PresidentA, presidentA

Queridos amigos:

ayer, mi mujer fue reelegida por aclamación presidente de la comunidad de vecinos por tercer año consecutivo (lo sé, lo sé, no se lo digan que ya se lo he dicho yo) en lo que ya parece el principio de una imparable carrera que sólo puede tener un destino cierto: la Moncloa.

Todos a coro: ¡presidentA, presidentA! Beatriz PresidentA... BP.

Como se deje bigote y me diga que la comunidad de vecinos va bien, me voy a acojonar: en el bloque se van a enterar de lo que vale el café. ¡Vaya si se van a enterar! Otro año de pesados llamando al timbre porque quieren cortar la rama de un pino. Muchas veces, a lo largo de estos dos años, me han venido vecinos preguntándome que si soy presidente de la comunidad y yo siempre les he dicho que no soy ni subsecretario de mi casa, que las pedorreces no son gananciales.

Ese marrón es de BP.

Mientras ella recibía su baño de multitudes en el local de asambleas del edificio, de la que han transcendido declaraciones de enorme calado político y cruciales para el desarrollo del año 2007 como "Puedo acometer y acometo" y "La bajante va a ser larga, dura y difícil", mi hijo y yo estuvimos hablando en inglés en la intimidad.

Mi hijo está de vacaciones de Semana Santa y ayer trajo Rodrigo sus trabajos del trimestre a los que dedicamos una buena hora, en la que me estuvo explicando que las tres setitas se unen con una línea roja con el número tres y que en esta página se colorean los objetos que empiezan por "m" y se tachan los que no. Es una de las mejores horas del trismestre. Me lo paso pipa.

Me ha sacado sobresaliente en casi todo. De momento no hace falta amenazarlo con el internado. Lo mejor, la parte del inglés en la intimidad. Me meo de risa. Habla como un lord. Vemos una serpiente y digo yo:

-- Esneik...
-- ¡Noooooooooooooooo! Esneik, bad. SSSSSSSneik - una ese líquida perfecta.

El cole de Rodrigo es público y bilingüe y hay hostias para entrar. La directora convoca a una entrevista a todos los padres de los postulantes a los que pregunta las razones por las que quieren meter a sus hijos en ese cole y yo, simple, contesté de una manera práctica y directa:

-- Está a 30 metros de casa por una calle peatonal.

Ella se sintió un poco ofendida, porque se supone que tenía que haber soltado una loa a la enseñanza pública y hablar del nivel académico de la institución... O algo así. Las referencias eran buenas, pero uno no puede saber, hasta que entra el niño en el cole, si va a ser bueno o malo. El cole es bueno. Ya lo digo, pero su mayor virtud es que está a 30 metros de casa por una calle peatonal. Los que son padres que me nieguen que esto es una grandísima ventaja.

Repasamos los trabajos de inglés, padre e hijo, con esa ternura paterno-filial que sólo he visto antes en el cine: Bambi y su papaíto cornudo, Darth Vader y Luke Skywalker... El cabrón me corregía la pronunciación.

-- ¿Qué es esto, hijo?
-- Ham.
-- ¿Jam?
-- ¡Nooooooooooooo, papá! Ham.

Tendrían que oírle decir purple. Más majete que las peseticas. Habla mejor inglés que Tony Blair. Me hace sentirme muy satisfecho: la de pasta que me voy a ahorrar en viajes a Inglaterra en verano.

Por cierto, si quieren leer algo bueno, bueno y divertido contra uno de los famosos cánones, Rafa Reig en El Cultural... No se lo pierdan. HAGAN CLIC AQUÍ.

X. Bea-Murguía que se despide hasta el lunes de Pascua y que este año piensa volver a ver "Ben-Hur", la única tradición de Semana Santa que siempre respeta. Un peliculón.