En general, nuestros ministros de Sanidad se pasan el día como si fueran curas, niños no hagáis esto, niños no hagáis lo otro (no va con segundas ni quiero meter en el dedo en la llaga, no sean malos que si hubiera querido referirme a eso, habría puesto "niño, haz esto, niño haz lo otro"). ¿Brásil no exportará ministros de Sanidad? ZP, mira a ver, anda, cara a la crisis de gobierno que se avecina. Yo, por si acaso, ya me voy imaginando la conversación en la consulta del cardiólogo:
-- Doctor, soy hipertenso.
-- Me va a practicar el sexo usted una vez cada cuatro o cinco horas. Posología estricta.
-- Una duda, doctor, ¿tiene que ser todas las veces con la misma?
-- ¿Con la misma mujer? No... No, necesariamente.
-- No, me refiero a la misma mano. Si tiene que ser con la derecha o es mejor alternar una y otra.
Hagan como en Brásil, que en vez de recetar nitroglicerina contra el infarto, reparten viagra... No, viagra no. Cialis.
Cialis. Recuerden.
Para mí que el ministro de Sanidad brasileiro ha confundido hipertensión y priapismo, pero, en cualquier caso, la recomendación da mucho juego ya en los locales nocturnos. ¿Se lo imaginan?
-- ¿Cómo te llamas?
-- Ronaldinha.
-- Verás, Ronaldinha, soy hipertenso y me ha dicho el médico... A los que tienen seguro privado, les pagan las lumis de lujo... Pero yo, que soy poligonero... ¡Sálvame la vida!
A mí el consejo, aunque sea un poco fantasmada, me parece bueno. A follar, a follar, que el mundo se va a acabar.
Por cierto, hablando de otra cosa totalmente distinta y que no tiene nada que ver con esto, ni con el sexo. Sólo por curiosidad. ¿Alguien sabe de algún truco para que, eventualmente, le suba mucho a uno la tensión?
Es que tengo un amigo que... Va a ir a Brásil en noviembre... Ya saben... A descansar.
X.Bea-Murguía (y yo que no me he medido la tensión en mi vida)