Gente metida en un armario
Queridos amigos:
no quiero que se pongan ustedes tristes por lo que me dispongo a decir, pero ¿se han dado cuenta de la cantidad de personas que ha pasado su infancia dentro de un armario? No lo digo por usted, que está malgastando su preciado tiempo en estos mismos instantes con Wells & Bea-Murguía; que, en vez de dedicarse a algo productivo, invierte estos minutos de su vida, que pertenecen a su jefe, en leer nuestras reverberaciones mentales. Usted, sólo por este motivo, aunque el viernes no pudiera venir al Primer Encuentro Cultural y Deportivo H.Wells & X.Bea-Murguía, aunque tuviera otra cosa mejor que hacer (y puedo imaginar cientos), aunque confirmara su presencia en el evento y no se presentara... Usted ya tiene dos amigos y sepa que con amigos como nosotros más le valdría ir a repartir abrazos a un poblado de caníbales.
Michel Salgado, por ejemplo, y no es por criticar, pero si ustedes vieron el partido España-Arabia, ¿se dieron cuenta de que este prohombre es incapaz de jugar el balón raso? Siempre que la toca, el balón se le resiste, le rebota y se pone a hacer cabriolas como si tuviera miedo de que Michel le hiciera una entrada. ¡Qué mala fama tan injusta que tiene el pobre chico! ¡Si él nunca en su vida ha mandado a nadie a la enfermería más de un año! Claro que la culpa no es suya... No. Es de sus compañeros, que lo tienen metido en el armario. Yo me pregunto por qué ninguno de ellos se acercó a él en algún momento del partido y le dijo:
-- "Michel, amigo, que te has puesto la bota derecha en el pie izquierdo y la izquierda, en el derecho".
A Marchena le pasa algo parecido, que nadie quiere dormir con él en el hotel de concentración porque por la noche se pone mascarillas de Estee-Lauder para ser más feo y dar más miedo. ¿Ustedes se pueden imaginar la desazón que causa y las secuelas que le quedan a ese compañero de cuarto que se despierta en mitad de la noche y se encuentra de frente con un tipo con la cara llena de rodajas de pepino? ¡No se hacen una idea! Con lo lisérgico que es eso, además, que luego sale el hombre al campo y, en vez de contrarios, ve dragones. Marchena también está metidito en el armario, pero no en el mismo que Michel Salgado, que conste, que todavía no han inventado las espinilleras de titanio.
¿Y qué me dicen de Coffi Codjia, el árbitro del partido? Un tío tan tímido que estaba siempre en el otro lado del campo para no salir en la televisión. Coffi nació en Porto Novo en el seno de una familia, que ya es mucho decir en Benin. Al principio, lo tenían encerrado en el armario, pero luego, cuando se hizo mayor, lo pasaron a la nevera: era el mueble más inútil de la casa y el menos visitado. No he visto peor árbitro en mi vida, pero ¿qué se puede esperar de un tío que es de un país que nadie sabe dónde está?... ¡Ah!... Perdón... ¡Que usted sí sabe, sin mirarlo en Google, ubicar Benin en un mapa como si fuera la provincia de Burgos!... ¡Mira el listo! ¿Cómo lo hacían tus padres para pasarte pilas para la literna? Porque dentro del armario, ¡como no fuera la edición braille del atlas de Salvat!
Estos son cuatro ejemplos (los tres del jurgol más el listo que sabía dónde queda Benin) de gente que vive metida en un armario, pero estoy convencido de que ustedes conocen muchos más. Espero que no se les haya olvidado felicitarles el sábado, en la festividad de San Juan Autista, pero si aún no lo ha hecho, les sugiero que lo escriban en un papel y se lo pasen por la rendija de la puerta, sin demasiado entusiasmo, no se vayan a venir arriba que luego resultan pesaditos.
Desde aquí mi más sentido agradecimiento a las quince personas que vinieron por fascículos a celebrar con nosotros la entrada cinco mil y a beber cerveza gratis. Ustedes ya tienen dos amigos. Pueden salir del armario.
X. Bea-Murguía (enviado especial al fondo del armario)
Ainhoa, tía, que ayer te estuvimos llamando, pero no lo cogías. Ya te dije que no te compraras ese móvil de Hello Kitty, que es súpermono, súpercuco y superideal, pero está vacío por dentro. Espero que no te quedaras encerrada en el armario buscando los manolos, osea, tía, te lo juro, qué palo. Te mando un beso, muack... (¡Felicidades!).
3 Comments:
Pido oficialmente disculpas a los dos insignes blogueros por mi ausencia en la onomástica del viernes, tras haber confirmado mi asistencia.
Podría inventarme mil excusas, ya que soy muy bueno en ello, pero la cruda realidad es que me olvidé por completo del evento...... la edad, ya se sabe.
Como desagravio, me propongo dar un giro a la situación (de 180 grados, ¿eh? Cuando se gira 360 grados se queda uno igual), y prometo invitar YO a unas cervezas la próxima vez que nos encontremos.
Arrepentido y compungido.....
¡Menuda excusa! Di la verdad... Que no te dejaron salir del armario...
No te preocupes, te lo cobraré.
Javier
La verdad fue que solo tenía en su pensamiento a la americana que ha venido a verme ;-)!!!! Noooooo es broma, fui testigo de la cara de susto cdo le vi esa noche y le pregunté qué tal en la escalera?? sus ojos parecían desorbitados, las cejas le llegaban hasta sus pelos de la cabeza, y pesadumbrado se golpeó en la frente y casi se cae de la silla, realmente se está haciendo mayor.........Juaaannnnn me invitas a mi tb????? muac muac
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