martes, abril 03, 2007

Una china con un chelo

Queridos amigos:

sé que van a pensar que "Una china con un chelo" puede llegar a ser algo así como la versión manga adolescente femenino y cursi de "Un negro con un saxo", pero no. Cuando digo "Una china con un chelo" estoy imprimiendo, aunque ustedes no puedan apreciar esta afectación, un énfasis místico a la frase "Una china con un chelo", un efecto de "endrogación" sublime que jamás conseguiría un vasco con una trikitrisa ni harto de txakoli, que no está al alcance de un escocés con una cornumusa ni harto de whisky, que, en definitiva, no podría lograr un segoviano con una dulzaina ni harto de... ni harto de... de... No, no... Perdón. El ejemplo es malo: un segoviano, con o sin dulzaina, nunca se harta ni de botellines, ni de limonada, ni de vino, ni de raspaos, ni de DYC ocho años... Un segoviano, para esto, no tiene fondo (es un bodón).

Intenten ponerse en mi lugar. Se sientan ustedes en una butaca y una mujer de la China, vestida con una falda plisada naranja (naranja de la China, claro), se sienta justo frente a ustedes, se abre de piernas y se coloca un instrumento en los medios, como si fuera una suerte de ambientador. Un gran principio, no me digan. Patxi con la trikitrisa no sería capaz de acaparar la atención respetable así antes de empezar ni de coña. La Maritxu con la txalaparta, quizá... Aunque, claro, una txalaparta entre las piernas... Tampoco es buen ejemplo.

La china en cuestión es una mujer de 24 años que grabó su primer disco a los 11 y que hoy está considerada una de las mejores chelistas del mundo. Entiendo que la suya es una carrera musical fomentada desde la más tierna edad. Sus padres, listos como todos los chinos, supieron verlo en la misma pila bautismal (quiero decir en su equivalente chino que, perdonen mi ignorancia en el campo, en estos momento francamente):

-- Se llamalá como si lasgaran dos veces el chelo justo antes del golpe final de platillos: HAN-NA CHANG.

Una bestia. Se sienta ahí, con su vestidito plisado naranja, coloca el ambientador, pone su carita de mujercita enclenque y frágil y arranca con una fuerza indescriptible los primeros compases del Concierto para chelo y orquesta en mi menor de Sir Edward Elgar (el de "Pompa y circunstancia", esa composición que suena en todas las graduaciones anglosajonas). No hace falta entender de música (y yo entiendo poco) para deleitarse con el maravilloso sonido que Han-Na Chang extrajo del violonchelo.

Lo malo del Auditorio Nacional es lo de siempre. Yo creo que es el mismo gilipollas al que, en la última ocasión, no llegué a asesinar bien asesinado con la mirada: el mamón del papelito de caramelo. Hay gente que no sabe esto, pero es fundamental: a un concierto se va cagado, meado, tosido y con el caramelito pelado; el silencio entre movimientos no es nunca, nunca, nunca para aplaudir; y, sobre todo, si usted es una señora gorda vestida de rosa y se está aburriendo con Han-Na Chang, ni se le ocurra levantarse y pirarse.

Lo del cuarteto para piano de Brahms orquestado por Schönberg no lo cuento porque fue un coñazo. Sólo con decirles que Schönberg prescindió del piano debería bastarles. Yo no entiendo de música, ya lo he dicho, pero mi culo es un melómano muy fino y cuando mi culo no encuentra postura en la butaca...

X. Bea-Murguía (el melón-mano).

Isabel Riscado, hija mía, que sentí mucho, mucho no poder ir contigo al Requiem Alemán. Nos dijo uno de los acomodadores del Auditorio que había sido sublime. Queda pendiente.

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14 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Ah, ¿pero era china la muchacha? Yo creía que se esforzaba mucho...


Gaitero

03 abril, 2007 11:32  
Anonymous Anónimo said...

Por cierto, visitad

www.20minutos.es/blogs_opinion/

y os encontrareis con los diarios íntimos de Espe, Gallardón, Simancas y Sebastián. Cortesía de Rafa Reig y Antonio Orejudo.

Ejemplos: "¡YA TENGO TRES IDEAS! ¡TRES!" (Sebastián)

O esta conversación entre Simancas y su hijo, de paseo por el campo:

—Qué bonito es el Parque Natural del Guadarrama, ¿verdad, hijo? Con sus árboles, sus pájaros y su vaquitas.

—He pisado una mierda, papá.

—Todo eso que ves allí, hijo mío, lo va a edificar Esperanza Aguirre. Talará los árboles y los pajarillos no tendrán dónde ir.

—¿Y matará las vacas?

—Me temo que sí, hijo mío. Esa es la política del PP. Pero si gano las elecciones, haré una ley para que las vacas de Guadarrama sean sagradas, como en la India.

—Entonces de mayor votaré al PP, papá.

—¿Qué dices?

—La seño dice que el 5,75% de los gases de efecto invernadero provienen de los pedos y las mierdas de las vacas, papá.

—¿En el cole te dicen eso? Esperanza Aguirre se está cargando la enseñanza pública.

O ésta, entre Espe y Rouco Varela:

Llamo a Rouco a casa de su madre, en Mondoñedo.
Dice que no puede hablar muy alto, que está con toda la familia. Su hermano Paco también.


Le pregunto por la iglesia de los comunistas, la que está en Vallecas.

—La he cerrado. Estaba llena de moros, drogadictos y maricones.

—Ilustrísima, baja la voz, que te va a oír tu hermano.

—Comulgaban con rosquillas.

—Eso no es nada, Ilustrísima. Cuando estaba Aznar, en el PP comulgábamos con ruedas de molino.

—Yo creo que Enrique de Castro es camello.

—Te llamo, Ilustrísima, para saber si podemos tirar ya la iglesia.

—¿Te corre mucha prisa, Presidenta?

—Pues un poco, porque les he prometido una casa a los familiares de uno de esos ecuatorianos que tuvieron el problemilla de la T-4.

—Ah, sí. Me acuerdo. ¿Pero no eran dos?

—Pero el otro es de Valencia, que se ocupe Camps. Bastante hago yo con este. Que ya sabes cómo son los ecuatorianos, que los tenéis allí engañados en el Ecuador... Como son pobres, no hacen más follar y tener hijos. Estáis un poco pesados con los condones.

—Presidenta, por favor.

—¿Pero tengo o no tengo razón?

—Sí, pero...

—Les iba a dar un piso en La Ventilla, en Vallecas. Pero como son tantos de familia y los pisos estos que hacen ahora son tan pequeños... Pues he pensado tirar la iglesia del comunista y hacer como una casa cuartel, pero de pobres, en vez de guardia civiles.

De nada

Gaitero

03 abril, 2007 11:40  
Anonymous Anónimo said...

¡Gracias!

Javier

03 abril, 2007 11:52  
Anonymous Anónimo said...

El Requiem Alemán fue espectacular, sublime, impresionante, sobrecogedor...
Siento que te lo perdieras.


Isa.

03 abril, 2007 12:05  
Anonymous Anónimo said...

Sinceramente, ¿no es mejor el papel de un caramelo que una tía tosiendo sin parar? siempre pasa que cuando vas a un sitio en el que todo el mundo está callado, te entra un repentino ataque de tos y qué maravilloso es encontrarse en el bolsillo, el típico caramelo lleno de pelotillas y pelusas, pero que te salva de que todo el mundo, en el concierto conferencia o lo que sea, te mire con odio concentrado.
Tienes pinta de ser de esos que va al cine a ver una película vietnamita con subtítulos en francés y que le sienta falta que el de atrás coma palomitas ¡¡¡¡con lo ricas que están!!!.
El problema es que piensas que los chinos sólo saben hacer dos cosas: arroz frito tres delicias y vender frutos secos... me alegro que la violonchelista te sacara de tu error. Debes tener en cuenta que en este mundo todo últimamente es "made in china". Sin más que añadir. Aripg

03 abril, 2007 12:41  
Anonymous Anónimo said...

Hola Aripg,

últimamente noto en ti un empeño por encontrarme detrás de los textos. Es un error. Ni todo lo que cuento es siempre verdad, ni escribo todo lo que pienso ni pienso lo que escribo ni, en demasiadas ocasiones, por desgracia, pienso en absoluto.

No he visto una película vietnamita en mi vida. Voy al cine pocas veces, menos de las que me gustaría, siempre son pelis dobladas (me gusta ver películas, no leerlas) y, la mayoría, infantiles (paternidad obliga). Y siempre, siempre, siempre como palomitas.

Ahora sí: a un concierto en el Auditorio Nacional se va con el caramelito pelado. El papelito del caramelo resuena demasiado en un lugar donde el silencio es imprescindible para el disfrute.

Es mi opinión basada sólo en lo que me fastidia.

Javier

03 abril, 2007 13:08  
Anonymous Anónimo said...

Yo creo que comer caramelos mientras uno esta en el Auditorio es algo popular y una costumbre que debe ser protegida.

Yo a quien voy a ir a ver el proximo dia 12 es a Utte Lemper.Pone el pilamen cantando canciones de Kurt Weil y Bertold Brecth.Me tiro al escenario y si pudiera... .

Hormon Wells

03 abril, 2007 13:14  
Anonymous Anónimo said...

A mi me gusta ir a ver peliculas del Viet-nam pero con subtitulos en checo.La Ultima que he visto se llamaba Niang-Tian-Fu-Lan-Fan,la traduccion era en checo algo asi como Stare Mesto Mon Amour lo que en castellano queda como: He estado en Alcampo y he olvidado comprar el Dog Chow,joder otra vez al atasco... .

Una peli interesante.

03 abril, 2007 13:20  
Anonymous Anónimo said...

En el terreno gastronómico, recuerdo aquella vez que escribiste sobre el restaurante vietnamita Tan-Dao-Vien. ¿Te acuerdas?

Javier

03 abril, 2007 13:30  
Anonymous Anónimo said...

Si, recuerdo la intoxicacion.

03 abril, 2007 13:38  
Anonymous Anónimo said...

je,je...y todos los de madrid buscando "bodon"

03 abril, 2007 23:18  
Anonymous Anónimo said...

Jajajaajajajajajaajaja

Javier

04 abril, 2007 00:06  
Anonymous Anónimo said...

El peor rato que uno puede pasar es cuando te da el ataque de tos en un concierto o en la ópera.
Me ocurrió en Navidad, en medio de "Cavalleria rusticana" y encima en medio de una romanza. Creí morir. Me tomé de golpe tres lizipainas y luego tenía el estómago hecho polvo. Creo que no debería haber ido porque todavía no había salido de un asqueroso catarro, pero... me apetecía tanto.
Poco solidaria que es una.

05 abril, 2007 03:58  
Anonymous Anónimo said...

pero... han na chang es koreana!

14 julio, 2009 23:06  

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