Peligrosa traficante de material dañino
Queridos amigos,
empieza a llegar el tiempo de hablar algún día de política. Nuestros representantes no hacen más que incitarme. Me provocan, pero me resisto. Estoy desganado, como si me hubiera entrado la sardina, y me da mucha, mucha pereza. Así que hoy, un día más, voy a contar mi vida. Espero que no les disguste.
Ayer, mi hijo Rodrigo recibió carta de su prima Amaia, la que vive en Holanda. El contenido de la misma, por supuesto, no va a ser desvelado aquí: pertenece a la tierna intimidad de la relación que mantienen estos dos en la distancia. Tampoco pienso contar la contestación que ha perpetrado mi hijo. Sólo diré que es tan cursi que cuando me la enseñó se me escaparon un ¡COÑO! y unas carcajadas. Ya verás, Bego, ya verás. Te vas a mear de risa. Es una carta muy completa, con infografías y todo.
De todas formas, mentiría si dijera que hace mucho que no veo nada más cursi. Esta clase de repolladas, en los niños, hacen gracia porque no pasan de parodia de la realidad adulta. Creo que la culpa es de mi hermana Uxía y verán que no fallo. Uxía, con 30 añitos recién cumplidos, periodista ella, seria, valorada en su trabajo, responsable, adulta, me confesó el otro día que se había vuelto loca buscando en Internet todos los capítulos de la serie de dibujos animados "Candy, Candy". ¿Se acuerdan ustedes de "Candy, Candy"? ¡Material dañino donde lo haya! Si no lo recuerdan es porque no tienen una hermana pequeña y torturadora: "Candy, Candy" era la serie de televisión más cursi de la parrilla, mucho más que la carta que ha escrito mi hijo a mi sobrina.
-- He quedado en Cuatro Caminos con una mujer que me vende todos los capítulos -me explicó.
-- ¿Que has quedado en Cuatro Caminos? -a mí la historia me parecía un poco rara.
-- Sí. Voy un poco acojonada, la verdad. Pero he pedido a Miguel (mi cuñado, el bombero) y a Willy (un amigo suyo que es policía) que me acompañen.
-- ¡Ah, bueno! -respiré aliviado.
Hizo bien. Hizo muy bien, ¡qué coño! ¡Toda precaución es poca! Yo también me habría asegurado una buena protección para ir a recoger semejante material subversivo a Cuatro Caminos. Supongo que tendrían alguna clase de clave secreta para reconocerse ella y la traficante, miembro (con perdón) de una peligrosa mafia internacional de tráfico de dibujos animados. Yo mismo se lo iba a aconsejar antes de que me dijera que llevaba de escoltas a Miguel y a Willy, supongo que con la pipa cargada y humeante, "la felicidad es una pistola caliente (yes it is)", por si acaso: ¿ustedes imaginan a alguien más peligroso que un traficante de capítulos de "Candy, Candy"? Yo no estoy muy puesto en leyes, pero ¿no debería haber algún artículo del Código Penal que castigara severamente el tráfico de este material cursi de cojones?
No te preocupes, mamá. Uxi ha vuelto sana y salva y con sus capítulos de "Candy, Candy" bajo el brazo. La operación fue un éxito. ¡Gracias Miguel! ¡Gracias Willy! A veces pienso que mi hermana, con sus ganas de vivir a tope, arriesga demasiado.
X. Bea-Murguía (¡pasé tan mal rato temiendo que a mi hermana pequeña le pudiera pasar algo relacionándose con esa banda internacional de peligrosos traficantes!)
PDT: Miguel, majo, te recomiendo que dobles las guardias, porque cuando llegues a tu hogar, ya sabes lo que te espera...
2 Comments:
Vaya vaya... me llevé a Willy y a Miguel no porque me fuera a pasar algo, era por si me timaban...
Sí, me gusta "Candy Candy" ¿qué pasa? a otros les gusta el fútbol, los puros o cosas más raras... la pusieron cuando tenía seís años, estaba en primero de E.G.B y me encantaba... ahora con 30 me resulta un poco cursi, pero recuerdo que en el año 1983 me pareció traumática la muerte de Anthony y recuerdo ese capítulo como si fuera ayer...
Me alegro de que mi aburrida existencia te de para rellenar el blog.
Un beso, Ux
p.d Por supuesto, si alguien quiere que le pasa la serie, sólo tiene que decirlo
¡ANTHONY MUERE!
¡¡¡¡¡Uxía!!!!! ¡Que nos acabas de joder el final!
Besos
Javier
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