viernes, diciembre 30, 2005

Un poquito

Queridos amigos,

tengo un compañero de trabajo (un chaval majete, por otra parte) que usa continuamente una coletilla que me hace mucha gracia y que me da para esta reflexión de todo a cien, esta hez mental que si no la suelto me hace tapón y luego me duele la cabeza.

La cosa es que le dices:

-- "¿Qué tal, Ricardo?"
-- "Aquí, a trabajar un poquito".
¡Y lo dice SIEMPRE! ¡Hasta a los jefes! Que, además, nunca le responden "¿Cómo que un poquito? Aquí hay que dejarse la piel de las yemas tecleando hasta acabar desollado como San Bartolomé".

Me hace gracia la coletilla y mi imaginación, que es desbordante hasta la enfermedad mental, sitúa, cada vez que lo oigo, a mi compañero Ricardo en diversas situaciones...

Por ejemplo, en la Delegación de Hacienda de Fuenlabrada (donde vive el susodicho), se encuentra con un amigo:
-- "¿Qué tal, Ricardo?"
-- "Aquí, a tributar un poquito".
Digo yo que pagará lo que te corresponde, ¿no?

En el sillón de casa:
-- "Aquí, a ver la tele un poquito".
Claro, los documentales de La2 y no enteros... Como todos.

En el restaurante el "Jabalí de ración":
-- "Aquí, a comer un poquito".
No habéis visto tragar al chiquitín, que desayuna bebés recién nacidos.

En el lupanar del puerto...
-- "Aquí, a meter un poquito".
¡Porque como la meta entera...!

En fin, parece que "un poquito" es una expresión que se acomoda a todas las circunstancias y que, además, denota un tono de humildad, de callado buenhacer, que habla bien de las personas que lo dicen, como cuando, hablando de la homosexualidad, tu interlocutor insiste en comentarte que tiene "amigos gays", porque sabe que eso le pone su etiqueta de tolerante, y tú estás por contestarle "Y yo uno de Comunión y Liberación" porque si tolerancia es ser amigo de un homosexual, mucho más lo es ser de un ultracatólico.

Por eso no puedo sino recomendárselo a todos, un poquito, tampoco mucho, como la nueva etiqueta de lo políticamente correcto, como la nueva fórmula de la gente in.

En el ascensor:
-- "Aquí, a llevar a los niños a mis padres un poquito, para que vean a sus nietos un poquito y les den los regalos de Reyes un poquito".

Feliz año a todos, un poquito

X.Bea-Murguía

jueves, diciembre 29, 2005

Los Masones


Chusma Revolucionaria:

Se lleva hablar de Los Masones, sé que ni siquera saben lo que es una tertulia en un café de Ópera con tres o cuatro comunistas que te cuentan lo comunistas que son después de ver su piso en la Calle La Unión de 300 metros con un BMW en el garage y darte una pequeña charla de la importancia de desayunar Muesli para evitar que la pacha mamá altere el bio-clima, el caso es que últimamene en círculos intelectuales se habla de Los Masones,y más concretamente de un libro que ha creado polémica:


"Los Masones, la sociedad secreta más influyente de la historia".César Vidal.Editorial Planeta.


Tantos historiadores analizando desde diversas perspectivas la historia para que llegue este prohombre :Doctor en Historia,Teología,Filosofía , Licenciado en Derecho y de con las causas de las desgracias de la historia.La receta es bien sencilla a juicio de este paradigma del saber : Señora ,que su hijo le ha salido cabezón y su hija dipsómana pues está claro, el del butano era masón.En definitiva y hay que dejarse aconsejar por este tipo de sabios, la masonería es culpable del 80% de los males de la humanidad.

Capítulo diferente y curioso es la cantidad de masones que hay poblando Alcampo, el Diversia, IKEA,Xanadú ,están entre nosotros, de hecho investigando he localizado una Web en la que afirman que Mario Moreno era masón, bueno creo que entre los panchitos causaba furor:Simón Bolivar,Rubén Darío, Salvador Allende.Así que cuidado con sus hijas,nada de cosas raras que luego el mundo se va al garete.

miércoles, diciembre 28, 2005

Empujen que adelgaza

Queridos amigos,

como todos ustedes comprenderán, la asociación Wells & Bea-Murguía hace manar de mi una pulsión irrefrenable por promocionar la cultura y las humanidades. Lo hago por su bien, para que no se me aborreguen, para que me sean listos a la hora de responder a la agresión mediática permanente. Me gustaría convertir este blog, al menos de vez en cuando, en una plataforma cultural y humanística de primer orden, proponiendo lecturas y temas de debate tanto literarios como cinematográficos; poniendo en solfa la historia, la filosofía y el arte, de una manera abierta a todas sus opiniones, amena y, a ser posible, divertida.

Hoy les propongo un libro que compré el otro día en el Caprabo (cling cling, ¡CAJA!). Su autor es Richard Smith, quien creo que no tiene nada que ver ni con los Smith, ni con Robert Smith ni con el Operario Martínez. Sólo es un americano perpetrador de best-sellers de autoayuda, de esos que van directos al meollo, como aquel inolvidable “Cómo montárselo en la noche de bodas"... ¡Que no lo leyeron! ¡Sielos! ¡Corran a su librería que nomás se agota la tirada! (sobre todo tú, Maule, machote, que estás en capilla, como quien dice, y hay que consumar). El bueno de Smith, como decía, nos deleita en esta ocasión con una obrilla muy ligera que lleva por título un preciso upper-cut: “Cómo adelgazar follando” y un sugerente subtítulo, menos imaginativo “Polvos mágicos para siluetas de sílfide”. Está editado por Debolsillo (Cling cling, ¡CAJA!).

Lo mejor fue el careto que puso la chica del Caprabo cuando me lo cobró. Cogió los yogures, los pasó por el lector, CLING; cogió el libro, pero sin fijarse, CLING, lo dejó encima de los yogures; cogió los calabacines, CLING, los fue a dejar encima del libro y de los yogures... Se detuvo... Mudó el semblante. Sin mover un músculo de la cara, miró a derecha e izquierda, dejó los calabacines al lado de los yogures (me gustó que no los pusiera encima porque eso quiere decir que no es partidaria de la censura) e intentó seguir con normalidad su tarea, sin dirigirme la mirada. Entonces, yo le dije:
-- “¿Crees que lo conseguiré?”... Enrollao quesuno.
Y ella respondió, para el cuello de la camisa y sin levantar la vista:
-- “Usted no está gordo”.
Y yo pensé: “Hija mía, vete a Ópticas San Gabino (Cling cling, ¡CAJA!)”.

De este Quijote de la autoayuda les diré que es una Biblia, que ha desplazado a la “Guía de aves de La Moraña” en el puesto de honor "Mi libro de cabezazo" y que su disfrute debe ser sosegado y deleitoso. Sólo les apunto que en la página 126 habla de aquello que les pilla más a mano a la mayoría de ustedes (¡a su edad!): la masturbación. Ya sé que muchos habrán pensado que, con su historial mujeriego, van a quedar obesos de por vida. No se apelotonen en la puerta, damas y caballeros, que las pajillas también adelgazan, “además de ser una alternativa viable a la televisión, las compras y las borracheras, la masturbación es un método rápido y económico para entrar en calor”. Aunque añadiré que, para mi gusto, es una visión un poco limitada, porque ¿quién no se ha ido de compras pedo y ha acabado haciéndose una pera en el baño de una tienda de televisiones?



El capítulo, como todo el libro, se limita a enumerar acciones, posturas y fantasías y su equivalente en consumo de calorías. No doy datos precisos, porque la risa me lo impide, pero, en fin, es un ideal. Lo que yo siempre he dicho: en vez de atiborrarte a yogures con cosas activas, mátate a pajas con las pibas que los anuncian.

Por cierto, Iñaki, ¿cómo dices que has perdido tú tantos kilos? ¡PIRATA! (felicidades que te he llamado un par de veces pero no he podido hablar contigo...)

El sexo, que os tiene cegados... ¿Dónde habré dejado mi bastón?


X.Bea-Murguía

El amor en los tiempos del Cólera



Papichulos:

Si hicieramos una encuesta en algún lugar del Madrid más moderno y cosmopolita: tipo Alcobendas o San Sebastián de los Reyes a miembros del sexo masculino:un Jose Antonio,pronúnciese Josantonio o un Luis Felipe , coincidirían en emitir la misma sentencia :"Mi piba me agobia en la cama".

La mujer :nuestra media naranja, el reposo del guerrero,la compañera senimental que diría un concejal del PSOE de un pueblo de Castilla La Mancha,lugar bellísimo para una depresión, no duden en visitarlo , necesita comunicarse después de la cópula con una insistencia que en ocasiones llega al paroxismo de su coadyudante en el trámite.

Quién no ha oído esas frases de "¿Me quieres?", después de una hazaña atlética que no amorosa.Cuál es la necesidad última de la mujer con este tipo de preguntas.Porque claro ante este tipo de preguntas se entra en una zona peligrosa:¿recuerdan frases del estilo? :"Te quiero","Eres la mujer de mi vida","Corazón Latino","Bulería, Bulería".

En otro orden de cosas me gustaría recomendarles la serie ROMA del canal 4, una auténtica joya con frases del estilo :"Un buen pene es siempre bien recibido","Esta noche penetrarás o te quemo los libros". Me gusta este tipo de tele progresista con esos documentalistas bien informados que te puedes encontrar en un bar tipo Pepe-Botella escuchando a Andrés Calamaro y repasando el fotogramas.Hay que ver que país tan moderno tenemos ya con televisión digital.

lunes, diciembre 26, 2005

Wells & Bea-Murguía

Estimados amigos,

de la unión de Hormon Wells & X. Bea-Murguía sólo se puede obtener deshueve. Ésa es nuestra intención, desde luego: reírnos nosotros y que se rían ustedes. Este matrimonio (o como lo quieran llamar) fue ideado con un Bombay en la mano y con la única y malsana intención de no respetar a nada ni a nadie. No pensamos mojarnos más que por dentro y si alguien se siente ofendido, miraremos a otro lado y trataremos de echarle la culpa al otro. Eso sí, mis queridos amigos y amigas, como nosotros somos gente civilizada, nos autorregularemos: nos hemos propuesto no insultar a nadie. Por si acaso, será mejor que no nos den motivos.

Conocí a Hormon Wells en el instituto, hace la friolera de 19 años. Mi madre no me dejaba ir con él porque llevaba pantalones de color melocotón y tocaba la batería con una papelera rota y un bote de Colón. Hormon fue un adelantado sexual que, mientras todos nosotros nos encasillábamos en el papel clásico de "hombre peladilla" ("Cutu, ¿cuántas van? Ya ni las cuento"), él usaba como argumento final de cualquier discusión: "Sí, sí, pero yo he follado y tú no". Más tarde, también descubrí que sabe leer.

Bueno, que se "los" pasen tan bien como me lo pienso pasar yo. Les dejo con Hormon Wells.

X. Bea-Murguia