viernes, enero 30, 2009

De la coyunde economique

Queridos amigos,

es viernes, he dormido poco y no tengo mucho tiempo, así que no voy a hablar de política, aunque últimamente me pone las pilas bien prontito por la mañana echarme aquí un discurso (que no convence a nadie).

Sólo diré una cosa: ocho sindicatos franceses le han montado una huelga general a Sarko, y eso que la crisis es financiera e internacional y culpa de George W. Bush, sólo para hacerle sentir el malestar general de la sociedad francesas por la coyuntura económica... Quiero decir coyuntura porque se adecúa más a lo real: coyuntura se parece a coyunda y una coyunda, ya se sabe, es una jodienda.



La cuestión es que los sindicatos franceses están cabreados porque el paro va a llegar al 9%.

Al 9%. Ojo. Al 9%.

Según Cuatro y CNN+, que los he visto ambos, ha sido una cosa en plan "Francia contra Sarkozy", aunque la verdad es que han parado los de siempre: administración, educación y, por supuesto, transportes (que ya se aseguran ellos de que estos dos últimos hagan huelga, porque garantiza un seguimiento mayor).

Los demás, apenas han secundado la huelga.

Los sindicatos en España, 13% de paro con amenazas de llegar al 18%...

Al 18%. Ojo. Al 18%. Es el doble.

... los sindicatos en España están en su papel pesebrero de siempre. Arguyen que en España no se están recortando derechos a los trabajadores, lo que es verdad: se están recortando trabajadores, pero no derechos.

Esta semana han caído 400 de la Renault de Palencia. Pero, claro, eran temporales.

Joer, y eso que es viernes y no iba a hablar de política, eh...

Mi pregunta para el presidente, el lunes, habría sido: ¿dónde están los sindicatos? ¿No tienen NADA que decir de la situación? Porque yo no quiero que tomen La Bastilla, ni que organicen una huelga general, al fin y al cabo la crisis no es culpa de ZP ni de Magdalena "Látigo de Infieles" Álvarez (que es culpa de Bush), pero este silencio tan abrumador.

¿Dónde están? ¿Por qué no dicen nada? ¿Por qué no protestan? ¿Por qué no advierten? ¿Por qué no salen en los periódicos dando la voz de alarma por la situación del empleo en España? No es que sea precario, es que está desapareciendo.

Todavía hay quien piensa que los franceses no nos sacan tanta distancia. No. ¡Qué va! Estamos a millas de ellos. ¡Ay si Napoleón se hubiera quedado unos años más en España veraneando!

X. Bea-Santa Elena (cela petite île)

El lunes les contaré lo de la tortilla que iba a contar hoy.

jueves, enero 29, 2009

La elegancia del burrito

Queridos amigos,

hay una cosa peor que estar solo en Bruselas, a dos bajo cero, con niebla gélida y húmeda que te cala los huesos, asistiendo a un congreso que tiene escaso o ningún interés, rodeado de "grassroots", pirados, radicales.

Esa cosa es llegar a la habitación del hotel, comprobar que, efectivamente, tiene tele en castellano, pero que lo que emiten es una serie que protagoniza Conchita Velasco.

De suicidio colectivo.

Es más, puede ser aún peor, porque a los cinco minutos de incredulidad y desesperación, se enciende una esperanza: la serie estaba terminando. Puede ser, puede, que a continuación comience algo con un mínimo de interés y se crea una pequeña expectación.

Falso. Hay una doble decepción, porque, doblemente herido de muerte y al borde del corte de venas, compruebo que comienza un programa especial sobre el programa especial "Tengo una pregunta para usted".



Televisión Española Internacional se vuelca en demostrar que, efectivamente, Zapatero no prometió el pleno empleo, sino que expresó su aspiración a conseguirlo. El pleno empleo es nefasto para la economía, por cierto. Es de las pocas cosas que aprendí en los dos cursos de economía que hice en la carrera (lo siento, Carmona, pero la frase es tuya). El mercado laboral precisa de una bolsa continua de parados de corta duración para ser más flexible. Para que el mercado laboral funcione necesita trabajadores y postulantes, no pleno empleo. Esto es una chorrada de los políticos.

La cosa es que ZP prefiere que pensemos que es un negligente que no supo prever que la crisis se nos echaba encima, a que es un mentiroso. "Yo no engañé", dice. "Puedo equivocarme, pero no engañar". Esto es porque en 2004 ganaron las elecciones gracias a las mentiras, que sí fueron y bien gordas, de los incapaces del PP. Yendo más allá en la frase del presidente, se podría adornar un poco para darle un sentido más real de lo que, en verdad, quiso expresar. Quedaría de la siguiente forma: "Yo no mentí, como los mentirosos del PP. Me equivoco, soy un negligente, pero no un mentiroso".

Entonces es cuando los españoles nos debemos plantear qué preferimos, si un gobierno de mentirosos o uno de negligentes. No sé con qué quedarme, la verdad. La misma frase "Yo no engañé. Puedo equivocarme, pero no engañar" es una enorme mentira. Sería un poco más cercana a la realidad si elimináramos alguna perífrasis verbal exculpatoria: "Yo no engañé. Me equivoqué, pero no engañé". Esto empezaría a ser más verdad, pero si aplicamos el aforismo "Los políticos siempre mienten y la cadena del váter nunca se traga las pruebas del delito" y le añadimos un poco de memoria, nos encontramos con que él negó la crisis, insultó y llamó antipatriotas y derrotistas a aquellos que la anunciaban y prometió el pleno empleo, aunque no fuera una promesa directa, aunque llegara disfrazada de aspiración política. Es más: llegó a asegurar que la crisis estaba siendo provocada por la falta de confianza que transmitían quienes la anunciaban.

Ahí está Internet para comprobarlo, en las hemerotecas virtuales de los periódicos. Por favor, si tienen tiempo, vuelvan a ver ustedes en Youtube los highlights del debate Solbes-Pizarro. Está entero. Yo pongo un fragmento al azar. Pero no se pierdan el momento en que habla del empleo.



Partiendo, pues, de ese precioso aforismo de mi flor, mentirosos son todos. Ahora hay que evaluar su nivel de negligencia que, en este caso, es patente.

Después de esta reflexión, que se alimenta e incide en lo poco, poquísimo, que me gustan Zapatero (ideologías aparte) y el buenismo que representa que, con la que está cayendo, tiene el morro de aportar mil millones de euros a la FAO y decirlo en la tele, apagué la televisión y encontré la calma en "La elegancia del erizo", de Muriel Barbery, un libro luminoso que prácticamente he devorado en los tres días que he estado en Bruselas, gracias al tiempo de espera (sin fumar) en el aeropuerto.

Fue un vuelco total a la situación, un canto a la vida... Javier no lo hagas... Suelta la cuchilla... Precisamente, Zapatero es todo lo contrario de la elegancia del erizo. Es más bien un representante de la elegancia de Platero, del burrito, porque es tan bueno por fuera, tan blandito, que se diría que no tiene hueso, pero los tiene, no se lo crean. Es como esas aceitunas traidoras que te ponen en el plato y que tú muerdes convencido de que están rellenas de anchoa, pero que lo que tiene es un huito duro que te proporciona un dolor hueco en los piños en el momento de la dentellada.

No he terminado aún el libro, pero se lo recomiendo mucho, con lo que aprovecho para declararme inocente: no es cierto que a mí no me gusten los best-sellers. No me gusta "La sombra del viento", porque es infantil y pretencioso. Lo que me sorprende es que un libro como "La elegancia del erizo" haya llegado a ser un best-seller. De pronto vuelvo a tener esperanza en el buen gusto de la humanidad.

X. Bea-Murguía (en Madrid, claro que sí)

miércoles, enero 28, 2009

Con Tonino Carotone y Guillermo


Mon chers amis,

Me van a decir que soy un aventurillas, pero lo cierto es que ayer me coñé tanto que me acerqué a un par de desconocidos melenudos que bailaban con una cesta de pan en la cabeza.

Estaba aburrido es poco: aburridísimo.

Me he venido a Bruselas a un congreso antiprohibición que organiza un europarlamentario británico, Godfrey Bloom, del Independence Party (UKIP), partido independiente, no confundamos con independentista.

Lo gracioso del asunto es que, en principio, el congreso se iba a celebrar en el edificio del Parlamento Europeo, pero, según la organización, presiones de la industria farmacéutica han logrado que lo prohibieran. No lo digo yo. Lo dicen ellos. http://www.antiprohibition.org/

Esta peña tiene un punto entre existencialista y paranoico que debería ser objeto de estudio. Eso sí: son unos románticos que han venido, incluso, del otro lado del charco, pagándose ellos el billete. La industria del tabaco nada tiene que ver en esto.

Así que, expulsado del Europarlamento, por presiones de la maléfica industria farmacéutica, Bloom lo arregló para celebrar la conferencia en un hotel, Silken, en la calle Carlo Magno de Bruselas. Y allí, cada uno con su identificación en una solapa (que yo me niego a ponerme) y con una chapa reivindicativa de los derechos de los fumadores (que yo me niego siquiera a coger, porque siempre he odiado el borreguismo, aún cuando esté de acuerdo con la causa), los más de cien asistentes al congreso aprovechan los descansos para irse a fumar a la puta calle.

Con el frío que hace en Bruselas (no se lo pueden ni imaginar). ¡¡¡Menudo congreso antiprohibición donde está prohibido fumar!!! No se dan cuenta de que el principal problema de los fumadores son los propios fumadores, más en estos países donde la observancia de la ley roza el absurdo. ¿Alguno de ustedes cree que alguien en la sala va a protestar o sentirse molesto si yo me enciendo un pitillo?

Es la leche. De hoy, que es la clausura, no pasa. Hasta ahora he estado callado escuchando, pero hoy me voy a poner de pie y a hacer una pregunta que me concome desde que empezó el congreso:

-- ¿Alguien me da fuego?

A ver si espabilan, porque, madrecita, vaya panda.

Por la noche, había un cóctel o un piscolabis o no sé como llamarlo en O’Farrel, un pub irlandés situado en la plaza de Luxemburgo. Yo pensaba escabullirme, a mi más puro estilo, comer algo por ahí solito y marcharme pronto a la cama, pero el mismo Bloom, con quien estuve hablando al final de la jornada, me advirtió seriamente de que debía ir.

Y fui.

Me dolía la cabeza de hambre y cuando llegamos a O’Farrrel, no había nada de comer. NADA. Sólo cerveza, vino malo y cabezón o refrescos. Pensé en tomarme una cerveza, una, y pirarme a lo Pantera Rosa, cuando vi a dos melenas bailando en la esquina de la barra con una cesta de pan en la cabeza.

Fueron ellos los que se dirigieron a mí. Guillermo y Juan, españoles, estaban allí porque el primero, con un pedo importante y una pinta de guarro no menos reseñable, es el cocinero de O’Farrel.

-- Lo que tengo es hambre, Guillermo –le dije.

Y Guillermo, con su curda, me empezó a sacar chorizo (malo), queso, pepinillos, patatas fritas… Todo gratis. ¿Que para eso tuve que bailar yo también con la cesta de pan en la cabeza? Pues sí, pero era de buen rollo y no me importó. Después llegó Álvaro, un estudiante de Erasmus que había quedado con Juan en O’Farrel.

Cuando estábamos allí, hablando de unas cosas y otras, con Aurora y Natalie, dos bruselanas que (digo yo) serían las novias de Guillermo y Juan. Apareció, al olor del chorizo, el representante danés del congreso, un señor de unos sesenta años, gordo, alto, con barba y gafas e indudablemente danés: llevaba una chaqueta del color de su bandera nacional.

Guillermo entró en la cocina, le dio más chorizo, que el danés se empeñó en pagar, así que se llevó una ristra de besos por parte de Juan y del mismo Guillermo, que en un papel escribió: “TONINO CAROTONE” y se lo pegó en la frente.

Clavado, vamos, era el mismísimo Tonino Carotone. Se parecían lo mismo que Papa Noel a Willy de Bill, lo mismo que Marilyn Monroe y yo.

-- Nos vamos a una fiesta –me dijo Juan-. ¿Te vienes?

Si no hubiera tenido que madrugar hoy para irme al congreso antiprohibición donde no se puede fumar, me habría ido a la fiesta sin dudarlo. Una pena. Me estoy haciendo mayor. Me puede la responsabilidad.

Hoy me voy para Madrid. Ya tengo ganas, la verdad, de ver a los míos y de fumar a cubierto.

X. Bea-Bruxelles (fumando espero)

lunes, enero 26, 2009

En la barca de Fredo

Fredo quería enseñar a su sobrino Anthony a pescar. "Iremos un día al lago Tahoe y te enseñaré a pescar, muchacho", le dijo como si Anthony, débil como él mismo, fuera el hijo que nunca tuvo. "Cuando yo tenía tu edad, iba al río a pescar con mi padre y mis hermanos , pero yo era el único que pescaba algo. ¿Quieres saber mi truco?" y uno no puede dejar de imaginar a Santino disparando a los peces con vehemencia y a la familia de Vito pescando en un río tomado por sicarios armados hasta los dientes, matones y asesino como Al. "Cuando tiraba la caña, rezaba un Avemaría y, zas, siempre picaba. Iremos al lago Tahoe y te enseñaré a pescar, muchacho".

Un día, Johnny Ola llamó a Fredo y le prometió que habría algo para él si le ayudaba. Su hermano era un hueso, no se podía negociar con él. Si Fredo echaba una mano, habría algo para él, algo que él deseaba: tener su propia familia, aunque sólo fuera para demostrar a su hermano Michael, el pequeño de los tres hijos varones de Vito Corleone, que él no era ningún tonto, que él podía ser también un pez gordo y no un simple recadero, "que Fredo haga esto, que Fredo haga aquello". Fredo pescaba más que sus hermanos, esa pequeña victoria de infancia siempre recordada, pero no era inteligente y nunca tuvo nada más que su debilidad, su flaqueza, su gusto amargo por las putas y las camareras y una mujer borracha y explosiva que lo avergonzaba delante de su familia. Ola le dijo que habría algo para él, ¡que habría algo para él solo! Ola se lo dijo como quien reza un Avemaría antes de lanzar la caña y Fredo, el pez gordo, picó el anzuelo.

Pero Michael era el más listo de la familia. Santino era demasiado visceral y no fue un buen Don: murió en el peaje del puente, emboscado por los Tattaglia que le pusieron de cebo al gusano de su cuñado Carlo para rezarle una ráfaga completa de Avemarías. ¡Pobre Santino! En verdad, era tan débil como Fredo. De nada sirvió que Tom Hagen intentara calmarlo. Fue directo a la caña de los Tattaglia. Fredo, el segundo hijo de Vito, era demasiado débil, así que Michael, el bueno, el héroe de guerra, el estudiante, la esperanza de legalidad de la familia, tuvo que tomar las riendas. Nunca quiso hacerlo. "Así es mi familia", le había dicho una vez a Kay, cuando eran novios, "pero yo no".

Sin embargo, Michael se mentía. Michael era, de los tres, el que más se parecía a su padre. Se dio cuenta esa noche en que encendió el zippo del pastelero sin que le temblaran las manos. Acababan de espantar a los matones que venían al hospital a acabar con Vito. Se suponía que no habría nadie cuidando del Padrino, que la poli había despejado aquello para que la gente de Sollozzo se deshiciera de una vez del caduco Vito Corleone, pero justo llegó el pastelero y Michael lo disfrazó de sicario, como el mismo Al, despiadado y agazapado tras las solapas inhiestas de la chaqueta, y lo puso de pie a su lado en la escalinata de entrada al hospital. El coche negro de los asesinos paró ante la verja y, en unos segundos, huyó, canceló el plan: se suponía que no habría nadie cuidando del Don, pero allí estaban dos legionarios armados protegiendo su vida. Cuando el coche de la muerte se fue, el pastelero quiso aliviar sus nervios fumando un cigarrillo, pero le temblaban tanto las manos que no lograba encender su zippo. Michael, frío, calmado, se lo arrebató y lo prendió a la primera. Todavía se quedó un rato mirando el mechero, como si el cliquear de su tapa le hubiera dicho "resígnate, deja de mentirte: estás hecho del mismo material que tu familia".

Cuando Michael, ya en Nevada, desterró a Fredo por su traición, advirtió a Al:

-- Respondes con tu vida de que no le pase nada mientras viva mi madre.

Y esa fue su condena de muerte, porque la mamma murió y en el velatorio, un Fredo apagado, mustio y más solo de lo que había estado nunca, preguntó por su hermano Michael.

-- No quiere verte, Fredo -le dijo Tom Hagen. Pero Conny, que de ser la hermana díscola que pretende sacudirse el yugo de su familia y vengar la muerte de Carlo mariposeando de escándalo en escándalo, se había convertido en la sombra de su hermano, como su madre había sido la mujer fuerte que sostuvo la cohesión doméstica de la familia, fue al despacho a ver al don, a Michael Corleone, para interceder por Fredo.

Y Michael salió del despacho. En el velatorio de su madre.

Y Michael acarició la cabeza de Fredo.

Pero no lo miró. Sus ojos se clavaron en los de Al.

"Iremos un día al lago Tahoe y te enseñaré a pescar", pero no era aquella la ocasión. Ese día, Anthony se tuvo que ir a la ciudad y Fredo salió a pescar solo... Con Al, pero solo en su barca con toda su muerte a las espaldas.

Quizá supiera lo que iba a pasar. En el fondo, no era ningún tonto. Echó su caña y rezó un Avemaría.

¿Que por qué me gusta "El Padrino"? Porque todos vamos en la barca de Fredo.

X. Bea-Murguía (en Bruselas, hasta el miércoles)

jueves, enero 22, 2009

Desvelado

Queridos amigos,

como ya no sé lo que he contado y lo que no (y, aún peor, tampoco soy capaz de recordar, de lo que he contado, lo que es verdad y lo que es mentira), no estoy seguro de si les he dicho alguna vez que duermo como un auténtico lirón porque tengo la bendita capacidad de olvidarme de todo. Yo no consulto nada con la almohada. Me limito a babearla. Tengo un clic en la cabeza que me permite apagar el cerebro y no darle vueltas a ningún problema, a ninguna esperanza, a ningún hecho consumado y, por tanto, irremediable.

Hasta anoche. Anoche me la jugó un cabrón y me jodió el sueño.

Política y extremos aparte (La Secta, La Ración, la Cadena Pope o Púbico), entre los supuestamente serios y más atemperados, hay medios de comunicación que, para mí, tienen fiabilidad cero, porque están metidos en la trinchera mediática. Veamos el caso. Cadena SER. Hora 14. Tema: el que ya llaman Caso Anacleto sobre el espionaje en Madrid. Implicados, de una manera u otra, el consejero de Interior Granados, el vicepresidente González y el teniente de alcalde Cobo. Le ponen el canuto a Juan José Güemes Oseatelojuro, consejero de Shanidá de la Comunidad de Madrid. El hombre no dice nada porque, seguramente, no tiene consigna de la jefa para opinar sobre el caso y echa balones fuera. Termina el corte con las declaraciones y dice el tal José Antonio Marcos:

-- "Güemes que sabe mucho de privatizar la sanidad pública, pero no sabe nada de la red de espionaje montada por Granados".

Es impresionante. Es mucho más que una opinión y eso que en la facultad te enseñan a separar opinión de información.

Ayer me la jugó un periodista, pero se lo cuento mañana... Cuando acabe la historia, porque hoy le voy a llamar.

X. Bea-Murguía (con sueño, claro)

lunes, enero 19, 2009

Habilidad... Yo

Queridos amigos,

dentro de un par de horas me piro a Logroño, donde voy a estar una noche, y estoy viendo que me espera un panorama maravilloso en la carretera, atravesando la tundra burgalesa. Iré despacito, no se preocupen. Lo que me da es pereza. Mucha.

Voy a contarles algo que me pasó ayer, a pesar de que no es para nada mi estilo, pero me invade la necesidad de soltarlo: tengo habilidad.

-- ¿Sabes cómo se llama eso? -me preguntaron.
-- No sé... ¿Suerte?
-- No. Habilidad.

¿Habilidad? E, incrédulo, apreté los labios en media sonrisa sinuosa, y arqueé las cejas. ¿Yo, habilidad? Nunca me habían dicho nada parecido. De golpe, me vino a la mente la lámpara de pie del salón de casa, que un día dejó de funcionar como dejan siempre de funcionar las cosas: sin que nadie la toque (¡JA!). Armado con un destornillador, con el cigarrillo colgando de la comisura del labio y un ojo guiñado, la miré imitando a Robert De Niro en "Taxi Driver":

-- ¿Me lo estás diciendo a mí? -la amenacé con la cabeza de medio lado.

Y ahí está la lámpara, hermanos y hermanas, totalmente descoyuntada. Ahora no sólo no funciona, sino que, además, no sé montarla de nuevo. Habilidad... ¡Ja! Voy sobrado de ella.

Pero ayer, aunque no quiero adelantar nada de este asunto, me dijeron que tengo habilidad y me fui a casa más contento que unas castañuelas y deseando que llegue el domingo que viene, para pasar a un grado mayor aún de dificultad.

X. Bea-Murguía (Habilidad... Yo, que en el cole aprobaba plastilina porque era un tío simpático).

jueves, enero 15, 2009

Una pequeña traición


Queridos amigos,

he de confesar que he cometido una pequeña traición al blog, pero como soy muy condescenciente conmigo mismo, me voy a perdonar. Es una gilipollez.

Hace unos meses que me di de alta en Facebook. Para mi gusto tiene una enorme desventaja: además de que es adictivo y peligroso, puede uno caer en un flashback delirante, das la posibilidad de que intenten volver a tu vida personas y tiempos que preferirías que quedaran enterrados, porque cuando abre tanto la puerta a antiguos amigos, se cuela el fresco... Y eso que yo he vuelto a contactar, aunque sólo ha sido un saludo y poco más, con gente buena, a la que tengo cariño.

Dentro de Facebook, de una manera muy sencilla, sin muchas complicaciones, se pueden montar grupos de discusión. Hace tiempo que le estaba dando vueltas a escribir un nuevo blog (lo que sería una enorme traición) en el que contara mis experiencias con los cigarros. No algo profesional, de catador de puros, para lo que no estoy preparado. Algo personal.

Porque, lejos de las exigencias, a veces absurdas, de la ortodoxia, los cigarros y la percepción que de ellos se obtiene son algo muy personal: hay tantos puros como bocas.

Un blog sobre cigarros en el que yo contara mi propia experiencia, aderezada por las circunstancias en las que me he fumado un puro u otro, porque es fundamental, según mi modo de entender una fumada, la situación y, sobre todo, la compañía.

Facebook me ha dado la oportunidad de hacerlo. No es exactamente un blog, pero es mejor, porque ya no se trata de una comunicación unidireccional, sino de un foro de discusión en el que la gente se puede sentir mucho más libre a la hora de dar su opinión, que es lo que verdaderamente me importa en este caso.

Lo que quiero es que haya un intercambio de información sobre algo tan personal, tan subjetivo y, al mismo tiempo, tan maravilloso como es fumarse un buen cigarro con la compañía adecuada en el momento perfecto.

El grupo se llama "Amigos, momentos, cigarros", porque no he intentado, en ningún momento, que se trate de algo profesional, sino simple y llanamente la experiencia de un fumador de cigarros.

Empecé ayer y ya he colgado dos temas de discusión (y en el primero, ya tengo dos respuestas de dos tipos que no conozco de nada!!!!!): Cuaba Pirámide Edición Limitada 2008 y Partagás Serie P Nº2 Tubo. La cosa es algo así:

"Partagás Serie P Nº2 Tubo

+ Pampero Aniversario.

Tuve la inmensa suerte de asistir, creo que fue en el año 2005, a la presentación del Partagás Serie P Nº2 en La Habana. Es cierto, por lo menos a mí me pasa, que las circunstancias en las que uno fume, hacen mejorar el cigarro (o empeorarlo) y, por tanto, estrenar una nueva vitola de la mítica Partagás, en Cuba, fue estar en la gloria bendita (de mi madre).

El año pasado, Habanos lanzó la pirámide de Partagás en un tubo espectacular, que merece los 50 céntimos más, además de porque es bonito, sobre todo porque lleva uno el puro en el bolsillo perfectamente protegido.

Hablando de las circunstancias, ayer gané al mus, como siempre, pero acompañamos la victoria con un Partagás Serie P Nº2 en tubo y un Pampero Aniversario, en mi caso, con tres rocas pequeñas de hielo. No es como estar en Cuba, que estábamos en el restaurante Ainhoa de Bárbara de Braganza (comprobando que, efectivamente, en Madrid hay todavía lugares donde se puede comer un besugo muy bueno y jugar al mus sin que te barran los pies hasta bien entrada la tarde), pero es un momento propicio para disfrutar a lo grande de un puro como el Serie P Nº2.

Al principio, para mi gusto, el cigarro engaña un poco, porque no parece que vaya a tener la fortaleza clásica de Partagás. Sin embargo, va creciendo a lo largo de la fumada hasta un punto en que dudo mucho que un fumador no iniciado pudiera aguantar su pujanza.

De tiro fue perfecto, de nuevo el doble corte ayuda al puro a evolucionar, y el cigarro estaba en su punto de curación. Yo sostengo la muy particular teoría, que puede ser una bobada pero que a mí me vale, que un cigarro, como el queso, cuanto "peor" huele, mejor sabe. Me explico: me gusta que tenga ese olor fuerte a fermentado antes de encender y el Partagás Serie P Nº2 destila el aroma del establo, de la galera de torcido, a amoniaco, es decir, huele a puro bien curado.

Más a su favor, diré que jugando a la cartas abandono constantemente el puro en el cenicero (para repartir y jugar la mano, a mí se me hace incómodo en la boca) y el cigarro no se apagó en ningún momento. En cuanto al Pampero Aniversario, esto es muy, muy subjetivo, pero un buen ron (sin cocacola), es para mí una garantía de maridaje perfecto. Por la circunstancia, la victoria al mus, el ron, el besugo y el comportamiento del cigarro, Partagás Serie P Nº2 merece un 8 (por lo menos). No le pongo más nota porque no estábamos en Cuba.

Javier
".

Como pueden ver, no se trata de hacer una cata de cigarros (yo no estoy preparado para eso), sino de contar una circunstancia en la que un buen puro y un destilado se comportan bien como catalizador de las relaciones sociales. Si le gustan los puros y está usted metido en Facebook, le agradecería mucho, no que se uniera al grupo, que sería fantástico, sino su participación en el foro de discusión.

X. Bea-Murguía (a ver si se anima el cotarro, que es para pasarlo bien).

lunes, enero 12, 2009

Psicomotricidad fina

Queridos amigos,

como he repetido muchas veces, y suena a excusa, mi termita Ana madruga mucho y me ocupa el tiempo que hace un año dedicaba al blog, así que voy escribiendo a ratos. Cuando puedo. Ahora mismo la tengo aquí, en el salón de casa, revolviéndolo todo como un huracán y tratando, por todos los medios, de hacerse un sitio delante del ordenador para aporrearlo como si fuera una pianista intérprete de música dodecafónica.

En estas condiciones, francamente, se hace difícil.

Podría, como he intentado esta mañana sin éxito (ya es mi hora de comer), enchufar el portatil y ponerme en el salón a escribir, mientras ella... Pero tampoco. Tampoco porque no le dedica a ninguno de sus juguetes ni dos minutos. A ella le gusta lanzar las cosas por ahí, hacer ruido, bailar al son de cualquier ruido moviendo el culo sin despegarlo del suelo, aporrear el teclado del ordenador (como he dicho) y, sobre todo, que su padre la coja en brazos y manejarlo como a una acémila...

-- Allí -y señala con su pequeño garfio hacia donde quiere ir o qué es lo que quiere coger, a lo que su padre responde como si colgando de su dedo luciera brillante una hermosa zanahoria-. Allí -y para el otro lado.
--Coño, Ana, tú mandas más que tu madre- y ya es decir.

Y no es por juguetes. Que tiene, además de los suyos, todos los que le han ido cayendo por su cumpleaños y los Reyes, los que le han llegado enteros de cuando Rodrigo tenía su edad.

Uno de estos, heredado de su hermano, que también jugaba mucho con él, es una especie de monitor con varias actividades que estimulan la psicomotricidad fina. Saben ustedes que psicomotricidad es la coordinación del movimiento de los músculos con las órdenes del cerebro, algo que en los niños no tiene demasiada precisión. Está la psicomotricidad, por decirlo de alguna manera (yo no soy experto, en esto tampoco), ordinaria y está la fina, es decir, hacer pinzas con los dedos, mover piezas pequeñas... Es la más difícil porque requiere una precisión de la que, como digo, los bebés carecen y hay que estimularla.

Pues este juguete es muy bueno para estimular esta psicomotricidad fina. Rodrigo le echaba siempre un ratillo sentado delante del monitor. Tiene una rueda rosa con una pequeña asa para darle vueltas. Va enganchada a un engranaje que gira, traquetrea y hace que se asomen dos monos de manera alterna. Es muy bueno para el juego de muñeca.

Para hacer fuerza con el dedo, tiene una mariquita azul pegada a un fuelle que, cuando se aprieta, suena una pequeña bocina y empuja aire por un tubito de manera que unas pequeñas bolitas de espuma blanca vuelan como si fuera nieve. Este sería ideal para que se entretuviera la ministra de Fomento.

Además, y por resumir,en un tercer apartado, para hacer pinza con los dedos, tiene una valla amarilla que se sube y se baja y hace que se asomen por detrás uno pajaritos; un pajaro carpitero con un muelle que golpea una campanilla cuando se acciona con el dedo; y un rodillo que da vueltas con unas escenas de un mono y perro haciendo monadas y perradas.

Es un juguete educativo, formativo, diseñado con enorme ingenio para estimular el desrrollo de los bebés y su capacidad de psicomotricidad fina. Ana, aunque no le dedica mucho tiempo, se lo pasa muy bien con él. Lo agarra con sus dos manitas y se pone a repartir hostias con él a todos los demás jueguetes, en plan Obélix y las legiones del César. Los pajaritos de la valla salen volando. Los monitos se caen del engranaje, el pájaro carpintero acaba clavado en la campanita, el rodillo se pone a dar vueltas y se monta tal lío que el mono y el perro acaban actuando de manera totalmente contranatura (ahora yo, ahora tú) y la mariquita acaba como cualquier otra mariquita en manos de un bebe de un año: espachurrada (mok mok).

Percibo que Ana es más de psicomotricidad ordinaria que de psicomotricidad fina.

X. Bea-Murguía (la fiera de mi niña... Que se vaya preparando el novio, esté donde esté. Haz las maletas, chaval).

jueves, enero 08, 2009

Paz en el mundo

Queridos amigos,

volver a escribir todos los días, como me gusta, no depende de mí, sino de una niña de un año que tiene los ojos muy grandes y, como suele decir la gente, muy despiertos...

-- Y tan despiertos -digo yo.

Ya han pasado los Reyes, ese día en que, cada vez más, soy profundamente republicano por la estafa moral que supone la monarquía mágica. Me han traído un montón de cosas (bueno, bueno que es uno y de mucha calidad) y a los niños, como siempre, regalos a paladas, mucho más de lo que me gusta, pero no me voy a meter en este jardín otra vez. Es una discusión perdida. El tiempo me dará la razón o, al menos, eso creo, porque nunca se sabe con el tiempo. El tiempo es un gran cabrón que devora a sus hijos y pasa más rápido que la cabalgata de Tres Cantos.

-- ¿Ese era Melchor o Fernando Alonso? Es que no lo he visto bien.

Como he dicho, a mí me han traído muchas cosas, chulas y necesarias (¡ese ordenador de buceo que tenemos que estrenar!), pero yo escribí una carta a los Reyes que no tiene nada que ver con lo que me han puesto, así que pienso que, en el apuro, en el ir rápido, rápido, rápido, vamos que no acabamos, dile al negro que apriete, a ver si el viejo no se toma un whisky en cada casa, me han dejado los regalos de otro.

Yo, como Zapatero y como Miss Albacete, había pedido PAZ en el mundo.

Me doy cuenta de que el tiempo me acerca a los razonamientos de mis padres. Lo duro de los Reyes Magos no es descubrir que no existen, sino darte cuenta de que los Reyes eres tú y que es necesario poner barreras a los deseos, limitar las ilusiones y trazar bien la frontera de los sueños.

Si a cierta edad no has comprendido eso, no eres progresista, ni un soñador, ni un sentimental, ni un idealista. Eres un mentecato o un mentiroso.

X. Bea-Murguía (a ver si puedo volver ya)