Yvo de Boer y el papel de los medios
A pesar de ese apellido tan futbolístico, el secretario ejecutivo de la ONU para el clima, Yvo de Boer, es austríaco. Viene de Viena. Con dos orejas.
Es un señor paradigmático de lo que está ocurriendo en el mundo en algunos asuntos en los que no es posible llevar la contraria a la corriente oficial, porque corres serio riesgo de resultar aplastado.
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Está en francés, pero viene a decir que... Más o menos... El señor De Boer, ante la cumbre de Copenhague sobre el cambio climático, en la que más de 60 jefes de Estado van a ir a pintarla y a hacerse fotos con la Sirenita en la bella ciudad vikinga, ha manifestado en privado su intención de vetar cualquier intento de incluir en las conclusiones de la reunión cualquier asomo de opinión que se parezca a la de los expertos que son escépticos con la teoría del cambio climático.
Como la mía.
Bueno, yo no soy experto, pero sí escéptico (y diletante).
Quiere decir esto que la ONU, osea, todos nosotros, vamos a pagar un pastón para organizar una cumbre sobre el clima en Copenhague para que se llegue a la conclusión que interesa al sr. De Boer (y a quien él representa) y resulte un evento propagandístico de los sectarios adventistas del séptimo día, los seguidores del calendario maya, Iker Jiménez y los acólitos de Nostradamus. Todo aquel que quiera siquiera pensar, ya no digo expresar o demostrar, que esto del cambio climático es un camelo, una manera de comerle el tarro a la peña para que nos llenen el paisaje de molinillos y sartenes, para que los pueblos del mundo tengan cinco o seis basuras distintas en su casa y ahorrarle trabajo y dinero a los estados, mientras ellos le dan la patente de corso a amiguetes y grandes empresas, que se forran con el esfuerzo y el miedo de la gente...
Todos estos, fuera. No puede decir nada. En la cumbre tiene que suceder lo mismo que en el Parlamento español: que hay debate, pero inferaz, porque las conclusiones y las resoluciones ya se han tomado de antemano.
Porque según los expertos escépticos, tan expertos como los expertos no escépticos, lo del cambio climático es un vaina, una risa, una bobada, un camelo, un cometarros, una idiotez, una gilipollez.
Como dijeron el otro día en la radio: este noviembre tan seco que hemos tenido es fruto del cambio climático. No había llovido tan poco en España en el mes de noviembre desde 1985. Vamos, que sí. Que ya se lo dijo José al faraón:
-- Vendrán siete años de bonanza y siete de sequía- las famosas vacas gordas y las vacas flacas.
-- ¿Y eso por qué?
-- Pues por el cambio climático, ¿por qué va a ser?.
De esto nos hemos enterado algunos, muy pocos supongo, de puñetera casualidad. Han tenido que intervenir unos santos hackers para piratear el correo electrónico del sr. De Boer y, así, ha salido a la palestra de algunos medios, muy pocos, que el sr. De Boer no va a permitir que en las conclusiones de la Santa Cumbre de la Sirenita (de alarma) se incluya un solo punto que no diga:
Punto 1.- A follar, a follar que el mundo se va a acabar.
Con esto no quiero decir que tiren ustedes de la bomba del inodoro para apagar un cigarrillo ni que se pongan ahora a contaminar a gusto que no pasa nada. No. Lo que digo es que nos manipulan, como pasó con la gripe A, como pasa con tantas otras cosas que ahora no voy a decir porque no toca, para que actuemos como le conviene a unos pocos. Y que un poco de escepticismo, y menos borreguismo, hace avanzar al mundo.
Los medios de comunicación españoles apenas se han hecho eco de esta noticia, porque siguen en su línea. A mí ya no me interesan los periódicos que no ponen constantemente en un brete al poder, lo tenga quien lo tenga. Bastante han tenido, claro, con los dos temas que han echado por tierra su ya de por sí mermado prestigio. Con el asunto del ex violador y ex asesino de Aitana, la niña de tres años que, al parecer, se cayó sola (la pobre). Digo ex violador y ex asesino porque, en el juicio paralelo mediático y popular, este tipo que ahora ha pasado a la categoría de mártir (y no es que sea el demonio, pero tampoco es ningún santo, es un tío corriente) era violador y asesino sin ninguna duda.
En el fondo es una pena, porque violación y asesinato de niña de tres años da mucho juego en los medios, mueve prensa, mueve tele, mueve publi, mueve dinero. Además, por fin Muñoz Molina y toda la ristra de cursis que mean con guantes para no mancharse le habían puesto rostro al monstruo: una cara normal y corriente, la de un pobre tipo acojonado por el linchamiento público, que bien podría ser mi cara, la suya (la de usted) o la del mismo Macario.
Ya lo dijo David Torres, el otro día, en el programa de Rafa Martínez Simancas en Onda Madrid: ante la pregunta ¿quién es el monstruo capaz de cometer semejante atrocidad? La respuesta es: usted mismo.
Estos son los medios de comunicación. Un 10, de nuevo. La prueba son esos 12 diarios catalanes (11, porque uno de ellos es bisemanal) que, sumando toda la difusión que les atribuye OJD, apenas superan el medio millón de ejemplares y que pretenden ser más que las reglas de juego y expresar el sentir de toda Cataluña. En Cataluña hay seis millones y medio de personas que NO compran periódicos. Del medio millón que los compra, resten los que no han leído el editorial. Y de esos, resten los que no están de acuerdo (que también los habrá). Después multipliquen por 3, que es como se calcula la audiencia de un periódico, y se darán cuenta de lo representativos que son los periódicos catalanes del sentir de Catalunya.
Tiene que quedar claro que los malos en esto del recurso contra el estatut son los del PP... Y digo yo: ¿y el recurso ante el Constitucional que interpuso el Defensor del Pueblo, DON Enrique Mújica Herzog? ¿Y el que interpuso la comunidad autónoma de Extremadura, presidida por el socialista Vara? ¿Y el que interpuso la comunidad autónoma de Aragón, presidida por el socialista Tío Marcelino, pan y vino? ¿Estos no son malos? No. De estos, no se dice nada, porque los del PP van que si la nación y la no nación y eso es una tontería. Vara e Iglesias lo han recurrido por una cuestión mucho más pragmática.
Y ahora que sabemos que, encima, Zapatero está detrás de todo...
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¿En qué país vivimos? Bonita democracia en la que doce periódicos, un honorable president y otro no tan honorable hacen trampas en el solitario. Ya sabemos que el Tribunal Constitucional es, en el fondo, una institución política, pero, por lo menos, respetemos las reglas del juego, que nos las hemos dado nosotros a nosotros mismos.
El sentir de los catalanes no tiene nada que ver con lo que digan estos periódicos que no lee nadie. ¿Quién coño se han creído que son los periodistas? El sentir de los catalanes es que pasan del estatut, como quedó bien demostrado el día del referendum, que no fueron a votar más que cuatro gatos. El sentir de los catalanes es que no se han leído el estatut y lo de menos es si se dice en el preámbulo que Cataluña es una nación, media o dos naciones. Si los catalanes se hubieran leído y comprendido lo que dice el estatut, ahora estarían protestando en la calle, quemando coches, ante la posibilidad de que el Constitucional lo eche para atrás porque, si eso sucede, les quitan la merienda, les castigan sin postre.
De esto se quejan Montilla, Mas, Pujol (el sábado, en la contra de El Mundo) y los demás. Que el estatut es el pago del PSOE al PSC, que le da muchos votos, y lo único que dice es que del pastel, todo lo de Cataluña, para Cataluña, y una parte de lo de Madrid y Baleares, que son las dos comunidades autónomas que más contribuyen al PIB nacional, más que Cataluña.
Esto es lo importante del estatut. Por esto se pelean los políticos. De esto, no dice nada el editorial de esos periódicos. Ni de esto, ni de los clima-escépticos, ni han pedido perdón aún por el linchamiento público de tal Diego.
X. Bea-Murguía (¿se nota que me he pasado todo el fin de semana encerrado en casa rumiando?)