viernes, junio 27, 2008

David Torres (Entrevistas parásitas)

Queridos amigos,

les recuerdo el mecanismo, por si Bibiana no se ha enterado o enterada.

He cogido dos entrevistas hechas a Pedro Zerolo, homosexual oficial del PSOE, un encuentro digital en elpais.com y otra de nosolocurro.wordpress.com, que debe de ser el blog de alguien, y como el resultado era bastante amplio y coñazo, he seleccionado algunas preguntas a mala leche. Debe de ser duro ser homoficial, esto es lo que me da lástima de Zerolo: al final a nadie le importa nada ninguna de sus inquietudes, sólo le preguntan sobre su condición sexual.

En definitiva, con ese cuestionario, me he dirigido a David Torres y le he pedido que lo conteste como David Torres Ruiz, no poniéndose en el pellejo de Zerolo (ni en su peluca afro ni en ningún otro miembro o miembra de su cuerpo serrano (venezolano).

El resultado es el siguiente... Jajajajajaa... Esta vez he sido un poco capullo, pero David es bueno, David perdona.


David Torres
"Soy un comunista del amor"


David Torres siempre da ganas de más David Torres. No lo puede evitar. Él así: tan seguro de sí mismo como dubitativo; tan duro y de San Blas como tierno y lírico; tan osado que es capaz de salvar a Odiseo de ser devorado por su propia leyenda en Ítaca, donde Homero lo dejó abandonó ("El mar en ruinas"). Tanto en sus novelas como en sus artículos de prensa (David Torres es columnista del diario El Mundo, entre otros medios) es un rematador nato, un ariete con cabeza de toro, siempre de frente, siempre armado con su descarnada sinceridad y con una carcajada sonora y wagneriana a modo de estrambote. Pero, al mismo tiempo, sabe encajar los puntazos y los golpes con la firmeza de un púgil, de pie como su Roberto Esteban, el boxeador retirado de las tres cuerdas y del alcohol que protagonizó "El gran silencio" (finalista del premio Nadal en 2003) y que ahora vuelve en "Niños de tiza", premio Tigre Juan de novela del ayuntamiento de Oviedo. Aquí hay escritor.

Wells&Bea-Murguía.- ¡Por fin eres un hombre casado! ¿Más feliz ahora? ¿Para cuándo los hijos?
David Torres.- Bueno, técnicamente, casado, lo que se dice casado, no estoy. Los hijos es una asignatura pendiente que me ronda cada vez más cerca porque casi todos mis amigos están ya reproducidos mientras que yo me limito a publicar. Algunos incluso están reproducidos y editados. De manera que, ahora que estoy en cuarentena, los hijos no nacidos se encuentran ahí, en algún lugar de la biosfera, y salen en esos pasajes de mis libros que ningún crítico señala, como el ansia de Roberto Esteban por la paternidad o el aborto de Penélope.

W&BM.- Convence a un/una joven de 20 años, que vive en una ciudad pequeña, y cuyos padres son muy conservadores, a salir del armario.
DT.- Mejor la convenzo para que salga conmigo y se quite de encima todas esas tonterías del machismo y el miedo al falo. Como decía una novia mía, no hay lesbianas sino indecisas.

W&BM.- ¿No puede un homosexual vivir siempre dentro del armario, incluso casarse con una mujer, y ser feliz?
DT.- Supongo que sí, siempre que el armario sea lo bastante grande.

W&BM.- Pero tú has tenido novias.
DT.- Unas cuantas, sí. Muy guapas, muy majas y lo bastante inteligentes como para esquivarme a tiempo. Algo chungo debo de tener porque ninguna ha vuelto a llamarme. Soy un comunista del amor: Stalin dejaba detrás tierra quemada y yo tías quemadas.

W&BM.- ¿Qué opinas del outing?
DT.- No estoy muy seguro si te refieres a alguna técnica de tocar el trombón o a una postura del Kamasutra. My inglés is very defectuosly, sorry.

W&BM.- Dices que es posible ser homosexual y de derechas pero no gay y de derechas. Esto cómo se come.
DT.- ¿Yo he dicho eso? Supongo que me refería a que, visto desde la óptica progre, todo tipo que se declara de derechas es un mariconazo.

"A mí me encanta provocar a esa otra clase de feligreses que todavía comulgan con la esvástica o con la hoz y el martillo"

W&BM.- ¿Qué produce en ti la lectura de esta noticia? [Le muestro un recorte de El País, con fecha 24 de noviembre, cuyo titular reza así: “Irán ahorca a dos hombres por mantener relaciones homosexuales”].
DT.- ¿Y qué puedes esperar de Irán, ese lugar donde la revolución -ese gran fantasma que recorría Europa- se ha puesto velo? Ya dijo ese califa en lugar del califa que tienen como presidente que en Irán no hay homosexuales. Para eso, para que no los haya, usan las grúas.

W&BM.- Ante la actitud de la Iglesia, ¿no sería hora de pasar a la ofensiva y demostrarle su actitud cínica? Todos conocemos a curitas que no cuentan en los púlpitos que hacen el fin de semana...para que no se desmayen sus feligreses.
DT.- Hombre, la actitud cínica de la Iglesia católica está más que demostrada. A mí me encanta provocar a esa otra clase de feligreses que todavía comulgan con la esvástica o con la hoz y el martillo. Dos insignias mucho más similiares de lo que se piensa y que hicieron causa común en 1939, la hora más negra de la Historia.



W&BM.- ¿Me podría decir una razón por la que usted puede casarse con un hombre al que quiere y yo no podría casarme con algún familiar mío (madre, hermana, hermano) si quisiera?

DT.- Usted puede casarse con su mano, si quiere. Por mí no se prive.

W&BM.- Una vez dijiste en un curso al que yo asistía que la bisexualidad no existía, que era indefinición. Negaste mi sexualidad y la de mucha gente. ¿Has cambiado de opinión?
DT.- Yo creo que la bisexualidad es esa excusa que se inventan algunos gays famosos (por ejemplo Freddy Mercury) para ocultar el hecho de que les da lo mismo acostarte con uno que con dos, con hombres guapos que con hombres feos. Uno de mis sueños bisexuales es encontrar a dos suecas gemelas en la cama. No soy muy original, como se ve.

W&BM.- Me gustaría saber qué se te pasa por la cabeza al oír a personas hablar de peras, manzanas y utilizar el término " otra cosa " para referirse a la condición homosexual.
DT.- Pues me entra mucha hambre. Yo es que veo una manzana e inmediatamente pienso en la ley de gravitación universal. La homosexualidad no me ha preocupado nunca lo más mínimo porque, desde que vi la espalda desnuda de Eleanor Parker en "Cuando ruge la marabunta", no he dejado de rugir. Otros amigos míos rugían al ver el torso de Charlton Heston. Eso es todo.

W&BM.- ¿Como puedes explicarnos tu ascenso tan rápido en tu carrera política, de concejal del ayuntamiento de Madrid a miembro de la Comisión ejecutiva del PSOE, todo en menos de dos años? ¿Formas parte de un nuevo tipo de cuotas, los homosexuales? En tu opinión ¿Debe haber una cuota de homosexuales en los gobiernos, parlamentos y demás instituciones públicas? Un saludo y mucha suerte en tu carrera política.
DT.- ¿Concejal de qué, dice usted? Yo, como mucho, llego a miembro (eréctil en mis mejores momentos). Me temo que se equivoca de persona y de cargo. En cuanto a la cuota de homosexuales, no sé si debería haberla, pero mariconazos, por un tubo, oiga.

"Desde que vi la espalda desnuda de Eleanor Parker en "Cuando ruge la marabunta", no he dejado de rugir"


W&BM.- ¡Ole tus cojones! Ya era hora que en España alguien llamara a las cosas por su nombre, no desistas, por favor. Mi pregunta ¿Crees que la iniciativa de España se extenderá por Europa, al menos, ya que en Estados Unidos resultará imposible visto lo visto?
DT.- ¿A qué iniciativa se refiere Vd.? ¿A prohibir el castellano en los colegios? Eso ya lo hizo Reagan. Hasta en eso copian los baturros periféricos a los estadounidenses.



W&BM.- ¿Cuál ha sido el poder de los medios en la represión sexual? La televisión ha fomentado la imagen de gay=loca, ¿cree que ha sido digna la imagen del homosexual en los medios? ¿Nos cabe esperar un tratamiento no denigrante en la nueva era ZP?
DT.- Afortunadamente, genios como Almodóvar o Boris Izaguirre han hecho todo lo posible para demostrar que un homosexual puede ser una persona perfectamente normal y equilibrada emocionalmente, en lugar de un chupapollas histérico. No hay más que ver "Kika".

W&BM.- Respiro aire puro cuando oigo en RNE un programa sobre el mundo gay, ¿Para cuando en TVE? ¿Lo ha hablado ya con Caffarel?
DT.- No tengo el teléfono de Caffarel, pero hablaré con el padre Mundina, que sabe un montón de peras y manzanas.

W&BM.- Señor Zerolo, aunque estoy de acurdo la normalización civil de las parejas de homosexuales, esto me abre nuevas inquietudes, tales como, ¿deberían legalizarse matrimonios poligámicos, fuesen estos de homosexuales o no, si hubiese un movimiento social que los reclamase?
DT.- Zerolo lo será su padre. Lo de los matrimonios poligámicos legalizados me parece una crueldad innecesaria. Imagínese Vd. soportar a cuatro esposas en lugar de a una. Creo que eso explica el retraso centenario de la cultura islámica.

David Torres acaba de publicar "Bellas y bestias", en la editorial Sloper, una recopilación de retratos al muy natural, y "Niños de tiza", en Algaida, novela en la que Roberto Esteban vuelve a su barrio a cuidar a su madre y a hacerle los recados. Un día va a comprar congelado a La Sirena y se encuentra con su niñez en el arcón.

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martes, junio 24, 2008

Rafael Reig (Entrevistas parásitas)

Queridos amigos,

vuelvo, brevemente, a explicar el mecanismo de las ¡Entrevistas Parásitas!, por si alguno no se ha enterado: elijo una entrevista ya hecha y publicada y hago esas mismas preguntas a otra persona... A un amigo, claro, porque si no ya me dirán ustedes quién se presta a semejante memez... ¿Tiene sentido? No, pero se ríe uno. Hoy: Rafael Reig contesta a un cuestionario hecho en su día a Enrique Iglesias. Disfruten.



Rafael Reig
"Mis novelas son inundables:
hay que leer con katiuskas"



Rafael Reig y yo tenemos muchas cosas en común: él escribe un blog, yo también; él tiene bigote, yo también (ilusión por dejarse bigote es lo mismo que tener bigote... ¿Podemos discutirlo, cariño?); a él le gusta el whisky y a la Guardia Civil de Tres Cantos y a mí, también; él se resigna a que le capen el nombre (Rafa) y yo también (Javi); a él le gusta mi mujer, a mí también... Rafael es un monstruo que, tanto en sus novelas como en su blog, se mueve entre el humor más desternillante y la carga de profundidad, en un equilibrio impensable que no deja indiferente, que desata la risa un instante antes de ensombrecer el rostro. Este baile del gesto, principal causa de las patas de gallo, parece demostrar que Rafael está metido hasta las cachas, junto a Isabel Preysler, en una oscura conspiración detrás de la que sólo se puede encontrar la poderosa mano del lobby de los fabricantes de cremas antiarrugas. Por eso, entrevistas parasitas de H.Wells & X.Bea-Murguía ha elegido para él una entrevista hecha a Enrique Iglesias.

Wells&Bea-Murguía.- Me ha dicho la gente de prensa que te llamas Elvis, ¿has estado en Graceland?
Rafael Reig.- De hecho sí, estuve hace años, y me hipnotizó. Todas aquellas personas disfrazadas de Elvis, de todas las edades, complexiones y tallas: es conmovedor, invita a la reflexión. Mucho mejor Graceland que la petardez del Camino de Santiago.

W&BM.- Y tú, ¿no te animas a casarte?
RR.- ¿Otra vez? Yo ya me casé una vez y no soy nada partidario de la reincidencia.

W&BM.- Empecemos por tu disco. El primer sencillo, Do you Know (The Ping Pong Song), usa de base de percusión el sonido de una pelota de pinpón botando. ¿A quién se le ocurrió la idea?
RR.- ¿Idea? Hombre, yo no diría tanto. Nosotros lo llamamos actuación imaginativa, por ejemplo. Lo cierto es que hay personas de mi entorno incapaces de beber con responsabilidad: de ahí arranca el problema. A mí las ideas se me ocurren en la ducha siempre. Claro, como no puedo apuntarlas, mientras no haya libretas sumergibles, pues en cuanto me seco ya se me han olvidado. De ahí el que parezca tonto.

W&BM.- Ahora se juega más a las consolas...
RR.- Sí, pero con apuestas mínimas. A mí me gusta más el póker y desplumar a mi cuñado.

W&BM.- Los artistas repetís machaconamente cuando sacáis un disco que es producto de una evolución personal y de un estado de madurez. ¿Es tu caso?
RR.- ¿Machaconamente? Pues nadie se da por enterado. Claro que en mi caso, las dos cosas: lo repito machaconamente y es una verdad como un puño. No va a ser el resultado de la evolución de la sociedad y del desarrollo emocional interrumpido, ¿no te parece?

W&BM.- Tres temáticas inundan las canciones: la soledad, el amor roto y la nostalgia.
RR.- No logro encontrar la pregunta, pero venga, ahí va una respuesta: mis novelas son inundables, como ciertas carreteras; de hecho, hasta se inunda en ellas la Castellana. Aparecen caudalosas temáticas y lo anegan todo, hay que leer con katiuskas, porque son tremedales (míralo en el diccionario, tío) (*) y tremendas. ¿Soledad? Claro, por eso dejo mi número de teléfono en la contraportada. El amor irrompible no me interesa nada, ese amor que (como las ministras) se dobla pero no se rompe, ¿a quién le puede gustar eso? El amor debe ser incapaz de flexibilidad y, si lo doblas, se hace astillas. La nostalgia es sobre todo del porvenir.



"El amor irrompible no me interesa nada, ese amor que (como las ministras) se dobla pero no se rompe"

W&BM.- Parece que te hubieras empachado de música blues y de Mario Benedetti.
RR.- Ni por el forro. Yo no he leído a Benedetti ni cinco minutos en mi vida. Conmigo no valen razonamientos infantiles, de los que se usan con el niño que no se quiere comer las acelgas, del tipo: ¿cómo sabes que no te gusta si nunca lo has probado? Yo no necesito probar ni las acelgas ni a Benedetti para saber que detesto ambos alimentos, ¿pasa algo? Si los ingiriera o ingiriese, vomitaría o gomitaría. Tanto los niños como los genios universales cual yo tenemos un sexto sentido para detectar lo insípido: nos alimentamos de bollería industrial, coca-colas, Galdós, whisky, chocolate con avellanas, García Hortelano, pasteles y chucherías. ¿Música? Yo vivo en Madrid: aquí sólo se oyen martillos neumáticos, hormigoneras y las alegres tonadas de los ruiseñores del andamio, que suenan a Quilapayún.

W&BM.- Tanto como Cortázar, Bryce Echenique, Vargas Llosa o Gabriel García Márquez. Por cierto que algunos, cuando leímos "Cien años de soledad" nos hicimos un árbol genealógico para no perdernos. Lo mismo que pasa con tu familia...
RR.- ¿Qué pintan Cortázar y los otros? ¿Qué has bebido? En fin, en cuanto a mi familia, sí, es necesario un mapa para orientarse. Somos cinco hermanos, suma cuñados y cuñadas, esos amigos gorrones que son como de la familia, sobrinos, las entretenidas de los sobrinos y los que chulean a las sobrinas... en fin, un lío, hay que ir con brújula y mapa.

W&BM.- Está de moda que algunos oligarcas mundiales os llamen para fiestas privadas. ¿Has ido a alguna?
RR.- Sí, claro.

W&BM.- ¿Como cuáles?
RR.- Una fiesta del Emir de Qatar, en Doha.

W&BM.- ¿Y cómo fue la cosa?
RR.- Confusa, etílica, con mujeres con velo y hombres con bigote, se podía fumar y aplaudieron con ganas mi actuación, que fue totalmente improvisada.


"Conmigo no valen razonamientos infantiles, de los que se usan con el niño que no se quiere comer las acelgas"

W&BM.- Ahora vas a participar en algo parecido al Live Aid pero con Al Gore, y para concienciar sobre el medio ambiente.
RR.- No estás bien informado. A mí Al Gore me cae gordo, he dicho que no. El medio ambiente no me quita mucho el sueño y no creo que se deba "concienciar" a los seres humanos sobre esa tontería. A mí me preocupa la explotación, la injusticia, el abuso de poder, la impunidad... ésa es mi línea de trabajo y la preocupación por las focas se la dejo a Brigitte Bardot.

W&BM.- ¿Por qué te convenció?
RR.- Que no me convenció. Al Gore no me podría convencer de nada. Le vi en Galés, en el festival de Hay, y es incapaz de convencer de nada, está demasiado lustroso, demasiado satisfecho de haberse conocido y con una cara de bribón que tira de espaldas.

W&BM.- Tú no votas en Estados Unidos, aunque vives aquí desde hace más de veinte años.
RR.- Exacto, no voto. Vivo allí, porque Estados Unidos es un estado de conciencia. Los niños españoles somos norteamericanos congénitos. En el cole no hablábamos de otra cosa y hasta el chicle norteamericano nos parecía mejor que cualquier embutido ibérico. No podemos salir de Estados Unidos igual que no podemos abandonar la infancia. Viví en ese otro Estados Unidos, el lugar geográfico, una media docena de años, también sin derecho a voto. Es menos excitante que el Estados Unidos interior que creó toda una generación de niños españoles en el patio del recreo.

W&BM.- Creo que padeces insomnio, que es como has bautizado a tu disco.
RR.- De eso nada, yo madrugo mucho, me acuesto reventado y ni siquiera tengo sueños, porque estoy concentrado sólo en dormir a pierna suelta. En cuanto me levanto, me pongo a trabajar. He ideado un sistema especial para hacer la cama desde dentro. No hago la cama y me acuesto y, desde dentro, estiro las sábanas y la hago, con embozo y todo. Es una técnica difícil y que requiere entrenamiento.

W&BM.- ¿Qué te quita el sueño? En España, a la gente de tu edad (32 años) los dos problemas que más le preocupan son el paro y el acceso a la vivienda.
RR.- Soy un poco mayor, 44, y no me preocupa casi nada. La pasta. La injusticia. La transformación del mundo. Que no se acabe el whisky ni el tabaco. Mi peso. Cosas así.

W&BM.- ¿Sabes qué es un mileurista?
RR.- Sí, alguien que gana un poco más que la mayoría de las cajeras, peones de construcción o becarios.

W&BM.- ¿Tú te ves con los cantantes españoles que viven aquí y que cada vez más fijan aquí su residencia?
RR.- ¿Aquí, en Madrid? Sí, cantantes y sobre todo plumíferos. Nos vemos a menudo y casi siempre doble y borroso, entre copas y cigarrillos. Me gusta salir por ahí y ver gente, preferiría top-models y mujeres fatales, pero en general me junto con escritores, qué le vamos a hacer.

W&BM.- Esto parece Torremolinos a lo bestia.
RR.- Es que no conozco Torremolinos. Conozco Benidorm. Me parece un gran sitio Benidorm, donde todo el mundo obtiene lo que iba buscando. En mi caso, cuando fui con menos de veinte años: follar con inglesas, algunas borracheras terminales y una estricta dieta a base de pollo al ast. Volví feliz. Estoy deseando regresar.


"Me gusta salir por ahí y ver gente, preferiría top-models y mujeres fatales, pero en general me junto con escritores, qué le vamos a hacer"

W&BM.- ¿Has visto en YouTube vídeos que no te dejan muy bien?
RR.- Sí, los he visto. Hay poco respeto a la intimidad. Hay un video en el que salgo bailando con un vaso en la mano.

W&BM.- Somos la primera generación de padres divorciados. ¿Ha condicionado en aspectos como el egoísmo o la soledad?
RR.- Mis padres no se divorciaron nunca. Yo sí. La generación rara es la de mi hija: casi todos hijos únicos y encima con dos hogares. Dan miedo.

W&BM.- ¿Cuál ha sido la leyenda urbana que más te ha impactado acerca de ti?
RR.- Circula una leyenda que afirma que no desayuno y me levanto tarde. Es inconcebible, porque lo cierto es que me suelo levantar a las cinco de la mañana y trabajo y desayuno varias veces seguidas. No entiendo de dónde ha podido venir ese bulo.

W&BM.- Un rumor que se repite sin cesar y que llega a parecer verdad.
RR.- El rumor de que de vez en cuando me como una rosca. Falso. Sin embargo, como llevo bigote, la gente da en pensar que a la fuerza debo tener costumbres licenciosas. Nada más falso.

W&BM.- Prepárate, porque con una canción en el disco como "Sweet Isabel", la prensa rosa te va a freír. Van a analizar la letra...
RR.- Bueno, mis últimos dos libros son un "Manual de literatura para caníbales" y otro que se llama "Visto para sentencia", donde hemos recogido mis sentencias de El Cultural y muchas entradas sobre literatura de mi blog. Así las cosas, cuando publique mi próxima novela, no espero ninguna compasión. Me van a apalear, qué le vamos a hacer. La novela se llama "Fuego amigo" y es una de espionaje internacional, ambientada en Jordania. Lo he copiado casi todo de Graham Greene, claro.

Rafael Reig es autor, entre otras novelas, de "Sangre a borbotones", "Autobiografía de Marilyn Monroe", "Guapa de cara" y "Manual de literatura para caníbales". Próximamente saldrá a la venta su última obra, una de espías con la que nos lleva intrigando unos meses, "Fuego amigo", donde no cuenta la aventura de nadie que se haya quedado sin fuego en un país donde no dejan fumar ni a escondidas en el baño. Ésa está por escribir.

(*) Tremedal. (Del lat. tremĕre, temblar).
1. m. Terreno pantanoso, abundante en turba, cubierto de césped, y que por su escasa consistencia retiembla cuando se anda sobre él.

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viernes, junio 20, 2008

Rafael Martínez-Simancas (entrevistas parásitas)

Queridos amigos,

antes de nada les explico el mecanismo, que no haya confusiones (que no haiga confusiones, quiero decir, Bibiana). Muchas veces me pasa que al leer una entrevista imagino, al mismo tiempo, qué respondería yo si esas mismas preguntas me las hicieran a mí. Seguro que a muchos de ustedes les sucede eso mismo, sobre todo cuando sienten afinidad con el personaje o cuando las preguntas son fáciles, nada de física cuántica y cosas por el estilo: carne o pescado, su color favorito, sufre de halitosis...

Así que esta cabecita mía, gorda y vacía, parió la idea de hacer lo que he llamado


¡¡¡ ENTREVISTAS PARÁSITAS !!!


¿De qué se trata? Pues de copiar las preguntas hechas a un personaje y, tal cual, hacérselas a otra persona para que conteste, no fingiendo ser ese personaje, sino siendo él mismo. Pensé, y ya casi se me fundió el cerebelo (Bibiana, me refiero al celebelo), que tenía muy a mano a uno de los mejores entrevistadores que hay hoy en España, que es mi amigo, periodista, Rafael Martínez-Simancas y me dije: coño, voy a empezar por Rafa ya que pienso plagiarle bastantes de las entrevistas fantásticas que él publica en el M2 de El Mundo. Como soy amigo, pero un poquito cabrón, le he mandado una entrevista que publicó la web todocorazón.net a Nacho Vidal, el actor porno.

He aquí el resultado.


Rafael Martínez-Simancas
"No soy partidario de hacer mudanzas

cuando uno se pone tierno"


Créanme si les digo que no sé si Rafael Martínez-Simancas, mi amigo Rafa, calza lo que Nacho Vidal ni si su rendimiento está o no a la altura del actor porno. No es ahí donde espero ver semejanzas (que seguro que las hay, pero no me interesan, Rafa, lo siento). Para lo que yo le quiero, entre otras cosas, es para otro tipo de pornografía: me vale con verle calzar un cigarro de buen calibre con los ojos cerrados; con compartir el orgasmo de un veguero de punta encendida en rojo pasión; con montarme un trío de fumadores con él y con David Torres. Esto, tan humano, tan placentero, tan sublime, acompañado por su ingenio y un buen whisky es lo que hoy se acerca más al pecado. ¡Ah, perdón! Que Rafa no bebe... Bueno, mejor, a más tocamos Torres y yo...




Wells & Bea-Murguía.- Una persona a la que admira.

Rafael Martínez-Simancas.- A dos: los Albertos que les condenan, no entran en la cárcel, se les absuelve y luego todos tan amigos. Unos fenómenos los tíos aunque es una vergüenza para la Justicia.

W&BM.- Un vicio.

RMS.- Poder dormir las horas que me dé la gana y sin que nadie me despierte, e incluso soñar lo que me apetezca sin tener que temer a las pesadillas.

W&BM.- ¿Tiene miedo a algo?

RMS.- Pues no por chulo que parezca, (porque lo soy). Quizá miedo al avión cuando se mueve pero, entonces, me pongo en plan Indiana Jones y creo que debo salvar al resto de pasajeros.

W&BM.- Si no hubiera sido actor porno...

RMS.- Es que nunca lo fui. Pero en caso de haberlo sido, sin duda que ahora me dedicaría a escribir que es lo suyo cuando vienes del porno, (será que nunca he sabido ganarme el pan con oficios honrados).

W&BM.- Algo que no haría nunca delante de una cámara.

RMS.- Subirme la cremallera del pantalón porque me parece un momento muy íntimo. O hacer un tele maratón.

W&BM.- ¿Cuántas horas al día ve televisión?

RMS.- No muchas, son más las que hago televisión.

W&BM.- Cuando de pequeño le preguntaban que quería ser de mayor, ¿qué contestaba?

RMS.- Lo dije una vez y epató a mis padres. A la pregunta: niño ¿qué serás de mayor?, respondí: ¡viejo!



W&BM.- ¿Por qué esa necesidad de eyacular cada día?

RMS.- Mi mente está en continua evolución de testiculina creativa y si no suelto algo todos los días, revienta. De momento tengo mente para rato, así que no hay que temer porque sea un recurso limitado, (pero eso también se dice del petróleo y estoy a punto de comprarme un burro porque el coche sale carísimo).

W&BM.- Se ha acostado con miles y miles de mujeres, ¿cuál le ha marcado para bien o para mal?

RMS.- No es verdad, ni siquiera con cientos y cientos. Es todo un burdo rumor aunque algo tiene uno que ocultar, por lo tanto algo debe haber. En cuanto a marcas, ninguna porque a mí las cosas me gustan suaves y lentas.


"A mí las cosas
me gustan suaves y lentas"


W&BM.- Aguanta once horas seguidas sin parar, ¿cuál es el truco?

RMS.- Supongo que el miedo a que tus jefes te manden a tomar por saco. Uno trabaja las horas que hagan falta para quedar bien y para lograr que le valoren. Aquel día de las once horas fue memorable.

W&BM.- ¿Ha fingido un orgasmo alguna vez?

RMS.- No, pero sí he mentido en alguna ocasión. Lo otro no podría disimularlo porque es algo tan esperado como el Gordo de Navidad, cuando sale todo el mundo se entera.

W&BM.- ¿Ha tenido relaciones sexuales con algún hombre?

RMS.- ¿Y tú me lo preguntas, machote? No porque a mí los hombres no me interesan a partir de una cierta distancia.

W&BM.- Dicen que hace el amor en vez de follar, ¿qué hay de cierto en eso?

RMS.- Es que la diferencia entre hacer el amor y follar es la misma que entre dar un beso o hacer una mudanza; en el primer caso hay disfrute y en el segundo fuerza bruta. No soy partidario de hacer mudanzas cuando uno se pone tierno.

W&BM.- ¿Cuál es su postura sexual favorita?

RMS.- No lo sé, de verdad. Pero sí es cierto que hay muchas cosas que me joden vivo, quizá la mentira y la doble moral.

W&BM.- ¿Qué le haría a la mujer de sus sueños?

RMS.- La haría feliz, y para mí sería como un oficio que es la idea que tenía Quevedo del amor.

W&BM.- ¿Qué dirías a los que piensan que tu profesión es igual a la de un prostituto?

RMS.- Que piensen lo que quieran, tal vez lo pueden decir porque han pagado uno en alguna ocasión, por eso los distinguen. Mi profesión es la más antigua del mundo: yo cuento cosas.

"Mi profesión es la más antigua
del mundo: yo cuento cosas"

W&BM.- Se ha barajado su nombre como posible concursante de realities, ¿entraría en alguno de ellos?

RMS.- Sin duda que en "La Isla de los Académicos": se suelta a quince capullos con aspiraciones literarias y el que gane consigue una silla plegable en la Academia de la Lengua. Las pruebas son acojonantes y la directora de la Academia es Bibiana Aido, ¿a que mola?

Mola, mola. Rafael Martínez-Simancas dirige y presenta, todas las noches a partir de las 22,00 horas, "El mundo el portada" en VEO Televisión (justo el programa que va antes del culebrón cochino ese que no se pierden ustedes).
http://www.rafaelmartinezsimancas.com/

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jueves, junio 19, 2008

Antes de acabar

Queridos amigos,

Dos cosas antes de acabar.

Fútbol (si no le interesa, pase al siguiente párrafo): lo que uno espera de un campeón vigente es buen juego, pasarlo bien viendo un partido de fútbol casi amistoso. Lo que desespera es comprobar que, aún eliminado y sin opciones, ese campeón vigente permanece fiel a su manera de ni jugar ni dejar jugar. Esto es un fraude, el colmo de la miseria, una mierda. Debería haber dos competiciones paralelas: la Eurocopa de Fútbol y la Eurocopa de No Fútbol. Esos equipos correosos, antiespectáculo, guarros, torpederos, trafulleros, marrulleros y rompepiernas (y tabiques), por muy campeones de Europa (o del Mundo) que sean, tendrían que jugar la Eurocopa de No Fútbol, aquélla en que lo importante no es el juego, sino el resultado; aquélla en que se llama gilipollas al espectador. Hay dos selecciones que son el máximum de esta forma de no fútbol: con una no nos jugábamos nada. Con la otra, nos lo jugamos todo. No pasamos.

Comentarios: disculpen si últimamente no contesto a los comentarios, pero es que ando liado, liado. Necesito unas vacaciones.

Tengo que parar y recargar las pilas.

Volveré en septiembre, salvo esporádicas entradas, como he hecho los dos veranos anteriores. Para este, sin embargo, estoy preparando una sección de entrevistas, que, ya les diré, pero lleva por título: "Entrevistas parásitas".

Ya les contaré, ya.

Me despido, me pongan a los pies de sus repectivos/as, con agradecimiento y amistad.

Javier Blanco Urgoiti

miércoles, junio 18, 2008

Policía preventiva

Queridos amigos,

Italia. No pasamos. Que no cunda el desánimo, pero o les metemos cuatro goles o vayan haciéndose a la idea de que Luca Toni marcará un gol con el culo en el último minuto y a casa.



¡Por lo menos no pitará Sandor Puhl! Aunque anda por ahí Lubos Michel, que también nos quiere mucho.

La noticia es que ayer por la tarde... A eso de las seis...

ME VOLVIÓ A PARAR LA GUARDIA CIVIL

Al lado de casa, por supuesto, en esta ciudad policial que se llama Tres Cantos. No se alarmen, por una vez en mi vida, lo llevaba todo en regla. Todo lo que me pidió, que es su deber porque son las cositas que todo conductor español tiene que llevar encima, por ley:


-- ¿Me permite su carnet de conducir?
-- Tenga.
-- El DNI...
-- Tenga.
-- Permiso de circulación...
-- Tenga.
-- Justificante de pago del seguro del coche...
-- Tenga.
-- Chalecos reflectantes...
-- Tenga.
-- Calzoncillos limpios reflectantes...
-- Tenga.
-- Garantía de la lavadora.
-- Tenga.
-- Foto de la familia...
-- Tenga.
-- Diploma de campeón de mus...
-- Tenga.
-- El último de Ruiz Zafón...
-- ¡Me pilló!
-- ¡Vaya, vaya! ¿Sabe que no llevar encima el último de Ruiz Zafón puede ser constitutivo de un delito grave de lesa cultura? ¡Que sea la última vez! Se lo compre, lo lea, me haga un resumen de un folio y lo lleve encima. Queda advertido
.

Me pararon, sí, pero se jodieron porque lo tenía todo en regla.

Me conozco (bastante bien) y, al final, un día, voy a tener un problema serio, porque les voy a mandar a la mierda. Va a ser ese día en que esté de espaldas al sol, que tenga el ojete irritado o que esté cabreado por cualquier memez. Yo soy muy mío, aunque no lo parezca. Tengo buen carácter hasta que me sale la mala leche reconcentrada del epidídimo. La mayoría de ustedes no me conoce enfadado porque controlo buen mi ira, pero, ojito conmigo, que cuando se me descontrola la mala hostia me vuelvo muy, pero que muy del Reverte Tenebroso de la Fuerza.

Ese día en que vaya cagándome en la madre del topo porque sí, verde como Hulk, verde como el trigo verde, verde ante el uniforme verde, me van a pedir los papeles, otra vez, o a ponerme el globo, otra vez (haciendo ahora memoria, cuento que el año pasado, 2007, me hicieron soplar unas diez veces), y no voy poder evitar decirle al guardia lo hasta los cojones que estoy de ellos. Porque es para estarlo.

La pregunta que cabe hacerse, y que lanzo, es si esta presión policial sobre el conductor es legal. Yo pienso que no, que la acción policial nunca puede ser preventiva. Nunca el poli puede adelantarse al delito, nunca puede detener a una persona antes de que cometa un robo o un asesinato, ni siquiera se debería poder parar a alguien porque tenga cara de sospechoso. Había una peli que iba de esto, "Noséqué report", no recuerdo el título. Era de Tom Cruise.

En una ocasión, en Murguía, Álava, un guardia civil armado hasta los piños me pidió el DNI. Yo no lo llevaba encima porque estaba en bañador, camiseta y chanclas, dentro del coche de mi madre, esperándola a la puerta de la farmacia.


Al parecer, había habido un robo en el pueblo. Yo tenía cara de sospechoso. Me sacaron del coche, me cachearon y ya me llevaban al cuartelillo si no hubiera aparecido mi madre en ese mismo momento.

No hay excusa. Esto es un abuso y no cabe justificarlo ni con mil muertos más en carretera.

La policía no puede parar porque sí a un coche.
La policía no puede pedir a nadie que se identifique porque sí.
La policía no puede obligarte a que des tú pruebas que no estás cometiendo un delito.
La policía no puede exigirte a que ofrezcas tú las pruebas contra ti mismo (como, por ejemplo, el control de alcoholemia).

X. Bea-Murguía (claramente delincuente y bastante hasta los cojones).

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martes, junio 17, 2008

La alargada (mala) sombra de Pepe Blanco

Queridos amigos,

brevemente, porque es tarde, no me resisto a dar mi opinión sobre el cantado triunfo de Barack Obama en las elecciones americanas de noviembre.

Ahí va mi opinión:

No creo que gane.

No lo creo porque Pepe Blanco dice esto en su blog:

"Me he resistido en estos últimos meses a confesar públicamente mi simpatía hacia Barack Obama para no interferir en lo más mínimo en el proceso de elección que estaba desarrollando el Partido Demócrata".

¡Un aplauso para Pepiño! Este hombre es un humorista, no me jodas.

Estoy contigo, Pepe: yo también he permanecido callado hasta ahora para no interferir en absoluto en el congreso del PP. Callado, callado. Ni mu he dicho. ¡Qué delirios de grandeza!

Te voy a decir una cosa, pero no te enfandes: el 99'9% de los que han dado su apoyo a Barack Obama no sabe que existes; es más, el 99'9% de los que han votado a Hillary Clinton, no entra en tu blog; pero es que, el 99'9% de los que piensan votar al de las patatas McCain, tampoco tiene una idea clara de tu importancia vital en la carrera por la presidencia de los Estados Unidos.

No me extraña en absoluto esta identificación que pretende Pepiño con Obama, porque lo ve caballo ganador y porque, desde luego, en cuestiones de marketing político, en poderío de hipnosis popular, en inversión en discurso vacuo, Obama es un gran campeón, un espejo en que mirarse.

A mí me encanta el vídeo del "Yes we can". Creo que lo puse una vez, pero lo voy a volver a colocar aquí:



Háganme un resumen, a partir de este discurso, de lo que puede cambiar Obama si llega al poder.

No va a poder cambiar nada. Es la gran esperanza blanca del PSOE, porque Pepiño sabe que con Bush no hay nada que rascar y ZP está deseando poner los pies sobre la mesa de la Casa Blanca... Tanto que se ha criticado a Aznar (yo mismo lo hice en su día) por ese lameculismo, totalmente innecesario, y ZP tiene la lengua preparada, por si ganara Obama.

De hecho, esta mala copia está libremente inspirada en Obama.



Los mismitos... ¡Ay, Dios! Los mismos que lo hacían en el 64... No se lo pierdan...



...y que ahora encabezan conciertos a favor de la memoria de las víctimas de ese gran hombre.

El Partido Demócrata no es la izquierda americana, así que no es comprensible esa identificación que se muere por hacer Pepiño entre el PSOE y el Partido Demócrata... Aunque, claro, ahora que lo pienso, el PSOE tampoco es de izquierdas (que se me olvidaba). En Estados Unidos hay derecha o más derecha, nada más.

Además, del mal fario que supone que te apoye públicamente Zapatero (Kerry, Ségolène Royal, Gerhard Schroeder...), lo que cuenta, sin duda, en el debe de Obama, Estados Unidos es un país que NO está preparado para tener un presidente negro, ni que sea un poco descolorido. Puede que en Nueva York sí, pero Estados Unidos no es Nueva York: ese país sigue siendo, en su interior, muy parecido a lo que describe Faulkner.

Aunque nos pueda parecer increíble e irracional, hay miedo a que un negro ocupe la Casa Blanca. Miedo auténtico. Dicho por un cubano del exilio, republicano, por supuesto, "Obama es un peligro". Estados Unidos está en ese punto de película de ciencia ficción en que la mayoría de los ciudadanos prefieren ceder libertad a cambio de seguridad. Están aterrorizados, Bush ha hecho un buen trabajo con esto. Hay auténtica paranoia con esto.

No creo que gane, honestamente. Pepe Blanco, tampoco, por eso ahora le apoya públicamente, para influir en la decisión de los votantes americanos. La alargada (mala) sombra de Pepe Blanco.
¿Usted qué opina?

X. Bea-Murguia (y aunque ganara, qué).

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lunes, junio 16, 2008

Quita la caca a la nena


¡Bonito octosílabo! Antes del rollo de hoy, que sepan que mi Rodrigo ya es cinturón amarillo de judo. ¡Cuidadito eh! No me vengan con pistolitas que les hace un iponsionague de esos.

Queridos amigos,

un principio jurídico del derecho consuetudinario del hogar dice: "Defecatium et mictionem puellae ad pater chinam tocare", que se aplica a falta de ley y costumbre. Ley no había, claro, porque las tareas domésticas no se reparten por escrito; uso tampoco estaba establecido: que mi mujer se haya roto un brazo, aunque se nos esté haciendo un poco largo, no se ha convertido (ni se va a convertir) en costumbre. Así que, como ya sabemos que las fuentes del Ordenamiento Jurídico Español son la ley, la costumbre y los principios generales del derecho, se aplica este que, como pueden apreciar, viene del derecho romano.

Porque la nena es muy mona, pero... vaya, en fin, jeje, esto, buff, su put... sobre todo, es inoportuna. No puede esperar, por ejemplo, a que se acabe el partido de fútbol, que estamos todos pendientes de si marca Raúl o no. Ella, no. Ella, pim, pam, pum, lanza los cohetes de celebración antes de tiempo. En esto se nota que es como la furia española: ya estamos celebrando que vamos a ganar cuando sabemos que, al final, caeremos en cuartos. ¿Apostamos? Si nos toca Rumanía, bueno, quizá. Pero como pasen Francia o Italia... Mi nena se hará caca justo a tiempo y la selección española, en el acto.

Antes de la fractura de brazo, el asunto estaba más bien repartidito. Funcionaba de manera que le tocaba la china a quien tuviera a la niña en brazos en ese momento. Era como el juego de la patata caliente. ¿Que precibías la pedorrera previa a modo de Tuba mirum?

-- Bea, anda, cógeme un momento a la niña que voy, un momento a... Bueno, ahora mismo vuelvo que... Hay que mirar cómo van los... Los piringüingüis.

¡El viejo truco de los piringüingüis! ¡No falla! Sueltas la patata caliente justo antes del pim, pam, pum y, una vez en la cocina, a salvo, oyes:

-- ¡Javier! ¡Esta niña se ha hecho caca! -el clásico subterfugio del que sabes que no escapas. Porque... ¿por qué no se levanta a cambiarle el pañal, sin más, sin anunciarlo a voz en grito?
-- ¡Ah! ¡Mala suerte! Te toca.

Truco de hombre sabio al que mi mujer sabe responder con un truco de mujer lista:

-- Cariño, guapo, mi George Clooney -y con tonillo sedutor-. Cámbiala tú, anda, se bueno.

Piensas que tenías que haberte ido de casa, que eres un capullo por pensar que la cocina es como un bunker anti marrones. Yo, además, es que soy muy hombre, ¿saben? Tanto, que si una rubia me hace un puchero, me como cualquier mierda. Esto nos pasa a los hombres desde lo de la manzana del Paraíso, bendito día, porque el Jardín del Edén sería lo que fuere, pero yo no puedo imaginar un sitio más coñazo.

Aplicamos, por tanto, ese principio general del derecho, aunque cabe cierta pequeña venganza en el obligatorio informe posterior, porque no sólo hay que cambiar el pañal a la niña, no. Después hay que hacer una detallada descripción de cantidad y color de la hez. Ella pregunta:

-- ¿Tenía mucho?

Aparte de la descripción del color (en tonos que van desde el verde (candela), pasando por el carmelita claro y el colorado, hasta el maduro), a esto siempre, siempre, siempre hay que responder:

--¡BUFF!

Y, a ser posible, lanzar una metáfora que sea muy gráfica en la descripción de la cantidad. Por si se ven en la situación, les presto dos de las mías. En una escala del 1 al 4, siendo 1 un pedo pintor y 4 una mierda como un piano. Un consejo: use escalas pares, sin justo medio, en las 1 y 2 es poco y 3 y 4, mucho. Si emplea un baremo del 1 al 5, tenderá a decir 3, que es ni chicha ni limoná. Descarte esta posibilidad. No tenga piedad. Ella no la tuvo con usted a la hora de adjudicarle el premio. USE ESCALAS PARES.

Metáfora número uno. La escala M de mierda:

Hay cacas, que son como la M-30 (un pedo), como la M-40 (no mucho, pero de tráfico jodidillo), como la M-50 (considerable y sin acabar) y como la M-607 (la carretera de Colmenar, que es una autovía, sí, pero es un ¡pedazo de mierda de autovía!).

-- ¿Tenía mucha eme, cariño? -esto debe leerse con tonito un poco como de cachondeíto, ¿no? Es una pregunta sillonera, una pregunta de baja estofa, con los pies sobre la mesa y el mando de la tele en la mano. No tenga compasión. Vénguese. No confiese nunca menos del nivel 3 ó 4.
-- ¡BUFF! Tenía la M-607.

Metáfora número dos. Las toallitas.

Las toallitas son una buena vara de medir y, a la hora de describir la cantidad, el número de ellas que emplees, adorna como las estrellas de los hoteles. Así, dependiendo de la cantidad que use para limpiar el culo, tendremos una caca de una, dos o tres toallitas o superior, que es una mierda de esponja húmeda. Aquí se ve la importancia de la escala par, porque para una mierda de esponja húmeda, normalmente, un hombre pide auxilio. Así que no es recomendable superar la caca de tres toallitas. Al ser una escala par, la mujer entiende que se trata de un máximo, pero al loro que hay que acabar la respuesta sin bajar la guardia...

-- ¿Tenía mucho, cariño? -soniquete, eh, no lo olviden. So-ni-que-te.
-- ¡Buff! Una caca de... -haga como que calcula, aunque ya sepa lo que va a decir- tres toallitas.

Pero remate bien la frase, que como la deje así, le van a dar jaque mate en la siguiente:

-- ¡Los tíos, de verdad, que tenéis una manía de desaprovechar las toallitas que...!

No me sea capullo y diga "tres toallitas, pero bien aprovechadas, eh. ¡Pero bien aprovechaditas!".

No minusvalore la inteligencia de su mujer. Parta del principio de que ella es mucho más lista que usted y tiene bastante más escuela.

Una redondilla:

Quita la caca a la nena,
me dice la señorita.
No uses tanta toallita,
que no merece la pena.

Arte menor, arte menor. Rima consonante en ABBA (¡Waterloo!).

X. Caca-Murguía (su seguro servidor).

Hoy es el cumpleaños de mi cuñada Ana. ¡Muchas felicidades! Y pueden felicitar también a mi padre, sobre todo aquellos de ustedes que hayan sido sus alumnos, porque hoy es el Bloom's day, han pasado 102 años desde el día en que Leopold Bloom se hizo una pajilla en la playa. Cucu, cucu, cucu. ¡Felicidades a todos los jamesjoycianos!

Comentario jurgolístico femenino y anónimo: "Si esto del fútbol consiste en meter cuántos más goles mejor, ¿por qué no se ponen de acuerdo y meten cinco o seis goles cada uno". Claro, claro. Así todos contentos.

Otro comentario jurgolístico femenino y anónimo: "La Eurocopa ésta se juega en el mismo sitio durante dos o tres meses, ¿no?". A ésta sí que se le está haciendo largo: de momento, llevamos una semana.

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viernes, junio 13, 2008

Por un amigo...

Queridos amigos,

no sé si lo huelen. Yo sí: soy carne de vacaciones. Empiezo a oler a mar y a desmemoria. Lo digo porque ya no recuerdo bien, de esta tercera temporada de H.Wells & X.Bea-Murguía, lo que les he contado y lo que no. Este trabajo de mar que me he impuesto por las mañanas consiste en pegar un manotazo a la arena tras otro, todos distintos, pero indistinguibles. Y en esta niebla empiezo a creer que se va acercando el momento de detener las mareas.

Ayer estuve en la presentación de los libros de David Torres en el Hotel Kafka: la novela tan mencionada en este blog, "Niños de tiza", y una recopilación de perfiles, que publicó en El Mundo y que ahora Román Piña ha editado bajo el título "Bellas y bestias". Estuvo muy bien el acto. Me reí mucho.

Recomendados quedan los dos libros.

Cuando fui a despedirme, a una hora bien decente... ¡Qué coño! A una hora bien indecente, que no eran ni las nueve y media... Rafael Reig me deseó que pararan en el control de alcoholemia.

-- Hoy no, Rafael -le dije-, que no he bebido más que dos sorbitos de vinos.

Quería decir que, por esa buena suerte que me caracteriza, los del globo sólo me están esperando cuando saben, no sé cómo, que hay posibilidades de dar positivo. Yo bebo más bien poco, pero tengo esa suerte.

-- Lo decía -me aclaró- porque a ti te paran y nosotros lo disfrutamos.

Gracias, Rafael. Aquí, un amigo. Los halagos me sientan tan bien como a todos los demás. Si vienen de una persona con criterio, como Rafael, mucho más. Me vine a casa dándole vueltas a si he contado o no la historia que me dispongo a relatar ahora, que tiene que ver con la Guardia Civil. Creo que se la he contado a algunos de ustedes, pero en el blog no la he publicado completa, porque me da mucha vergüenza.

Si me repito, ustedes sabrán perdonarme, pero lo hago por un amigo...

Me había tomado un whisky. Uno... Bueno, casi dos, porque a mitad del Talisker 12, mi amigo Jesús Bernad consiguió Talisker 18 y, claro, me cambié. El vino prácticamente ni lo probé, y con esa mínima carga de alcohol en el aliento, convencido de que habría un control de alcoholemia esperándome, me marché para casa. Sería la una y media.

Fui todo el camino pensando en la lotería funesta de las entradas a Tres Cantos, que son tres como un timo de trileros: ¿detrás de cuál de ellas se habrían puesto esa noche los del globo? Apostar, en mi caso es perder: por la que elija, estarán esperándome con una sonrisa maliciosa. Sin embargo, esta vez pensaba ser más listo que ellos. El Pescaílla del Guadiana me había recordado una trocha que, tomada con habilidad, permite entrar en el pueblo, asomarse al lugar habitual del control de alcoholemia y ver, sin ser visto, si han montado la parafernalia de "Bienvenido Mr. Bea-Murguía" o no.

Más listo que nadie, insisto, decidí probar. Llegué a la rotonda anterior al punto peligroso, que es un pequeño otero, y me asomé un poco. ¡No estaban! Respiré aliviado. Avancé un poco más y... Grasiento (sic) error. Sí que estaban, sí, pero aún había escapatoria porque quise creer que no me habían visto. Di marcha atrás cinco metros de nada y aparqué de culo en la rotonda. Me bajé del coche como si me quemara el asiento y me dije: Javier, a casa a patita. Estaba lejos, justo al otro lado del pueblo, pero mejor era eso que soplar. Whisky y medio no es para dar positivo, desde luego, pero no olvido que la otra vez consideré lo mismo y fueron 600 euros.

Esa noche, sin embargo, la suerte estaba de mi lado. Apenas había caminado veinte metros cuando pasó por delante de mí, a toda velocidad, un Golf negro y, detrás, dos o tres patrullas de la Guardia Civil en modo persecución, con las sirenas puestas. El control había sido desmantelado. El paso quedaba expedito gracias a que un capullo armado con un 16 válvulas se lo había saltado por las buenas.

¡JA! ¡JAJA!

Raúdo, regresé a mi coche y, ya tranquilo, sosegado, sonriente, puse la proa hacia casa. Antes, como serían pasadas las dos de la mañana y no tenía tabaco, decidí parar en una de las calles de bares del pueblo, aún muy lejos de mi zona, para comprarme un Lucky. Aparqué en el bulevar, fui a por el tabaco y, con esa pachorra que me caracteriza, mi traje y mi gabardina azul, me apoyé en el capot de mi coche a fumarme un pitillo tan pichi.

Me encanta fumar de noche en la calle, más aún si hace un poquito de frío y me siento satisfecho y feliz, si hay una pequeña victoria contra la histeria que celebrar.

¡Jeje!

Tan campante, a eso de las dos y cuarto, fumando apoyado en el coche que estaba yo cuando un Patrol de la Guardia Civil se detuvo a diez metros de mí. Antes de aparcar, los guardias me miraron y, por lo visto, me reconocieron. Salieron del coche cada uno por un lado y se me acercaron separados, uno por la izquierda y otro por la derecha, como obedeciendo a un protocolo de detención de un sospechoso probablemente armado.

Flipé. El sospechoso era yo. El sospechoso de la gabardina azul que no dejó de fumar ni hizo ningún otro movimiento que llevarse el pitillo a la boca y exhalar humo y miedo (¡mamá!).

-- Buenas noches, ¿es este su coche?

A punto estuve de decir que no, pero asentí. Creo que fue de lo poco que hice bien esa noche (aparte, claro está, de trincarme un whisky). Seguro que una respuesta negativa sólo habría traído más pesquisas; seguro que no me iban a decir "Ah, pues usted perdone, señor, muchas gracias, circule, buenas noches" y pirarse.

-- Sí, es mi coche -empecé a ser consciente de que me habían pillado.
-- ¿Me puede usted mostrar la documentación?
-- Claro -dije intentando simular sosiego- pero... No entiendo. ¿Pasa algo?
-- Su coche coincide con la descripción de un turismo que se ha saltado un control antiterrorista...

¡Antiterrorista! No alcoholemia. ¡Antiterrorista!¡Me he saltado un puto control antiterrorista y soy tan idiota que me pongo a fumar mirando las estrellas!

En cosa de cinco minutos, mientras los dos primeros guardias comprobaban mi carnet de conducir y los papeles del coche, doce guardias más, cuatro patrullas y un Golf negro (el mismo que pasó a toda leche para arriba), me rodearon, me cachearon, registraron mi coche de arriba a abajo, el capot, el maletero, los asientos... Me apabullaron con preguntas. La más frecuente, la que me hicieron más veces, fue:

-- ¿Urgoiti? ¿Es usted vasco?

Venía un guardia y luego otro distinto, siempre con mi carnet en la mano.

-- Urgoiti, ¿no? ¿Vasco?

A la deseperada, hice varias gilipolleces más. La primera negarlo todo. Yo estaba en mi casa tan tranquilo y había bajado a comprar tabaco.

-- Mire con qué pintas he bajado -dije para dar fuerza a mi testimonio, pero me percaté de que llevaba traje oscuro, camisa con gemelos y gabardina, es decir, las típicas pintas de uno que está tan a gusto en su casa y se ve obligado a bajar a por tabaco.

-- Usted vive en el otro lado del pueblo, ¿por qué ha venido a comprar tabaco aquí?
-- Cerca de casa suele estar todo cerrado a estas horas.
-- Jose, llama al Tugurio a ver si está abierto.

El puto Tugurio. Siempre abierto. Si lo sabré yo que voy a menudo con Vernia y el Frutero después del mus.

-- Urgoiti... Vasco, ¿no?

¿Por qué no leerán el puto carnet de identidad? Pone claramente "Nacido en La Coruña". No entiendo por qué no viene el gilipollas y me pregunta "Nacido en La Coruña, ¿no? ¿Gallego?". En este caso, me temo, aplican la máxima: "los de Bilbao nacen donde les da la gana".

En cuanto pude, a pesar de la oposición de uno de mis custodios (en todo momento tuve a dos o tres guardias a mi alrededor), llamé a mi amigo Jesús, por sí podía hacer algo por mí. Tiene unas influencias en la poderosa 112 Comandancia, uno de los bastiones antiterroristas de la Guardia Civil que, para mi desgracia, está en Tres Cantos.

-- Jesús, sálvame (fuente de piedad).
-- ¡Cuelgue usted el teléfono inmediatamente! -me increpó el guardia en cuanto me vio-. Está usted retenido. No puede llamar... Tampoco puede fumar -y, como vio que me estaba entrando la risa, añadió más serio aún- y tampoco puede sonreír.

La situación estaba empezando a ser cómica, pero de dramática. A mí el llanto y la risa me suelen venir juntos. No lo puedo evitar. Que no me deja sonreír este tío, no te jode. Ni fumar. Échame sifón al careto si quieres, que yo fumo y sonrío.

-- ¿Todo este tinglado es por mí? -intenté parecer jocoso.
-- Sí, señor -me explicó con severo tono de reproche-. No tiene usted ni idea de lo que ha hecho. Hemos mandado patrullas a Colmenar Viejo a buscarle.

Empezaba a hacerme una idea de lo que había hecho. Jesús, el pobre, no dejaba de llamarme al móvil. Le había metido un buen susto, pero el guardia no me dejaba contestarle.

-- No descuelgue -me advertía.
-- No sea así, hombre -y, por un instante, casi le supliqué-. Le he metido un buen susto. Déjeme que se lo aclare.

Y el hombre reblandeció un poco el gesto adusto y feroz y me dio permiso. En el fondo, pienso ahora, se trataba de meter un susto a un capullo con cuatro ruedas. Le conté a Jesús lo que me pasaba en treinta segundos con lo que lo único que conseguí fue quitarle el sueño a él.

Ni recuerdo a qué hora, como yo seguía negándolo todo, a pesar de que mi versión no se sostenía por ningún lado, uno de los guardias se me acercó a decirme que me iban a denunciar por conducción temeraria y no sé cuántos delitos más. Hubiera cantado un tango si los huevos no me estuvieran oprimiendo la glotis, pero sí que me vino a la mente:

-- Deténgame sargento y póngame cadenas, si soy un delincuente, que me perdone Dios.

Como yo seguía negando más que San Pedro y aún quedaba un buen rato para que cantara el gallo, uno de los guardias, supongo que el de más rango, que no había intervenido aún, se me acercó con gesto de estar hasta las narices de mí y me increpó:

-- Mire, usted. No me haga perder más tiempo. Si lo que ha pasado es que usted ha bebido y se pensaba que era un control de alcoholemia, dígalo ya y nos olvidamos de todo esto.
-- ¿Quiere decir que, si les digo que he bebido, me dejan ir?
-- Eso mismo.

Parecía una salida. No esperé a que cantara el gallo. Ya canté yo de plano.

-- He bebido- y a punto estuve de decir que me había bebido todo Palazuelos de Eresma y que de pequeño había intentado meter mano a mi prima, por si había por ahí alguna otra cosilla que perdonar, pero esa noche ya había superado con mucho el cupo de las imprudencias.

-- Vale. De acuerdo. No le vamos a denunciar. Jose, llama a la Municipal y que vengan a hacerle el control de alcoholemia.

JAJAJAJAJA. ¡Qué cabrón! Como que te ibas a ir de rositas, so capullo.

Perdonado, ¡qué enorme alivio espiritual es la confesión!, fumando de nuevo, llegó el momento de darle una explicación más larga a Jose, que resultó ser fumador apasionado de puros.

-- ¡Hombre! Eso se dice. ¿Cómo te apellidas?

Me dijo su apellido, M., pero me prohibió tajantemente mandarle puros a la comandancia.

Llegaron los pitufos con el globo, como si aquello fuera el final de una fiesta (de hecho, a pesar de ser las tres de la mañana o más tarde, había una buena cantidad de mirones, que a veces parece que los traiga la Guardia Civil en el Patrol o que los haya puesto de atrezzo del ayuntamiento) y, lo que me faltaba, es que el pitorro no funcionara bien.

-- ¿Le han hecho usted el control del alcoholemia alguna vez? -me preguntó, el cachondo.
-- Lo que me duele de su pregunta -le dije-, es que denota que no se acuerdan de mí, porque me someten ustedes a la prueba semanalmente.

Pero el pitorro no funcionaba y el municipal se estaba empezando a mosquear. Cogió un pitorro nuevo y sopló él (dio 0,0) para comprobar que funcionara. Funcionaba.

-- Sople usted bien que vamos a tener problemas.
-- ¿Problemas a mí? Como no me dé una embolia de soplar, no sé que otro problema se me puede plantear esta noche.

Yo soplaba, soplaba y soplaba como el lobo de los tres cerditos, pero, por lo que se ve, tenía poco fuelle, seguramente porque estaba aún bastante nervioso. Ahora me descojono, pero la Benemérita me metió un susto de narices.

-- Perdone, agente -y creo que fue de lo poco sensato que dije en toda la noche-, pero estoy un poco nervioso. Le ruego que tenga paciencia.
-- Vale, vale. Tranquilícese un poco... Pero no fume, hombre, que va a ser peor.

¿Peor? La embolia que viene.

Me costó lo menos un cuarto de hora que la prueba fuera válida: 0'6 (creo recordar). Negativo. El guardia Jose M., el amante de los puros, me miró extrañado y me dijo:

-- ¿Para esto tanto? ¿Para esto se salta usted el control?
-- Ya me han atizado una vez y, ¿qué quiere?, tampoco entonces había bebido mucho.
-- Ande, ande. ¡Váyase! ¡Váyase a casa! Y dé gracias, que no sabe usted de la que se ha librado esta noche.

Eran las tres y media. Di gracias. Me fumé un pitillo. Me senté al volante de mi coche sin saber si reír o llorar. Mandé un mensaje a Jesús, para que el hombre se pudiera dormir.

Un mes más tarde, me encontré, por la noche, con el guardia Jose M. en el Tugurio. Yo venía con Vernia y el Frutero de jugar al mus y llevaba dos o tres puros que me habían sobrado. En cuanto le vi, me acerque a saludarle y a regalarle un Padrón nº9 de la serie 26.

-- De buena te libraste -me recordó tuteándome-. Tiene buena pinta -y queriendo devolvérmelo, añadió-. ¡Será muy caro!
-- 32 euros, Jose, pero fúmatelo a mi salud -le pedí-. Por un amigo...

Y nos dimos la mano.

X. Bea-Murguía (buen fin de semana a todos).

Yo miento mucho en el blog, siempre se lo digo.

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jueves, junio 12, 2008

La noche en que fui Darth Vader


Queridos amigos,

hoy quizá fuera un buen día para contarles aquella vez que me convertí en Darth Vader, pero buenrollista ¡eh!, nada chungo y sin apretarle el gañote a distancia a nadie. Una enfermera simpaticota, que me advirtió que tenía que dejar de fumar antes casi de decirme hola, me llenó de cables, pinzas y ventosas; me colgó del cuello un aparatejo lleno de luces y me mandó para casa así, robotizado, como si me acabarán de sacar de un río de lava; medio hombre, medio máquina.

Tuve que caminar por la calle exhibiendo aquel cableado azulón, de un tono cercano al de esa extremidad del mar que se balancea "definido en el anillo" de un inodoro. La gente me miraba, sin poder evitarlo, con una parte de extañeza y dos de compasión y algunos no podían, incluso, detener el alzamiento de belfo en deje de asco o, mejor, de aprensión. Yo no me escondía, en absoluto, no tanto por exhibicionismo de mi condición de Darth Vader como por resignación: había que cubrir la distancia entre el hospital y el coche y lo mejor era hacerlo rápido y con normalidad, sin hurtadillas, sin volar furtivo entre las sombras de portal en portal.

La caja colgaba de una cinta del cuello, como el pizarrín de un mudo, pero iba, al mismo tiempo, ajustada alrededor de mi tórax con unas cinchas. Tenía el mismo tamaño que una lata grande de bombones, pero sus luces intermitentes verdes y rojas le daba cierto aspecto sideral, como el de Darth Vader (por esto lo digo), pero con poco presupuesto. De sus clavijas y enchufes, partía una maraña de cables azules en todas las direcciones, como una miríada de enviados especiales a las diferentes partes de mi cuerpo, fijados a mi piel con esparadrapo en todo su recorrido, que habrían de recabar información de mis constantes: pulso, taquicardias, respiración, posición (lateral, decúbito prono, decúbito supino), volumen...

Uno de ellos me escalaba el hombro izquierdo para descender, en un viaje de tres golpes (hombro, codo, mano), hasta el dedo corazón, donde remataba en una pinza gorda que me apretaba la yema como el abrazo cariñoso del monstruo de Frankenstein y que, al poco, evolucionó de incómoda presión a dolor intenso y punzante, como un padrastro del que sabes que si tiras te desollas a lo San Bartolomé, en la cutícula de la uña.

Otra de las venas azules de mi corazón de Vader partía de la caja hacia el cuello, ascendía por el mordisco de Drácula y se revolvía alrededor de la nuca, como la serpiente en el Árbol de la Ciencia, donde se bifurcaba para colgarse de ambas orejas hacia la nariz. Este era uno de los puntos más llamativos del "disfraz": los dos tubitos que penetraban en sendos orificios nasales me otorgaban un aspecto de agonizante que ha huído de Cuidados Paliativos para echarse un último cigarrillo.

El resto de los brazos, no recuerdo cuántos más, remataban en ventosas como manos y se repartían por diversos puntos, visibles (cuello, brazo...), como tapados por la ropa (pecho). Para adherirlos a mi piel, previamente fue imprescindible una refriega de alcohol que me dotó de una fragancia absolutamente mareante: si me llego a cruzar con la motorista pechugona que buscaba a Jacks, seguro que lo daba por encontrado. Menudo pestazo a alcohol.

En esas condiciones, y ya era tardecito, con el cableado a la vista y la peste a alcohol, cogí el coche deseando que me pararan en el control de alcoholemia. Por favor, por favor, por favor que me paren, que me paren, que me paren. No fue así, porque estos nunca están cuando los necesitas. A la voz: "Documentación, los papeles del coche y licencia de conducir", habría sacado un canuto por la ventanilla para amplificar mi voz y hacerla profunda y con eco: "A que te estrujo los huevos sin tocarte".



Menudo susto.

Cuando llegué a casa, deseando quitarme el disfraz (pero lo tenía que llevar puesto hasta las seis de la mañana), el cuadro era de exposición: mi mujer con brazo a la virulé y yo con la máquina puesta. Nos entró la risa, claro.

Sumada a los resultados de los distintos análisis, electros, radiografías y consultas que me hicieron, esta prueba, con su parafernalia postmoderna y su altísima tecnología debía determinar si el neumólogo habría de llevarme, o no, a un Congreso Internacional de Apnea de Sueño (como prueba documental 1).

El resultado fue aterrador: soy contaminación acústica. Supero en diez decibelios el límite aceptable de ruido nocturno y puedo alcanzar el umbral del dolor de tímpano. Satisfecho, orgulloso, llamé a mi madre:

-- Mamá, soy el número 1 -le dije.
-- ¡Qué bien, hijo! ¡Cuánto me alegro! ¿En qué eres el número 1?
-- En ronquido, mamá, en ronquido... ¿A que estás orgullosa?

¡Qué madre no iba a estarlo!

No volví a ver al neumólogo, pero la medicina moderna, ésa que se apoya en la última tecnología, tampoco precisa de muchas consultas. Todos mis datos, más la lectura del disfraz de Darth Vader, fueron procesados por supercomputadoras de última generación, que diagnosticaron, por medio de la enfermera simpaticota:

-- Tienes apnea de sueño postural- y añadió- Y tu mujer es una santa.
-- ¡Ah! ¿Y qué puedo hacer?
-- Tienes que aprender a dormir apoyado sobre el lateral izquierdo.
-- ¿Cómo?

Dos meses de pruebas, consultas, análisis, disfraz de Darth Vader supertecnológico, ordenador y toda la parafernalia y ¿cómo me han dicho que debo enseñar a mi cuerpo a dormir sobre el lateral izquierdo?

Una pista: si a través de una medium hubiera podido contactar con mi abuela Mari, me habría dicho lo mismo.

X. Darth-Vader (Yo soy tu padre)

miércoles, junio 11, 2008

Aído pero no avolvido

Queridos amigos,

antes de nada, debo dar la razón a los madridistas. Se ponen muy pesados, es verdad, ellos y su prensa adicta, pero cuando tienen razón, la tienen y es de ley y de justicia que se les dé: ¡qué bien Raúl ayer! ¡Qué bueno es el tío! Marcó tres goles, estuvo en su sitio... Un crac. No como el Fernando Torres, que es un paquete.

Fin del comentario futbolístico. Hoy, política (ficción).

Ya sabía yo que la ministra Bibiana Aído, pero no avolvido, nos iba a dar más de una alegría. Normal: es de Cádiz y ésa es, probablemente, la ciudad más alegre de España, con su carnaval, su chirigota y su habla tan zaleroza.



El lunes, oí en Onda Cero a Pilar Cernuda contar algo que define muy bien el espíritu de este nuevo gobierno no paritario de Zapatero: el vacío absoluto (de programa, iniciativa, inventiva e ideas). Resulta que si uno va a la web del Ministerio de Igualdad, ese pedazo de ministerio flamante y absolutamente necesario, no existe. Existe un poco, nada más. Vean, vean.

CLIC

Salen los jetuños de todos los ministros (y ministras, dice). Hagan clic en cualquiera y, después, hagan clic en Bibiana Aído. No sale nada. No hagan clic en Rubalcaba que sale un monstruo feo y les da un susto. Si hacen clic en Bermejo, su ordenador no les canta la Internacional, no. Como es rojo a mucha honra él, lo que aparece es su señora, vestida a lo Isabel Presley , mostrando cómo les ha quedado el pisito después de la reforma de los 40 millones de pelas. Y les dan un Ferrero Rocher.

Decía Pilar Cernuda, como siempre anda esta mujer recogiendo información confidencial por las tuberías y por debajo de la mesa, que alguien importante del PSOE (no dijo su nombre, claro) le aclaró la cuestión: "Es que el ministerio de Igualdad es Bibiana Aído y su móvil".

Es decir: de nuevo, el vacío. Demagogia. Grandes palabras, grandes gestos y, por debajo, nada de nada. El ministerio de Igualdad es una memez, todos lo pensamos, pero crearlo sólo para poner un nombre en la puerta, irse de viaje amazónico a Mali y colocarse una etiqueta de presidente feminista es una crueldad.

No voy a criticar a Aído por su intervención en la Comisión de Igualdad. Me parece que se están pasando mucho con ella, total, por un quitáme allá esas pajas (perdón, por un quítame allá esos dedos, no seamos machistas). ¡Para una miembra del gobierna que imaginaciona e tiene iniciativa! Lejos de eso, como su propuesta de instalar un teléfono de desahogo para aquellos maltratadores que estén a punto de soltar una mano de hostias a su señora ha causado espanto, yo le voy a dar otras ideas para propuestas realistas que pueden ayudar a dar con la solución, de una vez por todas, de la violencia de género:

1.- Repartir poción mágica de Panorámix entre todas las mujeres. Seguro que la industria farmacéutica vota a favor.
2.- Regalar trajes acolchados a las mujeres maltratadas de forma que el marido de turno se pueda desahogar fostiando a su señora hasta la extenuación sin que le cause daño alguno (y sin que se generen gastos sanitarios).
3.- Ofrecer un servicio gratuito de masoquismo a domicilio. Si no podemos evitar que el maltratador pegue que, al menos, atice a alguien que disfrute recibiendo. El que me roba la antena del coche, por ejemplo, se prestaría voluntario.
4.- Romper los dos brazos a todos los que sean acusados de maltrato a su mujer. Así, de primeras, después ya se verá si lo son o no lo son, pero es que en este asunto, más vale prevenir.

Es exagerado tanto revuelo por tan poca cosa. Además, hay que tener en cuenta que ser ministra sin competencias es estar en una permanente tormenta de ideas. Antes de que a Galileo Galilei le diera por descubrir que el mundo es redondo, esa idea tan luminosa, se le pasaron por la cabeza cientos de ideas peregrinas: voy a inventar un telescopio, voy a escribir las leyes del movimiento, voy a montar una sala de conciertos en Madrid... A nadie se le ocurrió hacer escarnio de él, todo el día con el puto péndulo como el profesor Tornasol, y al final ¡pum!, la idea: ¡Coño, el mundo es redondo!

Si lo hubieran desanimado con sus risas o con unos autos de fe, seguiríamos pensando que el mundo es plano.

Hay que darle una oportunidad a la chica, joer, que tiene ilusión y eso es lo importante.

Eso sí: para la siguiente comparecencia, sugiero a la ministra que cambie la fórmula "miembros y miembras", que es muy poco acertada y ha causado tanta hilaridad, por la de "miembros y vulvas".

X. Beo-Murguío (machisto redomado)

A loro a la Ley de Igualdad de Trato que pretende eliminar por decreto el racismo y la discriminación en España. Estoy deseando leer el borrador. Va a ser de mear y no echar gota. No sé a qué esperan para hacer una ley que acabe, de una vez por todas, con los atascos, con el hambre, la guerra y la enfermedad. O mejor: una ley que apruebe, por fin, la paz mundial.

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martes, junio 10, 2008

Asmodeo, en el borroso límite entre el deseo y el temor

Queridos amigos,

probablemente ustedes crean que el ego se sitúa en medio de la tensión permanente que existe entre el ello y el superego, como supo demostrar Pier Paolo Pasolini hace más de cien años. ¡Ay, Pier Paolo! ¡Qué gran ciclista! En el cole, era siempre el favorito de los niños en las chapas.



Una persona cuerda, no es el caso de casi ninguno de ustedes, mantiene el equilibrio en la delgada línea o, más bien, en el borroso límite que existe entre el temor y el deseo, entre la posibilidad de ver satisfechos sus instintos más primarios y las consecuencias éticas o morales que se pudieran derivar de su satisfacción. Seguro que ya lo he dicho alguna vez, porque me encanta la metáfora, pero navegamos, como Stephen Dedalus, entre Escila y Caribdis, entre la roca y el remolino, entre el ser o no ser.

Todo este rollo viene a cuento porque el otro día, empujado por una ironía canalla de quien no quiere creer que los sueños son el catalizador de nuestros anhelos y de nuestros miedos (al viento le digo), me vi en la obligación de decir la verdad de lo que pensaba sobre una supuesta pesadilla.

-- He dormido fatal -me dijo una mujer-. He tenido una pesadilla horrible que me ha hecho despertar a las tres de la mañana y, después de eso, ya no he podido dormir.

La pesadilla, que les voy a contar, sólo podía ser tal para una persona en la que el superego domina al ello, por el tipo de educación o por el corsé de una severa ética religiosa:

"Estaba sola en la habitación de un hotel y, de pronto, entraba un hombre, un desconocido, y yo no podía gritar".

¡Un sueño erótico es una pesadilla! Se lo dije claramente: tienes miedo a lo que deseas, por eso crees que ha sido una pesadilla, pero si no te hubieras despertado... Con una sesión de hipnosis adecuada, esta mujer podría llegar al final de su pesadilla y, ¿quién sabe?, a lo mejor resulta que se intercambia los teléfonos con el desconocido... Aunque no las voy a desvelar (¡faltaría más!), guardo un recuerdo muy grato de mis escasas poluciones nocturnas preadolescentes.

Yo tengo mi propia conclusión sobre el significado de ese sueño, tan escueto en palabras como lleno de contenido, pero como no soy más listo que ustedes, se lo voy a exponer para que me lo discutan. Me encantaría que ustedes dieran su propia interpretación o, si se atreven, incluso, que contaran aquí uno de sus sueños, no necesariamente erótico, pero, a ser posible, que sea material onírico puro, sin coletillas ni juicios de valor ni apostillas.

Esto no es una pesadilla, a no ser, claro, que esta persona tenga miedo de lo que en verdad desea, de ahí que "no pudiera gritar", es decir, que "no quisiera gritar". No cambio el "poder" por "querer" de forma caprichosa: los sueños nos pertenecen, son reflejo de nuestra voluntad y, por tanto, no hay nada que no se pueda hacer en un sueño. Tampoco es verdad que el visitante fuera un desconocido, porque es su creación, es la parte de su ello reprimida por su superego: se llama Asmodeo ("Libro de Tobías"), y es su íncubo, su demonio, y si ha entrado en la habitación es sólo porque ella le ha dado la llave, aunque ahora quiera negarlo.

¿Usted qué opina? ¿Ha leído el "Libro de Tobías"?

Yo creo que "Somos del mismo material del que están hechos los sueños". W. Shakespeare. "La tempestad".

X. Bea-Murguía (cuéntame tu sueño).

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lunes, junio 09, 2008

Aspirante a alcalde

Queridos amigos,

he andado un poco liado, la verdad. Espero que ya todo empiece a marchar, no bien, sino muy bien. La operación de Beatriz fue un éxito total, pero quiere que, a partir de ahora, le llaméis José Luis. Lo de usar la ordeñadora humana en la habitación del hospital fue toda una experiencia. No saqué mucho, pero, en fin, háganse cargo de que las circunstancias... Como le dije a Beatriz:

-- ¡Es que en estas condiciones no se puede ordeñar! Si me hubieras avisado antes, me habría traído el cubo, la banqueta, la pajilla para la boca y la boina y sabrías que yo ordeño y mando.

Dedos mágicos, me llaman. Si alguna de ustedes quiere que la ordeñe, tengo ya cierta experiencia. Hágamenlo saber (abstenerse hombres). Visa, discreción.

Muchas, muchas gracias a todos los que habéis llamado para interesaros. De verdad que nos hemos sentido muy queridos. En mi caso, lo entiendo. En el de Beatriz, no tanto...

Hoy les cuento que si la política de primera división da pena, penita, pena, la municipal de pueblos de chichi&nabo, como Tres Cantos, da mucha más. Se dice que ésta es la política cercana, la que está en contacto directo con los ciudadanos... Pues aléjese un poco, amigo, que no soporto su halitosis.

Tremenda. Chusca. Casposa. Cutre. Penosa. Lamentable. Patética. Como si la hubiera escrito Almodóvar. Igual.

Recibo en casa un... ¿cómo llamarlo?... ¿folletín de información municipal? ¿Hoja parroquial de las izquierdas tricantinas? ¿Pequeño compendio del sectarismo más necio?... que es la monda lironda. Yo lo leo siempre, aunque se presenta en ese aspero diseño, que denota precariedad y un poco de homemade, de todas las publicaciones gratuitas de información local y es de lectura ardua y, muchas veces, muy pesada. Pero me gusta leerlo, porque los politiquillos de aquí, del pueblo, se destapan en sus páginas: algunos, con tal de tener razón, son capaces de atribuir el descubrimiento de América a Américo Vespucio. Ya saben que no hay nada más patético que quien desata la risa cuando pretende ser solemne. Este es el caso (hoy, otros días son otros politiquines) de Miguel Aguado, portavoz del PSOE en el consistorio y aspirante a alcalde de Tres Cantos, un señor al que votaron 6700 personas el año pasado, un tercio del electorado.

Es el señor de la foto de arriba... De los dos, el amarillo. El naranja es el alcalde actual.

Pues aquí, mi amigo, con sus 6.700 votos a la chepa, se me arranca en un artículo, titulado "Mandar es gobernar mal" (y no se refiere a ZP que, como saben, al final no manda el agua del Ebro a Barcelona, seguramente, porque ha leído este artículo), de la siguiente manera... Sorpréndanse:

"Probablemente creas que el mundo es redondo... [JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA... Perdonen que me interrumpa, pero no me digan que no es humorístico. ¡Qué va, qué va! El mundo es un plato de sopa. Eso lo sabe hasta mi hija Ana. Lo que es redondo es tu bola, so melón. No, en serio, en serio... Es un gran inicio, fuerte y sorprendente, que engancha y denota cierta influencia de estilo del maestro Paul Auster, ¿no? Va en esa línea: usted lee ese arranque y, de pronto, siente esa enorme fuerza que suscita el buen arte, el de verdad, que obliga a detener los ojos en el vacío (es decir, en el libro para el caso de Auster) y a reflexionar y, si cabe, a concluir: "A ver qué gilipollez me va a contar este". Perdón, que el hecho divertido no este... ¡NO! Lo divertido viene después. Pongo la frase entera otra vez]... Probablemente creas que el mundo es redondo, como Galileo Galilei supo demostrar hace más de 500 años".

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

Menos mal que supo demostrarlo. ¡Este Galileo! ¡Qué cachondo era! ¡Todo el día con el telescopio observando la redondez de los satélites de la vecina! Me recuerda a Don Rodrigo Díaz de Carreras, que en aquel hermoso lar fundó Caracás... Y tanto que la fundó que ya estaba fundada y él no lo vio y fue detenido por fundación ilícita.

En el fondo no tiene ni puta gracia. Este borrico aspira a gobernar el pueblo en el que yo vivo y cuenta con el voto de 6700 personas. Alguno de ustedes dirá que se puede ser buen gestor sin tener ni la EGB (vale) y yo no me quiero reír de su ignorancia supina o de un fallo tonto que puede cometer cualquiera. Eso no me molesta, pero sí que haya sido un perfecto vago, porque sólo un vago redomado escribe ese dato sin comprobarlo, siquiera, en Wikipedia... ¡En Wikipedia, joder! ¡Que son tres minutos! Vago e ignorante, si un día llega a ser alcalde, yo me voy del pueblo.

Porque encima, si algo caracteriza a estos tipos, es precisamente lo contrario del "Eppur si muove": estos son como Llamazares, que no los mueve de la poltrona ni Dios.

Lo mejor es que el párrafo sigue con un "Pues hay quien disiente"... JAJAJAJAJAJA Que sí, hombre, que sí. Ahora van a venir los catilinarios a decirnos que la tierra es plana, no te jode. Por supuesto, el artículo quería apoyarse en el fenomenal descubrimiento de Galileo para decir que el PP es dictatorial, pero... JAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAA ¡Ay, Dios! Se ha cubierto de gloria, aquí, el amigo To-lo-meo. Claro que con la cara que tiene el tío de teoría geocéntrica no me extraña.



Además, dice el tío que "hace más de 500 años"... JAJAJAJAJAJA. ¡Me cago en la leche! Y nosotros en casa, que somos todos de cabeza gorda, y se nos ha pasado celebrar el quinto centenario de nuestro descubrimiento por Galileo... JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA ¡Ay, ay, ay, ay! ¡Que me he pasado todo el domingo riéndome de esto! ¡Me duele ya el huevo de Colón de reírme!

Que tengan buena semana.

X. Bea-Murguía (¡JAJAJAJAJAJAJAJJAJA!).

Por cierto, para los que sois vecinos míos: los aviones han dejado de ser un problema exclusivo de Soto de Viñuelas. Cada vez son más, vuelan más bajo y hacen más ruido. ¿Dónde están los políticos? Arreglando el problema no, desde luego, y leyendo la biografía de Galileo, tampoco.

Tolle, lege: CLIC

El mundo es plano: CLIC

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martes, junio 03, 2008

Holandés, fácil

Queridos amigos,

de mis vueltas y revueltas por Holanda, ese mooi land, yo que soy un tipo con facilidad para los idiotas (es decir, para decir idioteces en todos los idiomas), puedo afirmar, con desparpajo, soltura y absoluta temeridad, que he encontrado el secreto para hablar holandés de manera fluída.

El holandés, amén de un jastrapo que obliga a contorsiones de paladar que requieren no poca pericia, es una lengua viva y útil, y no como algún cadáver babélico periférico al que no resucita ni el boca a boca venenoso del politiquillo de turno ni el pastuzo que están inyectando las febriles administraciones que creen que progresismo es confusión idiomática y tumbas en bilingüe. El holandés, insisto, tiene una enorme utilidad (no para mí, que como saben ustedes estoy casado y, además, bien): entenderte con la rubia que pasea en bicicleta, intercambiar pareceres con la rubia del ascensor, expresarse de manera exacta para pedir a la camarera rubia el pannenkoeken que más te gusta y no otro y mantener una charla sobre el existencialismo post-modernista con la rubia que vende arenques crudos, con su carrito, en la entrada del parlamento de La Haya.

(De los rubios no digo nada porque son más bien feos. En serio. Las holandesas son, en general, de romperse el cuello mirando, pero los holandeses, a decir por las expertas, nada. Alguno hay. Alguno, pero pocos).

Porque, una cosa les digo, eso de que en Holanda todo Dios habla el inglés... ¡Quiá! El inglés hay que tenerlo, sin duda; el inglés es el idioma del presenta y del futuro, ni el chino ni el tagalo ni el hindustani, el inglés es el esperanto natural. Los holandeses, si lo ponemos proporcionalmente a los españoles, hablan mucho mejor el inglés que nosotros. Ellos le (sic) tienen más, pero yo no sé si es mala suerte o qué es, que cuando pregunto por la calle o bien doy con el Carod Rovira holandés o es que en Holanda hay también mucha gente que del inglés tienen el my taylor is rich y la fidelité de ton amí te será útil y poco más.

Así que si usted se quiere dirigir a la rubia de los arenques: holandés. Ya sólo por eso, merece la pena montar una campaña, en toda España, para que la gente se olvide de una vez el castellano, esa lengua impuesta por el nacionalismo español, centralista y madrileño, y hable holandés, el lenguaje del mestizaje futuro.

La clave está en comprender las vocales. Las vocales lo son todo. De hecho, hemos de importar unas cuantas vocales a España porque esto de tener sólo cinco es signo de pobreza lingüística (o cosas de Franco, dependiendo de si lo dice La Sexta o no). Esto es chupado. Si usted ve un "a", por ejemplo, diga "a", pero si ve dos aes, diga "AA", como si se acabara de pillar el dedo con la puerta. Si ve una "ui", entonces prepárese para darle dos vueltas a la lengua: diga "aeu" fundiendo los tres sonidos en uno. ¡Venga valiente! Miré cómo le sonríe la rubia mientras le enseña el muestrario (de arenques)... Por ejemplo, "UIT", que se ve mucho en Holanda en todas las autopistas porque significa "SALIDA", se dice "AEUT".

Veo que lo van pillando. Las vocales son fundamentales. La "E", se dice "E", normal. Si quieres llamar la atención de la rubia de los arenques, le dice usted "E" y le mirara sonriéndole, con el muestrario. Sin embargo "EE" se dice "ei". Sé que suena raro (¡cómo se lían estos tíos! ¿Por qué no podran "EI" y tan amigos?). No le diga "EE" a la rubia, porque suena en plan "Hey", un poco demasiado chulito y no le va a dar resultado. Pero sí sirve para decir "un/a": "een", es decir, "ein" (como si fueras el sargento Arensibia y no entendieras lo que te han dicho: ¡Ein!).

Esta combinación es mejor para ligarse a la rubia de los arenques, porque usted le puede decir "een uit" (ein aeut) para pedirle "una salida": "ist een uit?", es decir, "¿es una salida?". Si no le atiza inmediatamente con el arenque, es que ha ligado usted. Si es educadita, le dirá JA (sí) o NEE (nei, que suena a nanai, ¿verdad?).

Si usted no liga con el ein aeut, le queda el recurso, siempre a mano, del "OE". Toda la vida hemos escuchado en este país que jugaban los hermano DE BOER o KOEMAN, cuando, en verdad, se dice "DE BUR" y "KUMAN", porque las vocales OE, juntas, se leen "U". Por ejemplo, libro es "BOEK", es decir, "BUK", como en el inglés (que hay que tenerle sic). En esta frase que van a aprender ahora tienen que tener cuidado con la "V", que los holandés hacen fricativa (no Vangog, no Vermeer, sí Fanjoj, sí Fermeir"). Si usted quiere un sonido bilabial (con la del arenque, claro), tiene que usar la W.

En el hipotético y muy extraño caso de que la chica le arree bien con el arenque (no se queje mucho que no hace mucho daño), tiene la posibilidad de irse a leer poesía, por ejemplo, que en holandés se dice "Wan de poetas".

En el Barrio Rojo de Amsterdam se reunen algunas de las mejores poetas de por allí y creo, yo no lo sé porque nunca he ido, que hacen unos recitales de muerte.

No tengo más tiempo.

Otro día, digo más gilipolleces.

X. Van Bea en Murguía (filólogo holandés)

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lunes, junio 02, 2008

Acontecimientos que son un nuevo principio

Queridos amigos,

el sábado, 31 de mayo, Día Mundial Sin Tabaco, me fumé un purazo para celebrar que salió un rayo de sol justo cuando bautizábamos a mi hija Ana , un poco de luz para un rito iniciático (más social que religioso), entre el repicar del granizo y la melodía, para mi gusto sublime, de la lluvia que no ha cesado. Bautizamos a Ana y lo hicimos conscientemente, quiero decir que no hay falsedad ni hipocresía, que ese es el camino que hemos elegido para ella, como lo fue para Rodrigo, y que ya tendrá tiempo, cuando llegue su día, de decidir por sí misma. Mientras tanto, le hemos impregnado de los óleos que hacen nacer el remordimiento y, por si acaso, hemos renunciado a Satanás y al pecado (bueno... ejem.. no todos), como si fuera posible desembarazarnos de esa parte de nosotros que tanto nos pesa pero que, al mismo tiempo, tan atractiva nos parece.

Mis hijos, por razones de educación, aprenderán que el cristianismo es uno de los denominadores comunes de las democracias occidentales, es decir, de los sistemas con garantías procesales, con libertades y derechos fundamentales (conciencia, expresión, reunión, sexual... ), con igualdad sin distinciones (podemos discutir sobre ello, pero no hay más que mirar el mapa), y serán educados en esa parte maravillosa e imprescindible de la doctrina de Cristo: el amor, el perdón, la humildad, la generosidad, la igualdad... Para mí, son valores siempre en alza.

En "Fin de las noticias del mundo", Anthony Burgess presenta juntos los tres acontecimientos que, en su opinión, son los más grandes del siglo XX: la invención del cohete espacial, la doctrina trotskista del socialismo mundial y el descubrimiento del insconsciente por Sigmund Freud (no sé si esto es siglo XX o final del XIX, pero, bueno, vale igual).

Viene a colación, además por la grandeza del libro (recomendado) por la parte de Lev Trotsky, que Burgess sitúa en 1917 cuando el revolucionario ruso (en verdad, ucraniano) vive en Nueva York, donde le sorprende la primera revolución contra el zar, la de los moderados mencheviques de Kerensky en febrero de ese año. Si digo que es sublime, como estoy pesado con Burgess (y no es del todo culpa mía), no sé si me acabarán de creer, pero yo creo en la revolución pendiente, es decir, en aquella que no conoce atajos de sangre, que no subvierte lo establecido como si fuera una tortilla, sino que va modelando la realidad social con pequeños avances y logros sostenibles. Todas las demás revoluciones, al final, involucionan.

Sitúen a Lev Trotsky dictando un discurso a una camarada socialista americana (aunque de origen ruso) de la que, a su pesar, se ha enamorado, llamada Olga.

"En la fría calle,Trotsky ve algo que le sugiere una idea. Comienza a dictar:

Esta mañana, en Manhattan, cuando miraba por la ventana, he visto a un anciano astroso y enfermo que buscaba algo en un cubo de basura. El día era gélido, el viento siberiano, y por sus botas rotas asomaban desnudos sus dedos congelados. Por fin ha encontrado lo que buscaba: un pedazo de pan duro y rancio.

-- Una cosa -dice Olga, levantando los ojos de su libro de dictado- no puede ser dura y rancia al mismo tiempo.
-- ¿Me lo dices a mí?
-- Y me gustaría... Disculpa. -Se levanta y mira por la ventana. La mano derecha de Trotsky apenas puede contener el impulso de ceñir la deliciosa cintura de Olga, pero resiste la tentación austeramente -. Sí, ahí está. -Y regresa a su silla, en la que se sienta, lápiz en ristre.
-- ¿Tú crees que mentiría?
-- Continúa, camarada.
-- En medio de la opulencia -refunfuña Trotsky-, la miseria más abyecta. He aquí un país que se dispone a desperdiciar millones de dólares en una guerra esteril y que se niega en redondo a rescatar a sus desposeídos de de de..."

[Aquí son interrumpidos por la visita de tres personajes, entre ellos, un obispo socialista, pero esto no es lo que ahora toca porque alargaría mucho la entrada, pero se la cuento otro día porque es sencillamente apabullante. Continúa].

"-- Léeme lo que ya te he dictado.
-- En medio de la opulencia, la miseria más abyecta. He aquí un país que se dispone a gastar millones de dólares en una guerra y que se niega en redondo...
-- Yo no he dicho eso. He dicho: "Desperdiciar millones de dólares en una guerra esteril". Tu tarea, camarada, no es corregir sino transcribir.
-- Pero no puedo transcribir lo que no creo.
-- Lo que tú creas o no es secundario. En este momento eres el simple instrumento de mis pensamientos.
-- Despótico, camarada, ¿no crees? Empresario y operario, amo y esclava.
-- No -enérgico-Camaradas, camarada. Colegas, camarada. Operario y cooperativo, camarada.
-- Déjame cooperar diciendo que los que dices es una estupidez. ¿Cómo sabes que es un desperdicio de dólares? ¿Cómo sabes que es estéril?
-- ¿Una estupidez? -pasmado- ¿Te atreves a llamarme estúpido?
-- ¿Atreverme? ¿Por qué no voy a atreverme? Tú te has atrevido a decir que un montón de cosas son estúpidas. El cristianismo, el idealismo, la democracia parlamentaria. Simplemente estoy diciendo que Trotsky es estúpido".

Sólo me queda una pregunta: ¿por qué hemos traducido Lev a León cuando el nombre, Lev Davidovich Bronstein, parece significar, más bien, Leví, tercer hijo de Jacob? ¿Leví Ben David Bronstein?

X. Bea-Murguía (para quien quiera entender, aunque yo mismo, no lo entiendo muy bien)

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