702, en apoyo a Hormon Wells
Querido Hormon,
no tienes por qué disculparte. Esto del blog es un divertimento, no una obligación. El día en que yo sienta que es una obligación, te juro que lo dejo: ya tengo la cartera demasiado llena como para ponerme una más. Así que sobran las disculpas. Sólo estaba un poco preocupado. Bueno, y un poco solo.
Lo que me pasaba es que yo te hacía ya en Australia y, bueno, ya sabes... Tú, allí; yo, aquí; no me llamas, no me escribes... Estaba preocupado. Pensaba que ya no me querías o que te habías comprado un chabolo maorí, una lata de betún de Judea, una peluca afro y un taparrabos y te habías mimetizado con el entorno. Te imaginaba aprendiendo a lanzar el boomerang con la carita llena de moko y lavándote el culito en el río, provocando a los cocodrilos. Como tú no te lo ves, Hormon, a veces no pareces consciente del culito que gastas.
Pero veo que sólo es el amor que, una vez más, ha llamado a tu puerta... ¡Ay! (Suspiro). Yo no puedo, porque ya tengo un bagaje en Madrid, pero si pudiera me iba contigo a Australia mañana mismo. Sin pensarlo. De hecho, estaba esperando a que me dijeras que estás instalado para contar pesetas con mi señora e irnos a hacerte una visita (con un futón verbenero para los dos en una esquinita del living tendríamos de sobra). El Pescaílla del Guadiana está en las mismas que nosotros, aunque este lo que quiere es ir a bucear a la Gran Barrera... Bueno, nosotros también, claro. Lo que pasa es que si voy con él, no comparto futón que será pescaílla pero ronca como una orca sisina. Él, si se viene, que duerma en una esterilla en el suelo que es muy extremeño y es a lo que está acostumbrado.
Así que, ya sabes, avisa cuando tengas la choza lista y, por favor, que el amor no te borre del mundo. Y recuerda que los maoríes practican una especie de poligamia muy entretenida, de esas que parecen una comedia de enredo: si entras en casa de una, es sexo sin amor, pero si una se te cuela en casa, date por casado. ¿Crees que sería conveniente llevar regalos al jefe? ¿Qué podríamos llevarle? ¿Un taparrabos para ir a misa? ¿Una batidora? ¿Una tele de plasma? ¿Crees que podremos instaurar el baile del chiki chiki como parte del rito de la fecundidad?
¿Podremos ir sin llaves? Se me ocurre que le puedes decir esto... Sobre todo lo del polen que hay que espacir.
X. Bea-Murguía (para mayo, ¿seguirás en Amsterdam? Voy para allá el 14)
Sin llaves. El último de la fila.
La vida que espero y esperaré
a la sombra en el oasis que me inventé.
Como el sabio en las cumbres del saber,
soy alga en el mar de la calma;
soy tabla de mi propia salvación.
Me quiero y me protejo de mi misma voz.
Llévame, con mi corazón yo suelo hablar,
donde reine un tibio sol
a la luz de una espiga donde calentar
mis pies descalzos, o quizá
donde andar.
Quien duda no espera
remanso en el agua fiera.
Qué pienso, si siento,
anhelos del sentimiento.
Mi risa, mi tiempo,
que crezcan ansiosos por enamorar.
Llévame, con mi corazón yo suelo ir,
al lugar donde nací
a buscar caracolas al fondo del mar
que inunden mi paladar.
Despliego mis velas que hay que partir,
ahora canta el jilgero junto al rosal.
El alma remonta, quiere volar,
hoy es un gavilán en celo.
Candiles de aceite habrá que encender,
pintores holandeses mis manos mancharán.
En este altar antiguo que levanté
a lo alto de mis horas quiero subir,
como polen nuevo me quiero esparcir
en total abandono.
Candiles de aceite habrá que encender
sin llaves, a las puertas del instante estoy.
no tienes por qué disculparte. Esto del blog es un divertimento, no una obligación. El día en que yo sienta que es una obligación, te juro que lo dejo: ya tengo la cartera demasiado llena como para ponerme una más. Así que sobran las disculpas. Sólo estaba un poco preocupado. Bueno, y un poco solo.
Lo que me pasaba es que yo te hacía ya en Australia y, bueno, ya sabes... Tú, allí; yo, aquí; no me llamas, no me escribes... Estaba preocupado. Pensaba que ya no me querías o que te habías comprado un chabolo maorí, una lata de betún de Judea, una peluca afro y un taparrabos y te habías mimetizado con el entorno. Te imaginaba aprendiendo a lanzar el boomerang con la carita llena de moko y lavándote el culito en el río, provocando a los cocodrilos. Como tú no te lo ves, Hormon, a veces no pareces consciente del culito que gastas.
Pero veo que sólo es el amor que, una vez más, ha llamado a tu puerta... ¡Ay! (Suspiro). Yo no puedo, porque ya tengo un bagaje en Madrid, pero si pudiera me iba contigo a Australia mañana mismo. Sin pensarlo. De hecho, estaba esperando a que me dijeras que estás instalado para contar pesetas con mi señora e irnos a hacerte una visita (con un futón verbenero para los dos en una esquinita del living tendríamos de sobra). El Pescaílla del Guadiana está en las mismas que nosotros, aunque este lo que quiere es ir a bucear a la Gran Barrera... Bueno, nosotros también, claro. Lo que pasa es que si voy con él, no comparto futón que será pescaílla pero ronca como una orca sisina. Él, si se viene, que duerma en una esterilla en el suelo que es muy extremeño y es a lo que está acostumbrado.
Así que, ya sabes, avisa cuando tengas la choza lista y, por favor, que el amor no te borre del mundo. Y recuerda que los maoríes practican una especie de poligamia muy entretenida, de esas que parecen una comedia de enredo: si entras en casa de una, es sexo sin amor, pero si una se te cuela en casa, date por casado. ¿Crees que sería conveniente llevar regalos al jefe? ¿Qué podríamos llevarle? ¿Un taparrabos para ir a misa? ¿Una batidora? ¿Una tele de plasma? ¿Crees que podremos instaurar el baile del chiki chiki como parte del rito de la fecundidad?
¿Podremos ir sin llaves? Se me ocurre que le puedes decir esto... Sobre todo lo del polen que hay que espacir.
X. Bea-Murguía (para mayo, ¿seguirás en Amsterdam? Voy para allá el 14)
Sin llaves. El último de la fila.
La vida que espero y esperaré
a la sombra en el oasis que me inventé.
Como el sabio en las cumbres del saber,
soy alga en el mar de la calma;
soy tabla de mi propia salvación.
Me quiero y me protejo de mi misma voz.
Llévame, con mi corazón yo suelo hablar,
donde reine un tibio sol
a la luz de una espiga donde calentar
mis pies descalzos, o quizá
donde andar.
Quien duda no espera
remanso en el agua fiera.
Qué pienso, si siento,
anhelos del sentimiento.
Mi risa, mi tiempo,
que crezcan ansiosos por enamorar.
Llévame, con mi corazón yo suelo ir,
al lugar donde nací
a buscar caracolas al fondo del mar
que inunden mi paladar.
Despliego mis velas que hay que partir,
ahora canta el jilgero junto al rosal.
El alma remonta, quiere volar,
hoy es un gavilán en celo.
Candiles de aceite habrá que encender,
pintores holandeses mis manos mancharán.
En este altar antiguo que levanté
a lo alto de mis horas quiero subir,
como polen nuevo me quiero esparcir
en total abandono.
Candiles de aceite habrá que encender
sin llaves, a las puertas del instante estoy.
Etiquetas: Australia, Hormon Wells, maoríes, Viajes
7 Comments:
Joder se me han saltado las lagrimas.... En fin .
Gracias tron
Hormon Wells
Estimado Hormon, con 25 millones de habitantes para siete millones de kilómetros cuadrados, me parece que tienes un gran trabajo por delante en Australia, así que ¿por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?
La Nacha
Cuanto amor. Esto es una especie de metida de mano internautica.
Id a un motel y desfogaos, leñe.
Pues yo aprovecho para informaros que el 22 de abril de 2008, tras tres años en silencio, Manolo García saca nueva cd. ¿A quién le importa? a mí y a tí, seguro! martha
Antes muerte o esterilla que compartir contigo un putón, digo futón, sea verbenero o el hijo de Rita.
Por tus niños Hormon avisa que yo y la turriqui bajo la amaca del porche hacemos noche y lo de roncar es un falso testimonio, yo, que me presto mucha atención, pongo el oido por la noche y no me oigo.
Ea, El Pescailla del Guadiana que despues del buceo en la barrera será...
Ea, El tiburón blanco del Guadiana.
Antes muerte o esterilla que compartir contigo un putón, digo futón, sea verbenero o el hijo de Rita.
Por tus niños Hormon avisa que yo y la turriqui bajo la amaca del porche hacemos noche y lo de roncar es un falso testimonio, yo, que me presto mucha atención, pongo el oido por la noche y no me oigo.
Ea, El Pescailla del Guadiana que despues del buceo en la barrera será...
Ea, El tiburón blanco del Guadiana.
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
Anda, tonto, que cosas peores hemos compartido.
JAJAJAJAJAJAJJAJAAJAJJAAJA
Javier
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