lunes, marzo 27, 2006

Barra libre de lexatin y III (¡Caraculo!)


Queridos amigos,

prometo no alargar más esta saga del ansiolítico, que no es por escasez de ideas, que aún me quedan algunas (no sé por cuánto tiempo). Les comentaba el gusto que da celebrar el cumpleaños del niño en la piscina de bolas, pagar por tener un rato de tranquilidad sin lexatin mientras los niños hacen el chimpancé dentro de la jaula.

Eso no significa que usted pueda ir allí y claudicar de sus responsabilidades, ni dejarlos ciegamente en manos de los responsables del lugar, que generalmente son chavalines jóvenes sin experiencia en puericultura y que no ven "Supernanny" porque a esas horas, los viernes, están entregados a la degenerada costumbre del botellón. El otro día, sin ir más lejos, estaba yo tratando de centrar a todos los invitados del cumpleaños de mi hijo Rodrigo en la merienda cuando detecté por las inmediaciones de la mesa a dos niños descontrolados lanzándose bolas a la cara... ¿dónde cojones están los padres de los descontrolados? Pues, tomando cervezas y aceitunas con los amigos y mirándole el culo a la rubita de verde en plan Torrente. Lo peor que puede pasar cuando dos están fuera de control es que el mal se extienda y se provoque una estampida, por eso hay que cortarlo rápido y contundentemente. El "encargado" de la piscina, desde dentro de la jaula, hacía piruetas con la psicología infantil como gran profesional pedagogo:

-- "Niños, niños, parad... Quietos, anda, porfi... Sed buenos... No os lancéis más bolitas... Que llamo a vuestro papás". Y esos niños sordos selectivos, que son más sordos que mi abuela jamando, se lo estaban pasando en grande a bolazo limpio el uno contra el otro. Decidido a despejar el peligro de una pandemia bolera infantil, repasé las técnicas de Supernanny de barrio, me acerqué a los dos becerros, les agarré de los brazos firmemente (pero sin apretar), los detuve, me puse a su altura (a un niño hay que hablarle agachado), me aseguré de que me miraban a los ojos y de que iban a entender lo que me disponía a decirles, con un tono serio, determinado, lineal y sin alterarme ni gritar. Quietos y predispuestos a entender, esboce una sonrisa cáustica y les dije:

-- "Una bolita más y os troncho los huevos".

Y mano de santo, oiga. Desaparecieron sin dejar rastro.

Después llega la parafernalia del regalo que es un horror. Asisto a esa orgía de la avaricia infantil con profundo pesar. Los niños se convierten en auténticos chacales que se apelotonan alrededor del presente tratando todos de desgarrar una parte del envoltorio como alimañas hambrientas, con la ansiedad de vampiros sedientos. Luego no le hacen ni puto caso al regalo ni lo agradecen ni lo aprecian, sólo quieren abrir otro cuanto antes en una constatación de que el ser humano es instintivamente egoísta, acaparador, Harpagón y que la generosidad y el desapego no son virtudes anagenéticas. Lo triste es que los niños de cinco años no necesitan nada de eso para jugar: a los niños de cinco años, les regalas la Playstation y prefieren jugar con la caja de cartón.

La constatación de esta teoría es Nicolás, dos años, quien en el cumpleaños de Irene, cuatro, se pasó toda la tarde tranquilo jugando con un carrito de madera amarillo atado a un cordel, al que en adelante llamaré la Playstation III: un pedazo de regalo de Reyes. Su abuelo se aburría, cogió cuatro maderos y le construyó al nieto el carro más rudimentario que he visto en mucho tiempo. No tiene ni luces ni cables, no habla ¡ni emite ruido alguno! Son cuatro trozos de madera amarilla con ruedas y una cuerda. Precioso. Amarillo. Si se le salía una rueda, cosa que sucedía de vez en cuando, el padre de Nicolás, Pablo, rodaba a por ella rápidamente, la colocaba en su sitio con precisión, reiniciaba la Playstation III y a seguir jugando. Horas de diversión.

Lo cierto es que Rodrigo no ha tenido tiempo de hacer mucho caso a todos los regalos que recibió y no es muy consciente de todo lo que tiene. Demasiado, para mi gusto. No es que yo crea que es mejor la escasez, pero esta abundancia ilimitada no puede ser buena. Un punto medio, tan difícil de encontrar a menudo, sería lo ideal. Con todos estos juguetes ha sucedido lo mismo que en Reyes, algo que conté en la entrada "Fin de fiesta" y que me sirvió para mantener una morbosa discusión conyugal on-line (¡no se la pierdan!) en plan Pimpinela. Sé que todos los padres, y amigos, que estuvieron allí conmigo piensan como yo. ¿Por qué no lo remediamos? Si nos pusiéramos de acuerdo, los niños tendrían sus regalos sin excesos innecesarios.

Algo con lo que sí hemos jugado, sin embargo, han sido los walki-talkies. Me meaba de risa con el capullo de mi hijo llamándome ¡Caraculo! a través del hormigueo de la radio. Me entraba la flojera y, como si el aparato fuera una hada madrina con antena, como si pudiera transformar todo con sólo desearlo, cada vez que él me decía ¡Caraculo!, yo pedorreaba y él me devolvía unas risotadas que son sobrado pago de mi minuta de padre.

Después le pasé el walki-talky a su madre y Rodrigo dijo:

-- "¡Tetas gordas!". Nos empezamos a reír ambos a carcajada limpia por la ocurrencia del niño, pero yo, enseguida, arrebaté la radio a Beatriz y le dije a Rodrigo:

-- "¡Oye, niño! ¿Qué te has creído? ¡Que esto no es Lourdes!".

Ni la Corporación Dermoestética, claro.

X. Bea-Murguía (cambio y corto)

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Gracias Javier!!!! en cuanto llegue a casa me voy a enchufar a mi PLAY para matar sin pudor ni escrúpulos a unos cuantos soldaditos mientras pienso en los pechos de esa mujer aún desconocida que tú y yo bien sabemos vive en VILAJOYOSA

JEROVILL

27 marzo, 2006 11:50  
Blogger H.Wells y X.Bea-Murguía said...

manda unas fotos, hombre, manda unas fotos... Comparte la delantera del Vilajoyosa FC con los amigos

Javier

27 marzo, 2006 11:53  
Anonymous Anónimo said...

sin problema en el momento que remate a gol os lo haré saber....prometo fotos sin censura.
estimados amigos y compañeros continuo con mi trabajito CHAO!!!!

JEROVILL

27 marzo, 2006 12:08  
Anonymous Anónimo said...

Jerovill no nos dejes con las ganas, manda las fotos por favor.

28 marzo, 2006 16:05  

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