Reflexiò
Queridos amigos:
la verdad es que no envidio en nada a los catalanes, que mañana tienen que elegir entre la sartén y el fuego. Aunque si yo fuera catalán, lo tendría bastante claro, pero como no lo soy... Así, visto desde fuera... ¡Mare de Deus!
Tenemos que se puede reeditar el triunfo del Tripartit, con todo lo que ha pasado y dando, de nuevo, la llave de la gobernabilidad al Carod y sus faccetta nera bell’Abissina (los mismísimos novios de la muerte). Esto supone votar a Montilla, un auténtico sátrapa con pinta de conspirador... Bueno, más que con pinta, con verdadero CV de Matahari y, a más a más, xarnego. A Saura ni lo considero porque responde al perfil de sandía (verde por fuera, rojo por dentro) tan progresista, tan progresista que sólo puede poner en marcha políticas que hacen imposible el progreso. Por otro lado, está Mas, con su cara de Kent gomoso y su sonrisa de ortodoncia recién estrenada. Mas usa el perfil de catalán, catalán de toda la puta vida: el del chiste...
-- "¡Hombre! ¡Artur! ¡Cuánto tiempo! ¿Cómo estás?".
-- "¡Mol be! Aquí estoy, con mi pobre madre, que se ha quedado sorda y ciega".
-- "¿Y que vais? ¿Al médico?".
-- "¡Nooooo! A cortarle la luz y el teléfono".
Estaba el Durán i Lleida que parece un hombre serio. Pero a este no le dejan presentarse. A este le mandan a Madrit. Me parecería fatal que fuera por su alopecia. Alguien debería aprobar una ley de paridad como Dios manda y obligar a que en la lista, por lo menos, el diez por ciento fueran calvos.
La siguiente opción es el auténtico pelo de muñeca, el rey de las genuflexiones, más conocido, tras su recibimiento en el aeropuerto de Madrid, siendo ministro de Asuntos Exteriores, a George Bush, como Josep "Muelle" Piqué. Este es de temblor prediarréico. Mejor dicho, el PP no es una opción en Cataluña, porque son lo mismo que CiU y contra eso no se puede luchar.
Por último, Ciutadans de Catalunya. Parece que van con buena intención, pero son intelectuales, no políticos. No me atrevo a meterme con ellos porque, en principio, creo que comulgo bastante con las ideas de Arcadi Espada. Puede que obtengan representación, pero no parecen una opción de gobierno.
Es curioso que casi todos los aquí mencionados, independientemente del tinte "ideológico" de sus partidos, firmarían la frase: "Una nación, una lengua". El idioma, el catalán, es el principal hecho diferencial que los reúne y define, según ellos, como nación y no sólo eso, el empeño de ERC y CiU de denominar oficialmente a valenciano y mallorquín como "catalán" responde al ansia expansionista de todo nacionalismo: "Una lengua, una nación". Tanto monta, que dirían los fundadores del estado moderno: una nación, una religión. ¡Ay, mamá! ¡Qué poquito hemos cambiado en quinientos años, joder! Justifica la existencia de una sola lengua que Els Països Catalans vayan más allá de la Cataluña de las autonomías, desde el Rosellón hasta la frontera de Murcia, más la franja aragonesa (¿Franja de Ponent?), Andorra, Baleares y, si me apuran, la Sardenya (Cerdeña). Amb dos cojons.
En democracia, toda idea, por alocada y trasnochada que parezca, merece ser defendida con argumentos (y sin robar pistolas). Así, según ellos, el catalán es el vehículo de una nación, Els Països Catalans, una entelequia que tiene su propia literatura en catalán... Esto... ¿Josep Pla? No, no. Este escribía en castellano... ¿Vanessa Montfort? No, no, tampoco. Bueno, este otro sí: Joanot Martorell, el valenciano que escribió "Tirant lo blanc", Raimond Llul, Mercé Rodoreda... Perdonen mi incultura... Pero también otros aspectos importantes de la cultura catalana son la pintura que se hace en catalán, con Miró, Dalí... La arquitectura en catalán, la Sagrada Familia... La música y danza en catalán, Montserrat Caballé, Josep Carreras... La sardana...
Estaba yo leyendo el otro día "Poderes terrenales", de Anthony Burgess, libro que les recomiendo mucho, mucho, cuando, por la mitad, me saltó la chispa. Al protagonista, un escritor inglés llamado Kenneth M. Toomey le hacen una entrevista en la radio:
-- "¿Cómo define usted, señor Toomey, el término nación?".
-- "Bueno, como creo que ya he dicho en alguna de nuestras conversaciones privadas, lo concibo en razón de una cierta continuidad de cultura... literatura, principalmente, por supuesto..."
-- "La literatura es básicamente un idioma, ¿no?".
-- "Bueno, sí. En cierto modo, podríamos decir que Inglaterra es la lengua inglesa y Alemania la alemana. Se puede decir, sin duda, que Lutero fue el creador de Alemania, pues fue el creador del alemán moderno".
-- "Y Alemania es el territorio donde se habla el alemán, sea Austria o Dantzig o los Sudetes..."
¡Qué coincidencia! ¿Verdad? Debo añadir que, por circunstancias que no voy a desvelar (para no joder el libro a nadie), esta entrevista de ficción, pero muy real, tiene lugar en 1939 en una radio propagandística nazi.
Pues nada, a los dos o tres (tal vez cuatro) catalanes que leen el blog... Voten en conciencia.
X. Bea-Murguía (¡Visca Catalunya!)