De lo patético y lo dramático
No sé si lo han oído, pero han pillado a dos mendrugos del ayuntamiento de Baena, Córdoba, dos comemierda cuyo valor en el panorama político es igual a la derivada de 100 menos infinito, con unas conversaciones telefónicas en las que demuestran 1) ser orgullosos portadores de un cerebro de la cilindrada de un primate lobotomizado, 2) no conocer ni los rudimentos básicos del castellano, 3) andar de putas a costa del pesetaje público.
De la conversación, privada, se concluye, además, que estos dos príapos son la cutrez, la miseria, la caspa, la encarnación anacrónica de dos personajes de Esteso y Pajares, lo peor de lo peor, una definición de DRAE del significado de patético.
Lo de menos, o no, es su filiación política, que es socialista. Del PSOE.
Lo de más es que esta pareja de peones trempados han sido, claramente, movidos a D5 por alguien que maneja muy bien los plazos largos de la estrategia política, sacrificados por el aparato, nunca mejor dicho.
Esto nos acerca más a lo dramático.
Lo dramático es que ya no se pueda comprar móviles anónimos y que, encima, los medios de comunicación y los ciudadanos lo aplaudamos. Lo dramático es que exista una justificada impunidad en la intervención de conversaciones telefónicas privadas.
Lo dramático es que haya quien esté en disposición de escuchar cómo dos perfectos anormales se gastan cuatro miserables pesetas en lenocinio y de filtrarlo a la prensa porque le interesa para justificar la existencia de un sistema de escuchas que es un enorme paso atrás, uno más, en la libertad individual: el SITEL.
Por eso su filiación política no es lo de menos. Si esto se hubiera hecho con dos puteros del PP habría cabido la posibilidad de desviar el debate a SITEL. Hay quien maneja mejor que nadie los tiempos de la fontanería política, aquel que ha sabido ocultar los claroscuros de su papel en los definitivos días 11, 12 y 13 de marzo de 2004, y esa persona os escucha.
Porque quien conoce tus secretos, te tiene en sus manos.
X. Bea-Murguía (recuerden SETEC ASTRONOMY)
De la conversación, privada, se concluye, además, que estos dos príapos son la cutrez, la miseria, la caspa, la encarnación anacrónica de dos personajes de Esteso y Pajares, lo peor de lo peor, una definición de DRAE del significado de patético.
Lo de menos, o no, es su filiación política, que es socialista. Del PSOE.
Lo de más es que esta pareja de peones trempados han sido, claramente, movidos a D5 por alguien que maneja muy bien los plazos largos de la estrategia política, sacrificados por el aparato, nunca mejor dicho.
Esto nos acerca más a lo dramático.
Lo dramático es que ya no se pueda comprar móviles anónimos y que, encima, los medios de comunicación y los ciudadanos lo aplaudamos. Lo dramático es que exista una justificada impunidad en la intervención de conversaciones telefónicas privadas.
Lo dramático es que haya quien esté en disposición de escuchar cómo dos perfectos anormales se gastan cuatro miserables pesetas en lenocinio y de filtrarlo a la prensa porque le interesa para justificar la existencia de un sistema de escuchas que es un enorme paso atrás, uno más, en la libertad individual: el SITEL.
Por eso su filiación política no es lo de menos. Si esto se hubiera hecho con dos puteros del PP habría cabido la posibilidad de desviar el debate a SITEL. Hay quien maneja mejor que nadie los tiempos de la fontanería política, aquel que ha sabido ocultar los claroscuros de su papel en los definitivos días 11, 12 y 13 de marzo de 2004, y esa persona os escucha.
Porque quien conoce tus secretos, te tiene en sus manos.
X. Bea-Murguía (recuerden SETEC ASTRONOMY)
3 Comments:
La fontanería política es un arte, un don, una nefasta virtud que adorna a lo más abyecto y vil que se mueve en cualquier sistema pretendidamente democrático.
Va más allá de la demagogia y del cinismo. Rompe las barreras de lo incorrecto para adentrarse en las marismas de lo abyecto.
Y, lo peor de todo, es que estamos llegando a un punto en que se puede empezar a hacer a plena luz del día y no pasa nada.
Da que pensar y da que temer.
¿Cómo no vamos a aplaudir si están haciendo realidad nuestro más oscuro deseo, protegernos de nosotros mismos, librarnos de nuestra responsabilidad, salvarnos de nuestra inteligencia?
Fdo: TOO MANY SECRETS.
Pues me da la sensación de que esto no ha hecho más que empezar. Dictadura de la mayoría, dijo el otro día Enrique Sanfrancisco en un vídeo que le hicimos, y tiene razón.
La cuestión ha dejado de ser si las cámaras en la calle de Gallardón son o no un asalto a los derechos básicos de las personas. La cuestión que se debate ahora es si sirven para pillar a los malos (y, de paso, a algunos buenos). El fin vuelve a justificar los medios. Es terrible.
Me ha vuelto a multar el muy... Y no ha sido un guardia. No. Ha sido una cámara: calle Embajadores 66. Me voy a pasar por allí para cagarme en sus circuitos.
Javier
Publicar un comentario
<< Home